lunes, enero 02, 2006

LA TAREA DEL HÉROE

Héroe es quien logra ejemplificar con su acción la virtud como fuerza y excelencia. En esta definición la mayoría de los términos no pueden ser conceptualizados rigurosamente, sólo pueden ser descritos de modo narrativo, por medio de cuentos o mitos alusivos; guardarán hasta el final su esencial ambigüedad, y es preciso que así ocurra, si no queremos pecar a la vez contra la honradez científica y poética. En el terreno de la ética, todo lo que no es ambiguo -todo aquello cuya lectura pretende ser inequívoca- es dogma eclesiástico o código penal;


el procedimiento narrativo, por su parte, también tiene truco, pero lo confiesa de antemano y está dispuesto a desmentirse en su camino cuanto haga falta para que el truco nunca se olvide del todo... y por otra parte siga funcionando.

¿Cuál es la ilusión que la ética narrativa pretende resguardar o propagar? La confianza en que la acción humana está abierta a lo posible tanto como condicionada por lo necesario (...); la creencia mítica en que la sensiblidad (o sensualidad) y la racionalidad humanas bastan para fundar, mantener y transformar los valores y normas que regulan la vida de los hombres; la obstinación en defender lo que exalta jubilosamente al hombre y le hace sentirse más firme y más libre.

(...) En el héroe se ejemplifica que, realmente, la virtud es fuerza y excelencia, es decir, el héroe prueba que la virtud es la acción triunfalmente más eficaz. (...) A la virtud -que etimológicamente viene de vir, fuerza o valor- se le reconoce una eficacia excelente, pero tal reconocimiento teórico y edificante está constantemente desmentido por la acumulación de fracasos concretos de la conducta virtuosa que cualquier puede constatar en la vida cotidiana. (...) Y es que la virtud, como lo más propiamente humano, debe triunfar o ser rechazada; el hombre quiere vencer, porque lo que no vence está ya como muerto y "nada peor que estar muerto antes de morir", según advirtió Séneca. (...)

Hay otra posibilidad, sin embargo, de ver a la virtud como vencedora contra la inercia viciosa del mundo: la proeza del héroe. Allí la virtud no sólo no fracasa, sino que cobra su sentido, es decir, manifiesta por qué es considerada como virtud: el héroe no sólo hace lo que está bien, sino que también ejemplifica por qué está bien hacerlo. La mayoría de hombres acatan las virtudes como algo ajeno, impuesto, en buena medida convencional y, por tanto, discutible: pero en el héroe la virtud surge de su propia naturaleza, como una exigencia de su plenitud y no como una imposición exterior. El héroe representa una reinvención personalizada de la norma.

(...) El héroe es quien quiere y puede. Dejemos por un momento aparte toda nuestra poética moderna del fracaso, la melancólica glorificación de la derrota como dignidad ante lo ineluctablemente adverso (para Hermann Melville, por ejemplo, "sólo cuando un hombre ha sido vencido puede descubrirse su verdadera grandeza"); ser derrotado -querer y no poder, poder pero no lograr querer- es lo fácil; lo difícil es triunfar, querer y poder. En la actividad victoriosa, lograda, reconocemos nuestra independencia relativa de lo necesario y nuestro parentesco con los dioses, con lo que forma el sentido del mundo. Los ejemplos heroicos inspiran nuestra acción y la posibilitan: cuando actuamos, siempre adoptamos en cierto modo el punto de vista del héroe y nada lograríamos hacer si no fuera así. Por ridículo que sea exteriorizarlo enfáticamente, todo hombre sano y cuerdo, activo, vive alentado por la saga de sus hazañas y es noble y acosado paladín ante su fuero interno. No es incompatible este saludable delirio con la lúcida visión de nuestra condición menesterosa, sino que es en parte corregido por ella, pero en parte sirve para corregirla. Alguien tan antiheroico como Pascal, hablando de una religión tan (aparentemente) antiheroica como el cristianismo, tuvo que admitir: "el cristianismo es extraño; ordena al hombre reconocer que es vil e incluso abominable, y le ordena querer ser semejante a Dios. Sin tal contrapeso esta elevación le volvería horriblemente vano, o este rebajamiento le volvería horriblemente abyecto.

EL REINO DE LA AVENTURA

El mundo del héroe es la aventura; en ella hay que buscarle y allí alcanza la plenitud de su perfil. Por supuesto, todo puede ser aventura, pues ésta resulta en buena medida de una disposición subjetiva favorable; Chesterton cuenta en su biografía cómo recorría Londres envuelto en su capa y empuñando su bastón-estoque, con una ferviente vivencia aventurera aunque externamente nada fuera de lo normal le ocurriese, y Julio Cortázar narra en una de sus historias de cronopios la portentosa odisea del valiente que abandona una tarde su butaca, desciende la escarpada escalera, desafía el tráfico de la calle, viaja hasta la esquina, compra el periódico y, navegando contra viento y maream retorna triunfalmente al sillón su de Itaca. Del mismo modo, las peripecias objetivamente más arriesgadas pueden ser vividas de modo rutinario y hasta con fastidio: no es imposible el bostezo del cazador profesiona ante el león... (...) Tres rasgos principales pueden señalarse como señales que acompañan y anuncian la aventura:

a) La aventura es un tiempo lleno, frente al tiempo vacío e intercambiable de la rutina. Como dictaminó John Donne, "nadie duerme en el carro que le lleva al patíbulo"; del mismo modo, nadie vive las horas del riesgo o del amor con el laxo desinterés con que transcurre la medida isócrona de la oficina. (...)

b) En la aventura, las garantías de la normalidad quedan suspendidas o abolidas. Vivimos sustentados por certezas que no nos requieren, pero que nosotros sí requerimos y resguardados por frágiles mecanismos que defienden nuestra tranquilidad. (...) Con vivir un papel o grupo de papeles socialmente nítidos y garantizados, podemos afrontar todas las perplejidades de nuestra conservación. Pero en la aventura nadie puede decidir de anteamno cuál es el comportamiento correcto que requiere la ocasión (...)
Los objetivos de la aventura no suelen ser discretamente graduales ni las recompensas que en ella se proponen son de naturaleza habitual o lícita: todo en ella tiene el sello de la intensidad, del esfuerzo, de la sorpresa, de la pasión, del tesoro...

c) En la aventura, siempre está presente la muerte. Por supuesto, pudiera decirse que tal asistencia nunca falta a ningún evento humano, pero en el caso de la aventura la presencia de la muerte no es ocasional, sino esencial: la muerte es lo desafiado, aquello cuyo testimonio de autenticidad aventurera se requiere. Es precisamente este protagonismo de la muerte lo que diferencia a la aventura del juego, o bien lo que convierte ciertos juegos en aventuras. La medicina de la inmortalidad crece precisamente allí donde todo puede matar; y el aura ultravital del héroe aventurero (tal es el caso del guerrero, del alpinista o del torero) es la de quien se ha frotado frecuentemente con la vida y ha obtenido de ella vacuna y no contagio. En verdad, el aventurero no se juega la vida, pues es ésta precisamente lo que pretende ganar de modo reafirmado y merecido: se juega la muerte, el lote inevitable de la cotidianidad anestesiada, la permanente coartada de lo que impone su mediocridad sin peligro y abomina del arriesgado esplendor.
________
Fernando Savater, LA TAREA DEL HÉROE, págs. 111-115, Taurus, 1983. Los subrayados en negrita son míos.
Imágenes: viñetas y portada de EL REGRESO DEL SEÑOR DE LA NOCHE, Frank Miller, Klaus Janson y Lynn Varley, 1986 (Zinco; Norma).

