viernes, enero 05, 2007

LA INMADUREZ DEL CÓMIC

El usuario anónimo ha abierto la caja de los truenos de la inmadurez del cómic. En eso tengo que darle la razón, aunque no sea por los motivos que apunta: los comentarios de más arriba creo que responden bien a la cuestión de por qué el desarrollo industrial de un medio no facilita necesariamente su desarrollo adulto.

Bajo mi punto de vista, al cómic como medio le faltan aún algunos duros tragos que pasar para que pueda considerarse un medio capaz de producir experiencias atractivas para un público adulto. Se me ocurren unos cuantos:

1. Morro/ mal hacer: Los autores parecen casi en su totalidad respetuosos hacia el medio y la tradición, con aprecio al trabajo bien hecho, con primor. Sólo desde cierto comic underground americano se han producido tentativas de hacer tebeos pasándose la tradición y las normas de calidad por el arco del triunfo, pero a menudo se compensa la falta de buenahechura con un fuerte trabajo manual (físico, vamos).

2. Desapego de la peripecia: Lo que se cuenta en los comics es casi siempre es la peripecia, y sobre todo en las llamadas “novelas gráficas”. Romper con la peripecia y con el planteamiento-nudo-desenlace sería fundamental para ver qué otras nuevas sensaciones y narraciones puede dar de sí el medio. En este aspecto, algunos comics basados en un personaje antes que en una historia se acercan bastante a esta óptica más vitalista.

3. Reflexión: Esto significaría, trabajar en el cómic no sólo lo que sucede del tebeo hacia adentro, sino hacia afuera. Trabajar el afuera de la obra.

4. Trabajo colectivo: El cómic “de autor” ha venido a significar que una sola persona se lo curra todo de cabo a rabo. Esto parece muy adecuado en muchos casos, pero desgraciadamente es muy empobrecedor al aplicarse como norma general al cómic realizado fuera de la industria. ¿Tendría que aprender algo el cómic de la música pop en este sentido?

-------
Lenin, en el cuadradito del post NO ES TAN NUEVO.

13 comentarios:

Octavio B. (señor punch) dijo...

bien, lenin, aplaudo tu discurso. Pero podríamos extrapolar al menos tres de los cuatro puntos al cine, tranquilamente. Y a la novela (no hablo de los Sebald que hay sueltos, hablo de los Pérez Reverte que venden a chorro). Por lo tanto veo en tu planteamiento más que una causa de la inmadurez del medio, una vía de desarrollo del mismo, lo que no es lo mismo.
Y sí, el cómic es un medio joven, que DEBE pensar en us propio desarrollo y evolución,pero eso no le resta un buen puñado de obras maestras, plenas en su gramática,igual que el cine tiene las suyas en sus comienzos silentes, y la literatura las propias (¿o la en principio oral Mil y una noches no lo es?).

Con todo, aplausos, y un juego: aceptando como buenos tus postulados, busquemos autores que se ajustan a ellos.
al primer punto, Sfar de cabeza. de hecho, creo que es su mayor logro, y quien mejor lo hace.

segundo: Clowes anda en ese desapego, y Tomine.

tercero, bueno, ¿a qué te refieres exactamente? si es a que el cómic busca la elaboración en el lector, pues ahí ponme a... a... no se me ocurre... ¿David B, quizá?¿Bardín (que leí hace mucho, en su época de dispersión, y tengo que pillar YA)?

Cuarto: Japón entero, como industria, donde conviven Maison Ikkoku con LA sonrisa del vampiro o El Caminante dentro de un todo industrial, global, que enlaza con el anime, merchandichin etc.

Octavio B. (señor punch) dijo...

es que... claro, no dejo de darle vueltas (poco más, que es la hora de la siesta), y claro, decir que el medio es inmaduro supone, ¿no?, que aún no ha dado obras maestras como Krazy Kat, Spirit, el Dark Knighr o .... (rellenen l alínea de puntos). Que su lenguaje es pobre. Y no es eso. A ver, en música se dice que cierto modo de entender la polifonía llegó a su culmen y murió en Bach. Es así. Pues vale, quizá de esto hablamos, de que tras 100 años largos va siendo hora de que aparezca en los tebeos un Mozart que haga las cosas de otro modo, fresco, nuevo, aparentemente más sencillo pero a la vez abierto a muchas nuevas posibilidades.
Creo que estamos asistiendo a ese Mozart en forma de una generación.

