sábado, marzo 03, 2007

ESTAMOS POCO ACOSTUMBRADOS A LA EXCELENCIA POR ESTOS LARES

Retomo el comentario del anónimo inicial, e intento buscarle una explicación al fenómeno que comenta (cuyo razonamiento comparto casi por completo). Si el cómic y sus listas (frente a las de otros discursos artísticos) sufren esos vaivenes y alteraciones en cuestión de pocos años, se debe probablemente a que también hace pocos años que el cómic ha entrado como vehículo artístico en un estadio adulto. Hasta, pongamos, los años 90, las obras comicográficas estaban tan condicionadas por cuestiones ajenas al propio proceso de creación (el rol omnipresente de las editoriales y los syndicates, los prejuicios comúnmente extendidos, la asunción de su naturaleza popular como factor indisociable, etc.), que el medio apenas pudo pasar de un grado incipiente de maduración creativa.
En consecuencia, no ha sido hasta que los autores han contado con cierta libertad artística, cuando el cómic ha empezado a generar obras encuadrables en la "alta cultura" (con algunas lógicas excepciones precedentes, desde luego).
Desde ese momento, podremos hablar de un medio que crea productos de interés desde una óptica puramente estética y artística, y de un discurso que soporta la comparación con otros vehículos narrativos afines (cine, novela, etc.).
De ahí que no sea hasta fechas recientes cuando se ha empezado a tomar al cómic con cierta seriedad en ámbitos académicos y por eso cada vez encontramos más y más obras relativamente recientes que casi de inmediato adquieren el rango de obras maestras, clásicos (o como quieran ustedes llamarlas) sin tener que haber esperado al criterio infalible que aporta la perspectiva histórica. Estábamos tan poco acostumbrados a la excelencia por estos lares, que a cada nuevo Chris Ware que se nos aparece le ponemos cara de fieles iluminados.
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Little Nemo´s Kat, en el cuadradito de comentarios.

1 comentario:

Little Nemo's Kat dijo...

Gracias por la mención y el subrayado...