
No tiene que ver y a la vez sí tiene que ver. El fotograma de LA CIENCIA DEL SUEÑO (una majarada abrumadora y a ratos muy graciosa dirigida por Michel Gondry; bastante poética también, más profunda y metafórica de lo que parece en una primera lectura) me ha hecho acordarme de esta página de Juanjo Sáez publicada en VIVIENDO DEL CUENTO (2004, Mondadori):

Me parece a mí que no puede ser casualidad esta tendencia de los últimos años de recurrir nuevamente al mundo onírico y al absurdo, de querer mezclar la realidad exterior con el mundo interior de nuestra mente y nuestros sueños. LA CIENCIA DEL SUEÑO va precisamente de esto, y también de algo que se trató aquí el otro día, del conflicto entre nuestra capacidad para tomar decisiones racionales y la incapacidad para controlar nuestros deseos inconscientes. La realidad exterior y la realidad subjetiva que está en nuestra cabeza juntas en un continuum, el mundo "tal y como es" y el mundo tal y como lo vemos y soñamos/deseamos. No, claro, esto no es algo nuevo, ahí estaba mucho antes el surrealismo, Buñuel y 8 1/2. Sin embargo, en un "eterno retorno", la tendencia parece haber vuelto, actualizada al gusto de nuestros tiempos.
No se trata sólo de Jodorowsky, autor nuevamente de moda, ni de las películas de Michel Gondry, con o sin Charlie Kaufman en el guión (LA CIENCIA DEL SUEÑO no la escribe éste último, sino el propio Gondry). Está también David B., que cuenta sus sueños a lo largo de numerosos pasajes de LA ASCENSIÓN DEL GRAN MAL (1997-2003; editada aquí por Sins Entido) y que incluso tiene un álbum entero (2005; Ponent Mon, 2006) dedicado a ellos. Está el VITESSE MODERNE (2002) de Blutch, de próxima publicación en España (Ponent Mon),

y está por supuesto uno de los precursores de este neorrollo, David Lynch y su trilogía CARRETERA PERDIDA (1997)-MULHOLLAND DRIVE (2001)-INLAND EMPIRE (ésta última, Imperio del interior, a punto de estrenarse en España; nos pusieron el trailer ayer justo antes de LA CIENCIA DEL SUEÑO). Y luego tenemos tebeos españoles muy recientes, como LA CASA DEL MUERTO (2006, De Ponent) de Keko,

BARDÍN EL SUPERREALISTA (2006, La Cúpula) de Max,

o la aún inédita SÚPER PUTA de Manel Fontdevila.

Mucha casualidad me parece a mí esto. ¿La vuelta del surrealismo?
En palabras de Max:
"El surrealismo fue la última vanguardia realmente total, porque no sólo cuestionaba el arte sino también la vida en todos sus aspectos, y en este sentido sigue siendo plenamente válido y no ha dejado de impregnar el arte hasta hoy. De hecho, el surrealismo no fue sino la manifestación súbita de una corriente subterránea que recorría el arte desde el principio de los tiempos. La que buceaba en el subconsciente en busca de una auténtica correspondencia entre lo real interior y lo real exterior. El realismo sólo puede reflejar la parte perceptible por los sentidos de la realidad. En ese sentido me parece una visión parcial, o "chata". Yo siempre he practicado técnicas narrativas de extrañamiento. Sacar de contexto situaciones reales, llevarlas a terrenos en principio inverosímiles, puede ser una manera de arrojar una nueva luz sobre ellas. Todo orden siempre es artificioso, y el caos en sí mismo carece por completo de interés: es la tensión entre ambos lo que constituye materia artística. Lo metafísico y lo subconsciente, por otro lado, se expresan mejor mediante símbolos gráficos que mediante palabras. En este terreno las imágenes ganan".