31 comentarios:

Pepo Pérez dijo...

¿La "realidad" de ALACK SINNER o la del SEÑOR JEAN? ¿de qué "realidad" hablamos, Álvaro? ¿Eso es "realidad"?

"¿tengo que ponerme a leer vidas de santos? Que más virtuosos que ellos, ninguno."

No tienes que ponerte a leer nada, Álvaro, eso es asunto tuyo. De lo que se trata es de demostrar que un relato heroico suele ser ambiguo, y desde luego debe serlo para ser bueno, y desde luego los de Miller lo son. Se trata de demostrar que estás equivocado cuando hablas de "regusto fachosete" en una obra épica e irreal y bigger than life como la de FM, tan de épica clásica actualizada al gusto contemporáneo.

Se trata de recordar la diferencia entre la ética y la ideología política. Y que los relatos heroicos se suelen mover en parámetros de ética, como los de FM, y no de ideologías concretas. Y que sus héroes son modelos simbólicos, no literales. Y que como tales modelos simbólicos, sirven precisamente para poner a prueba la moral de cada uno, para hacernos pensar qué hay y qué no hay de ellos en nosotros. En definitiva, los héroes nos sirven para vivir.

De todos modos, hay vidas de santos muy interesantes, Álvaro. Ahora Ray Loriga va a estrenar su película sobre la vida de Santa Teresa. Pero no se trata de entender la virtud (que viene de vir, fuerza o valor) como modelo literal.... No, no es eso. NO se trata de IMITAR al héroe literalmente, por dios, eso es lo que está explicando Savater. Se trata de ver qué hay del héroe en nosotros, y por qué sus aventuras nos inspiran para vivir nuestra vida, sí, tan poco heroica y tan poco aventurera. Se trata de inspirarnos para echarle fuerza al toro, coraje y valor a la vida.

"Yo seré rarito, pero me interesa más ese tiempo de la rutina. Porque es el tiempo de la realidad.
No quiero evadir de él con la aventura. La realidad me parece tan fascinante que me atrae mucho más."

Pero es que la aventura en la ficción no es más que una metáfora de la vida. En el relato heroico, la vida simplemente se sublima y se transforma metafóricamente en aventura, pero es lo mismo. ¿De qué sino está hablando, a un nivel humano, LA ODISEA de Ulises? De la vida.
Es que la vida corriente ES, de hecho, para cualquiera, una aventura. Aunque tú te empeñes en negarlo porque, supongo, no lo sé, no va con tu ideología o con tus prejuicios. La vida siempre ha sido una "aventura" para todo ser humano y lo será: porque nadie escarmienta en cabeza ajena, porque venimos al mundo solos y nos vamos solos, porque las cosas importantes de la vida vienen por sorpresa, porque nos equivocamos, porque vivimos siempre con miedo. Normal, cómo no vamos a tener miedo. Sabemos que nos vamos a morir.

Y de eso se trata, sobre todo, en el mito heroico. De que nos den fuerza para echarle valor (vir: valor, fuerza) a la vida , y así vivir con el menor miedo posible. "La felicidad es la ausencia de miedo", decía el otro día Punset en la tele. Esto es.

Anónimo dijo...

Palabras mayores, lo de Savater.

(Hay edición barata reciente de la mano de Destino y también imagino que en bibliotecas públicas sea fácil de encontrar...)

Cierto, Álvaro, no es más que uno de los argumentos posibles, el de la realización del héroe. Y, luego, aparte, está la cuestión, y el cuestionamiento, de la realización del lector en o por medio de el héroe. Lo que tiene de instrumental, de válvula de escape. Lo justificable o no de ello en uso y abuso. O si todas las narraciones de una peripecia heroica son artística o literariamente válidas e intercambiables. Pero, vamos, en cuanto a lo concreto de lo que trata el texto de Savater... yo lo suscribo totalmente. (Cambien `virtud´ por `valores´ en el sentido que le damos últimamente al término y verán más claramente a qué alude el autor.)

Un saludo.

Víctor Manuel dijo...

Como alguien que mira desde fuera del mundo de los cómics me sorprende mucho la profundidad con la que muchos de ustedes entienden este género -- y veo los mismos elementos de otras ficciones de orden más académico en el mundo literario.


Ver mi Libro abierto

Pepo Pérez dijo...

Pues claro, Víctor. Es que hay cómics que tienen esa profundidad. Para esto y para más.

Pepo Pérez dijo...

"Yo seré rarito, pero me interesa más ese tiempo de la rutina. Porque es el tiempo de la realidad.
No quiero evadir de él con la aventura. La realidad me parece tan fascinante que me atrae mucho más."

Álvaro, ahora que tengo otro hueco, más. Veamos. El héroe tiene muchas caras y viste muchas ropas, y más desde la ficción moderna, a partir sobre todo del XIX y del XX. Entonces, es que SINNER es un héroe, sólo que al gusto o sensibilidad de su época. Lo mismo Corto Maltés, lo mismo incluso el Señor Jean, que es un héroe costumbrista que nos refleja a todos nosotros de un modo más digamos literal, aunque no menos idealizado que otros. Señor Jean Es héroe al fin y al cabo, sólo que al gusto de un cómic slice of life de los noventa. ¿Y por qué es un héroe? Pues porque héroes (cotidianos y corrientes) lo somos todos. La figura heroica no es más que una sublimación, a veces épica si así se quiere, y por tanto mitificada y etcétera, de cualquier persona. Por eso el héroe habla de todos nosotros, por eso nos es tan importante. Sí, incluso para ti, aunque por educación -supongo- quieras rechazar su figura. No importa, no pasa nada. El héroe no es algo "malo" ni peyorativo, puesto que somos nosotros. Tú eres un héroe de tu propia vida, cada uno lo es de la suya propia. O debe intentar serlo, mejor dicho.

Por eso decía que de qué "realidad" hablabas.
Si no te he convencido, te pego un párrafo íntegro (y que antes corté para ahorrarme picarlo) que he subido al post, de la página 111 del mismo libro de Savater:

"El mundo del héroe es la aventura; en ella hay que buscarle y allí alcanza la plenitud de su perfil. Por supuesto, todo puede ser aventura, pues ésta resulta en buena medida de una disposición subjetiva favorable; Chesterton cuenta en su biografía cómo recorría Londres envuelto en su capa y empuñando su bastón-estoque, con una ferviente vivencia aventurera aunque externamente nada fuera de lo normal le ocurriese, y Julio Cortázar narra en una de sus historias de cronopios la portentosa odisea del valiente que abandona una tarde su butaca, desciende la escarpada escalera, desafía el tráfico de la calle, viaja hasta la esquina, compra el periódico y, navegando contra viento y maream retorna triunfalmente al sillón su de Itaca. Del mismo modo, las peripecias objetivamente más arriesgadas pueden ser vividas de modo rutinario y hasta con fastidio: no es imposible el bostezo del cazador profesiona ante el león... (...) Tres rasgos principales pueden señalarse como señales que acompañan y anuncian la aventura:"

Anónimo dijo...

Bueno, oigan, pero es que a lo mejor el amigo Álvaro, enlazando con otro de los temas recientemente tratados por aquí, hace bien cuando advierte, antes de emitir su juicio, que no se considera a sí mismo un crítico, entre otras muchas cuestiones, quizá, por no estar dispuesto a dejar a un lado sus gustos y sus inclinaciones personales a la hora de valorar cualquier obra (ni falta que hace que lo haga, y menos aun en su página personal de acceso gratuito, si es que no lo desea, vaya).

