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miércoles, agosto 22, 2007

PHONE BOX?

OR CHANGING ROOM...


Joel Meadows ha sacado una foto de esta cabina de teléfono (¿o cabina para cambiarse?) en New Oxford Street, Londres. Precisamente hace unos días Manuel Bartual también le tiró un par de fotos a las cabinas en cuestión... Por cierto, ya habréis reconocido de quién es la ilustración ¿no?

(solución)

Actualización El libro que se anuncia en la cabina se publicará en España el año que viene. Más información en Tirafrutas

domingo, abril 29, 2007

SUPERPODERES PARA TODO

Los superhéroes diversifican el uso de sus poderes.

sábado, abril 07, 2007

PRONTO SERÉ INVENCIBLE


¿Un Magneto de Neal Adams? No.
Más información en Tirafrutas.

lunes, noviembre 27, 2006

POR QUÉ LO DE LA A DE FRANCIA NO FUNCIONA COMO UN CHISTE

Punto 1) Estamos rodeados de ficción. Consumimos más ficción que nunca antes en la historia del hombre, por una cuestión de facilidad de acceso y de medios tecnológicos de divulgación. Y no sólo ficción propiamente dicha, también consumimos datos sobre quiénes hacen esa ficción: cuáles son las intenciones del autor, cuál es su ideología, cuáles son sus siguientes proyectos. Críticas, entrevistas, reportajes. El resultado es que somos unos enteradillos que leemos las ficciones de los autores que nos gustan prácticamente dándoles un codazo de complicidad, sin ojos vírgenes. Leer un tebeo de ULTIMATES (o ver una película de Scorsese, o de Tarantino) es enfrentarse al material partiendo de preconcepciones totalmente establecidas. Ah, sí, Mark Millar y Bryan Hitch, los que hicieron The Authority, qué gracioso lo que hicieron ahí, cómo se pasaron. A ver qué hacen ahora en estos Ultimates, seguro que es más gracioso aún.

(inciso: A mí The Authority me moló BASTANTE, tanto la de Ellis-Hitch como la de Millar-Quitely)

Punto 2) El cómic, un medio semióticamente complejo, tanto o más que otros medios de comunicación. No fui realmente consciente de la complejidad semiótica del cómic hasta que leí el ensayo de Umberto Eco sobre Steve Canyon (en su libro APOCALÍPTICOS E INTEGRADOS): cuánta información codificada se puede enviar en una página de cómic, y no ya sólo explícitamente en el texto, sino también con el tipo de dibujo, grafismo, tipo de personajes dibujados, clichés deliberados (o no deliberados), etc.

Punto 3) THE ULTIMATES no funciona como Millar querría, y no sólo es por sus guiones. También es por el dibujante que ha elegido. Una de las tareas FUNDAMENTALES de un buen guionista es saber calibrar cómo funciona, en qué plano mental y en qué codigo, el estilo gráfico del dibujante con el que va a trabajar. Esto es algo que Alan Moore ha sabido hacer SIEMPRE a la perfección. Millar no, como ha demostrado en The Ultimates.

Punto 4) Millar parece olvidarse de que las burradas que hizo en The Authority estaban dibujadas NO por Hitch (que dibujó para Warren Ellis) sino para Frank Quitely, cuyo estilo es infinitamente más caricaturesco, grotesco e irónico que Hitch.


Ellis, en cambio, sí sabía con quién se andaba y por eso le dio otro tipo de guión a Bryan Hitch en The Authority. Todo era más genérico, sin demasiado detalle ni referencia real; todo se movía en un plano más grandioso y a veces de opereta pulp (aquel villano estilo Fu-Man-Chú y sus esbirros sin mente), todo era como la llegada de Galactus pero en clave 2000.


¿RENDIRME? ¿¿RENDIRME??

Punto 5) Vayamos a las dos páginas de Ultimates con lo de la "A de Francia". ¿Qué tenemos ahí? Página 1, tenemos al líder de los Ultimates, o sea, el líder de los buenos (y por muy posmodernos y dudosos que sean estos superhéroes, siguen siendo los buenos de la película, La Última Defensa del Mundo Libre) machacando al MALO-MALO (un alienígena-NAZI que quiere destruir literalmente la Tierra y el sistema solar entero, el colmo de la Maldad) y CLAVÁNDOLE en la última viñeta el escudo-bandera hasta seccionarle por la mitad. Todo esto dibujado NO por Frank Quitely, sino por Bryan Hitch, que en The Ultimates ha devenido una especie de cruce cuasiperfecto entre Alan Davis y Neal Adams: "realismo" romántico-idealizado, muy épico, con gran detallismo e iluminación dramática "de película". El héroe cuyo uniforme es la bandera americana grita como un descosido rodeado de la gloria épica del fuego: ¿RENDIRME? ¿¿RENDIRME??


Página 2, plano del Capi, ABSOLUTAMENTE ÉPICO, más aún que la página anterior por el énfasis que da el primerísimo primer plano, más esa iluminación y esos pequeños detalles (la sangre que le chorrea): el Gran Héroe Americano grita ahora: ¿TE HAS CREÍDO QUE ESTA LETRA QUE LLEVO EN LA CABEZA SIGNIFICA FRANCIA?


Significado literal: Francia se rinde porque es cobarde, América no (año de publicación: 2003, guerra de Irak mediante). Esto, en otro contexto, por ejemplo, con otro tipo de héroe (los de Authority NO eran héroes clásicos como los de Ultimates, sino inventados ad hoc para la serie) y con otro estilo de dibujo, por ejemplo, en manos de Frank Quitely, se podría leer como un mensaje con doble sentido, el literal y el irónico---> el chiste sobre lo burros que son los americanos, o sobre lo burro que "es" el Capitán América y lo que él "significa".


Pero en este contexto, con el Bien (Americano) destrozando al Mal (Absoluto), y dicha la frase por un héroe clásico como es el Capitán América (el superhéroe que ha simbolizado por excelencia los mejores valores del ideario del país de las libertades), y, lo más importante, DIBUJADO POR BRYAN HITCH, con su estilo de realismo idealizado-épico-romántico, NO SE DECODIFICA COMO UN CHISTE. Se lee absolutamente en serio porque absolutamente TODO, el contexto, la violencia, el villano, el estilo gráfico, nos indica que lo tomemos en serio, y desde luego, un estadounidense se lo va a tomar en serio (esté o no esté de acuerdo con el mensaje). Da igual que Millar se estuviese riendo en su estudio mientras lo escribía y pensase qué gracioso era su chiste: no ha sabido manejar los códigos que quiere manejar. Se le escapan. Su chiste no se ha transmitido como un chiste. En cambio, por ejemplo, en la película de Paul Verhoeven STARSHIP TROOPERS, el subtexto irónico lo transmite -entre otras cosas- el "grafismo" elegido en la película: los actores escogidos (tontos de teleserie y sonrisa Profidén) y el diseño de producción (uniformes y otras enseñas nazis). Pero aquí no hay subtexto gráfico que permita entender el mensaje del guión como un chiste: estas dos páginas no las dibuja Frank Quitely, no las dibuja Mike Allred. Las dibuja una especie de Neal Adams/Alan Davis sintonizado en el máximo nivel de potencia épica.

Y si lo entendemos como un chiste es sólo porque queremos entenderlo como un chiste, mientras mentalmente le dábamos un codazo de complicidad a ese escocés chistoso que lo ha guionizado, sí, aquél, "uno de los nuestros", el mismo de Authority, qué graciosa aquella serie.

Aplíquese todo lo anterior al 80% de las escenas que hemos visto publicadas hasta ahora en THE ULTIMATES.
__________________

ACTUALIZACIÓN: NO ERA NINGÚN CHISTE

En realidad, como ponen de manifiesto estas declaraciones de Mark Millar, aquí no había chiste alguno, luego Millar-Hitch han transmitido bien su mensaje. Y quien lo haya interpretado como un chiste, es sencillamente porque ha querido debido a los prejuicios que todos (quién esté libre de pecado...) tenemos:

Creo que lo más interesante de Ultimates es que no son los superhéroes típicos, son únicamente gente con superpoderes: por ejemplo, el Capitán América es un republicano, de derechas...

Es curioso, hoy en día es mi personaje favorito, y mira que yo soy de izquierdas. Cuando hacía Authority, todos los personajes eran de mi cuerda política, era un poco simplista. Esta vez quería hacer cómics con gente real, cada uno con su ideología, y no simples vehículos que llevarán mis propias ideas como en Authority. Con Ultimates quería dejar sueltos a los personajes, dar un paso atrás y dejarles caminar solos. Bill Jemas me dio el enfoque para el Capitán América. Estábamos en una reunión en Nueva York. bill dijo que el Capitán América no funcionaba porque los escritores de izquierda tratan al personaje como si fuera una persona con ideología de izquierda. Un supersoldado no va ser de izquierdas. Nació en la América de Rooselvet, no es un conservador en el sentido de los que existen hoy día, pero cualquiera que hubiera nacio en aquella época vería el mundo más en blanco y negro en términos morales, se escandalizaría ante la homosexualidad, etc.


