sábado, septiembre 08, 2007

NO QUIERO UN RESULTADO ACEPTABLE. QUIERO QUE ESA ESCENA SEA UNA DE LAS MEJORES REALIZADAS, SI NO LA MEJOR.

Manuel Bartual me acaba de mandar un mail donde ha transcrito extractos de la entrevista a Quentin Tarantino publicada en el número 3 de la edición española de Cahiers Du Cinéma. Si no habéis visto aún DEATH PROOF, creo que lo mejor será que os abstengáis de seguir leyendo, pero, como dice la Mala, haced lo que os dé la gana. ENTER AT YOUR OWN RISK...

(gracias, Manolo)


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Muchos consideran que Death Proof no es el nuevo Tarantino, sino sólo la recreación de un cinéfilo. ¿Qué piensa usted?
Escuchen, no sé hacer nada con la mano izquierda. Nunca emprendo nada con la intención de que sea correcto o simpático, quiero que sea lo mejor posible. Death Proof no es un proyecto para pasar el rato. Lo he dado todo, he trabajado como un loco con el equipo para ofrecer una película que entre en la historia. No tiene nada que ver con un chisme confeccionado deprisa y corriendo con mi mejor amigo entre dos proyectos más serios. Incluso tengo la sensación de haber dado un giro con esta película. No sé cuál, pero sé que es un punto de inflexión. Lo que quiere decir que con Death Proof he plantado semillas que germinarán en el futuro.

(...)
¿Cómo elaboró el choque de la primera parte?
Soy un enamorado del cine y de su historia... Si tenemos en cuenta el conjunto de lo que el cine ha ofrecido desde su nacimiento, considero que ciertas cosas que he hecho ocupan un lugar en él, el combate de kung-fu de "The Showdown at the House of Blue Leaves" en Kill Bill, o en este caso el accidente de la primera parte o la persecución automovilística de la segunda. La escena en la que una persona se enfrenta a cien es una figura típica del cine de artes marciales asiático, pero también, en nuestros días, del americano. En las películas japonesas, este tipo de escena se desarrolla en un bar o restaurante. Aunque existe desde siempre, Jimmy Wang Yun estableció el arquetipo en 1970, con un film que más tarde se consideró la primera película moderna de artes marciales, The Chinese Box. El "uno contra cien" de Kill Bill soy yo, Quentin, a punto de interpretar un gran fragmento clásico, un arquetipo cinematográfico. Algo que no había intentado hasta ese momento.
Si se me mete en la cabeza realizar una escena de ese tipo, mi objetivo no es que esté bien. No quiero un resultado aceptable. No voy a arrojar mi sombrero al ruedo a ver qué ocurre. Quiero que esa escena sea una de las mejor realizadas en esa categoría, si no la mejor. Siento un inmenso respeto por los cineastas que se la han jugado: son los mejores. Pero si yo me la juego a mi vez, es para llegar a ser uno de ellos. Lo que hará de mí un cineasta diferente, pues habré logrado algo insólito en mí. Algo que me es propio y al mismo tiempo quiero que esa escena me provoque todos los escalofríos que me han provocado las de otros filmes.

(...)
¿Que os explique cómo trabajo? Nunca había filmado una colisión, no tenía la menor idea de cómo se realiza un choque. Pero voy a aprender, y quiero que mi escena se sitúe entre las tres o cuatro primeras de la historia: a vosotros os toca decidir el lugar exacto. Pero hay algo todavía más importante. Para mí, no para el público. Me impongo a mí mismo el desafío de creer que puedo realizar un combate de kung-fu o una persecución en coche tan logradas como las de los maestros. Ahora es mi turno, me dispongo a hacer mi primera salida al mundo. Será necesario que me enseñe a mí mismo la forma de hacerlo, en el momento mismo en que lo hago. Ahora bien, creo que soy lo bastante bueno para hacerlo. Sé lo suficiente de cine como para intentarlo y conseguir que sea excitante. Comparo la realización de una película con el ascenso a una montaña. Este tipo de reto forma parte del asunto. ¿Realizar una escena agradable, la mejor del año? No me interesa. Quiero rodar escenas de las que se hable eternamente.


(...)
¿En qué momento decidió repetir cuatro veces el plano con Stuntman Mike encendiendo los faros y, por lo tanto, cuatro veces el choque?
He pensado en esta escena durante tanto tiempo... Lo que precede al choque es aún más importante. La música, la yuxtaposición de planos del coche de las chicas y planos del de Mike, el aumento de la velocidad, la espera y... ¡¡bam!! Sabía lo que quería para el choque. Pero la repetición sólo se decidió en el montaje. No el mismo día, un poco antes. Era necesaria esa repetición para obtener el beneficio completo de la escena, para que se comprendiea bien la idea estética. