domingo, noviembre 18, 2007

UN PUÑETAZO SOBRE LA MESA

Fue en ese contexto en el que, el pasado verano, el príncipe Felipe sintió, según fuentes informadas, su paciencia colmada a raíz de una caricatura publicada en la revista satírica El Jueves sobre él y la princesa Letizia. Llovía sobre mojado. Don Felipe ya había tragado quina por la intromisión en la vida de su pequeña Leonor.

El Príncipe pudo estimar que su inmunidad legal se trocaba en indefensión.

La respuesta en este tipo de situaciones ha sido un tabú para la Casa del Rey. Primaba el criterio de mirar hacia otro lado. La Fiscalía, en el caso de la caricatura, interpretó que se deseaba una acción para poner límites. No es, como denunció el PP, que la Fiscalía metiera en un lío a la Monarquía. No. En la Casa del Rey algunos consideraron, según fuentes consultadas, que de vez en cuando puede ser inevitable pegar un puñetazo sobre la mesa. Y esa ocasión llegó con la caricatura sobre los Príncipes.

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Ernesto Ekaizer, hoy en El País

13 comentarios:

Javier dijo...

¿Pero esto es información o es opinión?

Anónimo dijo...

Esto es El País, doctor.

Daniel Vicente Carrillo dijo...

Bien por la condena a El Jueves, aunque me duele que les haya salido tan barata la propaganda. Nunca leo esa revista, que reúne lo más casposo del progresismo anticlerical y nihilista, que plagia sin gracia el estilo de Crumb y que emplea el humor para difundir la irracionalidad y el sectarismo. Sin embargo, cayó en mis manos un día, estando de actualidad el caso Arni, y no pude más que escandalizarme del trato burlesco y cruel que recibían tanto los acusados (cuya presunción de inocencia se vio confirmada más tarde) como las supuestas víctimas, los menores.

Puedo estar de acuerdo en que el Rey no presta ningún servicio valioso a la sociedad, como hemos podido comprobar en momentos cruciales de ésta y la anterior legislatura. Un Rey sin energía ni convicciones, que hace dejación del papel de árbitro que la Constitución le asigna, vividor y con cierto tufo a corrupción está de más.

Ahora bien, mientras España sea una monarquía la institución merece un respeto. Nadie toleraría que se hiciera una caricatura semejante del juez Bermúdez, por poner un ejemplo. Cualquier cargo no electo, precisamente porque no lo es y no debe rendir cuentas de su gestión ante los ciudadanos, requiere de una protección especial que preserve su dignidad de los envites de la opinión pública.

El chiste de El Jueves no sólo vulneró este principio, sino que también incumplió la ley, colocándose a un nivel parejo al de abertzales y panfletarios antisistema: el Gara chanante. Si aceptamos esta clase de transgresiones, ¿dónde pondremos el límite? ¿Es justo acaso encuadrar dentro de la libertad de expresión las manifestaciones ideológicas razonables y, al mismo nivel, las simples y llanas injurias? Ser auténticamente transgresor conlleva no achicarse frente a las consecuencias de tus actos.

A pagar, juevones.

Pepo Pérez dijo...

YA se ve que lees mucho tú El Jueves, lo digo por lo del Gara chanante. Se ve que has leído las portadas y viñetas con las que han despachado a ETA y aledaños. Pero vamos a tu meollo:

"Ahora bien, mientras España sea una monarquía la institución merece un respeto. Nadie toleraría que se hiciera una caricatura semejante del juez Bermúdez, por poner un ejemplo. Cualquier cargo no electo, precisamente porque no lo es y no debe rendir cuentas de su gestión ante los ciudadanos, requiere de una protección especial que preserve su dignidad de los envites de la opinión pública."

