martes, mayo 23, 2006

LA CULTURA ANIMAL

A mi juicio, la inteligencia, tanto humana como animal, debe considerarse siempre en un contexto social. La inteligencia humana no es aislada, sino que es fruto de la comunicación y el diálogo con otras personas, y creo que el caso de los animales es idéntico. (...) Creo que toda inteligencia, sea animal o humana, es un continuo: existen animales con capacidades e inteligencia muy limitadas, y progresivamente, existen cerebros más complicados, hasta los que están adaptados para pensar y hacer cosas complejas, como el nuestro. Por tanto, abogo por la idea de continuidad, de ahí la dificultad de definir la inteligencia.

Entonces, sugieres que la inteligencia es una cuestión de grado y no sostienes, como tantos otros, que nosotros somos inteligentes y el resto de animales no.

Exacto, y aplico el mismo argumento a la conciencia. Un viejo amigo mío, el antropólogo Donald Griffin, ha reformulado la gran pregunta de si sólo los seres humanos son conscientes preguntándose "¿cómo sabemos que los animales no son conscientes de sus actos?". Ha aportado muchos ejemplos que invitan a preguntarse si los animales tienen algún tipo de conciencia de sí mismos, aunque sea diferente de la nuestra.

Conciencia de sí mismos y capacidad de pensar como actúan los demás...

Los animales comprenden su propio comportamiento: son conscientes de su propio comportamiento o de que tienen un comportamiento. (...) Estoy convencido de que también se da un continuo en la conciencia de los animales.

Entonces no puedo preguntarte qué diferencias existen entre la cultura -una palabra aún más ambigua- de los animales y los seres humanos. ¿La cultura también es un continuo?

Me parece una pregunta interesante, porque defino la cultura como un continuo, pero se puede definir la cultura de manera que sea exclusiva de los seres humanos, como hacen muchos antropólogos. Por otra parte, si definimos la cultura como la transmisión de conocimientos de un individuo a otro por medio del comportamiento o el diálogo, entonces se trata de una definición muy sencilla, aplicable tanto a los animales inferiores como a los seres humanos. Pero esta definición enfurece a los antropólogos culturales, porque creen que la cultura es un término de su propiedad que lo biólogos como yo no tienen derecho a cuestionar. Ellos definen la cultura en términos de civilización y otros conceptos que se refieren exclusivamente a los seres humanos.

(...) Es una cuestión que me ha fascinado desde siempre. Actualmente, o en este último siglo, se ha desterrado el sentido de la belleza de la vida animal, como si fuera estrictamente humano. Pero en el siglo XIX, los victorianos elogiaban la belleza del plumaje de un animal o sus colores, porque admiraban su sentido artístico. Poco a poco, estas ideas fueron objeto de burlas y se volvieron muy impopulares. En el siglo XX, volviendo a los pájaros, se observó que (...) en el cuervo de Nueva Caledonia, de aspecto muy vulgar, los machos construían una estructura muy elaborada adornada con frutas del bosque y conchas de colores para aparearse...

Como una alcoba nupcial...

Exacto. (...) Volviendo a nuestra discusión de antes, soy partidario de la idea de continuidad, de modo que creo que las aves poseen cierto sentido artístico. Puede que muy diferente del nuestro, pero también es muy posible que los humanos conservemos partes del cerebro de las aves que son sensibles al arte. Siempre me ha fascinado que los gorilas y chimpancés dibujen si se les da una hoja de papel y un lápiz o una brocha. De todos modos, no creo que ésta sea la respuesta a la pregunta de si los animales poseen sentido artístico. Sin embargo, creo que las aves y los animales hacen cosas que, a su manera, se parecen a nuestro concepto de arte.

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El profesor emérito de Ecología y Biología Evolutiva de la Universidad de Princeton, John T. Bonner, respondiendo a las preguntas (en negrita) de Eduardo Punset. Del capítulo titulado LA CULTURA ANIMAL: NO SOMOS DISTINTOS, incluido en el libro CARA A CARA CON LA VIDA, LA MENTE Y EL UNIVERSO. CONVERSACIONES CON LOS GRANDES CIENTÍFICOS DE NUESTRO TIEMPO, Destino, 2004.

19 comentarios:

Anónimo dijo...

"Pese a nuestro prejuicio de exclusividad, no somos más independientes del resto de la biosfera que un cáncer del órgano en el que habita. Los dos delirios de la grandeza humana, nuestra superioridad natural y nuestra objetividad científica, son meras estrategias para la supervivencia muy parecidas a la selección natural por mutación e intercambio de genes bacterianos. Incluso las comunidades, como las formadas por los millones de microbios del intestino de la termita, se reproducen. Ni la ciencia ni el arte son propiedad exclusiva del hombre, sino que ambas imitan a la naturaleza y se originan en ella."

-Lynn Margulis

Pepo Pérez dijo...

Gracias, David. Margulis, creo que conviene aclarar el dato, fue la mujer de Carl Sagan y es Profesora
Distinguida de la Universidad de Massachussets.

Pepo Pérez dijo...

En la wikipedia en castellano tiene entrada, acabo de descubrirlo.

Menos tele y más leer, Soberas.

Pepo Pérez dijo...

"Sí, los principios que rigen el proceso de aprendizaje de las palomas son idénticos al de las ratas, los monos, los niños o los de ti o de mí. Se ha demostrado que estos principios son mucho más complejos de lo que creían los expertos en comportamiento de hace cincuenta o cien años. Esos principios permiten a los animales solucionar problemas muy complicados, comprender su mundo y predecir las consecuencias. (...) Siguiendo los principios establecidos por John Watson y los expertos en comportamiento, creo que los animales nacen con escasos reflejos o instintos básicos, y poco a poco aprenden un comportamiento. Los niños nacen con menos reflejos e instintos básicos que los animales. Tradicionalmente se ha creído que al aprendizaje era muy simple, pero yo creo que es necesario comprender que el proceso de aprendizaje animal es mucho más complejo de lo que Watson y Skinner imaginaban.

(...) ¿Qué quiero decir? Simplemente qe algunas formas de comportamiento inteligente se encuentran tanto en las aves como en los monos. (...) Algunas especies de aves como los cuervos, las urracas y los loros, pueden resolver problemas muy complicados, que exceden de la capacidad de muchos primates simples y otros mamíferos. Es decir que algunas formas de razonar, la capacidad de establecer relaciones entre los acontecimientos y la comprensión de analogías son formas de aprendizaje características de algunos primates, particularmente de los monos, pero también de algunas aves, aunque no de las ratas, por ejemplo.

(...) Creo que es incorrecto mantener que la evolución es un progreso continuo que culmina en el ser humano. Es una concepción anacrónica y antropocéntrica que yo he intentado refutar siempre argumentando que la inteligencia superior no es exclusiva de los animales estrechamente emparentados con los seres humanos, sino que se encuentra en animales muy distantes, como las palomas y los cuervos."

Nicholas Mackintosh, psicólogo experimental de la Universidad de Cambridge. Trabaja en teorías de aprendizaje asociativo animal y de aprendizaje a través de la percepción.

Pepo Pérez dijo...

"Éste es otro argumento, decir que somos diferentes de los animales porque no tienen conciencia propia.

Sí tienen conciencia, tienen un esquema de su propio ser. Saben que son distintos de los otros.

Además, el chimpancé se reconoce en el espejo, ¿no?

Se reconocen ante el espejo, y ahí aparece incluso la noción del yo: yo soy yo y tú eres tú, y somos dos seres diferentes. Hasta hace muy poco se desconocía completamente, y es muy importante, porque quiere decir que en el proceso de evolución cerebral se ha completado un paso trascendente, el reconocimiento del propio ser. Por ejemplo, el chimpancé es consciente de la muerte y la desaparición. Cuando desaparece un chimpancé, los otros están tristísimos. Cuando una madre pierde a su hijo, entra en un estado de depresión que puede durar meses.

(...) He leído que en África, cuando llega la estación seca y no hay agua, los chimpancés han aprendido a no beber de los charcos de agua putrefacta para evitar enfermedades infecciosas, y excavan y perforan pozos para beber agua limpia.

