jueves, noviembre 24, 2005

USTED ESTÁ AQUÍ

Sí, pero, ¿aquí dónde? Es la pregunta que parece plantearnos Kyle Baker (Nueva York, 1965) en las últimas páginas de su libro YOU ARE HERE, recién editado en España por Planeta DeAgostini. Y, como todas las preguntas realmente importantes, ésta es difícil de contestar.

Desde el punto de vista formal, empecemos por ahí, el tebeo es, desde luego, espectacular, a veces incluso demasiado, y no apto para todos los gustos debido a ciertas elecciones cromáticas, digamos, de tipo fauvista. 1999, Baker descubre el Photoshop, y con él las paletas de miles de colores, preferentemente muy chillones; descubre los degradados informáticos, los filtros y los efectos de aerógrafo que el Mac consigue de modo mucho más rápido -y limpio- que haciéndolos a maneli. Y, lo más discutible y cantoso del tebeo, Baker descubre la aplicación de programas de 3D para crear fondos (sólo algunos, menos mal) en sus viñetas. La línea de las figuras sí las dibuja a mano (será éste el último tebeo donde lo haga; desde entonces, dibuja directamente en el ordenador sobre una tableta gráfica); luego las escanea, colorea y coloca los fondos con el ordenador.


La composición de la página es también llamativa, adoptando un formato que imita al de un storyboard, con los diálogos e indicaciones de sonido a pie de viñeta, sin usar globos, algo que ya probó en POR QUÉ ODIO SATURNO (Norma). El modo de planificar y encuadrar de YOU ARE HERE, sin embargo y a pesar de que el formato storyboard indique lo contrario, no es siempre el propio del cine -a veces sí quiere remedarlo- sino del cómic. En cuanto al dibujo, la línea coloreada y el el estilo caricaturesco (hay reminiscencias de Jack Davis y de otros dibujantes del MAD, algo de Jack Kirby, y mucho de las películas animadas de la factoría Disney o de Tex Avery) nos indica que estamos en presencia de una especie de película de animación dirigida a ese tipo de público adulto que va al cine a ver las películas de Woody Allen. Y bajo todo ese aspecto engañosamente edulcorado, Kyle Baker nos cuenta su historia.

¿Qué historia? ¿La hay? Yo creo que sí, a pesar del peculiar estilo que tiene Baker de escribirlas. El neoyorquino suele improvisar sus guiones, mucho, se le nota un montón en todos sus tebeos: cierta arbitrariedad y endeblez en la estructura argumental, sobre todo. No hay más que leerse sus decepcionantes MORIRÉ A MEDIANOCHE (Norma) o KING DAVID (DC-Vertigo, inédito aún en castellano), ambos posteriores al que ahora nos ocupa. Sin embargo, en YOU ARE HERE el estilo "improvisasao" de Baker funciona milagrosamente, supongo que debió ser cosa de la inspiración del momento, las musas, el bebé (real) de Baker que venía en camino, o vete tú a saber el qué; la cuestión es que este tebeo, a diferencia de otros posteriores del mismo autor, consigue hacer virtud de sus defectos.

La historia es una combinación de géneros bastante autoconsciente (ya saben, el signo de los tiempos), entre la comedia romántica y el thriller, protagonizada por Noel, un antiguo delincuente neoyorquino "de buen corazón", o eso suponemos. Un ex quinqui de joyas que, ahora que le va muy bien como pintor e ilustrador, quiere culminar su particular reconversión industrial y sentar cabeza junto a su nueva novia, Helen, una pelirroja dulce y buena, quizás demasiado para él, con la que vive ahora en el campo. Y que, por supuesto, desconoce el pasado de su mentiroso novio.

Los diálogos que escribe Baker, pues sí, son inteligentes e ingeniosos, en la línea de POR QUÉ ODIO SATURNO, tienen gracia cuando deben tenerla y, en fin, muestran cierto estilo de alta comedia neoyorquina para gente en la onda, ese público "culto e intelectual" que vamos a ver las películas de Woody Allen, como ya se ha dicho. Hasta la mitad de la historia, la cosa va más o menos por ahí pero, recuerden, bajo un dibujo de líneas y colores explosivos; aparecen personajes del lumpen neoyorquino, antiguos amigos de Noel muy bien presentados con cuatro pinceladas, que muestran carisma y personalidad; hay también varias escenas de acción cómica en general bastante bien resueltas gracias a la asombrosa facilidad y gracia que Dios le ha dado a Baker para el dibujo; hay carreras, hay una divertida secuencia con un ladrón a punta de pistola en un atardecer multicolor; bien todo.

