Anoche, antes de acostarme, me puse a leer BALADA DE LA COSTA OESTE (Norma), un Tardi adaptando novela, esta vez de Manchette. ¿La historia? Un polar, por supuesto, uno de los géneros predilectos de Jacques Tardi (Valence, Francia, 1946). Asesinos fríos y sanguinarios, tipos desencantados que no consiguen encontrarse a gusto en ningún sitio ("Me paso la vida haciendo el gilipollas... pero en todos lados es la misma mierda"), cambios de vida que no parecen solucionar nada, tono seco y desabrido, personajes taciturnos y resignados a los que todo parece darles ya igual mientras habitan un mundo sombrío, vacío, sin Dios. Lo habitual en el Tardi negro.
Esta vez, el material base lo ha extraído de la novela homónima de Jean-Patrick Manchette (1942-1995), novelista al que se apodó el padre del 'neo polar', y cuya prosa es trasladada literalmente en varios pasajes del tebeo con prolijos textos de apoyo que, sin embargo, resultan ágiles de leer gracias al estilo incisivo de Manchette. "Me he esforzado por conservar lo máximo de su texto sin modificarlo, porque es muy preciso, casi clínico. (...) El texto de Manchette es seco, duro, sin florituras. No hay nada espectacular en su manera de escribir. ¿Qué voy a cambiar yo?", afirma Tardi en una pequeña entrevista que ha recogido la edición de Norma al final del tomo.
No es el mejor Tardi que haya leído, esto es cierto. Hay partes de la historia que me parecieron muy comprimidas y que necesitaban mayor extensión para resultar más creíbles (al tebeo le hubieran hecho falta como unas 20 ó 30 páginas más, creo); las secuencias de acción están dibujadas de manera confusa y un tanto desganada (una muestra, ahí arriba), la planificación a veces resulta injustificadamente monótona, pero... aún así, leí el álbum con gusto e interés, y me pareció que Tardi, aun con el automático puesto, sigue haciendo tebeos que merecen ser leídos. No apagué la luz hasta acabármelo.