(entrevista de Koldo Azpitarte y Raúl Sastre publicada en TRAMA #28, septiembre 2003)

domingo, noviembre 26, 2006

DECONSTRUCTING ULTIMATES


PREVIAMENTE EN LOS ULTIMATES:

Al principio, fue la luz. No, en serio, quiero decir que a mí al principio THE ULTIMATES (Mark Millar y Bryan Hitch, Forum/Panini) me interesaron. Me pareció que podía dar juego el tono tan chungo de la serie, por ejemplo, con el asunto de los maltratos-violencia doméstica. Pero luego han dejado de interesarme rápidamente, en cuanto he descubierto que (¡ATENCIÓN! TODO TIPO DE SPOILERS):

a) las fórmulas argumentales que emplea Millar son las mismas en todas las series, y nunca mejor dicho lo de fórmula. Uno de los miembros del equipo "causa problemas", o disiente del resto (Hulk en la primera serie, Hank Pym en la segunda, Thor en la tercera), o les traiciona (alguno hay en la serie actual), y una buena parte de episodios se consumen en contar cómo el superequipo tiene que enfrentarse y machacar al disidente (y juzgar, en su caso) para meterle en vereda. Así sucedía primero con Hulk, luego con Hank Pym; más tarde con Thor, ahora en la serie en curso. En esta página de la primera serie le tocó cobrar a Bruce Banner alias Hulk (gracias a Toni Boix, de Zona Negativa, por pasarme algunos de los scans que he colgado aquí):


Una vez resuelto el problema interno, toca enfrentarse a alguna amenaza externa en una batalla que culmina con una destrucción masiva de dimensiones bíblicas: contra los aliens, contra una coalición terrorista internacional, contra lo que venga. Todo esto aderezado con abundantes escenas larguíiiisimas de diálogos preferentemente cool para mostrar las motivaciones y psicologías "realistas" de los personajes, y también con esas splashs finales que contienen alguna frase lapidaria (uno de los manierismos más notorios de la serie). Y, a veces, también con ingeniosas bromitas de oloroso oportunismo político, como en este ejemplo de la segunda serie, publicada, atención, a finales de 2003. Captad la idea:


¿Rendirme?
¿¿Rendirme??



¿Te has creído que esta letra que llevo en la cabeza significa Francia?

b) Sobre el tema gráfico. Aburre mucho el intento de que el tebeo parezca una "adaptación al cine" de Los Vengadores (lo reconoce expresamente Millar en las entrevistas), con esas viñetas "en cinemascope" y ese color uniforme donde no se distingue nada pero que intenta remedar la "dirección de fotografía" de una película, en lugar de explotar los recursos del color propios de cómic (quiero colores chillones y narrativos, que para eso son superhéroes). Aburren esos inexpresivos "actores" famosos para los personajes (Samuel L. Jackson/Nick Furia como el más reconocible), esos calquitos de Hitch para dar fotorrealismo a sus dibujos (su Bush se le parece unas veces, otras no) y esas escenas de conversación tan mal planificadas (qué feos, por otra parte, los primerísimos primeros planos seudofotográficos que mete Hitch en ellas para darles algo de interés), cuando lo mejor que se le da a este buen dibujante, con mucha diferencia, son las escenas de acción. Y sin embargo, Millar le obliga a dibujar conversaciones, una tras otra.

c) El Super Mamporrero Millar calza en sus tramas subtextos políticos de carácter "patriótico" estadounidense (y Millar es de Glasgow, UK) donde, básicamente, se tiende a justificar subrepticiamente la política de unos USA que, aun con sus "pecadillos" y "pequeños defectos", siguen siendo, recordémoslo, los buenos. Eso por no hablar de la distorsión puntual de hechos históricos terribles: ya me dio bastante asco aquello de que en realidad los que estuvieron tras el ascenso al poder de los nazis no fueron los hombres sino los Chitauri (es decir, alienígenas), siendo por tanto unos aliens, y no los hombres, los responsables del Holocausto. Y es que, amigos, en realidad las bombas atómicas las lanzó USA en Hiroshima y Nagasaki para acabar con los campos de entrenamiento alienígena. Tal como os lo cuento apareció en THE ULTIMATES vol. 2 (forum); menos mal que estos tebeos ya sólo los leen cuarentones y treintañeros como yo, y no niños de colegio. Pinchad, pinchad:


