BRAVO
YOUNG AMERICANS, la historieta de Émile Bravo en EL MANGLAR #4 es, además de la mejor del número para mi gusto, una demostración práctica -casi en plan happening, jugando con las reacciones del espectador y demandando su participación- de lo fácil que es escribir historietas pomposas de "diálogos literarios bien escritos". También de lo vano e incluso risible que resultan ese tipo de historietas "serias" de mensaje literal bien evidente, que no demandan del lector otra cosa que su pasivo asentimiento. Bravo además propone implícitamente una elección que cada lector hará, inevitablemente, tras leer su historieta. O, cuando menos, le plantea alguna pregunta. Todo esto lo hace sin caer en lo que pretende denunciar -si es que se le puede llamar así, denunciar, que tampoco es eso- porque no hay discurso explícito: el discurso es la historieta en sí misma, entera, completa. Por cierto que con menos páginas esta historia no sería lo mismo ni tendría el mismo sentido.
(arriba, página de YOUNG AMERICANS, por Émile Bravo; color de Carmen Recreo)
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