lunes, octubre 23, 2006

LAS BASES CIENTÍFICAS DE LA FELICIDAD

Al estudiar las bases de la felicidad, la psicología moderna distingue dos fuentes: el placer, por una parte, y el sentido que da a la vida un determinado compromiso por otra. Según Martin Selingman [psicólogo de un laboratorio de psicología de la Universidad de Pennsylvania] la felicidad originada en el placer termina con él y "se pierde bajo las olas del devenir". Para que la felicidad perdure más allá de un instante, es preciso que sea fruto no sólo del placer, sino también del sentido o significado que da a la vida un compromiso. Es justamente eso -de acuerdo con científicos como Mihaly Csikszentmihalyi, profesor de Psicología de la Universidad de Chicago- lo que produce el flujo que desemboca en la felicidad. Se trata de un flujo concentrado que no está lejos del patrón de vivir inmerso en obsesiones sucesivas. Otros psicólogos positivistas apuntan hacia algo tan intangible, en los tiempos que corren, como una escala de valores. De acuerdo con esta novedosa teoría de la psicología moderna -cuyas raíces sería fácil identificar en escuelas del pensamiento no tan modernas-, el aumento de los niveles de infelicidad en el mundo de hoy se explicaría por una inversión excesiva en bienes materiales, en detrimento de valores de mantenimiento más intangibles.

Cuando se analiza la paradoja del declive de los niveles de felicidad (...) en un mundo en el que no cesa de aumentar el nivel de bienes y equipos producidos, se llega también a la conclusión de que la sociedad moderna ha invertido demasiado en frigoríficos, lavavajillas, coches, grúas, carreteras o equipos digitales y demasiado poco en valores intangibles como el compromiso con los demás o la felicidad. La psicología y la neurología modernas están confirmando lo que otros científicos, biólogos y algunos filósofos, muy pocos, intuyeron hace tiempo: (...) La felicidad no depende tanto del nivel de inversión en la perpetuación de la especie y el equipamiento, como de algo menos tangible caracterizado por actitudes y valores vinculados al mantenimiento de la especie en condiciones sostenibles.

________

Eduard Punset, EL VIAJE A LA FELICIDAD (Destino). Alguna idea del texto me ha recordado, curiosamente, a algo que escribía Rafa C. y que he transcrito hoy mismo dos posts más abajo. Porque, como conozco un poco a Rafa, sé que cuando escribe "hacer de vez en cuando una ofrenda" no se refiere a divinidad alguna. Se refiere a hacer ofrendas a los demás.

4 comentarios:

santibilbo dijo...

un libro algo flojillo,la verdad

Pepo Pérez dijo...

Pues no es por darte la razón, ya sabes que me encanta llevarte la contraria, Santi, ;-) pero por lo que llevo leído, tampoco me está convenciendo mucho. Veremos si luego mejora. ¿No te da la impresión de que el problema está en cómo expresa y explica las ideas? Porque hay ideas muy interesantes.

santibilbo dijo...

Las ideas son cojonudas,pero están tratadas de forma superficial(si exceptuamos lo del dilema entre mantenimiento y reproducción.Otras como la infelicidad que trae la familia o la pobreza hubieran dado mucho juego.El tema es demasiado poderoso,con demasiados aspectos a considerar y le sale una cosilla sin importancia,salvo divulgar las raíces más o menos biólogicas de la felicidad.Y su sintaxis es horrible

Anónimo dijo...

anoche tenía una larga y tediosa discusión con mi cónyugue sobre algo parecido a esto,

según mi pareja hay que vivir acorde a unos objetivos, con un sentido digamos, pero objetivos concretos, como yo le digo "de esos que pueden enmarcarse", ya sea acabar cierta carrera(diploma), concluir cierto fanzine que lleva tiempo gestándose(encuadernación), etc,

yo por contra le digo que lo importante no es tanto el objetivo basado en el objeto si no el objeto en sí, la valía del objeto más allá de su consecución perenne, fija, estática,

digamos que hay un molesto híbrido raciocínico entre la valorización física de lo etéreo y la valorización etérea de lo físico, es un problema que puede enriquecer una relación pero también puede crear una disfunción en ella porque ya ambas posturas de por sí son híbridos conceptuales, será esto el eterno dilema de la mentalidad masculina y femenina?, y en tal caso... quién es quién aquí?,

supongo que una relación a fin de cuentas es eso, una fusión de identidades rotas que intentan encajarse las unas en las dos otras en busca de la felicidad, un híbrido exponenciado a su última y definitiva potencia...

y a todo esto me pregunto... o más bien pregunto a los gays que pululan el blog, teneis estos mismos problemas?,

Saludos membrales.

Slt.