jueves, enero 25, 2007

APRENDA ALEMÁN EN SIETE DÍAS

Viendo la calité del dibujo de portada, este libro debería titularse en realidad CÓMO NO HAY QUE DIBUJAR NOVELAS GRÁFICAS. Y como éste o parecidos a éste, hay ya un porrón en el mercado.

--gracias, Monolo.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Hombre, el dibujo de la portada no es tan malo. Y si vas a la web del autor veras que es un ilustrador aceptable, o al menos, igual de malo que muchos que circulan por ahí.
En cuanto al contenido del libro, no lo conozco porque no lo he leído. Si tu si lo has hecho, nos podrías dar más datos que el de la mera apariencia de la portada (ya sabes, no hay que juzgar un libro por la portada)
Hemos de suponer que sera uno de tantos libros que te proponen unas cuantas directrices para hacer un cómic. Es verdad que hay muchos de esos.

Pepo Pérez dijo...

pues no, no lo he leído, pero también es verdad que estaba un poco de coña. Aunque el dibujo de portada sí me parece malo.

Por otra parte, como me decía Monolo anoche al enviarme el enlace, parece que el término "novela gráfica" empieza a dejar de significar lo que en un principio significaba....

Anónimo dijo...

Con "en un principio", Pepo, ¿te refieres a CONTRATO CON DIOS?

Pepo Pérez dijo...

sí, claro. Bueno, es que hasta hace nada eso era lo que, para el lector familiarizado, significaba el término "novela gráfica": no era sinónimo de cómic en general, del medio, sino de un formato concreto: el libro (de cómic, claro), encuadernado como tal libro, dirigido a lectores más o menos adultos.

Anónimo dijo...

¿Empieza? Ya hace muchísimos años se quejaba Eisner de que, el término “novela gráfica”, se usaba con demasiada alegría.

En concreto hablaba de que se estaba usando para historias de 48 o 64 páginas editadas en un formato lujoso, refiriéndose a aquella colección que sacó Marvel en los 80.

Hablaba de que él utilizaba el término para una narración de una extensión determinada, pero planteada para parecerse al género literario; y ponía el ejemplo de la división de la obra en capítulos.

santibilbo dijo...

curiosamente,contrato con Dios es muy corta.Impresionante como es,a mí me hubiera gustado un desarrollo mayor de personajes y de hondura existencial.Y es que esa figura doblada por una lluvia eterna,ese padre reclamando iracundo a DIOS tiene una fuerza desmesurada,pero casi sólo le hacían falta esas dos ilustraciones y su broma final,en tres viñetas está contado todo.quiero esa novela,además de ese cuento prodigioso.A veces lo bueno,cuanto más largo mejor

Anónimo dijo...

Wunderbar!

Anónimo dijo...

Uno de los problemas con la definición habitual de novela gráfica es que se mete tanto en el terreno formal como en el contenido... con el resultado de que cada uno la use como le venga en gana, ya sea para darle nombre a un género, o a un formato de edición o para acotar el público al que va destinada la obra en cuestión.

Anónimo dijo...

Hombre, a mi me hizo gracia por la absoluta banalización del concepto, que, por cierto, no me gusta. Por lo inconcreto. ¿Por qué "Contrato con Dios" es una novela gráfica y "La Guerra de las trincheras", de Tardi, no? Incluso "Las Joyas de la Castafiore", en el formato Panini, o "El Archivo Corso" edición de Norma... ¿son o no son "novelas gráficas"? ;-)

"Hombre, el dibujo de la portada no es tan malo. Y si vas a la web del autor veras que es un ilustrador aceptable, o al menos, igual de malo que muchos que circulan por ahí".

Es que es esto... ¿desde cuando la novela gráfica tiene que ver con la capacidad del dibujante? Si aceptamos tal etiqueta, es sólo una cuestión de formatos. El libro, que se puede hojear en la fnac, es un manual de cómics al uso.

En fin, la banalización. Tampoco es nada que nos tenga que privar de dormir, claro.

Anónimo dijo...

"Es que es esto... ¿desde cuando la novela gráfica tiene que ver con la capacidad del dibujante? Si aceptamos tal etiqueta, es sólo una cuestión de formatos. El libro, que se puede hojear en la fnac, es un manual de cómics al uso."

Oye, que eso ya lo se. No hace falta que me descubras América. Sólo había dicho que el dibujo de la portada, el DIBUJO, no me parecía tan malo.

Anónimo dijo...

Siempre he pensado que este tipo de libros están enfocados a un público infantil, a modo de guía divertida para niños.

Más vergüenza me producen las versiones cláramente para adultos de "aprende a dibujar comics", en los que grandes dibujantes (es decir de Marvel o DC) se dedican a dartes grandiosas lecciones sobre el detalle más tonto de un cómic, en vez de hablarte de cosas como argumento, desarrollo, planificación...

Un gran vacío encuentro en este campo que espero se rellene un poco gracias al último libro de Scott McCloud (Qué pena que Eisner no esté ya entre nosotros)

Anónimo dijo...

Yo recuerdo con un gran cariño "La técnica del cómic" de Josep María Beà que salió publicado en fascículos hace poco más de 20 años.
Más que los consejos y técnicas, sazonados con buen humor por el propio Beà y Pasqual Ferry, me encantaron aquellos textos escritos por alguien que amaba su medio y que conseguía transmitírtelo.