Porque, y esto es una opinión muy personal (como todo lo demás de este rollazo que estoy soltando aquí, evidentemente) me parece que existen algunas cosas reales, históricas, que no se pueden distorsionar ni emplear de ese modo en la ficción: llamadlo una reserva moral de guionista si queréis. Ahora bien, si todo esto ya me dio bastante asquito, ahora, con la serie en curso que está sacando ahora mismo Panini, THE ULTIMATES 2, Millar ha conseguido superarse.

ORIENTE MEDIO, HACE DOS MESES


¡He dicho "moveos"!

En la serie actual, y una vez resueltos los "problemas internos" (juicio a Hulk, detención del disidente Thor), los USA son invadidos a traición por unos superterroristas, que derrotan (a traición, insisto, usando trucos arteros y cobardes, es importante no perder de vista el detalle) a la línea de defensa estadounidense y por tanto a los Ultimates (a quienes previamente hemos visto intervenir en un país de Oriente Medio para quitarle misiles nucleares: sí, las armas de destrucción masiva existían, amigos). Una vez los malos han invadido la tierra de las libertades (los superterroristas derriban expresamente la Estatua de la Libertad en un par de viñetas) y se destapa la conspiración que se nos ha ido presentando poco poco en los primeros episodios, toca masacre general estilo 11-S en las ciudades principales estadounidenses, con robots gigantes destrozándolo todo a su paso. Pronto descubrimos que los malos son el superequipo de una coalición internacional (en la que están Rusia y China) para parar los pies a USA y que no sigan con sus ataques preventivos en el mundo.

Acto seguido, y sin que nada cambie, ni siquiera la mentalidad de los buenos-Ultimates, éstos destrozan sin piedad a los malos-cobardes y ganan la batalla, que para algo representan la libertad: el Capi remata a sangre fría -recuerda, son Los Vengadores- al líder de los malos, que es su contrapartida rusa; Hulk destroza literalmente a la Abominación, otro de los superterroristas. Todo esto aderezado, a lo largo de 13 interminables episodios, con muertes muy violentas en el bando de los buenos pero SÓLO de personajes secundarios, nunca de los héroes: la familia de Ojo de Halcón es masacrada, esposa, hijo pequeño, pero a él, oh, sólo le secuestran (aunque en principio parece que le hayan matado: ¡sorpresa! está vivo); hay algún otro Ultimate que parece morir pero en realidad reaparece luego, y la única baja real del bando bueno es, oh de nuevo, el mayordomo Jarvis, una maricona-criticona en manos de Millar, que palma de un disparo en la cabeza que le propina la Viuda Negra, alias la rusa Natascha Romanov (que era, por supuesto, la traidora dentro de Ultimates). Es especialmente fascinante fijarse, dicho sea de paso, en cómo emplea Millar la violencia, con qué liviandad, con qué gratuidad muere gente a mansalva en este trasunto superheroico del mundo real que son sus Ultimates, gente, eso sí, siempre secundaria, de la calle, y además a centenares: la referencia a que Hulk mató a 800 personas en su ataque de furia de los primeros números, por ejemplo, es una constante en la serie actual. Es el espíritu de la época, colega.

Mmmm.. sí, la verdad es que, tal como decía Alvy en los comentarios, THE ULTIMATES reflejan el mundo actual, aunque yo diría que sólo una parte: exactamente, el pensamiento neocon sobre cómo funciona el mundo... y cómo arreglarlo. Luego rajamos de los tebeos de Miller y sus mundos irreales-puros-maniqueos, pero flipamos con ULTIMATES o, al menos, no nos molestan demasiado. Y todo esto, escrito por un escocés que se define de izquierdas en las entrevistas (aunque luego dice que quiere ser Rob Liefeld porque es millonario). Vista así la cosa, tiene su mérito.


Disculpa, escoria. Estás chiflado y te vamos a tumbar.

sábado, noviembre 25, 2006

LA ESTÉTICA DE LO INVEROSÍMIL

Me han dejado el primer arco argumental de Ed Brubaker y Steve Epting en Capitán América. Entretenido, serie B de esa de mucho oficio, rato agradable y asunto genérico. Casi olvidada ya. El caso es que en el nº 7 leo un articulillo donde han preguntado a los autores del asunto su autor favorito: ¿Kirby o Ditko?
Brubaker vota Ditko
Steve Epting va por personajes: el Extraño y el Spiderman de Ditko, y Kirby para el resto, dice.
Y a Lark, pues no le han preguntado.