Un saludo.

Pepo Pérez dijo...

Pero es que Álvaro sí se definió como un crítico, Alfred.

"Pepo, que te aceleras de nuevo. ¿Dónde he dicho que yo no acepte que soy crítico? Sólo estoy intentando defender una postura que apuesta porque la crítica de tebeos en España está a años luz de lo que debería ser. Y yo el primero.
Sí, soy crítico de tebeos. Es verdad, lo acepto y no me produce ningún dilema moral. Pero si me quedara ahí, viendo el título de "crítico de tebeos" enmarcado bien bonito sería un gilipollas. Y mucho más si me quiero poner la medalla de ser "crítico". Porque no es así. Porque soy el primero al que le falta todavía mucho que conocer para poder ejercer una crítica como Dios manda. " (A. Pons)

Además, yo le he citado antes no sólo de su blog, sino de un artículo suyo, impreso, en una publicación que no se regalaba ni era gratis, NOVENO ARTE.

Aun así, qué más da eso, ésa no era la cuestión. Álvaro hará lo que le plazca, por supuesto, no lo que yo lo le diga que haga, algo que tampoco estoy haciendo. Y bien que hace, claro.
Todo empezó con el primer comentario de Álvaro en el post "sobre la lista de" Toni, con eso de:

"Y no crees que con post de este tipo estás siendo terriblemente agresivo con los gustos de los demás?
Tú mismo has empezado un juego con el que te has atrapado, porque cuando se han tocado tres tebeos que no te gustan, los has atacado brutalmente. Y al final, con un sólo argumento: te aburren.
Personalmente, los tres me gustan, y no me aburren. ¿Debo inducir que soy tonto según tu post?
Al final, la crítica se basa en el me mola, no me mola, me temo..."

Y, con el discurrir del debate, y con lo de sacar yo a colación algunas críticas escritas por Álvaro, mi intención era demostrar precisamente determinadas cosas. Y también desbaratar algunas teorías e ideas preconcebidas sobre qué es atacar los gustos de otros, qué es el gusto de cada uno como lector, y qué es la crítica.

Y ya de paso, Miller de por medio (era también un poco la excusa), qué peligros entraña hacer juicios ideológicos tajantes sobre obras de ficción cuya ideología ni está tan clara ni pretende estarlo.

Y que cada cual interprete a su leal saber y entender qué es lo que yo quería demostrar, y que saque sus propias conclusiones.

Anónimo dijo...

a ver este pre-cio-so extracto del articulo "La respuesta de Dieneces" del gran Sasturain
http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-60450-2005-12-14.html


" ...El relato original está en Heródoto, padre reconocido de la disciplina histórica y prodigioso narrador que apenas décadas después de los hechos plasmó para siempre una leyenda heroica saturada de detalles y escenas ejemplares, en el sexto de sus Nueve Libros de la Historia. Sin embargo, no fue la lectura de ese u otro texto griego lo que motivó a Frank Miller sino –según contó en su momento– un recuerdo infantil: la impresión que le causó, a los cinco años, en 1962, la película The 300 spartans, de Rudolph Maté, un artesano casi en retirada que puso a Leónidas y sus hoplitas en cinemascope y en colores. Era una época en que estaban de moda las superproducciones épicas, de Ben Hur a Los Diez Mandamientos. Curiosamente, en ésta no trabajaba Charlton Heston sino Richard Egan y el pequeño Frank quedó impresionado por un detalle: nunca había visto una historia en que los héroes se sacrificaran así. El cumplimiento del deber, llevado hasta las últimas consecuencias, acababa con la muerte. No había el happy end habitual de las películas bélicas yanquis. La historia de Leónidas y sus troyanos no “terminaba bien”.
Pero Miller ha explicado cómo a esa primera impresión se le sumaron, llegado el momento –Trescientos es de 1999–, otros aspectos de la historia. Así, le interesó subrayar el sacrificio de los espartanos para defender un modo de vida que en el fondo desprecian, no sienten como propio... En el esquema de Miller, los hombres de Leónidas son a la confederación griega (y a la culta Atenas, sobre todo), lo que los marines a la democracia norteamericana: los totalitarios a los que recurre “el mundo libre” cuando se siente en peligro. Sus griegos encarnan la libertad, la razón y la modernidad ante el atraso y la barbarie persa: hombres esclavos enviados a luchar, contra hombres libres, soldados por oficio y vocación. Y en la defensa de esos valores serán crueles sin contradicción: “Ni heridos ni prisioneros...” se repite como una letanía... "



...combinenlo con esas pocas significativas palabras de Miller en el reportaje de SuicideGirls
http://suicidegirls.com/words/Frank+Miller+Creator+of+Sin+City

... y a ver quien se anima a decir todavia que Frankie no permite intencionales y preocupantes interpretaciones bien fachas en sus laburos


ante este comentario de Pepo:
"...tu interpretación ideológica de la obra de FM no puede ser la única. Y por tanto,una obra que provoca la duda no puede tener regusto fachosete, ni ser parafascista, sino más bien lo contrario. Si lo fuera de verdad, NO habría duda posible. Luego tú te equivocas. "
...Yo diria que Miller no deja de ser MUY inteligente. Y lo ultimo que haria es "dejarse agarrar", claramente, en alguna de sus obras. Es que lo facho de ultima no tiene buena prensa

Ahora, impide esto disfrutar de los laburos de Frank? Es una LOCURA no disfrutarlos

Anónimo dijo...

¿entretener? :-)

Pepo Pérez dijo...

"Ahora bien, si todos somos héroes...¿qué sentido tiene la épica?"

¿Qué sentido tiene la ficción?

"Pero ése es un gran error pepo, por lo menos desde mi percepción. No se pueden diferenciar, obligatoriamente una ideología política se tiene que regir por unas normas éticas. Por lo que una engloba a la otra. Lo contrario es un grandísimo error qu lleva a la situación política actual de pérdida de las ideologías(lo que es otra discusión)."

Álvaro, por favor, reléte ÉTICA PARA AMADOR, please. Ya hablamos te esto, ya te lo expliqué, pero bueno.

Pepo Pérez dijo...

"Pero Miller ha explicado cómo a esa primera impresión se le sumaron, llegado el momento –Trescientos es de 1999–, otros aspectos de la historia. Así, le interesó subrayar el sacrificio de los espartanos para defender un modo de vida que en el fondo desprecian, no sienten como propio... En el esquema de Miller, los hombres de Leónidas son a la confederación griega (y a la culta Atenas, sobre todo), lo que los marines a la democracia norteamericana: los totalitarios a los que recurre “el mundo libre” cuando se siente en peligro. Sus griegos encarnan la libertad, la razón y la modernidad ante el atraso y la barbarie persa: hombres esclavos enviados a luchar, contra hombres libres, soldados por oficio y vocación. Y en la defensa de esos valores serán crueles sin contradicción: “Ni heridos ni prisioneros...” se repite como una letanía... "

Vaya, al fin entramos en materia. Veamos, aryentino. Abandonemos por un momento nuestros prejuicios anti-estadounidenses y nuestros criterios de corrección política actuales. En 300, en efecto, ése es uno de los temas (está el otro tema, el sacrificio heroico, que es EL tema en FM). Que un ejército es totalitario por definición, puesto que se basa en la jerarquía y en el mando, y sin embargo son los ejércitos los que son enviados a defender la democracia. TEma analizado por cierto en otras obras de ficción, ahora me acuerdo a bote pronto de ALGUNOS HOMBRES BUENOS, una película correcta aunque no muy brillante protagonizada por Tom Cruise, Demi Moore y Jack Nicholson.
Pero, como digo, dejemos la corrección política aparte y formulémonos preguntas duras de responder: en 300 , la historia es que un ejército viene a invadir tu país, y tú decides hacer todo lo posible, incluso si eso pasa por una muerte segura, para impedirlo. Bien. Olvidemos por un momento que es una historia del 400 y pico antes de Cristo, y extrapolémonos a tiempos más recientes.

