martes, septiembre 26, 2006

EL PINTOR DE BATALLAS

¿Te gusta esta acuarela? Ahora fíjate en quien pintó este sencillo paisaje campestre. Ahí abajo a la izquierda tienes la firma, legible. Sí, eso es.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya te digo, y esra un buen pintor!

Anónimo dijo...

Las tiene mejores. Hace tiempo ví unas acuarelas de Viena muy majas.
Que fuera uno de los mayores -con perdón- hijodelagrandísimaputa de la historia no quita para que también fuera un acuarelista dominguero más que aceptable.

Pepo Pérez dijo...

cuando tú te lees la biografía de Hitler o la historia de la Segunda Guerra Mundial, comprendes (lo digo entrecomillas, porque hay siempre un algo en el nazismo que se escapa a la total comprensión) que hay un punto en que Hitler siguió sin dudar hacia una guerra que no podía ganar de ninguna de las maneras. Y a pesar de eso, continuó su "gira triunfal" en loor de multitudes.En otras palabras, se arrojó, y arrojó a millones de personas, al abismo, y una buena parte de esos millones (alemanes y austríacos) le siguieron voluntariamente.
Si a eso añadimos los delirios de grandeza -y de artista- que tenía Adolf, el pensamiento mágico que se gastaba el hombre y toda la pesca, bum, tenemos la Gran Nada.

Anónimo dijo...

¿Qué clase de fetichismo malsano puede alentar a alguien para adquirir una acuarela de Hitler?

santibilbo dijo...

Si le hubiera dado por el arte nihilista (hablo de la pintura)igual habría satisfecho su ego y encauzado sus demonios, y sólo nos hubiera irritado las pupilas.Recordando una maldad unamuniana,diría que tomó el poder para arreglar las cuentas con la Bauhaus y demás "arte degenerado".La política y el arte modernos, desde la Ilustración se nutren del mismo fuego;no imitan la realidad,la reinventan.Por cierto, si Adolf hubiera conseguido la paz con Inglaterra tenía la guerra ganada.Rusia fue su dislate nihilista,pero también pudo ser el horóscopo equivocado,o delirios de grandeza, o la prueba de fuego de la utopía nazi,que sólo se forjaba en las fauces de la guerra

Pepo Pérez dijo...

exacto, ése fue el punto de inflexión, Santi. La invasión de Polonia inició la marcha hacia el desastre, y luego la invasión a Rusia (¡¡el mismo día y mes, exactamente, que entró Napoleón!!) fue tirarse al barranco prácticamente a sabiendas (¿cómo se puede ganar una guerra con dos frentes??). Tirarse al barranco llevándose a muchos millones por delante, claro, porque si te tiras tu solo....