viernes, marzo 17, 2006

PERIODISMO DE RAZA

Aprovechando el post anterior, he buscado esta entrevista a Joe Sacco que hice para la revista ROCK DE LUX. Se publicó en abril de 2002, con motivo de la edición en castellano de PALESTINA. EN LA FRANJA DE GAZA (Planeta DeAgostini), y fue realizada vía e-mail con el autor, entonces en su residencia de Estados Unidos pero a punto de viajar a un destino en Europa para terminar su siguiente trabajo (Sarajevo, como pronto vimos en EL MEDIADOR. UNA HISTORIA DE SARAJEVO).

Releer la entrevista me ha recordado, además de la rápida disponibilidad y amabilidad que demostró Sacco para responder a mis preguntas, las llamativas condiciones en que trabajó para poder acabar la citada PALESTINA.

_________________

Joe Sacco
PERIODISMO DE RAZA


”Quiero que el lector experimente algunas de las cosas que yo experimenté, que conozca a algunas de las personas que yo conocí y vea su humanidad.” Ése es el principal objetivo de Joe Sacco (Malta, 1960) además de, esto lo añadimos nosotros, realizar impresionantes reportajes en forma de cómic que abordan de manera honesta, humana y, muy importante, amena, dos de los conflictos que más han acongojado a la “comunidad internacional” (¿mande?) en los últimos tiempos. Si en GORAZDE. ZONA PROTEGIDA (1999) el tema era el genocidio bosnio, en PALESTINA. EN LA FRANJA DE GAZA(1993-96), ahora editada en castellano (ambas por Planeta DeAgostini), la investigación se centra sobre la vida en los territorios palestinos ocupados. Para ello, Sacco se marchó allí a finales del 91 y durante dos meses convivió con israelíes pero, sobre todo, con palestinos.

“Yo ya trabajaba como historietista, pero estaba interesado en lo que estaba pasando en Oriente Próximo y Medio desde hacía tiempo. Así que decidí echar un vistazo por mí mismo, y pensé que podría hacer una serie de cómic sobre mis experiencias allí. Como había estudiado periodismo en la Universidad de Oregón, sabía que no me resultaría difícil entrevistar a gente e investigar la ocupación mientras estuviese en Palestina. Después de todo, en la Facultad me habían enseñado precisamente a hacer eso. Así que la verdad es que no tengo una gran teoría acerca de combinar el cómic con el periodismo. Mis `cómics periodísticos´ surgieron de modo natural.”

En efecto, Sacco comenzó a publicar en la segunda mitad de los ochenta, pero no fue hasta PALESTINA cuando desarrolló su peculiar estilo, un paso más allá en el camino abierto por el MAUS de Art Spiegelman. Combinación de documental, autobiografía e investigación periodística con un virtuoso uso de las técnicas narrativas del cómic, sus obras pueden servir para informarse exhaustivamente sobre el tema escogido, pero también para transportarse al ambiente del lugar donde Sacco investigó y conocer las vivencias y testimonios de sus gentes. Un trabajo cuyas principales influencias son, me cuenta Sacco, George Orwell en el periodismo, Céline en la literatura (“sobre todo su modo de escupir frases y sentencias cortas”), y, en el cómic, Robert Crumb y Will Elder, ”por supuesto”.

Ahora bien, ¿cómo se costea un dibujante de cómic, tan mal pagados normalmente, una investigación de este calibre en un país extranjero? “Pagué de mi bolsillo los viajes a Palestina y a Gorazde. Por aquel entonces mis cómics no se estaban vendiendo muy bien, así que no tenía muchas oportunidades de interesar a un editor para que me financiara. Eso me ponía las cosas cuesta arriba, pero al mismo tiempo era libre para hacer lo que quisiese sin consultar a ningún editor, ya que gastaba mi propio dinero. El dinero... tuve que ahorrar cuanto pude para sacar adelante esos viajes. En Jerusalén me alojé en un albergue juvenil, en una habitación con cinco o seis personas. En Bosnia, alquilé una habitación barata en Sarajevo y me quedé también en casa de un amigo de Gorazde. De algún modo, la cosa funcionó. La peor parte era cuando volvía a Estados Unidos y me ponía a dibujar. Tenía que interrumpir mi trabajo cada pocas semanas y solucionar cómo pagar el alquiler.”

A pesar de la calidad de su trabajo, los “cómics periodísticos” de Sacco obtuvieron al principio una nimia repercusión. Y siendo periodista, la pregunta es por qué eligió entonces el medio cómic, tan poco agradecido económicamente e incluso mal visto por la “cultura oficial”. ”Mis primeros trabajos tras la Facultad fueron insignificantes, me desmotivaron. Volví a mi afición de toda la vida, la historieta, como un medio de hacer algo que me llenase creativamente. Así que realmente no he `elegido´ el cómic como un modo de expresión. Ya trabajaba como historietista cuando decidí escribir sobre mis experiencias en Palestina. Y, ciertamente, no pensé que mi trabajo iba a obtener más reconocimiento al hacerlo en formato de cómic, me figuré que nadie se lo tomaría en serio. Pero eso me dejaba la libertad de trabajar sin preocuparme si se vendería o no. Ahora mis libros se venden bien. Sí, imagino que el factor `actualidad´ ha tenido que ver con el éxito de PALESTINA, desgraciadamente.”

Entre PALESTINA y el posterior GORAZDE. ZONA PROTEGIDA transcurrieron varios años, pero también un evidente cambio de tono. Si en el primero, a pesar de la dureza de lo narrado, abunda el humor, la ironía y la autoparodia, en el segundo el tono, aun sin abandonar del todo el humor, se torna mucho más duro y oscuro. ”PALESTINA es una colección de episodios recopilados, conmigo como hilo conductor. Al dar énfasis a mi personaje desarrollé más el humor, me pareció el mejor modo de conseguir que la obra fuese entretenida para el lector. En GORAZDE, en cambio, aparecen un montón de personajes potentes, así que mi propio personaje pasó a un segundo plano. Disminuí el tono de ironía en GORAZDE, sí, pero un escritor necesita cambiar sus técnicas de un libro a otro para incentivarse por su trabajo. Así que dejé que fueran los propios personajes de GORAZDE los que entretuvieran al lector. Después de todo, eran gente bastante interesante”.

Hay otro cambio entre un libro y otro: el estilo de dibujo, más caricaturesco en PALESTINA algo más realista en GORAZDE. ¿Cambio consciente? “Por supuesto. Cuando empecé con PALESTINA sólo podía dibujar en un estilo caricaturesco. Pronto vi que necesitaba un grafismo más realista para mantener la naturaleza seria del material. Desde entonces he dibujado de modo más realista, pero nunca he estudiado arte, así que tampoco he perdido nunca aquel estilo expresivo que mencionas. Y no quiero perderlo.”

De su estancia en Gaza allá por el 91-92, lo que más recuerda Sacco es “el barro. Y también la sensación de que nada iba a cambiar nunca. Bueno, hay cosas que han cambiado. La mayoría a peor. Y aunque los israelíes aún no han llevado a cabo en Gaza el tipo de ataques de estos días en Cisjordania, es evidente que pueden hacerlo cuando quieran. Este verano volví a Gaza de cara a dibujar unas ilustraciones para una revista estadounidense, y todavía existe esa sensación de que Israel controla las vidas de las gentes de Gaza, de que su bienestar está en manos de cualquier política que Israel decida adoptar”.

A la pregunta del millón sobre cómo solucionar la cuestión palestina de una vez por todas, Sacco contesta: “La respuesta corta es que la ocupación de los territorios conquistados por Israel en 1967 debe terminar. La ocupación no sólo es ilegal, es intolerable. Un pueblo está sometiendo a otro y eso NUNCA podrá llevar a unas buenas relaciones. Esto me parece absolutamente obvio. Israel debería retirarse a su ´frontera´ de 1967. Sólo entonces los dos pueblos podrán lamer sus heridas y empezar a considerar una coexistencia pacífica”.

El posicionamiento de Sacco en sus trabajos se nota desde el principio. Porque el hecho de que el autor sea muy cauto a la hora de evitar simplismos y maniqueísmos, mostrando siempre el punto de vista de todas las partes y a todos ellos como seres humanos, no le impide tomar partido; con los palestinos en el caso de PALESTINA, con los bosnios en GORAZDE. “Mi trabajo no es objetivo. Es evidente que me posiciono, o que simpatizo con un determinado punto de vista. Esto choca con lo que me enseñaron en la Facultad, que la objetividad era el atributo más importante de un periodista. Pero yo sé cuáles son los prejuicios de todo periodista, y admito los míos. Dicho esto, pienso que es crucial para un periodista ser honesto. Los palestinos, por ejemplo, no son angelitos, incluso aunque yo pueda estar de acuerdo en que se merecen un Estado propio. Cuando ellos decían cosas que me ofendían, o que yo sabía que ofenderían al lector, seguía pensando que era importante transmitir eso honestamente.”

No puedo evitar preguntarle sobre nuestro propio conflicto, obviamente el del País Vasco. “Sí, conozco algo el asunto de ETA, pero no puedo decir que esté familiarizado con el tema hasta el punto de tener una opinión informada.” Y otra pregunta -retórica, le aclaro- sobre la misma cuestión: ¿se atrevería a realizar un cómic sobre ese tema? “Creo que uno debería saber sobre lo que está escribiendo, así que si tuviera que abordar vuestro conflicto en España, tendría que investigar un montón antes de poner manos a la obra.”

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me he leido Gorazde y Palestina y hay que reconocer que son lecturas muy didácticas. No son precisamente divertidos pero Sacco logra su objetivo de que el lector experimente sus vivencias y aprenda de ellas otro punto de vista sobre estos conflictos. Me alegro mucho de haberlos leido pero me da que no voy a pillarme este último Apuntes de un Derrotista.

Pepo Pérez dijo...

A mí EL MEDIADOR también me gusta mucho. Casi más que GORAZDE, y comparo porque también tiene lugar en Sarajevo, pero esta vez ya acabada la guerra, con flashbacks hacia el pasado cuando aún estaban en guerra. No sé, supongo que es porque el tono es distinto, y también por el personaje protagonista, que es verdaderamente fascinante, para lo bueno y lo malo.

Octavio B. (señor punch) dijo...

A mí Saco me interesa. Lo que cuenta, dónde se mete, y su mirada, son constructivas. Gorazde me acojona por lo que me cuenta.
Y su bibujo es muy acertado y le queda comoo un gaunte, lo que dadas sus raices (underground, y tal) en principio parece chocar, no pegar.
Pero reconozco que en Gorazde encuentro una carga literaria que no resuelve bien. O que anestesia el lenguaje del cómic a mínimos. Y no lo he vuelto a comprar (aunque, por tema, me pica mucho el Palestina, la verdad).

santibilbo dijo...

A mí Palestina me metió más en el infierno de Gaza que todos los libros y documentales que he visto. Creo que trivializa la posición israelita, personificandola en esas jovencitas que prefieren mirar para otro lado.Daniel Grossman y Amos OZ, DAN DESDE ESE LADO VISIONES MUY INTERESANTES Y MEDIDAS.