¿Qué pasa si esto sucediera hipotéticamente ahora? ¿os parecería "facha" pedir que nuestro ejército fuera a luchar, y a dar la vida por impedir que unos bárbaros invadieran nuestro país, por salvar nuestras preciosas democracias?

¿o pediríais que "se negociara" con ellos, os sentaríais a dialogar a la luz de la lumbre, bajo el signo de la paz y todo lo demás?bueno, en Francia durante la ocupación nazi fue básicamente lo que hicieron. Otros optaron por lo contrario.
Aquí en España, durante nuestra propia guerra de la independencia contra la invasión napoleónica, también se optó por lo contrario.

¿Quién acabó con Hitler? ¿el pacifismo? ¿los colaboracionistas franceses (y de otros países)?
Pues no. con el nazismo y todo su horror indescriptible acabó... el ejército. Los "marines", los "espartanos", vamos. El ejército de los aliados y el de Rusia. Y muchísimos soldados (y civiles también, claro), millones de hecho, murieron entonces para que eso fuera posible.

me temo que la realidad es mucho más compleja y dura de lo que nosotros, que no hemos conocido ninguna guerra (y esperemos que así siga siendo, claro), podemos comprender. Porque somos blandos blanquitos occidentales, correctos políticamente, criados y amamantados en cómodas y seguras sociedades que, en nuestra generación no se han visto -aún- obligadas a un dilema moral de semejante tamaño y consecuencias. Porque en un dilema de ese calibre.... a ver qué decidimos.

Como digo, esperemos que siga siendo así. Lo de no haber conocido la guerra.
Pero si llega el caso... quizás entonces entenderemos mejor lo que 300 trataba de contarnos.

Pepo Pérez dijo...

"Que no, que esa aproximación a la ética no me interesa pepo..."

¿Por qué no?

Pepo Pérez dijo...

"Pero es que a mí Ética para amador no me interesó en su día. Ni Savater en general..."
"y que conste, que me he leído casi todos los libros de Savater... pero no comparto sus conclusiones."

Pues te felicito el mérito de leerte casi toda la obra de un autor que no te interesa. Yo no lo haría, desde luego.
Y tampoco me he leído todos los libros de Savater, desde luego, tiene ya muchos. no hay tiempo para todo, desgraciadametne.

Anónimo dijo...

dice Ávaro:"si todos somos héroes, ¿qué sentido tiene la épica?"

Bueno... yo creo que todos somos héroes de un modo ególatra, nosotros somos la vida, el todo... pero el héroe sublime, épico, es el modelo primigenio, platónico, el arbol cuya sombra se proyecta y tal y tal... nos identificamos en ese modelo perfecto, imposible. O lo imitamos, o lo deseamos.
¿Por qué el niño gusta de Superman?. Son tópicos, pero ciertos, pienso. La figura heróica es un modelo, un ideal de ética. Cambia de piel: Hercules, Roldan, no difieren tanto de Batman o Tintín. U otros héroes... cuando las encuestas hablan de los más admirados, ponen a Michael Jordan (se llama así, ¿no?), Amenabar o Ian McCaye, según el medio encuestador... los idealizan, los..."heroízan", les dan ese halo épico (del que seguro carecen en realidad) del que hablamos... y le otrogan ese valos que nosotros (más listos, claro, que por algo leemos tebeos ;) ) atribuimos a nuestros personajes fetiches. Y sabemos que acertamos: Superman, ES el Mito. Es Épica.
Diría.

Anónimo dijo...

Pepo, el gran problema cuando hay personas inteligentes sobre esta clase de temas: Las lecturas posibles son tan variadas que la definicion final tiende casi a ser un banal asunto de gusto personal.
A mi me extraña que esa sea la unica lectura que hagas y no pruebes algunas otras, aunque finalmente te decantes por la que expusiste. Realmente me parece muy basica la que eliges. Y precisamente, es lo que llama la atencion en algunos trabajos de Miller, por que revindica "lo obvio", lo que sucede "de facto", lo que casi nadie cuestionaria: la necesidad de ejercitos defensores, en el fundamento actual de la naciones. Quien podria negar la legitimidad de un ejercito defendiendo de una invasion? Es razonable suponer los USA "invadidos" fisicamente? O se esta refiriendo a otro tipo de "invasion" (ideologica, religiosa, subversion, corrupcion, terrorismo). Se defiende uno igual ante la invasion fisica, y ante las otras?

El gran "problema" que veo yo de esa lectura es que de ultima Frankie estaria revindicando un ejercito que se encuentra en una situacion de balance de poder tactico/estrategico NI SIQUIERA similar al de la leyenda griega. Y usar ese tipo de revindicaciones deformando la lectura de las situaciones particulares, personalmente siempre ha causado una suerte de repugnancia atavica.
De ultima que vayan, hagan "en silencio" lo que "deban" hacer (que uno practicamente no puede hacer nada para pararlos) aseguren la estabilidad que les convenga, pero NI SE LES OCURRA venir a presentarseme como heroes de una causa noble, porque la repugnacia surge. Miller no puede desconocer este asunto basico, entonces siempre me pregunto por que lo ignora, lo niega, abiertamente.
Si realmente de ultima estos solo son ejercicios de gran destreza narrativa, se deberia dar el caso de obras que presenten "la otra cara" de la moneda: alguien puede recomendar alguna obra de Miller que presente la otra cara? No he leido mucho mas alla de algunas pocas obras cumbres.


El asunto de la WWII justamente tambien era diferente. Por lo menos durante unos años, la maquinaria militar alemana era tan increiblemente aplastante que solo si no hubiese sido por los errores que cometieron, sumergidos en su propia locura, era posible que pudieran haber terminado finalmente victoriosos. Enfrentarse colectivamente a los alemanes era REALMENTE algo "valeroso". Como hicieron los 300. QUE PRECISAMENTE no es el mismo tipo de valor que uno estima de la situacion en Afganistan e Irak, o la situacion estrategica/tactica mundial para el 1999 año en que escribio 300. A mi me parece que se estaba "curando en sano", previendo las barbaridades futuras pero inminentes.


Otro punto interesante es la falta de distincion entre "espartanos", "marines", es decir fuerzas profesionales, con el valor de la masa soldadesca combatiente, verdadera representacion si cabe de una sociedad en conjunto, y verdaderos vencedores de conflictos del tipo Segunda Guerra.





" me temo que la realidad es mucho más compleja y dura de lo que nosotros, que no hemos conocido ninguna guerra (y esperemos que así siga siendo, claro), podemos comprender. Porque somos blandos blanquitos occidentales, correctos políticamente, criados y amamantados en cómodas y seguras sociedades que, en nuestra generación no se han visto -aún- obligadas a un dilema moral de semejante tamaño y consecuencias. Porque en un dilema de ese calibre.... a ver qué decidimos. "


Es que precisamente esta es la situacion del grueso de la sociedad yanqui actual. Ellos NO CONOCIAN hasta el 9/11, en su territorio, el "impacto" real de un conflicto. Y reaccionaron como chanchos espantados.
Una de las cosas impresionantes de Moore, no recuerdo si en Watchmen o Vendetta, es cuando habla de la memoria colectiva rusa del conflicto nazi, al haberlo vivido en su propio territorio, al haber estado a punto de sucumbir.