Sí, nosotros lo hemos experimentado en un estudio en Senegal, una sabana muy árida. A los chimpancés no se les ocurre beber agua encharcada medio putrefacta, sino que excavan pozos y beben agua fresca.

Y esta experiencia adquirida, o esta innovación conquistada, ¿cómo se transmite a los demás?

Se transmite culturalmente: los jóvenes y los otros chimpancés lo observan, lo aprenden y comienza a formar parte de su acervo cultural. (...) Hace treinta años se descubrió que los chimpancés fabrican herramientas simples, como palos con cierto tamaño, para obtener termitas. (...) Este hallazgo demuestra que los chimpancés son capaces, culturalmente, de aprender a fabricar herramientas simples a partir de objetos naturales. Es una conducta cultural".

Jordi Sabater Pi, catedrático emérito de Psicobiología y Etología de la Universidad de Barcelona.

santibilbo dijo...

joder macho, estoy leyendo el mismo libro,aunque no he llegado hasta ese capítulo, me voy por el del cerebro y la neurociencia.Ahora Damasio y Dennet creen que la diferencia de calidad entre el cerebro del chimpancé y el del humano es abrumadora.Los animales se acercan ala estética para aparearse y nosotros para algo parecido,escapar de la muerte

Pepo Pérez dijo...

sincronía!!

".Los animales se acercan ala estética para aparearse y nosotros para algo parecido,escapar de la muerte"

apareamiento-->Enamoramiento en el ser humano: sensación de inmortalidad. No time, no space.
Desde luego, es parecido, como tú dices.

De todos modos, ya se sabe que hay animales con prácticas artísticas al margen del cortejo para el apareamiento, que es aún más asombroso. En un programa de REDES reciente, no más de dos meses, vi alucinado cómo ya se sabe que hay pájaros que cantan cuando el resto de la bandada no canta, porque ha pasado la època de apareamiento, y se cree que lo hacen por simple placer estético. No sólo cantan, sino que algunos son capaces de improvisar en plan jam session junto a músicos humanos, y sin amaestrar, ¿eh?. Según decían el reportaje, la complejidad de las armonías que usaba el pájaro en su canto eran similares a las de un músico de jazz. De hecho, usaban esa expresión todo el rato: pájaros que hacen música. No que cantan.

Luego hablaron del canto de una especie concreta de ballenas, que ahora mismo están estudiando en cautividad, intentando entender qué significa y por qué lo hacen, si es sólo lenguaje para comunicarse (eso lo tienen muchas especies animales, no sólo los que tienen inteligencia más desarrollada) o es también una forma de canto.

Pepo Pérez dijo...

"".Los animales se acercan ala estética para aparearse y nosotros para algo parecido,escapar de la muerte""

aparte del hecho reproductivo en sí mismo como negación de la muerte y continuación de la vida, claro, que me imagino ibas por ahí.

Anónimo dijo...

Por cierto Pepo, Jordi Sabater Pi, aparte de un gran especialista en comportamiento animal, es un excelente dibujante. Y sus bocetos rápidos de Copito de nieve son la repera.

Pepo Pérez dijo...

Sí, sí, lo sé, tiene unos cuadernos de campo acojonantes.

Anónimo dijo...

"si definimos la cultura como la transmisión de conocimientos de un individuo a otro por medio del comportamiento o el diálogo, entonces se trata de una definición muy sencilla, aplicable tanto a los animales inferiores como a los seres humanos. Pero esta definición enfurece a los antropólogos culturales, porque creen que la cultura es un término de su propiedad que lo biólogos como yo no tienen derecho a cuestionar. Ellos definen la cultura en términos de civilización y otros conceptos que se refieren exclusivamente a los seres humanos."
...pues con todos mis respetos para el emérito profesor, esa opinión es un invento carente de fundamento. El primero en definir "cultura" en términos antropológicos fue E. B. Tylor en 1871 de un modo que es casi idéntico al que utiliza el amigo biólogo de la entrevista, como conjunto de pautas de conocimiento y/o de comportamiento que son socialmente aprendidas. Para defender la idea de continuidad evolutiva entre todos los animales (no entre los animales y los humanos, por la evidente razón de que los humanos somos un tipo de animal más) no hece falta inventarse argumentos ni arremeter gratuitamente contra otros.
Y, por otra parte, os recuerdo el viejísimo tema de que los cambios de cantidad terminan produciendo un cambio de cualidad: tan evidente empieza a parecer hoy la continuidad entre la inteligencia y el grado de conciencia entre los seres vivos como evidente es que la inteligencia y la conciencia de cualquier animal es superior y distinta de la de un vegetal e, igualmente, que la inteligencia y la conciencia refleja que desplegamos los humanos es distinta de la que podemos observar en nuestros hermanos animales evolutivamente menos desarrollados

Pepo Pérez dijo...

Gracias, PAco. Lo del continuo pretende aludir a eso, a que en lA inteligencia y conciencia hay grados.

Sí te diré, porque lo he leído más de una vez, que hay científicos actuales que rechazan hablar de animales evolutivamente menos desarrollados que nosotros. Simplemente, creen que su evolución es distinta a la nuestra, que diverge, pero no que estén "menos" evolucionados. Sobre todo porque en muchas especies animales su evolución les ha permitido una adaptación al medio verdaderamente asombrosa y, además, destruyendo para sobrevivir una cantidad infinitesimal de lo que destruimos nosotros, los animales humanos.

Ayer se me olvidó comentar que los casos de arte animal que se conocen en la naturaleza (espontáneos, sin amaestramiento ni entrenadores) ya se estudian como tales, como arte animal, en Historia del Arte. Juan Antonio Ramírez, por ejemplo, tiene cosas publicadas sobre arte animal. A mí todo esto me fascina porque demuestra que el instinto estético, por llamarlo de algún modo, no es exclusivo del hombre, y existe en otros animales. Y hace preguntarse de dónde procede ese instinto y qué tiene que ver con la naturaleza misma.

Otra cosa que como mínimo da que pensar es que los cuadros que pintan los chimpancés y elefantes (y no los pongo como ejemplo de verdadero arte animal, en tanto que lo hacen porque el hombre les da los materiales y les animan a pintar) parezcan, exactamente, obras de pintores del expresionismo abstracto. Un estilo al que ha llegado la pintura humana después de muchos siglos de evolución.

santibilbo dijo...

En lo del expresionismo abstracto, de involución

Pepo Pérez dijo...

esto lo dices porque no te gusta esa pintura, o por otra cosa, por lo de recorrer el camino al revés y "desaprender" todo lo aprendido hasta entonces?

Anónimo dijo...

Sospechen de un arte -el expresionismo abstracto- que se encuentra con tanta facilidad en entidades bancarias y organismos oficiales: vacío estético, que puede querer decir sí, no, o todo lo contrario. Por eso gusta donde gusta: siempre hay un buen marco que acota y delimita tan libre expresión, tanta espontaneidad y lalalá, lo que dice mucho precisamente en favor del orden. La verdad del expresionismo abstracto la están diciendo sus límites físicos.

Un saludo.

Pepo Pérez dijo...

ja,ja, muy bueno, Pesi. Nunca lo había pensado pero es verdad, en bancos, todo tipo de instituciones públicas (y aeropuertos) es fácil encontrarse expresionismo abstracto.
Personalmente, a pesar de lo que dices, y de tanta cosa que no me gusta de ese palo, creo que hay casos y casos, autores y autores, dentro de esa misma etiqueta.

santibilbo dijo...

¡Ay, Pollock y sus composiciones infinitas! Es de genios ,realmente, mezclar el infinito con los churretones.No sólo decoran bamcos, también bares.yo le reconozco eso al arte moderno,entre bares, bancos y servilletas nos han traído la felicidad al por mayor

Pepo Pérez dijo...

Pollock, Pollock es uno de los que sí. uno de los grandes.

Anónimo dijo...

Tiene que haber de todo. Y mejor que así sea. Pero el expresionismo abstracto es truco, o maquinaria facilmente trucable: puedes echarle cualquier teoría o justificación dentro que, como está vacío, siempre resuena y hace eco.
De Pollock lo que más me gusta son sus cuadros expresionistas a secas: qué fiereza indomesticable. Ahí sí.

Un saludo.