(llustración, izquierda: página de Steve Ditko para AMAZING SPIDER-MAN #9)

El caso es que la chorrada me ha llevado a pensar que Ditko está cada vez más y mejor considerado, poco a poco parece que se le está dando el mérito que acapara Kirby. También pienso que es curioso que siendo Spiderman un tebeo tan "de la calle", como realista dentro de que es lo que es, suela preferirse a Ditko o Gil Kane, autores que renuncian (más Ditko, pero ambos) al naturalismo de un Romita, que en superffcie es más afín al tebeo en cuestión. Yo soy de Romita, por secuelas en mi infancia ;), y porque me encanta su estilo, tan verité, tan capaz para plasmar un tortazo de El Lagarto como una revuelta universitaria. Pero me intriga el hecho de que sea Ditko, incluso Kane, quien suele preferirse en las "encuestas", el primero con su hieratismo llevado al paroxismo (de la página a la anatomía, la disposición dentro de la viñeta de los elementos de la escena...todo es envarado, y al tiempo su Spiderman tan flexible...). Y Kane con esos rostros únicos (que odiaba de chaval, ja, ja) y esas angulaciones maravillosas.


(Izquierda: página a lápiz de Gil Kane para AMAZING SPIDER-MAN #123, el funeral de Gwen Stacy; derecha: página ya entintada por John Romita, con algunos cambios que, al parecer, solicitó el editor)

¿Por qué se los prefiere (y creo que con razón)?
Pienso que representan una cierta esencia de lo imposible que hay en el género, y que se ha desechado en beneficio de la vía "verista" de Romita. Hoy los tebeos de supers, por ejemplo este mismo Capitán de Brubaker, pasan por lo verosímil (un imposible). Incluso un Michael Lark, dibujante estilizado como pocos, tiende a esa sensación. Es curioso que (meeeec, meeec, entramos en zona Miller) uno de los autores que renuncian hoy (y hace 20 años) a la vía Romita sea Freddy Mercury, ya desde su Daredevil. Siempre se cita la influencia de Eisner en él, pero cuánto hay de esa estética de lo inverosímil en su Dan Defensor, por no hablar de su Dark Knight (el mejor tebeo de supes sin discusión, y para mí uno de los mejores de la historia).

(izquierda: página de Steve Ditko para AMAZING SPIDER-MAN #27)





(viñeta de John Romita)


(viñetas de Gil Kane, entintadas por John Romita)


(la Mary Jane original, por John Romita)

Bueno, la paja mental me lleva a Miller, pero el tema era más genérico. ¿Es la vía dominante ahora, la "realista", la más adecuada para el género? ¿Qué funciona mejor en superhéroes, un Bryan Hitch, o un Mike Allred, aún siendo ambos buenos en lo suyo?
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No empecéis a cachondearos por lo de Miller, que esto no lo he escrito yo. Es un mail que me ha enviado Señor Punch. Su turno. En el cuadradito de comentarios.

(últimas cuatro ilustraciones: página de Bryan Hitch para THE ULTIMATES, página de Frank Miller para DK2; Mary Jane por Adam Hughes, Spiderman por Mike Allred)




martes, octubre 03, 2006

¡TRAJE DE PODER!

Grant Morrison ha vaticinado en alguna ocasión que terminaremos viendo a gente con superpoderes en la vida real. Dejando aparte la posibilidad de bifurcación de la especie (entre el viejo Homo Sapiens al que pertenecemos y un nuevo hombre mejorado genéticamente) que algunos científicos ya vislumbran a largo plazo, el futuro más inmediato pasa por los avances en el Traje de Poder japonés, que amplifica la fuerza humana para elevar pacientes de hospital u objetos pesados. "Como un signo de los tiempos", dice Heidi McDonald en The Beat (allí he visto la noticia), el traje no se está desarrollando para armar a un batallón de supersoldados, ni para crear un Robocop, ni para la exploración espacial. En lugar de eso, se usará para ayudar a las enfermeras del hogar a elevar a ancianos que necesitan un baño. Eso sí, parece que el traje aún necesita algunos retoques de diseño.