Anónimo dijo...

Un apunte sobre la madurez: es un término que no me gusta demasiado, da la sensación de que “los objetivos están cumplidos” cuando se aplica a algo en eterno cambio como es el arte. Yo prefiero referirme a un medio “adulto” en un sentido más prosaico, es decir un medio del que pueden disfrutar los adultos sin sentir que se les escamotea algo.

Estoy totalmente de acuerdo con que la historia del cómic cuenta con unas cuantas obras maestras, como las que mencionas. No sé si eso quiere decir que ha llegado a su etapa clásica, ¿realmente importa?

Siento haber sido un poco oscuro cuando hablaba de “trabajar el afuera” de la obra. Se trata de modular el vacío que tiene que crear la obra para que sea éste un vacío creativo, suscitativo, y no un agujero negro. Las obras plenas, que no crean ese vacío, acaban siendo un coñazo.

Pepo Pérez dijo...

sí, te iba a preguntar por eso mismo, por lo del "trabajar el afuera" de la obra, pero ya lo has aclarado. Aunque intuí que te referías a eso mismo, y sí, las obras totalmente cerradas no invitan a volver a ellas, a la larga se convierten en un peñazo, estoy de acuerdo. Precisamente hoy mismo hemos tenido un interesante debate en la cárcel sobre una obra totalmente cerrada que no deja ese vacío que incite a ser llenado por el lector (te refieres a eso, ¿no? si te he entendido bien), una obra que, bueno, es pobre también por otros aspectos (Combates Cotidianos).

"Estoy totalmente de acuerdo con que la historia del cómic cuenta con unas cuantas obras maestras, como las que mencionas. No sé si eso quiere decir que ha llegado a su etapa clásica, ¿realmente importa?"

no, desde luego. Porque la cosa sigue, mientras haya autores queriendo seguir haciendo tebeos.

Anónimo dijo...

El problema de la Historieta es su enorme dificultad, la cantidad de elementos que hay que manejar bien para dar en una gran obra. Hace tiempo aqui mismo compare esto con el camino impensable de continuar -al nivel propuesto al menos- de las famosas puertas del baptisterio de Florencia, de Ghiberti: hacer pintura con los materiales de la escultura. 20 años de trabajo. Los historietistas se encuentran en esta misma situación cuando pretenden, cuando aspiran a hacer novela -o cine- con los materiales del dibujo. Y por ese camino se están tirando una buena parte de los de las novelas gráficas y aledaños. Los procedimientos 'económicos' de la Historieta son otros y tienen más que ver con las formas de la exageración, de la estilización, de la caricatura, de la síntesis, del juego. Creo que antes y ahora siempre los humoristas, o los que se han movido por esas coordenadas, han logrado no sólo mejores historietas sino obras en su conjunto con una mayor densidad de ideas, de sugerencias, de posibilidades; toma paradoja. Donde esté un album de Mauro que se quiten los franceses de la historieta AOR.

Todo esto dicho con caracter general, por supuesto, que no se trata de poner puertas al campo, pero sí, por seguir con la metáfora cursi, de indicar que es más fácil cultivar abajo en el valle que en las laderas empinadas. Al menos con este instrumental de que disponemos.

Un saludo.

Pepo Pérez dijo...

"Los procedimientos 'económicos' de la Historieta son otros y tienen más que ver con las formas de la exageración, de la estilización, de la caricatura, de la síntesis, del juego."

Hace unos días hablaba de esto mismo con unos amigos. Sobra decir que estoy totalmente de acuerdo contigo. Es por esto mismo por lo que el Ice Haven, el Bardín de Max o casi cualquier cosa de Blutch molan tanto.

(lo de la historieta francesa AOR me ha encantado, ja, ja)

Anónimo dijo...

Puedo estar relativamente de acuerdo pero me patina lo de las obras maestras del cómic. Creo que el cómic es casi el único arte en que lo que todos denominamos obras maestras del medio no se lo parecen a nadie más que a los que nos gustan los tebeos.
No hay más que prestar Krazy Kay, Terry Y Los Piratas, Rip Kirby, Spirit, etc., a cualquier amigo para que te lo devuelva diciendo que le parece una bobada o en el mejor de los casos que los dibujos están bien pero las historias son para críos.

