¿Qué te parece el color de tus álbumes?
Trabajo mucho el color con el colorista, pero es un poco cansino porque el blanco y negro es más directo. Lo que dibujo es lo que ve el lector, y no tengo que pensar cómo va a quedar luego en color. El cómic en blanco y negro me parece más inteligente porque sugiere el color. Adivinas el color.
(PB)¿En cine también?
En cine me gustan ambas cosas, depende. Tampoco hablo por todos, sólo por mí, no para todos los cómics. Me bastaría dibujar en blanco y negro.
¿Le haces entonces muchas indicaciones al colorista, a Walter, por ejemplo?
Él me conoce bien, sabe lo que quiero. Hago un trabajo de corrección después sobre sus colores. Generalmente hago muchas correcciones al principio del álbum, en la primera mitad, y en la segunda mitad ya no hago casi ninguna, Walter ya está más caliente. Me gusta mucho cuando él encuentra cosas en las que yo no había pensado, porque yo también soy colorista. A veces hago el color de mis ilustraciones.
¿El color de LE RÉDUCTEUR DE VITESSE era tuyo?
No, lo empecé a mano, con color directo, pero era demasiado largo hacerlo así. Walter se encargó de él.
Pero yo no puedo concebir por ejemplo ISAAC EL PIRATA sin el color. La edición que han hecho en blanco y negro me parece que le falta algo, queda muy rara.
¿Sí? Bueno, se puede elegir entre las dos versiones.
Quiero decir también que el color de ISAAC me parece muy bueno.
Bueno, ha sido muy trabajado. Hay mucho trabajo para llegar a ese color.
(PB)En la escena de los piratas en LOS HIELOS, cuando el color se gira todo a verde, ¿esto es indicación tuya?
Sí, porque es verdad. Los piratas están viendo una aurora boreal, y es así en la realidad, todo es verde.
(...)
(PB) Pero tú no te sales del mismo registro de dibujo en un mismo álbum, y si no te sales es porque no quieres.
Sí, sí que cambio pero no se nota. A veces dibujo algo casi realista y a veces nada de nada. Lo que pasa es que el color da coherencia a todo el álbum. Hay momentos en que me da la sensación de no dibujar para nada de la misma forma, hay personajes que son realistas y otros que no. No siempre pienso de la misma forma al dibujar en cada momento, pero a lo mejor no se nota.
-------
Christophe Blain, entrevistado durante el pasado Saló de Barcelona, tradujo amablemente Héloïse Guerrier. PB es Pep Brocal, que estuvo conmigo durante la entrevista y le hizo algunas preguntas. Traigo esto a colación de lo nuevo de Blain en España, GUS. 1 NATHALIE (guión y dibujos suyos, color de Walter), que ya está en librerías, ya está leído y me ha parecido deslumbrante. CÓMIC EN ESTADO PURO, por usar un topicazo. No, pero en serio: puro cómic, con todo lo que esto implica--->lenguaje intransferible a otro idioma mediático (ni siquiera al cine de animación), juegos malabares con la elipsis, ahora estiro el tiempo, ahora lo comprimo sin que te des cuenta; uso de los globos de diálogo y pensamiento (y onomatopeyas) como elementos gráficos y narrativos fundamentales en la historia (recursos intransferibles, en efecto); ahora narro todo mudo pero luego en cambio meto un montón de bocadillos en la misma viñeta recreando la sensación de una larga conversación; cambios continuos de registro gráfico, que si ahora dibujo más simple, que si ahora más barroca la línea, que si ahora más "realista", que si ahora exagero a tope en la caricatura, ahora más sombras, ahora ninguna... Blain es EL dibujante ahora mismo en Francia, diría yo.
El tono predominante de GUS es el humor y la farsa (como en esos tebeos antiguos que ama, explicaba Blain, lo mismo que adora el género western en sí), pero siempre, claro está, es un humor à la Blain, con esa preferencia suya por la temática sentimental y los giros oscuros e imprevisibles del corazón, y de los genitales, humanos, el amor y el sexo como motor de la historia... La historia en sí es episódica, y así está estructurada, en episodios, unos más breves, otros más largos, en un planteamiento que de antemano ya te predispone a la ligereza en la lectura. Francamente, no entiendo bien los reproches que en su día hizo Matthias Wivel a este tebeo. No entiendo cómo luego la gente se deshace en elogios (merecidos) al LITTLE NEMO de Winsor McCay o al KRAZY KAT de Herriman, por decir algo, pero cuando lee obras actuales como ésta las juzga poco pretenciosas y de poco peso, o nimias, o autocomplacientes, o yo qué sé. Qué manera de confundir el cómic con la literatura, me parece.
Además de todo esto, en GUS hay un empleo del color -que firma precisamente el colorista Walter, ya se ha dicho- francamente asombroso. Atrevido, narrativo, ahora colores chillones (que evocan sin imitar realmente el "estilo retro" de los tebeos de la infancia que adora Blain, entre ellos el LUCKY LUKE de Morris y su color tan expresivo y cantoso); que si ahora apenas uso colores y dejo en cambio mucho espacio vacío, que si ahora uso el blanco como un color más en la página... eso sí, cuando saquen la edición de lujo en blanco y negro de GUS va a ser el acabóse. Entonces sí que podremos disfrutar del dibujo en toda su plenitud, con páginas como estas sin el color: