jueves, enero 05, 2006

LAS PALABRAS NO SONABAN COMO UN DIÁLOGO SACADO DE UN GUIÓN

Me encantan las películas de género negro y siempre había querido hacer una. Lo que me encantaba de SIN CITY es que no había nada de nostalgia en la obra. Era moderna... brutal.

La razón por la que tenía que hacer esta película era por cómo fue concebido este cómic. Frank (...) hizo un cómic que era el arma definitiva a utilizar contra el cine. Algo que nunca podría ser adaptado a la pantalla grande en una película convencional, que sólo podía existir como cómic. Algo con un carácter tan puro es difícil de conseguir. (...) Quería hacer una película "a la contra", algo que ni siquiera estuviera dirigido a la gran pantalla. Era un trabajo completamente a contracorriente, sin hacer caso a lo que la gente suele pensar acerca de cómo ha de ser una película. Las palabras no sonaban como un diálogo sacado de un guión, la historia no se movía dentro de los arcos argumentales tradicionales. Hacía las cosas a su manera y no pedía perdón por ello. Para mí, ésa es una película que merece la pena rodar. (...) los miembros de mi equipo que trabajaron en esta película pionera (era algo innovador en el momento en el que la tinta de Frank tocó la página, y la película lo único que hace es llevarlo a la siguiente fase).

Ésta fue una película tan a contracorriente, que tuve que romper un montón de reglas por el camino para lograr que se hiciera, lo que incluye abandonar la DGA para que Frank Miller pudiera dirigir la película junto a mí. Pero esto es lo que conlleva a veces hacer una película "a la contra". (...) Ésta es la adaptación más fiel de una novela gráfica jamás producida en Hollywood, y si alguien quiere alguna vez hacer lo mismo, tendrá que romper todo tipo de normas de Hollywood, lo que incluye dejar la DGA, porque la única manera de hacer una película tan fiel respecto a la novela gráfica como SIN CITY es contar con alguien como Frank Miller codirigiéndola junto a mí.
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Robert Rodriguez, 2005, de SIN CITY. EL LIBRO DE LA PELÍCULA (Norma, traducción de Raúl Sastre).


EL HEROÍSMO DE ESTOS PERSONAJES ESTÁ OCULTO

Yo era un chico de campo. Crecí en Vermont, en un entorno rural, y siempre fui un fanático de la gran ciudad. Crecí leyendo cómics, al final dejé los cómics de superhéroes y me pasé a las novelas de Mickey Spillane, Raymond Chandler y todo eso, y me enamoré de las películas de género negro y de todo lo que tuviera relación con el crimen.

(...) Siempre me han encantado las historias de crímenes, desde que tenía trece años, por lo menos. (...) Pero en gran parte lo que me atrapa de las historias sobre crímenes, la razón por las que vuelvo a ellas, es que bajo la superficie, se trata siempre de cuentos con moraleja. Las épocas de grandes tensiones son tiempos que dejan las cosas claras, y el género, en el que todo se reduce mucho al bien y al mal, profundiza mucho en el mal. Tiene la virtud del melodrama, algo que no es para nada nostálgico. En nuestra vida real tenemos altibajos, pero en el melodrama las cosas se llevan a los extremos. Hitchcock decía, voy a parafrasearlo, "el melodrama es la vida real a la que se la han quitado todas las partes aburridas". En un buen melodrama, y en una buena aventura, y en un buen relato criminal de ficción, cada persona toma sus propias decisiones morales con una gran claridad. También es el tema principal sobre el que gira el género negro (tal como lo conciben Chandler, Spillane o Hammett) que la virtud, el heroísmo de estos personajes está oculto. Son caballeros cubiertos de sangre. No dejan ver que la mayoría de ellos son bienhechores de forma compulsiva. Por ejemplo, pongamos a Dwight, él es un bienhechor compulsivo. Es tremendamente leal, intenta mejorar las cosas, pero cuando le oyes hablar no lo dirías.

ALGUNAS TINIEBLAS EMOCIONALES

(...) Lo que la gente a menudo no entiende de las películas de género negro es que piensan que sólo parecen algo espeluznante por la estética, y no se dan cuenta de que lo espeluznante de las apariencias es un reflejo de lo que ocurre detrás de los ojos de las personas. Si hay algunas tinieblas emocionales de verdad, no importa lo oscura que sea la película, ni las sombras o persianas detrás de ellos, ni todas esas otras cosas, metáforas del tormento, de la ira, o del autodesprecio, o de la desesperación que sufre el personaje. Así que dibujar un cómic como SIN CITY, o rodar una película como SIN CITY es una cuestión de hacer que toda la película sea parte de la mente del personaje, mientras que mantenemos la película como un lugar real con peligros reales. Las imágenes oscuras no están ahí sólo por estética.

EL PRIMO HERMANO RETRASADO DEL CINE

(...) Los cómics y el cine han estado bailando una interesante danza en los últimos años. Los dos campos han estado siempre relacionados: ambos son medios visuales y comparten muchas de las mismas dinámicas. Por desgracia, hasta hace poco, en estas relaciones sólo mandaba una de las partes. Los cómics han sido el primo segundo retrasado del cine que pedía para que le dieran algunas migajas. Históricamente, la primera cosa que se ha hecho cuando se preparaba una película sobre un cómic era pasar del material original y empezar desde cero. Los resultados eran, en general, previsiblemente horribles. Sólo últimamente ha habido un intento de trasladar realmente el contenido de los cómics al cine más que tratar al cómic como un género chungo en el que meter a los actores para que actúen como si fueran tontos.

MIS GRANDES INFLUENCIAS EN SIN CITY

(...) Estudié un montón de cómics y películas antiguas, y podría darte una lista de las obras que me han influenciado tan larga como tu brazo, pero puedo nombrar a tres dibujantes en particular que son mis grandes influencias en SIN CITY. Desde luego fue Will Eisner el que llevó el género negro a los cómics en los 40 con su espectacular THE SPIRIT. Los otros dos no son tan conocidos pero a la hora de pensar en blanco y negro fueron extraordinarios, no se trataba sólo de hacer todas esas cosas complicadas con la psicología de los personajes, sino también se trataba de hacer que todo pareciera precioso, hablo de Wallace Wood y de Johnny Craig. Ambos fueron conocidos por su trabajo para la legendaria EC Comics. Ambos hicieron historias de terror y de género negro y, con su obra, el idilio con el género llegó realmente a su esplendor en los 50.
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Frank Miller, 2005, de SIN CITY. EL LIBRO DE LA PELÍCULA (Norma, traducción de Raúl Sastre).

5 comentarios:

antonio dijo...

si te gusto Sin City date un tiempo de buscar la obra The touch of Evil una peli tipo Pulp Noir escrita y actuada por Orson Welles, charlton heston tambien esta en la pelicula actuando de un embajador mexicano.
Muy grato algunos angulos de camara y el script bueno.

JESUS ANTONIO

Pepo Pérez dijo...

Sí, aquí se tituló SED DE MAL, la he visto dos o tres veces. Es una de mis películas favoritas de Welles.

antonio dijo...

perdon por escribir ver el mensaje tarde...si tienes la razon es una de las mis preferidas y buen la actuaciòn de Orson es impactante...esoy tratando de acordarme de alguna pelicula mas que recomendarte...un abrazo!!

JESUS ANTONIO

Pepo Pérez dijo...

sí, sí, ORson como el Comisario Quinlan, inolvidable, sí, señor... a mí como actor me suele gustar mucho... a veces casi más que como director.
¿Has visto EL TERCER HOMBRE (THE THIRD MAN, de Carol Reed), también con Welles y Joseph Cotten como actores? Otra película inolvidable.

antonio dijo...

Por supuesto y es increible!!!
Oye por cierto nada tiene que ver lo que hemos hablado pero la otra vez vi la pelicula de King Kong (no me gusto para nada, digo nada de plot que pena ver algo asi de Jackson el director pero en fin) bueno vi la actuacion de Joe Black (El director de peliculas B)y por alguna cosas rara me imagine que el seria el actor ideal para protagonizar alguna pelicula sobre la vida de Orson welles...mira creo que mi prediccion se hara realidad!!
Un abrazo!!

JESUS ANTONIO