Y esto por mucho que nos duela no pasa con otras artes (o no de manera tan brutal). La pregunta es por tanto: ¿son verdaderas obras maestras del medio? ¿Estamos sobrevalorando los logros de un arte tan joven como el cómic? ¿Es el cómic algo tan complejo que la gente no compende sus códigos y es incapaz de apreciar?

Personalmente creo que gran parte de la culpa la tienen las historias de esa época (me refiero al guión) con un enfoque muy infantil que no resiste ninguna comparación con otras obras de la época. No hay más que comparar Rip Kirby con las obras maestras de cine negro de la época para darnos cuenta del abismo que había entre el nivel alcanzado por uno y otro arte a pesar de que es difícil dibujar mejor que Raymond.
Y no me apedréis todavía que es por animar la cosa ;-P

Feliz año por cierto y os leo en unos días (estoy de vacaciones y sigo el blog cuando puedo). Un abrazo.

Pepo Pérez dijo...

Pues por seguir animando el cotarro, Javi podría "levantar ampollas" y concretar a qué se refiere por historieta francesa AOR, con autores concretos ;-)

Cuando digo que Ice Haven, Blutch o Bardín molan tanto me refiero precisamente a que son tebeos que tocan temas serios -adultos si preferís el término- pero se valen precisametne de las herramientas donde el cómic es poderoso, los recursos que durante décadas los historietistas (sí, Javi, preferentemente humoristas, ésta es la realidad: el cómic de humor es, hasta ahora, mucho más sofisticado que el cómic dramático) han ido desarrollando: caricaturización, estilización, exageración. en Ice Haven está todo muy caricaturizado y, sin embargo, la sensación que transmite su lectura es la de "verdad": la de que ha captado la esencia de la realidad (del mundo real) de la que quiere hablar. Esto es una paradoja muy propia del cómic: cuanto mejor (con más finura y estilización) se consigue caricaturizar una realidad, más te acercas a ella. Por eso mismo creo que en el cómic el mejor medio de conseguir realismo es a través de la caricatura. Como digo, suena paradójico, pero yo lo veo y constato así en muchos tebeos.

Anónimo dijo...

Jaja; no, no diré nombres, ¡mis labios están sellados! :) Y quiero leer más de según que autores para aclararme si son caídas puntuales o bien constantes en su trabajo.

(Pero dándole vueltas a lo de la historieta AOR... ufff, en los superhéroes hay unas cuantas también: casi todos los derivados de Watchmen y Dark knight en formato prestigioso y pintón y cuyo tema era la revisión 'realista' de la magia infantil de los superpoderes -o sea, sin renunciar a ella-: magia explicada, que ni es magia ni es nada. Ahí, punto a favor para DK 2.)

Un saludo.

Anónimo dijo...

Llego tarde pero me gustaría decir respecto al verbo trabajar y su relación directamente proporcional con la calidad de una obra, y es que, y ya lo ha dicho creo que Pepo, que si no encontramos por ahí en medio ese Sustantivo tan poco conocido que es el talento sólo llegaremos como mucho, a la perfección técnica, no a esa chispa que anima las grandes obras y que sabemos reconocer en cuanto la vemos.(bueno, a veces tardamos un poco más)
Y aquí va la segunda reflexión. El tiempo de trabajo aplicado a la Literatura no sirve de patrón para medir de la misma manera una poesía, que un cuento, que un haiku (jeje), que una novela, que una obra de teatro, que...., y aquí, sin embargo, lo estamos aplicando al cómic como a un todo, sin matices, o peor, reduciendo todo el cómic a la familia literaria de la novela. Y la complejidad de una novela no es, por ejemplo, la de una poesía, y las reglas tanto para escribir una y otra no son las mismas ni se pueden romper de la misma manera.. ¿Hay tebeos que se parecen más a una poesía que a una novela? Yo creo que la respuesta es obvia.

Y el tebeo es uno de los medios que ahora mismo me está dando más alegrías, junto como siempre, la literatura, pero no así el cine o la televisión (salvando a ese gigante que es Sorkin y su maravillosa Ala Oeste de la Casa Blanca)

Estoy con Pepo en lo de las Banderas de Nuestros Padres, y tirando del hilo, con lo de Million Dólar Baby. El libro en el que se basa la primera sí que es una gran obra, la peli se queda en un bandazo sin tino, a medio camino entre película bélica y drama patriótico-político-racial sin llegar a ser ninguna de las dos cosas. Y es larga. Y aburre por repetitiva y por usar siempre los mismos trucos narrativos.

Pepo Pérez dijo...