Lo mismo pasa con el sacrificio heroico, quizas es revindicable o interesante para estudio o admirable el sacrificio individual (siempre que no sea un caso evidentemente patologico. Pero incluso en este, es por lo menos interesante). Es decir, el hecho de poner la vida propia en juego por las ideas (el caso Che Guevara). Pero el sacrificio grupal no funciona igual. No funciona igual. El analisis parece que siempre deberia ser mas profundo. Es decir extrapolar el sacrificio individual al sacrificio grupal, pretendiendo ser simetrico, no es lo mismo. El conjunto de potenciales electricos en el cerebro de una sola persona que lo llevan al autosacrificio, no se pueden/deben estudiar de la misma forma que el potencial que lleva a un grupo al autosacrificio. Y negar o confundir esto a proposito parece lo peligroso, lo errado en cualquier analisis.






Sobre este tema puntual de 300, otra lectura podria ser que el ejercito espartano finalmente esta defendiendo una democracia de forma, de apariencia, y no DE FONDO, como era la situacion griega, apoyada en un sistema de produccion esclavo monstruoso. En ese sentido, por lo menos los espartanos tambien esclavistas, en una de esas parte del desprecio que sentian por los griegos se debia a la no hipocrecia de negar la VERDAD de su sistema politico-economico-social. ...Alguna semejanza con la realidad actual?




Pero, si finalmente estas cuestiones no se van a dirimir por el analisis de sus obras (como en el caso Heinlein), porque no se habla de la vida real de Miller? Que se conoce de su vida y militancia y comportamiento? por eso mande ese misero link donde Miller muy muy muy de pasada podria estar mostrando, sugiriendo algo, si uno deja un poco de lado lo absurdamente insuficiente de la exposicion.

Anónimo dijo...

A ver, que yo no he leído 300 todavía (ya estoy otra vez opinando sin conocimiento de causa, yeah) pero el hecho de que Miller establezca ese paralelismo, que a mí me parece acertado, entre la historia de Leónidas y compañía y la relación actual de aversión/dependencia entre sociedad y ejército, no quiere decir necesariamente que luego justifique todas las actuaciones militares, digo yo.

Que una cosa es una cosa, y otra cosa es otra cosa, y defender y señalar la (obvia, eso sí) necesidad de un ejército profesional (que a mí personalmente me parece más avanzado y más sensato que uno popular, dentro del reparto de tareas que se establece en toda sociedad), asi en general, no quiere decir que luego se aprueben todas y cada una de sus intervenciones concretas.

Y la democracia ateniense seria imperfecta, pero supongo que sería, aun así, la más avanzada de su época (no en vano es la base de toda la cultura occidental).

En cualquier caso, si para Miller lo que están defendiendo los espartanos es "la libertad, la razón y la modernidad", como se leía en alguno de esos textos, pues no me parecen malos valores que defender, ni mucho menos fachas.

Un saludo.

P.D.: Ya, ya sé que Álvaro finalmente se reconoció como crítico, pero lo hizo un poco a regañadientes y no muy satisfecho con su nivel como tal, siempre mejorable. Pues bien, quizá uno de esos puntos a mejorar en su labor sea alcanzar una mayor moderación en sus juicios y no dejarse llevar tanto por sus preferencias personales (que es lo que usted, creo, le estaba queriendo decir). Pero bueno, solo era un comentario sin mayor importancia.

Pepo Pérez dijo...

"Es decir, el hecho de poner la vida propia en juego por las ideas (el caso Che Guevara). Pero el sacrificio grupal no funciona igual. No funciona igual. El analisis parece que siempre deberia ser mas profundo. Es decir extrapolar el sacrificio individual al sacrificio grupal, pretendiendo ser simetrico, no es lo mismo. El conjunto de potenciales electricos en el cerebro de una sola persona que lo llevan al autosacrificio, no se pueden/deben estudiar de la misma forma que el potencial que lleva a un grupo al autosacrificio. Y negar o confundir esto a proposito parece lo peligroso, lo errado en cualquier analisis."

Pero es que, bueno, no sé tú, Aryentino, pero yo es que no hago jamás una lectura literal de las historias de Miller porque no veo que sea ésa la intención. ¿a qué si no lo de dibujar a los espartanos y persas "de aquella manera"? No hay pretensión alguna de mostrar eso como un ejemplo literal a seguir. Más bien que el lector se haga las preguntas en base a lo que se cuenta, no a que se convenza de "sacrificarse" heroica y literalmente, ni convenza a nadie de ello.

¿A alguien le entran ganas de sacrificarse viendo, no sé, una película como EL ÁLAMO o GRUPO SALVAJE?
A mí no, desde luego.

Y sin embargo, esas películas nos pueden emocionar, nos expresan cosas, nos interesan.

"porque no se habla de la vida real de Miller? Que se conoce de su vida y militancia y comportamiento?"

A mí no me interesa mezclar obra con vida de autor, pero bueno, vamos allá. Miller siempre se ha caracterizado en su vida pública por defender 1) los derechos del autor frente al editor, y su independencia artística en la mayor medida posible; 2) su oposición expresa a cualquier tipo de censura, incluso cuando DC pretendió poner un sello -que lo puso finalmente- a algunos tebeos de "SÓLO PARA LECTORES MADUROS", y 3) bajo mi punto de vista, yo le percibo como un liberal en sentido estadounidense, individualista, que le da mucho valor a ciertos principios como la lealtad y el honor, palabras que repite mucho en sus entrevistas. Liberal en el sentido en que puede serlo por ejemplo Clint Eastwood (y tantos otros estadounidenses), al cual Miller siempre ha profesado admiración, al menos en el terreno artístico. Pienso que SIN PERDÓN, por ejemplo, es una película que está cercana a ciertas historias de Miller, en el tono y en un deseo de mostrar la complejidad de lo que significa la venganza y lo que eso conlleva; de jugar con personajes muy distintos y contrapuestos, de mostrar por un lado la violencia que se ejerce desde fuera de la ley, frente a la violencia que se ejerce desde el poder. En SIN PERDÓN, el villano de la función, puestos a buscarlo, es el sheriff, que abusa de su poder y usa y abusa de la violencia de manera cruel.

Típico de las historias de Miller, por cierto: los verdaderos malos suelen estar al lado de la ley. En SIN CITY es una constante.

La desconfianza en el poder, por otra parte, es algo que cuenta con una gran tradición en el individualismo típicamente estadounidense.

¿que si me identifico con ese ideario (más o menos difusamente explicado por mí)? Pues no, claro, entre otras cosas porque mi tradición cultural es europea, soy español y no estadounidense.
Pero, como te decía, a mí me interesa ver qué me provocan las obras de esos autores, qué me sugieren, por qué a veces me provocan rechazo (que también me lo provocan momentos de, por ejemplo, 300, o de SC). No lo que piensan como personas.
Y más porque, bajo su forma de contar historias, subyace un profundo humanismo (de raíz católica en el caso de Miller, dicho expresamente por él) y una defensa del valor de hacer el bien sin mirar qué te va a costar eso.

No hacen falta sacrificios heroicos ni muertes gloriosas, of course. Sólo faltaría eso.
LA vida de la mayoría de nosotroses mucho más vulgar que eso, afortunadamente.

Anónimo dijo...

UNO:
Comienzo por comentar la aguda observación del señor Víctor Manuel Ramos:

"Como alguien que mira desde fuera del mundo de los cómics me sorprende mucho la profundidad con la que muchos de ustedes entienden este género -- y veo los mismos elementos de otras ficciones de orden más académico en el mundo literario."