Y en ésas estamos cuando la cosa gira al thriller, gracias a un psicópata (vean el careto que Baker le pone)
que, como en la película EL CABO DEL TERROR, acaba de cumplir su condena y sale de la cárcel para ir directamente a vengarse de quien le mandó a la trena: sí, en efecto, nuestro protagonista Noel, quién va a ser.

Y, como diría Mayra Gómez Kemp, hasta aquí puedo seguir leyendo. Sólo les contaré que, a partir de entonces, el subtexto de la historia es bastante adulto e incómodo y, a veces, sorprendente en una incorrección política que puede llegar a ser molesta incluso para el público de Woody Allen. Dicho subtexto plantea temas como la diferencia entre lo que somos y lo que fingimos ser, la mentira como medio (universal, diría yo) para intentar conseguir la felicidad y los extraños caminos que a veces tomamos con tal de alcanzarla; lo difícil que resulta cambiar de vida y ascender de clase social en la vida real, el peso y la fuerza atrayente del pasado e, incluso, oh, feministas radicales, la naturaleza radicalmente diferente, y radicalmente de verdad (radical viene de raíz), entre el hombre y la mujer. Todo eso rematado por un final realmente inspirado, memorable, que hace pensar en la dicotomía entre la realidad y la ficción: la ficción con todas esas convenciones y esterotipos que "resumen", simplifican y, por supuesto, deforman la realidad, a veces hasta conseguir convencernos como espectadores de cosas que, en el mundo real, no suceden del modo en que las historias nos cuentan.

Les dejo con un par de páginas de este tebeo que, bajo mi punto de vista, es lo mejor que ha firmado Baker hasta ahora y que probablemente, a juzgar por sus últimas obras, firmará nunca. Me van a perdonar, y no es esnobismo, pero las he escaneado del tebeo original en inglés porque, sencillamente, no tengo la edición en castellano. Pinchen en ellas para ampliarlas:

Traduzco para los no angloparlantes:
Viñeta 3:
"¡Tracy! ¡Vuelve a meter tu culo aquí!"

"¡Vale, maldita sea!"

Viñeta 5:
"Me gustan tus amigos."

Tracy, la rubia, es una chica que pertenece a ese "simpático lumpen neoyorquino" -trabaja en un peep show- y que se ha enamorado a simple vista de Noel, aunque eso, Baker es muy listo, no se ha mostrado de modo explícito sino sólo sugerido sutilmente; y de ahí su lagrimita al verlo alejarse con Helen, su novia campestre, legal y positiva. La planificación de la página, sencilla, usa el plano medio en todas las viñetas menos en ese primer plano que elige Baker para la viñeta 2 (nos acerca a la emoción de Tracy) y en el plano detalle de la viñeta 4, que no sólo muestra cómo Tracy -más bien su pie, habría que decir para ser exactos, es nuestra mente la que pone lo demás- apaga su cigarro, sino que marca el tiempo de la escena y añade algún significado simbólico a sus sentimientos. Es... un punto y aparte.
El careto de Noel en la última viñeta se debe, por cierto, a que Helen ha estado a punto de descubrir su pasado de quinqui.

Les escaneo otra página del tebeo, algo más adelante. Helen ya ha descubierto quién es su mentiroso novio, y le ha dejado retratado. Noel se queda a solas con Tracy bebiendo en un bar a última hora, y están ya algo mamados. En la página anterior a ésta que les pongo aquí abajo, Tracy le ha dicho que no se preocupe, que Helen volverá con él, pero Noel contesta que no, que se acabó: "Estaba loco si pensaba salirme con la mía. La gente como nosotros nunca puede convertirse en personas como ella".
Pasamos la página, y nos encontramos con esto:



Todas las viñetas resueltas con primeros planos salvo, obsérvese, el ligero alejamiento hacia plano medio de la última viñeta, y el efecto que eso provoca en el lector.

Viñeta 1:
"¿Qué quieres decir con`gente como nosotros´?"

"No lo sé, olvídalo".

Viñeta 2:
"¡No, quiero saber qué es`gente como nosotros´! ¿Qué hay de malo en ser como nosotros? Resulta que soy una de nosotros!"

"He dicho que lo olvides, ¿vale?"

Viñeta 3:
"No, quiero saber qué has querido decir"

"No tienes ni idea de lo que estoy hablando".

