SILENCIO, RECUERDOS Y SARKOZY
Hechas ya las reflexiones oportunas sobre el Salón del Cómic de Barcelona, toca enfrentarse a la dura realidad de una pila de tebeos que alcanza una altura ciertamente amenazante. Determinar por dónde se comienza no es decisión baladí, al contrario. Una mala elección puede suponer una decepción que arruine las ganas de seguir leyendo o, peor, que se origine un derrumbe fatal de la montaña de novedades, con el peligro de quedar asfixiados bajo toneladas de tebeos. Fallecimiento feliz para un vicioso de la historieta, todo sea dicho, pero que no deja de formar parte de las maneras más estúpidas de encontrarse con la guadaña.
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