Pretender dignificar el género de "superhéroes", o encontrar algo trascendente en la obra de Miller aludiendo a textos y citas de filósofos extraídas con evidente parcialidad es una práctica, cuando menos, simplista.

Puedo comprender que los tebeos de "supertipos" gusten a determinadas personas, pero no intenten colarnos a los demás ese cuento de que son reflexiones sobre el antiquísimo mito del superhombre porque si hemos de mirarlos así, sus postulados hacen aguas por todas partes.

Los muchos escritos y ensayos que analizan esta temática (que recorren un espacio amplísimo, desde la filosofía hasta la psicología) hace muchos años que han superado con creces cualquier conato de filosofía barata que podamos encontrar en los tebeos englobados en éste género (incluído el ya cansino "wachtmen"). Creo que tal aventuramiento es comparable a la sandez tantas veces oída de que "los tebeos de Asterix son muy rigurosos respecto a la historia". Tienen datos y elementos tomados de los textos históricos, si, y ello puede constitutir un aliciente (o no), pero hacer creer a alguien que cuando lee Asterix lee historia es propio de un insensato o un mentiroso.

DOS:
Respecto a la obra del comercialmente polémico Frank Miller, debo decir que es una de las que más estupefacción me producen.

Yo no diría que F.M. es un fascista, y creo que es muy significativa la reflexión que él mismo hace cuando le preguntan por el tema.

Yo digo que Frank Miller es un oportunista.

La "radiografía social" (permítaseme la expresión) de muchas de sus obras revela que, sencillamente, juega con los clichés que más venden entre su público objetivo (jóvenes varones de entre 16 y 30 años preferentemente). Es decir: tipos duros y enigmáticos, mujeres semidesnudas y con filias masculinas, sexo y violencia gratuitos y sobredimensionados, y un discurso basado en la superioridad sobre los semejantes y la impunidad (un deseo muy adolescente, ¿no les parece?).

Con todo esto, y algo de apropiacionismo, Miller produce una cantidad ingente de tebeos repitiendo una y otra vez los mismos clichés y defendiendo que cada mínima variación es un hallazgo narrativo. Que sus tebeos pareciesen en su momento algo novedoso es algo exclusivo del microcosmos que constituye el tebeo de "super héroes", y sorprende solamente a los que no leen nada fuera de allí.

TRES:
Está claro que Miller es un autor eficaz: ahí están las cifras.

Sin embargo, no intente nadie hacerme creer que éste señor escribe bien, porque eso es una tomadura de pelo. Su prosa podría ser fácilmente producida por un robot, y cuando pretende resultar poético es aún peor. Uno acaba harto de "cielos", "infiernos", "sueños", "angeles" y demás tropos baratos propios de una moral religiosamente enferma como la impuesta por la oficialidad estadounidense. De hecho, me preocupa que tenga tanto éxito aquí.

Respecto al dibujo, insisto: eficaz, pero nada más. Los que piensan que el claroscuro de "Sin City" innovó es porque, sin duda, no han visto planchas de Caniff o Breccia. Las expresiones de sus personajes son deudoras de cuatro recursos repetidos hasta la saciedad, y su resolución de la anatomía y la perspectiva bastante chapucera.

Se salva, quizá, por su capacidad para el relato gráfico, que no niego que sea brillante en ocasiones, pero que me parece claramente insuficiente para hablar de él como un "genio".

CUATRO:
Pero la verdadera razón por la cual creo que F.M. es aborrecible hasta el infinito no viene de que sea un autor mediocre con mucho talento para el marketing.
Se debe a que los iconos que componen sus narraciones son, invariablemente, personajes planos, sosos, arquetípicos y pretendidamente torturados, es decir: aburridos.
Miller destila un machismo y un culto a la violencia gratuíta que me pone enfermo. Juega a describir su imaginario de barbaridades justificándolo mediante atmósferas facilonas, autocomplacientes, parejas a aquellas películas "gore" que hacía Andy Warhol con sus amigotes.
Y bueno, dejo abierto el debate.

Anónimo dijo...

¡Vaya arranque de año!

:o

Anónimo dijo...

No creo que nadie aquí pretenda vender que los tebeos de supertipos sean sesudos tratados filosóficos sobre ningún tema. Entre otras cosas por que no lo son. Otra cosa es que puedan invitar a la reflexión, como de hecho hacen (y a los presentes debates me remito), intencionadamente o no, sobre los temas que sí tratan en profundidad, en cambio, tales tratados, enlazando así con ellos y trayéndolos a colación. Vamos, que no veo que sea nada descabellado partir de un tebeo de supertipos y desembocar en el filósofo de turno. Antes al contrario, me parece la mar de saludable hacerlo, oiga.

"Creo que tal aventuramiento es comparable a la sandez tantas veces oída de que "los tebeos de Asterix son muy rigurosos respecto a la historia"."

Pero es que, nuevamente, no creo que nadie esté diciendo aquí nada semejante. Los cómics de Astérix son lo que son, o sea, relatos cómicos (sin nada que envidiarle, por cierto, a los mejores relatos cómicos de la literatura o el cine, si de dignificar el medio hablábamos).

Otra cosa es que estén bastante documentados y eso sea un innegable y meritorio valor añadido muy a tener en cuenta. Y si alguien, una vez más, parte de un cómic de Astérix y desemboca en un estudio histórico serio, pues no me parece mal, sino todo lo contrario.

"Yo digo que Frank Miller es un oportunista."

Pues tampoco veo mal que le dé a la gente lo que quiere, hasta cierto punto, para así transmitirle su mensaje (que ya luego nos podrá interesar más o menos; esa es otra cuestión). Después de todo se trata de comunicar, y si para hacerlo hay que realizar determinadas concesiones, pues bienvenidas sean, siempre y cuando no modifiquen la idea original del artista.

Siempre será mejor eso que no el cripticismo exacerbado del artistucho de turno al que no entiende ni él mismo, y que fracasa estrepitosamente, por lo tanto, en su labor comunicante.

"Que sus tebeos pareciesen en su momento algo novedoso es algo exclusivo del microcosmos que constituye el tebeo de "super héroes", y sorprende solamente a los que no leen nada fuera de allí."

Pues no estoy de acuerdo. Para quien leyera otras cosas también debieron resultar forzosamente sorprendente aquellos cómics, que si bien se habían visto antes cosas similares, jamás se habían hecho dentro de tal género. O sea, que novedosos eran.

"Los que piensan que el claroscuro de "Sin City" innovó es porque, sin duda, no han visto planchas de Caniff o Breccia."

Es que innovó. Quizá no tanto como pueda pensar alguien que desconozca a Breccia o Caniff, pero innovó. A partir de los hallazgos de estos dos maestros, y muchos más (que para eso están los hallazgos de los maestros, claro, no para conservarlos en una vitrina, admirarlos y no volverlos a retomar), pero innovó. Porque lo llevó un paso más allá, opino, y lo hizo suyo.

Otro asunto sería el tema de la anatomía, y la perspectiva y tal que no, lo del dibujo académico nunca ha sido el punto fuerte del amigo Miller, para qué nos vamos a engañar.

"Miller destila un machismo y un culto a la violencia gratuíta que me pone enfermo."

Lo de la violencia gratuita es en parte parodia de la misma, intuyo, y en parte darle al público lo que pide para llevarlo a su terreno y contarle sus historias. Lo cual, como dije antes, no me parece mal, aunque después a cada cual le pueda gustar más o menos el recuerso (a fuerza de repetirla llega a hacerse más aburrida que impactante, en mi opinión, y a la peli me remito, pero bueno).

