martes, enero 23, 2007

NO LOGRO DESCIFRAR EL ENIGMA

La respuesta no es fácil, al menos para mí. Tintín es asexuado y formal (lo que más detesto en el mundo), la trama de sus historias es convencional, su ideología resulta francamente conservadora, abunda en puerilidades pretendidamente humorísticas, etcétera… Y sin embargo, siempre funciona. Sus viñetas forman un universo paralelo, un minucioso espejismo al que uno puede irse a vivir por un rato o quizá íntimamente para siempre. Es otro mundo, a salvo del tiempo y de la muerte, donde la ambición cruel fracasa y la amistad siempre obtiene recompensa. Tintín sale de Bruselas pero pronto su patria es el mundo, el movimiento del viaje: se instala en el castillo de Moulinsart, cuyo mayor atractivo es no estar en ninguna parte, para mejor irse a cualquier sitio, cuanto más lejos mejor. El planeta se le queda pequeño, como a cualquiera de nosotros: y a pesar de todo, sabemos que para ser feliz nunca hubiera necesitado salir de casa. En fin, no lo comprendo: me posee pero no logro descifrar el enigma de Tintín.


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Fernando Savater escribe sobre TINTÍN. Visto también en Entrecomics.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Una idea que siempre he tenido relacionada con la reflexión de Savater:
A todos los niños les gustan los tebeos, pero aquellos que de niños amaron Tintín han seguido amando los tebeos, mientras que los que leían otros (Mortadelos, Astérix, etc) pero no les gustaba Tintín o les dejaba frios, dejaron de leer cómics.
No se puede decir nada mejor de una obra.

Pepo Pérez dijo...

ni tampoco generalizar de esa manera, Jeune Albert. ;-)

Anónimo dijo...

En mi caso personal devoraba los Mortadelos antes de saber leer, y una vez que pude entender lo que decían los bocadillos no recuerdo sentir más interés por unos tebeos que por otros.

Todo lo que había en la biblioteca más cercana a donde yo vivía por entonces me interesaba, aunque sí hubo cierta "progresión", quizás dada por el orden mismo en el que me llegaron a mí: Mortadelo, Asterix, Blake & Mortimer, Tintín... También recuerdo que en aquella biblioteca, a mediados de los ochenta y en la isla de Fuerteventura, algo tenían de Príncipe Valiente (o "El Príncipe Valiente", por si acaso alguien se enfada), aunque, ignorante de mí, no me atraía porque... ¡no tenía bocadillos!

El interés por los superhéroes vino luego, con la asignación mensual (¿500 pesetas al mes? ¿1000? No recuerdo) y con la mudanza a una capital.

En cualquier caso unos gustos nuevos no sustituyeron a otros e, incluso hoy en día, ya viviendo en la inmadurez adulta, no le hago ascos a un Mortadelo (aunque no entre en mi cesta de la compra).

Pepo Pérez dijo...

propongo desde aquí intentar descifrar "el enigma Tintín". Qué es lo que tiene, y por qué está tan bien hecho, que funciona a pesar de los chistecitos tontos (incluso de niño me lo parecían), como señala Savater. Yo tengo algunas hipótesis.

Anónimo dijo...

¡¡¡Carlos Giménez nominado al Oscar por la mejor dirección artística de El Laberinto de el Fauno!!!

Anónimo dijo...

http://www.imdb.com/features/rto/2007/oscars

Anónimo dijo...

Me pudo la emoción: forma parte del equipo, pero en realidad no está nominado.

santibilbo dijo...

yo, que no soy tintinófilo,aventuro un par de cosas:
1º El tono:esa melodía de comedia y aventura,sofisticada casi siempre,(aunque a veces rompa la magia con alguna reiteración u obviead )que nos arrastra a ese mundo delicioso,de cuento,donde las reglas están escritas y se comen perdices al final
2El ritmo muy, medido,casi como un tango:lento,lento,rápido,rápido,lento, a nivel estructural,minucioso en los gags sazonadores y en la página.Por cierto,los albumes dobles me resultan mejores,menos ligeros,pero de más aliento(salvo tintin en el tibet)
3º HADDOCK,uno de los personajes del olimpo de la ficción.Cuando sale florece el asfalto y el guisky quita la sed
4º el dibujo minucioso y a la vez caricaturesco contribuye a crear una realidad ficticia que tiene verdadera consistencia,a la manera subcreativa de Tolkien,pero sin tintes teológicos,aunque sí trascendentes,la ventana a un mundo de salvación,la huida del prisionero y que nos transporta a esa abstracción de la que habla Savater,fuera del tiempo y en un espacio ensoñado
4ºA veces sabe sacar partido dramático al color(el templo del sol,tintin en el tibet,el loto azul),siempre se lo saca desde el punto de vista del diseño;en fin que queda muy mono
5ºNarra muy bien dentro del clasicismo,encuadra magníficamente(en el tibet da una lección)dosifica muy bien la acción de la página y utiliza a las figuras dentro del plano para sugerir no sólo tridimensionalidad o perspectiva,sino para empujarnos a su universo de bolsillo(como ya apuntaron aquí alguna vez Javi,Pepo y Monolo, en otro debate anterior)
A mí me gustó de pequeño y lo tengo cariño y admiración ahora;pero no me apasiona,que le vamos a hacer

Anónimo dijo...