¿tú también te percataste de cómo se reiteran modelos de escenas en Banderas de nuestros padres, verdad? Yo creo tener claro al principal culpable. Es el pesao de Paul Haggis, que está en el guión y también estuvo de guionista en Million Dolar Baby (y es el responsable como director y guionista de Crash, creo que eso ya lo dice todo). Bueno, matizo: el principal culpable en última instancia es el director, que para eso Clint se puede permitir elegir qué guiones filmar y con qué guionistas trabaja. Y ya van dos veces que repite con Haggis. Él sabrá, pero me parece que este año los 90 millones de dólares que se han gastado en Banderas ni van a tener Oscar ni por ahora los van a recuperar (la peli se ha estrellado en la taquilla USA). Si hay justicia esta vez (en 2005 ganó Million Dolar Baby frente a El Aviador), Scorsese obtendrá por The Departed ese Oscar al mejor director que nunca ha recibido.

Anónimo dijo...

"No hay más que prestar Krazy Kay, Terry Y Los Piratas, Rip Kirby, Spirit, etc., a cualquier amigo para que te lo devuelva diciendo que le parece una bobada o en el mejor de los casos que los dibujos están bien pero las historias son para críos"

Pero eso pasa también con el cine.

No es más que un prejuicio. Hace años, muchos, en la segunda mitad de los ochenta, programé un pequeño ciclo de cine en el colegio mayor y me encontré con ese mismo problema. Nadie quería ver películas anteriores a los 80, ni el Pequeño Gran Hombre, ni El Viento y el León. "Esto está anticuado", "las películas viejas aburren"... Te puedes imaginar el pollo que se preparó cuando proyectamos alguna en blanco y negro. Pues si te lo imaginas, multiplícalo por diez cuando lo hicimos con un musical.

Te contesto a algo que decías más abajo

"Me sirve el ejemplo de Intolerancia, para mí no es una obra maestra, Griffith fue un pionero y un genio en su momento porque inventó un montón de
cosas, pero eso no hace de Intolerancia una obra maestra porque para mí no aguanta el paso del tiempo. Es lo que tiene confundir el ser el primero en hacer algo con el mejor. Que un tío inventó el travelling en el cine, se merece un premio, pero seguro que cualquier estudiante de cine de hoy día hace mejores travellings que el que lo inventó. Una obra es maestra cuando trasciende el medio en que se creó, es admirada y valorada por gente no solamente circunscrita a ese medio y resulta plenamente vigente al cabo de un montón de años"

Dejemos aparte que en Intelerancia hay un par de movimientos de grua para quitarse el sombrero.

Eso es como si me dices que te despachas todo el arte románico porque no dominaban la anatomía o la perspectiva. Los clásicos hay que disfrutarlos teniendo en cuenta el contexto en que se crearon. El canon actual sólo sirve para las obras actuales.

¿Acaso no vinieron los renacentistas a crear uno más perfecto, para que después viniese un Picasso a pasarse por el forro las leyes de la perspectiva?

Anónimo dijo...

vaya, vaya, acabo de descubrir este blog, y sinceramente me sorprende encontrar una conversación interesante. bueno a lo que vamos
con respecto a la inmadurez, pues puede que tengas razón. al fin y al cabo, el cómic es una actividad relativamente nueva. de hecho creo que para lo reciente que es, deberíamos contentarnos con dos o tres tipos de los que sentirnos orgullosos...
con respecto a la vigencia de las obras, difiero. la contemporaneidad de una obra de arte se mide por su capacidad para seguir generando lecturas novedosas o no, con posterioridad al momento en que fueron creadas. considerar que la manera en que nosotros entendemos la obra de Eisner es igual que la impresión que causó en su momento resulta un poco ingenuo. Y la realidad es que hoy por hoy, como tu dices, parece en ocasiones desfasado. La causa? Pues no la se. Supongo que en parte el inicial carácter del comic como obra fundamentalmente efímera, destinada a su consumo y su inmediata depreciación, tiene algo que ver. Su falta de consideración como acontecimiento artístico y su carácter eminentemente lúdico también influye. Si este hecho resultará diferente cuando dentro de treinta años releamos la grandes obras de nuestros días...eso es algo que el tiempo dirá. Sea como fuere, las posibilidades del comic que arriba se apuntan, aún siendo ciertas, seguro que quedan muy lejos de las que espero que vayan surgiendo gracias a los creadores que vendrán.