jueves, diciembre 27, 2007

THE UNFUNNY PAGES


El escritor e historietista Ted Rall opina sobre las colaboraciones de luminarias indies en el suplemento The Funny Pages del New York Times (BUILDING STORIES de Chris Ware, MISTER WONDERFUL de Daniel Clowes, LA MAGGIE LA LOCA de Jaime Hernandez, etc.) y, básicamente, las pone a parir. De Ware dice que salvo que tengas en cuenta "la falsedad, la falta de argumento y la angustia generalizada, en su BUILDING STORIES no sucede nada". Añade que los globos de diálogo de Ware eran "tan pequeños que muchos los confundieron con una evidencia de su desprecio por el lector". Y que los que consiguieron una lupa "aprendieron la triste verdad: igual que Michael Stipe farfullaba sus letras en los primeros R.E.M., la hiper-reducción de Ware fue un intento de ocultar su incapacidad para escribir diálogos".

Sigue Ted Rall más adelante: "Pasaron siete meses" (...) "La decepción dejó paso a la apatía. Enseres fijos del pequeño mundo del "cómic artístico" como Jaime Hernandez, Seth y Megan Kelso continuaron con sus novelas gráficas serializadas. MISTER WONDERFUL de Daniel Clowes pisaba territorio habitual del cómic artístico: chico nada atractivo conoce a chica desaliñada, chica insegura conoce a chico que se-mira-los zapatos, y el lector reza para que Al Qaeda vuele el café" donde estaban.

Y añade:

For whatever it's worth, Clowes' entry is the best of a crapulent lot. The life of an artist is a lonely one, sometimes it's hard to get laid, people are mean to dorks. Who cares?

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(vía The Beat)

10 comentarios:

Anónimo dijo...

MUy interesante y argumentado el artículo. De chris ware o los hernandez apenas he ojeado una par de cosillas, por lo que no puedo opinar. Respecto a clowes o charles burns y autores semejantes, estoy de acuerdo en la apreciación, son profundamente tristes, desalentadores, sin un atisbo de humor o un humor tan negro que resulta indigesto. Personalmente no me van, estan bien dibujados pero no me aportan nada interesante, mi adolescencia tambien fue una etapa compleja pero enriquecedora, el mundo no es solo una mierda. Seth me gusta más, porque es más real y creible y sus atmosferas son tristes pero con un punto de melancolía. En definitiva creo que no se debe olvidar el origen del comic que es el humor, la ironía, la crítica y la diversión. Un saludo y felices fiestas. Miguel

Pepo Pérez dijo...

Bueno, puesto que Ted Rall se refiere específicamente a las colaboraciones para el NYT, yo me limito a opinar sobre eso. De hecho, creo que todos los autores aludidos tienen obras extraordinarias al margen de esta colaboración puntual para el NYT. La cuestión más bien podría ser que por qué cuando los autores del gueto cómic tienen la oportunidad de acceder al público general producen cosas tan por debajo de su capacidad (el caso de Clowes en el NYT me parece especialmente sangrante). Creo que no es un fenómeno exclusivo ni de los autores indies o arties ni de los americanos. Basta recordar otros casos similares en Europa y España. Y esto... ¿por qué?

Anónimo dijo...

Quizá porque cuando se enfrentan a un público "de masas" sientan la necesidad de hacerlo asequible para todo el mundo y ahí la cagan porque no producen ni chicha ni limoná. Quizá cuando dibujen para el público que consideran "habitual", no se sientan tan presionados y hagan lo suyo con mayor libertad creativa... No sé...
El caso es que -como dices tú, Pepo, al margen de las grandes cosas que han hecho todos los citados- lo del NYT, a lo mejor porque es "más de lo mismo" o "rizar el rizo" desprenda ese tufillo que bien podría resumirse en los párrafos de ese tal Ted Rall. Hay veces en que, pese a que me intento engañar cuando me pillo desprevenido, me da por pensar cosas de esas. Precísamente las últimas veces que recuerdo fueron con las últimas cosas de Ware, Clowes y Jaime Hernández para el NYT... Me resulta dificil admitir algo así, ya que son tres de mis creadores preferidos, pero qué se le va a hacer...
En cambio "Death ray" me pareció cojonudísimo (ok, es del 2004). Pero con lo del NYT, joder... Es que hasta me jode pensarlo.
Aunque si hablamos de los dibujantes "indies" yankis, no me parece que ocurra con todos ellos. Las últimas historias de, por ejemplo, Beto Hernandez son una maravilla.

Pepo Pérez dijo...

THE DEATH-RAY es para mi gusto lo mejor que ha hecho Clowes, su obra maestra. Por eso digo, que al lado de eso (o de GHOST WORLD) lo del NYT parece hecho por un imitador de Clowes, una parodia de sí mismo. No sé, es como si tuviesen miedito de cagarla, o pensaran demasiado -como tú dices- en "llegar" al gran público y ser "entendidos"...

"Las últimas historias de, por ejemplo, Beto Hernandez son una maravilla."

a cuáles te refieres, las que ha hecho para Vertigo por ejemplo? Porque en el NYT no ha publicado Beto, corrígeme si me equivoco.

Anónimo dijo...

Supongo que se refiere a "pereza". Lo de Vertigo no me pareció muy memorable...
Saludos.

Anónimo dijo...

No, lo de Vértigo no estaba muy bien...
Tienes razón, Pepo, el NYT no ha publicado a Beto. Me refería, sí, a "Pereza", pero más todavía al último tomo de "New tales of old Palomar" y a "Chance in hell". No se han publicado en castellano todavía, pero si leeis inglés os las recomiendo encarecidamente...

Con respecto a la crítica de Ted Rall, añadir una cosa: a veces estoy de acuerdo con lo que dice, sobretodo cuando se refiere a los autores citados y a las últimas historias publicadas en el NYT... Comprendo que haya quien esté cansado de ver al depresivo autocompasivo clásico de Clowes y que le encantara ver cómo vuelan de un pepino el café donde va a citarse a ciegas con quien sea. O que haya quien se agobie con las últimas tendencias del diseño de página de Ware... Pero no comparto para nada la "idea general" de la crítica. Parece que este tio reivindique la simplicidad en el cómic, pero no entendida como sencillez, o síntesis gráfica o concreción narrativa... Le gusta que un cómic le "divierta". Parece que reivindique que el cómic tiene que ser un lenguaje (sólo) para las masas. Como él mismo dice, cuando alguien no entiende un cómic es porque el autor ha fracasado, no porque el lector sea imbecil... Eso es una majadería.
El lenguaje del cómic es ilimitado. No comprendo por qué no puede haber alguien que disfrute contando la sórdida cotidianeidad de un "rejected" fracasado o dibuje un puzzle intrincado en el que la peripecia practicamente no exista... En el cómic tiene cabida absolutamente de todo (gracias a dios) y, si, puede ocurrir que un autor fracase en su propósito como puede ocurrir que un lector no entienda una historia porque sea un gilipollas terminal.
En ese sentido el cómic tiene la misma amplitud de registro que pueda tener la literatura o el cine: hay para todos los gustos. El tal Ted Rall -me da la impresión- es de los que denigra ciertas tendencias y ensalza otras para quitarse de encima "el muerto de la profundidad" (como se decía con gran acierto hace tiempo en un post en este mismo sitio hablando de la cultura basura).
Un cómic no es SÓLO para "divertirse". Es evidente de qué pie cojea cuando habla de la incapacidad para esperar semana tras semana para leer el siguiente capítulo de la historia. La inmediatez, la urgencia de gran parte de los medios de propagación de cultura es tan acaparadora, que produce este tipo de pensamiento.
Pero no es de extrañar en alguien que le concede más valor a Gary Larsen que a Windsor McCay.
Aunque, repito, con todo esto no quiero decir que no comparta esa "sensación" con las obras citadas. Pero, eso sí, por otros motivos.

Pepo Pérez dijo...

Te entiendo perfectamente, y estoy completamente de acuerdo.

Pepo Pérez dijo...

Además, es que dar a entender que LITTLE NEMO "no es divertido" porque es "high art" (mientras que Gary Larsen es hilarante) es una chorrada como la copa de un pino. LITTLE NEMO no le parecerá divertido leído un siglo después a Ted Rall, pero en su momento lo era para un gran público. Y no sólo eso, en su momento (con el cine dando sus primeros pasos y el cine animado aún por desarrollar) LITTLE NEMO estaba concebido precisamente con ese propósito, el de divertir, entretener y ofrecer una especie de "carrusel de feria" impreso, no el de estar en un museo o aparecer en el catálogo de MASTERS OF AMERICAN COMICS un siglo después, cosa que ha sucedido sólo por el talento y creatividad que derrochó McCay en su afán de "entretener" al lector.

Anónimo dijo...

Exactamente...
Pero ya sabes que hay snobs para los que apretar una vuelta más a la turca es una necesidad cotidiana... y ahora, al parecer, esa vuelta de más es el regreso a la consideración de los "cartoons" dentro de un canon marcado por cierto "purismo" abstruso...
Yo no soy de los que pretende que el cómic se desarrolle por los mismos derroteros por los que lo ha hecho el arte contemporaneo (que incluso ha llegado a suplantar a la reflexión filosófica más alta -para algunos). Pero sí creo que es un lenguaje abierto hasta las últimas consecuencias y que lo extraordinario de él es que se puede presentar todo junto en una misma historia: simpleza y diversión infantiloide y reflexión dadaista (por ejemplo), desilusión y abatimiento conceptual junto a belleza y esperanza en la creatividad... No sé...
A Ted siempre le quedará el pato Donald...

El Miope Muñoz dijo...

Si, esto de referirse al high art con esta bobada, en fin ¡todavía estamos en estas! El cómic es un medio de expresión. Ay, la escritura también ¿NO? Oiga suscribo todo lo dicho en estos comentarios, no me pondré a redundar solo a pensar eso de que si la escritura es más importante que el dibujo o soy yo que, ejem, le parece que Mr. Rall anda un poco perdido en esto.