Y sobre el machismo, pues tampoco estoy de acuerdo. Lo que destilan sus historias, si acaso, es cierta visión sublimada de la virilidad, y el abrir latas de cervezas con los dientes mientras te colocas el paquete, y todas esas cosas. Tanto es así, de hecho, que hasta sus mujeres parecen hombres con tetas, como dije alguna vez. Pero de ahí a decir que sus obras destilan machismo...precisamente por eso que digo, de los hombres con tetas, sus mujeres serán cualquier cosas menos muñequitas sumisas al servicio de los machos (recuérdese que las prostitutas de Sin City, aunque enseñen cacha en cada viñeta, no trabajan para ningún chulo, sino solamente para ellas mismas, e imponen su propia ley a la hora de desempeñar su antiguo oficio).

Un saludo.

Pepo Pérez dijo...

"Respecto al dibujo, insisto: eficaz, pero nada más. Los que piensan que el claroscuro de "Sin City" innovó es porque, sin duda, no han visto planchas de Caniff o Breccia. "

Bonita sentencia, Nihil, pero fácilmente desmontable. A mí me encantan Caniff y Breccia (éste último mejor a a tinta china y en blanco y negro, eso sí), y eso no es obstáculo para que me guste también FM. De hecho, soy un súper fan de Caniff, del que tengo todos los tebeos que he podido arramblar de él.

Y sin embargo, me gustan las carencias como dibujante de Miller, porque le ha servido para lograr con su dibujo cosas muy distintas a las de esos dos maestros. Que no creo yo que a estas alturas haya que imitarles, digo yo.

Sobre lo demás, bueno, te lo he subido a un post nuevo porque merece la pena tu larga argumentación.
Ahí está: MILLER CRUCIFICADO, al fin recibe él mismo su "tan querido" SACRIFICIO HEROICO!!

En cuanto al tema de darle o no profundidad al género de superhéroes... pues depende de qué tebeo estemos hablando y de qué autor. Porque no todo lo que viene en forma de low art, o género pulp, o como queramos llamarlo, carece de implicaciones profundas con las que reflexionar. Y no entiendo por qué, si se ha escrito tanto sobre, no sé, MOBY DICK, no se puede generar la misma literatura de algunos tebeos de SH.

Por cierto, manejar arquetipos no es malo en sí mismo, creo yo. Es sólo otra forma de escribir ficción.
Y, por otra parte, el uso también de clichés o estereotipos, pues depende de para qué y cómo se usen. Porque, como dice Burns, a él le gusta usarlos para revelar verdades humanas. Lo cual tiene cierta lógica dado que desde los 50 para acá estamos en la era de la cultura popular, con un imaginario colectivo derivado de la ficción, la publicidad y los mass media, que repercute mucho en la forma que tenemos de comunicarnos.

Pepo Pérez dijo...

Ah, y de Breccia también tengo todo lo que he podido arramblar. VITO NERVIO, SHERLOCK TIME, MORT CINDER, etc., incluso las cosas pintadas, etc.

Pepo Pérez dijo...

Siento decir una cosa: si nos ponemos en plan "sobre tebeos de SH no se puede teorizar", y mucho menos usar para ellos textos como los que yo he usado, entonces yo diría que con muuuuy pocas obras más de TODA LA HISTORIA DEL CÓMIC podría hacerse.

no es lo que yo pienso, precisamente: en muchos episodios tan para chavales de LOS 4 FANTÁSTICO o SPIDER-MAN hay bastante tela (humana) que cortar. ¿Y esto por qué? Pues lógico, porque aunque eran tebeo spensados para chavales, lo escribían autores que eran adultos. Y de mucho talento.
Y que algo no venga explícito sino codificado con símbolos (a veces inconscientes, no digo que no, pero es una buena parte del arte proviene del inconsciente del artista, sea literatura, pintura o tebeos) no quita para que podamos analizar y verlo sin inventarnos nada.

¿De qué nos está hablando uno de los varios episodios de LOS 4F en que La Cosa intentaba volver a ser un hombre?

¿De qué nos está hablando uno de los muchos episodios en que Peter Parker intenta dejar de ser lo que es?

Saltando a terreno de los superhéroes 1986, que ya no son tan para chavales (con esto no digo que sean el colmo de lo adulto): ¿de qué nos está hablando el DK de Miller? ¿de nada, todo ahí es simple, no hay ninguna complejidad, no hay material humano de muy diverso calibre?

Y si en todo eso no hay nada, Nihil, dime entonces dónde lo hay. Si de tebeos hablamos, claro.

Porque en STAR WARS, con toda su premeditación dirigida a los chavales (y eso que a mí esta serie cinematográfica no me vuelve loco; hablo de la trilogía original), resulta muy divertido y fascinante detectar los elementos del mito heroico. Sobre el cual se ha escrito largo y tendido, especialmente durante el siglo XX.
Elementos que también están en FM, por supuesto. Con otro estilo y tal, pero están. Como en tantas otras historias de muy diversa época.
Esto... ¿de verdad no revela nada?

Pepo Pérez dijo...

¿Cuánto se ha escrito sobre la película KING KONG?

unos cuantos libros. Lógico, pues es fascinante (no he visto la nueva, aclaro).

¿es acaso más compleja que determinados tebeos de SH?

Yo diría que no.

Pepo Pérez dijo...

¿Y qué tal EL PLANETA DE LOS SIMIOS, la película?

¿ha generado literatura?

Pepo Pérez dijo...

"A mi me extraña que esa sea la unica lectura que hagas y no pruebes algunas otras, aunque finalmente te decantes por la que expusiste. Realmente me parece muy basica la que eliges." (aryentino)

Puedo probar y pruebo otras interpretaciones, pero para eso ya estás tú.
Yo he aportado una distinta a la que tú aportabas, porque esa obra me la provoca, de verdad, y también porque así debatimos. Ésa es la cuestión: que 300, con toda su brutalidad y etcétera, pueda provocar varias reacciones y diversas interpretaciones, algunas contrarias. Eso prueba nuevamente que una obra así no puede ser fascista. Y es absurdo mantenerlo.

¿cuál es la interpretación buena?
Pues claro, no la hay, tú mismo lo dices. Hay varias posibles. Pero, para mí, eso es éxito en arte. Si te deja indiferente, fracaso. Si te provoca reacción, aunque sea el rechazo, bien, vamos por el buen camino. Sobre todo porque FM busca eso a veces. Es un espejo, por eso pisa el acelerador a menudo, por eso a veces incluso nos parece que se le ha ido la mano, o el pie.

Con esto no estoy diciendo que 300 sea perfecta ni una súper obra maestra de todos los tiempos, ni mucho menos. Que no creo que lo sea. Pero sí una obra fascinante llena de hallazgos. También de cagadas, bueno, muy bien, no pasa nada. Si estás saltando al trapecio sin red, es normal que a veces te estampes contra el suelo.

Pepo Pérez dijo...

"P.D.: Ya, ya sé que Álvaro finalmente se reconoció como crítico, pero lo hizo un poco a regañadientes y no muy satisfecho con su nivel como tal, siempre mejorable.
Pues bien, quizá uno de esos puntos a mejorar en su labor sea alcanzar una mayor moderación en sus juicios y no dejarse llevar tanto por sus preferencias personales (que es lo que usted, creo, le estaba queriendo decir). "

no, no, Alfred, eso es lo que Álvaro me quería decir a mí. me remito a su rimer comentario en el cuadradito de "EMPEZANDO CON BUEN PIE".
Yo no le pido nada, de verdad.

Todo lo demás fue una argumentación mía para demostrar varias cosas. Entre otras, que pedimos moderación sólo cuando se meten con lo que nos gusta, pero no al revés. Si no me gusta a mí , puedo despotricar a gusto, no problemo.

También quise demostrar que es posible diferenciar el gusto personal como lector de una crítica hasta cierto punto (hasta cierto punto) imparcial, que intente atender a valores de construcción de la obra, a virtudes artísticas, planteamientos, intenciones y resultados conseguidos, con independencia de que eso vaya con tu gusto como lector o no.

Pepo Pérez dijo...

"el pesi dijo...
¡Vaya arranque de año!

:o"

ja, ja, chiste del año de momento.

Anónimo dijo...

"Porque en STAR WARS, con toda su premeditación dirigida a los chavales (y eso que a mí esta serie cinematográfica no me vuelve loco; hablo de la trilogía original), resulta muy divertido y fascinante detectar los elementos del mito heroico. Sobre el cual se ha escrito largo y tendido, especialmente durante el siglo XX"


George Lucas siempre ha reconocido su gran deuda con Joseph Campell y su obra "Las mil caras del Héroe"

Anónimo dijo...

estoy de acuerdo en que todos somos si no héroes(aunque también), al menos sí soñadores, y la heroicidad no puede desligarse del sueño, y es que no todos los que sueñan son héroes pero sí son todos lo que están

es heroica la dura pugna a que al caer la noche, aquel gerrero digital que forma parte de todos nosotros, se lanza, desenvaniado ya de las miradas indiscretas, en las oscuras y cavernosas sucias intimidades del ser humano a la estéril captura de la masa vírica en constante secrección por nuestra naturaleza orgánica destructiva?... pues... en principio no(aunque si sumamos a esta desigual batalla el apocalipsis de síntomas gripales varios lo reconsideraría)

para mí no es que los medios sean justificables por el fin si no que la intención debe de considerarlo todo, fomar el medio, y si la cosa acaba bien pues mejor, un héroe siempre tiene buena intención, y la intención es esencia metalingüistica, no la definen fin ni principio ni intermedios, es sólo espiritual, un héroe es sólo espíritu,
el camino al héroe pasa por la cima del everest o la panadería del bajo, indiferente, no es más héroe el que suda más(y pasa más frío de paso)si no el que siente lo que hace como algo hermoso por lo que merece la pena no sólo luchar si no estar, porque ya sólo permanecer requiere de una lucha constante. A veces habrá que sufrir, claro, pero eso sólo cuando las cosas han de cambiar para alcanzar ese estado de bienestar utópico que sólo alcanzamos los grandes bujas cuando nos desgastamos las huellas en retozona pelea con los bajos del vaquero.

Pensamos que el héroe es el que tiene que cambiar el mundo pero... en un mundo que no necesitara de cambios no habría héroes?, se podrían hacer cómics con un tasfondo social utópico en que no hubiera malos?, pensamos que no porque en todas las historias hay un pero pero... y si una historia no tuviera pero?, sería entretenida?, una historia sin contratiempos?, una historia en que el tiempo pasara sin contras crearía sensación de transcurrir?, pensamos que necesitamos una referencia estática para definir el movimiento y del mismo modo pensamos que si esa referencia se mueve contra nosotros la acción queda más marcada, por ello con los contratiempos el ritmo de la historia parece acelerarse. Pero... vuelvo a preguntar, la heroicidad la marcan las circunstancias o la marcamos nosotros?, creo que la heroicidad es innata.
Trascendiendo al concepto de héroe, el superhéroe tiene la sagrada misión de destacar por encima de la heroicidad si no no habría diferencia entre héroe y superhéroe, pero el concepto de superhéroe es una chorrada, es una desesperada salida a esa situación que no se nos presenta(la de la utópica sociedad de frotamiento genital)o bien que se nos presenta pero que no aceptamos porque en el fondo todos queremos ser más

Esa es la problemática del concepto y por ende de la mismísima concepción del héroe, en el momento en que aceptemos que somos héroes dejaremos de necesitar a superhéreos y todos estaremos por igual orgullosos de ser felices, yo me los sobaré ambidiestramente con simultaneidad y sonreiré con complacencia pensando que soy el héroe con los güevos más gordos del mundo(no sólo el más güevón-absténganse chistes fáciles y estériles-), y cuando algo ocurra, ya estalle una guerra, ya estalle la última neurona de bush, ... si hace falta, me pondré la capa! y... me tiraré por la ventana

hasta entonces, seguiré de incógnito

Saludos membrales.

Slt.

Pepo Pérez dijo...

"George Lucas siempre ha reconocido su gran deuda con Joseph Campell y su obra "Las mil caras del Héroe"

Lo sé,Papá Cairo, pero si lo digo yo luego me dicen que soy un ignorante. Ya me ha pasado.
Y me da a mí que más de uno debería leer algo, sólo algo, un poquito sólo, de lo mucho que ya hay escrito sobre el mito heroico y las múltiples caras del héreo. Sobre las estructuras de los sueños y del inconsciente colectivo, y de cómo éstas tienden a repetirse en la ficción de todas las épocas. Cambell, Jung, etc.
Sobre cómo ese mito heroico que ahora está bien visto despreciar porque, no sé, no es "de izquierdas" o algo así (pues no, no es ni de izquierdas pero tampoco de derechas, es algo mucho mejor: es universalmente HUMANO y habla de la condición humana), tiende a repetirse en las mitologías y cuentos populares de muy distintas civilizaciones y épocas.

Miller no es más que un ejemplo más, uno de los más recientes, entre miles de narradores que siguen parecida estructura en sus historias. STAR WARS, desde luego, la sigue. No habla ahora de tono, de si se escribe en estilo épico o en otro estilo; hablo de de estructuras y etapas argumentales, de símbolos que se repiten como un patrón en dichas etapas. La originalidad de cada narrador estriba en el estilo y combinaciones que le da a esas etapas. Pero que existe un patrón común en todo mito heroico, desde la historia de Cristo hasta el BeoWulf, desde La Odisea hasta mitos mayas e incluso orientales, parece más que demostrado.

"un héroe siempre tiene buena intención, y la intención es esencia metalingüistica, no la definen fin ni principio ni intermedios, es sólo espiritual, un héroe es sólo espíritu, "

No puedo estar más de acuerdo, Laputalavirgen. Lo que pasa, supnogo, es que en nuestras sociedades actuales hay un empeño (corrección política, de nuevo) en entender a la ficción como si fuera política real, es decir, en entenderla literalmente, y de ahí que a algunos les parezcan tan importantes los medios que usa el héroe bienintencionado de ficción.
Pues no es así, es lo que pienso yo (y más gente, que uno es ignorante pero otros que piensan como yo no lo son tanto): lo que se queda el lector, no lo que no olvida, es precisamente esa buena intención.

"en un mundo que no necesitara de cambios no habría héroes"

Exacto, esto es. El héroe sigue existiendo en la ficción porque representa la idea del cambio, de la mejora, de superar los problemas y dificultades, porque éstas siguen existiendo en el mundo real. De continuar, en definitiva, el progreso del hombre. Ésa es la esencia del héroe, y por eso nos sigue gustando que nos cuenten historias con héroes. Da igual que ahora los héroes pierdan a veces, o que no siempre ganen, o que sean perdedores natos, lo importante en esas historias es demostrar el espíritu de lucha del héroe -del hombre- para vencer sus dificultades.