DEJAS DE SENTIRTE MIEMBRO DE ESTA VERSIÓN DE LA REALIDAD.

La experiencia en sí es indescriptible, pero después dejas de sentirte miembro de esta versión aceptada de la realidad. Básicamente, vienes de otro planeta. Usas el antiguo lenguaje para comunicarte con la gente, pero definitivamente ves las cosas como si vinieras de algún otro lugar. Ir a trabajar tras una noche de LSD era como bajar de Marte a la Tierra. Era duro. La gente se quedaba mirándome, decía, “Crumb, ¿qué pasa contigo? ¿Qué te pasa? ¿Qué te pasa?” Yo decía “Nada, nada”. “Se te ve raro. ¿Qué sucede?” Así que el funcionamiento normal de la sociedad se hacía muy extraño: ir a trabajar, bregar con las cosas que la gente se toma muy en serio, las cuales para ti ya eran obviamente sólo un montón de juegos tontos que no significaban nada.

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R. Crumb, sobre cuando empezó a tomar LSD a mediados de los sesenta, entrevistado por Gary Groth para The Comics Journal en 1988. El trabajo al que se refiere era el que tuvo en dos periodos de su vida en una empresa de tarjetas de felicitación, la American Greetings Corporation. El dibujo de abajo es de 1965, de su cuaderno de bocetos.