Ya se que las generalizaciones son siempre discutibles, y desde luego seguro que habrá muchos lectores que no hayan leído a Tintín y sean apasionados de los cómics, pero creo que la clave está en la infancia. De la gente de mi entorno y a la que puedo preguntar, ninguno estuvo interesado en Tintín, o directamnte no le gustaba.
Toda esa gente leyó con deleite algun Mortadelo, Astérix o Don Miki, pero al llegar a la adolescencia simplemente dejaron de leer cómics.

Yo también leía muchos Mortadelos que todavía conservo, y uno de los grandes momentos de mi infancia son las aventuras de Patomas. Pero Tintín fue algo especial.

Mi idea no era tanto por el lado negativo, sino por el positivo, es decir tengo la impresión que los niños y recalco lo de niños, enganchados a Tintín siguen leyendo cómic, con indepedencia de que otra gente llegara a esa afición por otras vías.

Personalmente, intentando contestar al cuestión, me parece que la fascinación por Tintín aparece porque supone la transposición del "mundo real" dentro de una hoja de papel, para mí fue la primera vez que tuve conciencia de que una persona, el autor, utilizaba sus habilidades para representar los coches, los muebles, la ropa, etc... dentro de los límites de una viñeta y de una determinada forma.
Es decir el famoso y renombrado estilo.

Anónimo dijo...

Anda que... Pues que va a tener Tintín. Pues lo mismo que Asterix, que Spirit o que los 4F de Kirby. Que esta bien hecho, leñe!!
Eso es lo que tiene :-)

Pepo Pérez dijo...

Es curioso que tanto Santi como Jeune Albert habéis destacado lo del "mundo entero" en las viñetas
de tintín. Lo del universo paralelo, un espejismo puro del mundo real, que dice también Savater. Yo creo como vosotros que ésa es una de las razones de la fascinación.
La otra , a mi juicio es la acción. La Aventura, por decirlo en términos de género narrativo.
Me contaba Paul Pope en el Salón de Barna de 2004 que le gustaban las historias de "human action", que su autor favorito era London, y que esas historias de human action es lo que más le gustaba hacer como historietista. Creo que ésa es la razón principal de que Tintín, a su modo y estilo "infantil", funcione como lo hace (aparte del mundo/universo paralelo que hay dentro). El viaje, la acción, el peligro para uno mismo o para tus seres queridos como motivación para la valentía y la "heroicidad"; todo eso nos importa como seres humanos, se significa por sí mismo, más allá de la peripecia concreta de tal o cual historia. Por eso una historia de acción-aventura bien hecha y bien narrada, con los elementos "que tiene que tener" (algo que ni siquiera los buenos artistas saben conscientemente, simplemente se dejan llevar por la fuerza de los símbolos y arquetipos ya aprendidos) siempre nos va a importar y fascinar, es algo poético, es "trascendente".

Anónimo dijo...

Je, a mi de niño Tintín - y Snoopy, que no lo leí hasta ayer mismo, como quien dice- me dejaba frío-frío. Pero seguí, y seguí, y seguí... :)

O sea, también se puede decir al contrario: muy bueno ha de ser, cuando no habiéndolo leído de crío, un tebeo tan descaradamente infantil puede seducir primero a un adolescente y luego a un adulto. :)

Un saludo!

Anónimo dijo...

Efectivamente: Tintín atrapa. No soy tintinólogo pero me confieso tintinadicto desde mi pubertad, cuando descubrí los álbumes de Herge, así en plural, pues creo que en esa pluralidad tiene su fundamento el "enigma" de Savater. Me explico. Si de Tintín tuviéramos sólo uno o dos álbumes, aunque fueran muy buenos, sería raro encontrar esa relación afectiva, que va más allá de lo estético, que une a tantos lectores con el personaje. Pero son 22 álbumes que crean un mundo propio habitado por una galería de lugares y personajes entrañables (Sildavia y Borduria, el castillo de Moulinsart, el capitán Haddock, Tornasol, Hernández y Fernández, El general Alcázar, Bianca Castafiore...y un larguísimo etcétera) que el lector encuentra y reencuentra y dan a la serie un carácter de amplia saga autorreferencial siempre deslumbrante en su primera lectura porque los guiones, una vez superado el maniqueismo ideológico de las tres primeras historias, ganan en complejidad, tienen una documentación casi exhaustiva y se comvierten en magníficas epopeyas para adolescentes en las que, junto a las dosis muy bien colocadas de humor,está siempre presente la aventura que abre horizontes y se muestran valores éticos permanentes: la búsqueda de la verdad, la defensa del débil, la lealtad y la generosidad y, una y otra vez, la amistad como motor de unas historias que terminaron ensayando todos los géneros narrativos. Además, evidentemente, está la enorme habilidad narrativa de Herge y la creación de un estilo -toda una escuela- que va como anillo al dedo para esas historias y esas edades.

Pepo Pérez dijo...

Pues sí, Paco, lo del número de álbumes también es fundamental, y creo que tiene que ver igualmente con lo del "mundo entero" dentro de las viñetas de Tintín. Cuantos más álbumes, más mundo representado. Como dice Savater, hubo un momento en que el mundo se le quedó pequeño a Tintín y tuvo que viajar a la Luna.
Sobre lo del "mundo entero en viñetas", recuerdo perfectamente de niño esa sensación, la de estar viendo en dibujos una especie de "doble" abstracto y puro del mundo real. Y eso tiene todo que ver con 1) la intención y concepto de Hergé, 2) el grafismo que eligió, y 3) la documentación a la que recurría y, mucho más importante, cómo la "resumía" y sintetizaba luego en sus dibujos vía 2), o sea, el grafismo que eligió para representar el mundo.