Con independencia de tu opinión, creo que deberías informarte mejor, jurídicamente hablando. Las personas públicas, de relevancia pública, que ejercen cargo público o autoridad pública, con independencia de si han sido elegidos por la ciudadanía o no (muchísimos altos cargos no son cargos electos por el pueblo, ¿y qué? ¿acaso por eso no se les puede criticar?), están PRECISAMENTE más sometidas a la crítica y sátira que el resto de los ciudadanos. Y su derecho a la intimidad, al honor y a la imagen se "debilita" (sic, cito al Tribunal Constitucional) más que el de los ciudadanos ordinarios frente al ejercicio de la libertad de expresión, derecho éste último que se considera habitualmente preferente porque es un pilar básico de la democracia en cuanto garante de una opinión pública libre y del pluralismo político. No lo digo yo, lo dice el Tribunal Constitucional en numerosas sentencias, si quieres te paso las referencias concretas. No sólo eso, ya que das por sentado que las injurias estaban tan claras en este caso. El ánimo de bromear (animus iocandi) propio de las viñetas y caricaturas suele excluir la intención de injuriar que se exige para condenar penalmente por injurias. También hay muchas sentencias penales que avalan esto. No es lo mismo criticar a una autoridad en plan serio (como hacen por ejemplo tertulianos, columnistas y periodistas) que publicar una caricatura en una revista satírica. El contexto es muy diferente.

Es decir, que el juez Bermúdez, el Presidente del gobierno o de una Comunidad Autónoma, un ministro o un alcalde, ellos más que los demás ciudadanos, deben soportar las críticas y sátiras. Menos, por lo que se ve, los miembros de la Casa Real. A todo esto, en otras monarquías parlamentarias tipo Reino Unido las críticas y sátiras sobre la Reina y la familia real son frecuentísimas y a menudo más salvajes que las de 'El Jueves' (el caso de UK es especialmente significativo).

Tampoco está dicho en ninún sitio, al contrario de lo que tú das a entender, que por ser cargos hereditarios los reyes deben permanecer al abrigo de toda crítica. En ninguna ley se dice eso, ni en la Constitución. De hecho, y volviendo al panorama comparado, en países como Dinamarca hace dos siglos (siglos, no años) que no se aplica el delito de injurias a la Corona. En otras monarquías como Reino Unido o Suecia ni siquiera existe protección especial para posibles injurias a la Corona, y se aplican las mismas leyes que para el resto de ciudadanos.

Por cierto, las funciones de árbitro y moderador del Rey jamás fueron ejercidas ni podría ejercerlas aunque quisiera porque, aunque se mencionan formalmente en la Constitución, la práctica constitucional (y los pactos de los partidos políticos en ese sentido) las desactivó. Todos los actos del Rey, por otra parte, necesitan el refrendo del Presidente del Gobierno o de un ministro competente por la materia.

En resumidas cuentas: que las autoridades públicas SÍ están bastante sometidas a la crítica, el chiste y la chanza. Todas menos, al parecer y a juzgar por esta sentencia, salvo la monarquía. Y que los chistes y caricaturas tienen a excluir el delito de injurias porque el ánimo es el de bromear y no injuriar, ofender o denigrar.

Por último, y ya que te parece tan estupendo que apliquen con contundencia el delito de injurias (cosa que me parece muy respetable aunque en casos como éste, y otros, yo no la comparta en absoluto), yo que tú me cuidaría de posibles querellas por injurias, lo digo especialmente por tu blog

http://antiqueer.blogspot.com/

Ya sabes, "la justicia es ciega", la ley se puede aplicar a todos, etc.

Pepo Pérez dijo...

Algunas referencias, de una Sentencia del Tribunal Constitucional:

“Es bien conocida la importancia que este Tribunal ha atribuido al derecho a la libertad de expresión, importancia ligada al dato de que no nos encontramos solamente ante derechos fundamentales de cada ciudadano, sino ante libertades que significan el reconocimiento y la garantía de una institución política fundamental que es la opinión pública libre, indisolublemente ligada con el pluralismo político, considerado como un valor fundamental y un requisito del funcionamiento del Estado democrático (por todas STC 12/1982, de 31 de marzo), y al hecho incontestable de que sin comunicación pública libre quedarían vaciados de contenido real otros derechos que la Constitución consagra, reducidas a formas hueras las instituciones representativas y absolutamente falseado el principio de legitimidad democrática que enuncia el art. 1.2 CE, que es la base de toda nuestra ordenación jurídico-política (por todas STC 6/1981, de 16 de marzo; en el mismo sentido SSTC 20/1990, de 15 de febrero, y 336/1993, de 15 de noviembre). La libertad de expresión aparece así como uno de los fundamentos indiscutibles del orden constitucional español, colocada en una posición preferente y objeto de especial protección.

(...)Las críticas del demandante de amparo, en la medida en que vayan dirigidas al Rector, afectan a una persona que tiene una obligación de soportarlas mayor que la de un ciudadano cualquiera: como declara la STC 110/2000, de 5 de mayo, FFJJ 3 y 8 “‘las personas que ostentan un cargo de autoridad pública, o las que poseen relieve político, ciertamente se hallan sometidas a la crítica en un Estado democrático. Pero … ello no significa en modo alguno que, en atención a su carácter público, dichas personas queden privadas de ser titulares del derecho al honor que el art. 18.1 CE garantiza’ (SSTC 105/1990, de 6 de junio, FJ 8; 190/1992, de 16 de noviembre, FJ 5; 336/1993, de 15 de noviembre, FJ 5, y 78/1995, de 22 de mayo, FJ 2)”, aunque, desde luego, éste “se debilita, proporcionalmente, como límite externo de las libertades de expresión e información, en cuanto sus titulares son personas públicas, ejercen funciones públicas o resultan implicadas en asuntos de relevancia pública, obligadas por ello a soportar un cierto riesgo de que sus derechos subjetivos de la personalidad resulten afectados por opiniones o informaciones de interés general, pues así lo requieren el pluralismo político, la tolerancia y el espíritu de apertura, sin los cuales no existe sociedad democrática”.

Anónimo dijo...

Ya digo, que este tipo de coñas le hacían más bien que mal a la institución... A ver con qué el soso Príncipe suscita alguna, por pequeña que sea, simpatía entre el personal si no es, indirectamente, por portadas como la denunciada...

Para Gara chanante, con perdón, la Cope.

Anónimo dijo...

Ostras, el Irich.

Anónimo dijo...

Vaya, Pepo, cualquier diría que eres jurista en vez de abogado.

Poco puedo añadir a tu comentario.

Quizás un par de cuestiones:

Irichc: ¿podrías explicar por qué los cargos electos no deben rendir cuentas ante los ciudadanos? cualquiera que detente una función pública está en última instancia al servicio de los ciudadanos, por tanto son responsables ante el pueblo soberano.

¿cómo se puede igualar una broma , por grosera y zafia que pueda ser, con quienes apoyan a un grupo terrorista? da la sensación que oíste hablar de "terrorismo cultural" y no entendiste muy bien la expresión.

"Ser auténticamente transgresor conlleva no achicarse frente a las consecuencias de tus actos."

¿En qué momento se han achicado los del Jueves? como tú bien dices, se nota que no has leído el interior de la revista

Anónimo dijo...

"que emplea el humor para difundir la irracionalidad y el sectarismo".
Y yo que pensaba que esa era la función de la Iglesia,

Anónimo dijo...

Lo del tipo este, el tal irich o como sea, es de risa... Buena intervención Pepo, lo debe haber puesto en su sitio. Al menos eso parece porque no ha respondido el chaval. Sólo viendo el nombre de su blog ya se puede intuir de qué palo va. En fin...
En definitiva, en demasiadas ocasiones quizá, las leyes son susceptibles de, primero, correcta aplicación (no siempre se emplea el mismo rasero medidor ni siempre se aplica a quien se debe y cuando se debe) y, segundo, de correcta interpretación (de ahí las grietas legales por las que se cuelan abogados avispados para conseguir una sentencia favorable).
Pero, al margen de leyes (hay veces que hay que -al menos- intentar saltárselas) y sobre todo en referencia al humor, TODO, absolutamente TODO es susceptible de reirse de ello. Que alguien se ofenda por esa chanza, burla o chiste tendría que ser su problema.
Esta sentencia sienta precedente para que la hasta ahora (y esperemos que por mucho tiempo) "inmunidad legislativa" de la libertad de expresión y de prensa, se siga deteriorando. Se comenzó con el rollete de lo políticamente correcto y toda esa mierda. Y ahora esto. Es el acabose...

Anónimo dijo...

Sí, es curioso ver al Irichc por aquí. Tengo dos de sus blogs normalmente a mano, merecen la pena, son toda una oda a la falacia reaccionaria, al trampantojo dialéctico y a la filosofía de trazo grueso. Unos castillos en el aire muy entrenidos. Estaría bien que respondiese, Pepo es de los que entra al trapo siempre, con cuerda e hipervínculos para rato. Bendita ociosidad lúcida la de los profesores universitarios.

Anónimo dijo...

"entrenidos": "entretenidos"

Anónimo dijo...

Andresillo, mejor que no. No tods somos profesores universitarios y ya que tenemos poco tiempo libre, no merece la pena gastarlo con gente de esta manera, hombre. :)