domingo, septiembre 17, 2006

CON ESTE LIBRO ME DIRIJO A TODO EL MUNDO

Con este libro me dirijo a todo el mundo, no sólo a la comunidad gay. En un mundo perfecto, la gente que leería mi libro sería aquella interesada en leer una ficción innovadora que toca temas importantes. Me gustaría atraer a un público que no es considerado lector de tebeos, la misma gente interesada en el MAUS de Art Spiegelman. Aunque esto sería simplificar un poco la cuestión ya que Maus tiene un atractivo añadido al tocar un suceso histórico de la magnitud del Holocausto. Algo que toca muchas sensibilidades.

Creo que en este libro toco temas tan importantes como los de MAUS, pero de una forma diferente. La gente que tiende a menospreciar la capacidad del cómic para tocar temas serios debería reevaluar sus planteamientos tras leer mi libro, tal y como hicieron al leer el de Spiegelman. O eso me gustaría. Y en cuanto al público de lectores de cómic, hay una parte de ese público interesado por cosas innovadores, con preocupaciones que van más allá de las fantasías de superhéroes. Espero que también lean el libro. Y, desde luego, me gustaría pensar que no es una obra limitada al público gay.

No es una obra autobiográfica. Como en toda obra personal, es una mezcla. La mayoría es ficción, pero hay incidentes concretos sacados de mi vida. Por ejemplo, el de la escena del examen médico de Toland para entrar en el ejército. Al igual que Toland, yo también sé lo que es ser humillado en público por un grupo de soldados machitos gritando a todos los de la habitación que se han encontrado a un marica.
(...)

--------

Howard Cruse, en los comentarios finales de STUCK RUBBER BABY (Dolmen, traducción de Diego García). Cruse cuenta también cómo consiguió dinero para terminar su libro: "Cuando empecé STUCK RUBBER BABY, creí que podría hacerlo en dos años. Tardé cuatro. Fue algo que precipitó una crisis presupuestaria personal de proporciones preocupantes, que me forzó a distraer de mala gana mis energías en busca de fondos suplementarios que cubrieran esos dos años inesperados de trabajo a tiempo completo." Para financiarse, Cruse pidió subvenciones y también iba vendiendo sus páginas a precios superiores a los del mercado, incluso antes de estar dibujadas, a amigos y conocidos que quisieron comprárselas. Hay una larga lista de agradecimientos finales en el libro.

No hay comentarios: