martes, junio 12, 2007

AVANZAMOS SIN SABER ADÓNDE

P. ¿La educación no se ha resentido?

R. Sí, junto a los valores tradicionales se destruyó también la autoridad. En los colegios se ha impuesto la ilusión pedagógica: primero hay que apasionar a los alumnos y después hacerlos trabajar. Es al revés. Uno sólo trabaja por obligación. No hay espontaneidad en el aprendizaje. A todos nos ha marcado algún profesor, y solía ser un gran carismático que nos hacía trabajar, no un animador cultural. La ilusión pedagógica nos dice que podemos reemplazar el trabajo por el juego. De ahí el desastre. Hay que inventar nuevas formas de autoridad sin volver atrás como reaccionarios. Los pilares de la educación europea son griegos (por la cultura), judíos (por la ley) y cristianos (por el amor). Si damos el amor sin la ley, no funciona.

(...)
P. ¿Estar en el poder cambió su forma de pensar?

R. Podría decirle que descubrí los presupuestos, pero es más profundo. En Europa tenemos una nueva generación de líderes: Zapatero, Sarkozy, Merkel. Son jóvenes y seductores, pero son pragmatismo puro. Adaptarse a la globalización es necesario, pero insuficiente, es el medio, no el fin.

P. ¿Y cuál es el fin?

R. La primera globalización, la de la ciencia moderna, quería comprender el mundo para dominarlo. Con dos metas: ser más libres y más felices. La globalización actual no tiene un objetivo superior, sólo sigue la lógica del mercado, donde la competencia es un fin en sí mismo. Si un programa de televisión no tiene audiencia, desaparece. Nuestros móviles pesan menos pero nosotros no somos más felices. Avanzamos sin saber adónde y, además, no controlamos el proceso.

P. ¿Cuando un filósofo se hace ministro se vuelve más pragmático?

R. La experiencia más fuerte que tienes cuando llegas al poder es que no tienes poder. El proceso se nos escapa. Tenemos las apariencias del poder: coches, banderas... Como mucho, un ministro puede alegrar o fastidiar la vida de 300 personas, ahí se acaba todo. Si alguien moviera los hilos de la marioneta, como creen los militantes antiglobalización, estaríamos de enhorabuena. La lógica del mercado es anónima y ciega. Los políticos tienen ahora mucho menos poder que hace 40 años.

Luc Ferry, filósofo y ex ministro francés de Educación entre 2002 y 2004.

11 comentarios:

elpablo dijo...

crack!

Anónimo dijo...

La derecha sube al poder e incorpora socialistas a su gobierno, los ministros de Educación son filósofos... Va a haber que declararle la guerra a Francia, por hacernos quedar mal a los españoles :D

Ferran Esteve dijo...

Yo tampoco creo que haya una mano moviendo la marioneta, pero que "como mucho, un ministro puede alegrar o fastidiar la vida de 300 personas" me parece que es autoexculpar un poco su responsabilidad

Breixo dijo...

Luc Ferry representa lo más reaccionario del pensamiento europeo. Enemigo declarado del pensamiento 68 (término que él se inventó y Sarko resucitó en campaña electoral) y partidario ¡en Francia! de la guerra de Irak, ha escrito libros con títulos tan significativos como "Familias: os amo" de este mismo año.

Anónimo dijo...

Su ideología reaccionaria no implica error en todos sus razonamientos.
Si bien no comparto la mayoría de sus ideas, las que aquí se han expuesto en materia educativa son cuando menos interesantes, ya que abren un debate en torno, en nuestro caso y parece que en el de Francia, al mayor problema que sufre la sociedad española (y puede que europea), que no nos engañemos, es la educación (desde luego no lo es ni eta ni la inmigración ni la desaparición de la familia ni la desitengración de España).

Anónimo dijo...

Buenas. Pues yo he leído hoy la entrevista en el periódico y lo que me ha parecido es una colección de clichés. Sobre todo: "Nuestros móviles pesan menos, pero nosotros no somos más felices". ¡Menuda afirmación! Un Juan Goytisolo no lo habría dicho mejor. ¿Es que corresponde a la Tecnología hacernos felices? Evidentemente, no. ¿Corresponde entonces al Estado? Espero que tampoco, porque el siglo XX ha dejado sobrados ejemplos de ese peligro. Más bien, creo que la creación de un marco de moderado y, por ahora, parcial bienestar es suficiente logro de la modernidad; la felicidad personal, que se la busque cada uno. No vayamos a creer otra vez en utopías redentoras.

Anónimo dijo...

OT

Creo que no tiene razón, pero bueno...

http://es.noticias.yahoo.com/efe/20070612/ten-luis-alberto-cuenca-un-buen-comic-en-938c437.html

Anónimo dijo...

Esto está totalmente fuera de tema pero creo que es interesantes. Una entrevista a Frederik Peeters:
http://www.clubcultura.com/clubhumor/verespecial/558/frederik_peeters.html

Pepo Pérez dijo...

gracias, subido!

Pepo Pérez dijo...

por cierto, vm, se me olvidaba darte las gracias. ya está subido el tema.

santibilbo dijo...

Un filosofo de ministro es una boutade.Incluso los catedráticos suelen hacer aguas.En cuanto a la educación ,tiene razón