Viñeta 4:
"Helen era... feliz. Sólo una persona feliz. Es feliz sin ninguna razón".

viñeta 5:
"Yo siempre quise ser feliz."
_________________

Pues ya ven, USTED ESTÁ AQUÍ.
Sí, pero, ¿dónde es aquí?

That is the question.
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7 comentarios:

Anónimo dijo...

hombre, ya tenía ganas yo de volver a entrar en materia después de tanto "realismo - no realismo", "modos de representación", "arte", "Arte", etc.

Pues no sé si será por snobismo pero yo tambien tengo el "You are here" en inglés, pero de eso hace un montón de tiempo y la verdad que quitando que el malo es Robert Mitchun no me acuerdo de casi nada del tebeo. A parte de que me gustó bastante, por no decir una "jartá".

Sin embargo tengo la sensación cuando leo al Baker "sin bocadillos" que esa elección retrasa la acción y convierte a cada viñeta como una pequeña fotografía "inerte". Como si viera uno de esos "mangas" que son adaptaciones de películas, como el de "Porco Rosso".

No obstante la calidad de Baker como dibujante consigue que se me olvide de ese detalle que, para mi gusto, lastra innecesariamente al tebeo.

Pepo Pérez dijo...

Yo tampoco tengo muy claro si ese recurso funciona bien realmente, o es simplemente, que lo es, un modo de ahorrarse trabajo (como trabaja con ordenador, se ahorra colocar los bocadillos dentra de la viñeta, y se ahorra "tapar" parte del dibujo con ellos).

"hombre, ya tenía ganas yo de volver a entrar en materia después de tanto "realismo - no realismo", "modos de representación", "arte", "Arte", etc."

ja, ja, pues mírate el nuevo post, Fando.

Anónimo dijo...

"ja, ja, pues mírate el nuevo post, Fando."

Mirado y contestado ;)

Beatrice Williams dijo...

Seguramente no era su intención, pero mientras me lo leía hace un par de semanas no podía dejar de pensar que la narrativa de Baker en You Are Here era, más que en ninguna otra obra suya, una forma de "vender" la historia pensando directamente en una posible adaptación cinematográfica. Pero vamos, ya digo que seguramente no será así, sobre todo por la cantidad de burradas que cuela a partir de la mitad del tebeo y de ahí hasta su singular happy ending.

Curiosamente fue a partir de ese momento (a partir de que empieza a encadenar burradas, quiero decir) cuando empecé a acordarme de películas como Arsénico por compasión... y de ahí a pensar en lo que se podía hacer antes en el cine comercial y lo que ahora ya no, un paso. Pero me estoy yendo del tema, así que apago antes de divagar más.

Anónimo dijo...

Aún no lo tengo. Admiro al Baker dibujante, y el Saturno, olvidadísimo, me encantó (y diría que en dibujo, no lo ha superado...el You are Here chilla en lo informático, a ojo).
A mí me desagrada la exclusión de bocatas en Baker, lo admito. Le pregunto a la obra ¿por qué? ¿por qué no bocadillos?...y no logro que me conteste, mucho menos que me convenza.
Pero los puntos a favor, al menos en Saturno, el argumento, el humoor, los diálogos y ese peazo de dibujo, hacen que la balanza se incline al lado Bueno.
(por cierto, mucho me gustaba de chacho el Justice Inc. no se si aguantaría una relectura, pero me encantaba)

Anónimo dijo...

A mí You Are Here, efectivamente de los más grande que ha hehco Baker. Saturno me parece una gran obra, pero en esta historia creo que da justo en el clavo.

El "fauvismo" que tanto se le recrimina a Baker, en esta obra en concreto funciona (en King David) no lo hace tanto, pero es que King david es...algo rara) Funciona porque te cuenta una historia urbana y nocturna casi siempre, lo que nos lleva a una iluminación de neón, estridente contra los negros del ambiente. Por eso resulta chocante.

Pero en cambio al principio, la escena de la casa y el bosque, la gama cambia por completo.
Osea que no es que haya descubierto el photoshop (que también) sino que a veces no nos resulta "familiar" la forma de colorear que tiene.

No me malinterpretéis. Creo que en You are here funciona. Cosa que no quita que en King david no lo haga, o que lo haga en menor medida en el I die at midnite, o el Capitán américa: the truth (el más estridente de todos, a mi entender).

Baker es un gran dibujante (a mí me encanta su estilo y si no simplemente mirad mis dibujso en mi blog) y cuando quiere sabe narrar bien. Lo que pasa es que no siempre quiere.

Anónimo dijo...

yeah, produce un poquito de una especie de "efecto Memento", de Polaroids escritas debajo