martes, agosto 21, 2007

MIS HISTORIAS HABLAN DEL AMOR Y DE LA BELLEZA


Cuando comenzaba con su carrera profesional como mangaka, ¿cuál era su percepción de su trabajo hacia los lectores? ¿Pensaba que podrían ir dirigidos hacia un público más joven?

Debuté hace 35 años sin pensar en que mis obras podrían ir dirigidas a un niño o no, aunque ésto ya no es así. Mis mangas tienen aspectos muy grotescos incluso para Japón. Pero detrás de estos elementos se encuentran sentimientos tan puros como la amistad o el amor. A pesar de que parecen historias grotescas, hablan del corazón humano, de la belleza, todo ello frente a esa aparente violencia. Es un aspecto del ser humano más allá de razas o nacionalidades.

Dibujo mis obras con este anhelo y creo que si leéis hasta el final es posible llegar a esta percepción. Aunque es cierto que en la mayoría de los casos percibo que mis obras no deberían ser leídas por niños.

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Hideshi Hino, entrevistado en Animangaweb.

(visto en Entrecomics)

Por cierto que el titular que he elegido para postear este extracto no contiene ni un ápice de ironía, por mucho que contraste con la viñeta que lo ilustra. Entiendo a qué se refiere Hino y veo en su obra lo mismo que él quiere expresar. El arte y el lenguaje poético a menudo son paradójicos, exactamente como la mente humana, aunque algunos no sean capaces de entenderlo por muy evidente que pueda resultar a veces. Y es que hay que decirlo más:

DEFICIENTES EN LA COMPRENSIÓN DE SÍMBOLOS

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Más: entrevista a Hino en The Comics Journal

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No se si viene mucho al caso, sobre todo después de haberme leído el post de Savater y sus comentarios, que me han dejado con la cabeza en otra parte, pero Hideshi Hino me causa cierta frustración. Me sorprende mucho su manera de encajar ese trazo aparentemente inofensivo con semejante nivel de truculencia, le estimo como el sobresaliente poeta que es y, como suele reiterarse en todos los artículos y hojas de promo, como uno de los grandes maestros del horror, pero, con todo, creo que los desarrollos de sus historias, sobre todo sus finales, a veces dejan que desear. Transmite sus ansias de trascendencia con mucha menos fuerza que las sensaciones: nítidas, nauseabundas, tremendas y, ahí sí, trascendentes. Por momentos empaña la profundidad con la que se adentra en la inmundicia y unos planteamientos del todo sugerentes con tosquedades que no vienen al caso, y da un poco de rabia. Hino dibuja cerca del abismo e imagino que si sigue la lógica lineal con la que se suelen contar las historias, es decir, si busca un climax, ha de dar un paso más y ahí el tío siempre se sale por la tangente con unos sinfónicos viajes astrales muy poco potables. En mi opinión ganaría más si no diera ese paso, si se quedara regocijándose en sus perfectas imágenes de horror. Pierde fuerza al abrir espacios en la claustrofobia creada, vaya. He de subrayar que de lo publicado en España no he leído ni “Criatura Maldita” ni “El Niño Gusano” y no se cuando lo haré, porque “Panorama Infernal” me ha quitado las ganas de seguir que me dio “La Serpiente Roja” (que de las leídas es, no casualmente, la que más se recrea en las sensaciones y tiene el final que menos lo es: muy recomendable). ¿Alguien comparte esta impresión?

Anónimo dijo...

Menudo párrafo que he largado, afortunadamente poca gente lo leerá teniendo en cuenta lo abajo que está esta entrada (JEJEJE).

Pepo Pérez dijo...

pues al final te he leído, y sí, a mí, comparto algo de tu impresión. Me gusta Hino aunque no me entusiasma. Me deja insatisfecho, como si no llegase a todo lo que promete o pudiera llegar.