martes, junio 20, 2006

THE ESCAPIST

El tipo de la foto es un joven Steranko ("--el 'Jim' es superfluo para los verdaderos frikis del cómic", afirma Mario Hernandez), en los tiempos en que trabajaba como "un moderno Houdini", "antes de revolucionar el arte del comic-book".

Más en este artículo que firma Richard von Busack en metroactive.com, donde explica qué relación existe entre Steranko, Jack Kirby, MISTER MIRACLE y Michael Chabon.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

qué cosa más curiosa!
por cierto, que todavía no he leído la puta novela del chabon... mola tanto como dicen o que?

etrigan dijo...

La novela es buenísima, pero no sólo desde el punto de vista de un aficionado al cómic, sino que se trata de una novela con indudables valores literarios. Por cierto curiosísima la relación entre los personajes que citas...

El Miope Muñoz dijo...

¡Joseph "Joe" Kavalier! O debería decir Jim Steranko....

La novela de Chabon es un paseo por ciertos lugares comunes en Salinger (y si nos ponemos generosos, en Cheever) a través de una narración jugosamente pulp que repasa la historia de USA a través de la historia del comic.

Y como aficionado al cómic (con un mínimo de nociones básicas si se quiere) disfruté mucho, además la intervención de los personajes en una peculiar cena con Dalí es mítica, y la comparación que se establece del Golem/superhéroe y toda la reformulación del mismo superhombre, con la identidad, y todo eso está ligado asombrosamente bien.

Sin embargo Chabon pierde un tanto el rumbo hacia el final y hace que la lectura se haga algo irregular (sobran algunos pasajes) pero aún así es una novela estupenda.

¡Un saludo!

Mauro dijo...

Léela ya. Sabiendo algo de tebeos y/o de historia del arte o de la magia se aprecia más, pero si no también está bien.
Sobre lo del desmadre del final yo tengo la teoría de que todo lo de la aventura en la nieve es como otra novela dentro de la novela a propósito homenajeando los típicos spin-offs de los tebeos. De hecho, se podría leer todo ese cachazo por separado antes o después de la novela, no necesariamente en donde está metido y tendría el mismo sentido.

Anónimo dijo...

ea, pues a ver si me la pillo...
talue!

Anónimo dijo...

Aprovechando que casualmente comentaba yo la novela de Michael Chabon, hace muy poquito, en otro blog, me copieteo vilmente por aquí, para que el amigo elpablo cuente con otra opinión más:

Pues "Las asombrosas aventuras de Kavalier y Clay", del tal Michael Chabon, precisamente, ha sido otra de las novelas que en estos últimos tiempos he alternado con mis lecturas habituales, de índole policíaca, por aquello de su relación con los tebeos y tal, que me la hacía atractiva.

Y no estaba malota, la verdad, aunque a ratos no dejaba de parecerme pelín pretencioso, el amigo Chabon. Además, como siempre ocurre con estas novelas tan largas, el hombre se empeñaba en contar muchas cosas distintas, sin que todas, claro, tuvieran el mismo grado de interés para el lector (no sé yo hasta qué punto, por ejemplo, digerirá bien todo el rollo relacionado con los cómics alguien que no sea aficionado al asunto, mientras que a mí, en cambio, me interesó mucho más esa parte, o la relativa al escapismo, o a la Segunda Guerra Mundial, que las historias personales de los protagonistas, que por momentos se me antojaron algo aburridas, y hasta un tanto empalagosas, incluso, con tanto amor color de rosa, en el caso del dibujante de la pareja).

No deja de ocurrirme, por otro lado, con todo libro que supere las trescientes páginas, el tener la sensación, al acabarlo, de que en el mismo tiempo me podría haber leído dos o tres más cortos, e igual de buenos, cada uno de ellos, que el que acabo de cerrar. Pero bueno, son manías mías.

Un saludo.