A VECES SE COMPARA EL CÓMIC Y EL CINE
Siempre estoy hablando de lo que se denomina historieta de autor, es decir, existe la historieta comercial que está dirigida, desde un ámbito editorial, en todos sus pasos de creación y la historieta de autor que se vende mucho en ese ámbito comercial y, a mí, me gustaría hacerlo porque las historias que yo suelo hacer no se venden mucho. Bueno, ni mucho ni poco, pero no muchísimo como a mí me gustaría que pasara. La narración por imágenes que sería, definitivamente, la denominación que yo le daría a esto, no significa, necesariamente, que las imágenes estén en movimiento, para eso tenemos el cine. A veces se compara el cómic y el cine pero sólo con la intención de atribuirle prestigio, cuando por sí solo se basta para defenderse perfectamente. Hay una característica esencial en el cómic que no es cinético sino estático, en el nexo, entre una imagen y otra, quien lee es un lector y este será quien ponga el movimiento. El movimiento es la lectura y el esfuerzo mínimo del lector que, además debe poner las voces de manera mental. Lee texto a la vez que lee imágenes decodificando dos tipos de narración, cada lector selecciona el primer nivel de lectura ya sea uno u otro. No obstante, el primer plano es el de la imagen, aunque hay lectores que consideran éste como algo supeditado al texto.
(...) El guionista de historietas siempre está en la sombra, aun cuando no hay textos, el desarrollo de la acción, la descripción, la puesta en escena, llega traducida por un dibujante. La mayor parte de las veces bastante de la información dada por el guionista aparece transformada por el dibujante. Yo trabajo con un esquema muy claro, cinematográfico, realizo descripciones muy precisas de primeros, segundos, terceros planos, mediante puntuación secuencial, es decir, secuencias narrativas. Esto Muñoz lo respeta al máximo, pero otros dibujantes, como Igor, lo destroza, directamente, lo deshace y realiza otra cosa. Las historias que he realizado con este último o con otros autores como Solano López u Óscar Zarate son coautorías, realizadas al cincuenta por ciento, discutiendo el desarrollo de la acción y los diálogos. Un debate continuo.
(...) Nuestro Alack Sinner fue el primer personaje de historietas que vomitó y orinó en un cómic. En Italia esto creo unos disturbios tremendos y hubo un juicio de Acción Católica contra la revista Linus que lo publicaba. Esta publicación de capital comunista fue agredida desde los foros católicos con la insinuación que los comunistas enseñaban sus vergüenzas más repugnantes en una revista para niños. Trabajábamos muy lentamente rehaciendo páginas una y otra vez y retocando mil veces los guiones. El año que realizábamos 75 páginas era un año heroico, era muy trabajosa nuestra manera de elaborar. Nuestro personaje fue envejeciendo igual que sus creadores con sus arrugas, canas y necesidades como la de usar gafas o dentadura postiza. Se tiene a Sinner como un héroe y no lo es, también como un antihéroe y tampoco lo es, solo es un ser real que vive situaciones más o menos reales.
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Carlos Sampayo, en 68 Revoluciones
(vía Entrecomics)
3 comentarios:
"A veces se compara el cómic y el cine pero sólo con la intención de atribuirle prestigio, cuando por sí solo se basta para defenderse perfectamente"
"Yo trabajo con un esquema muy claro, cinematográfico"
Tsk, tsk...
SÍ, yo también me he fijado.
"Nuestro Alack Sinner fue el primer personaje de historietas que vomitó y orinó en un cómic"
¿Seguro? ¿Y el underground? ¿Y Ja?
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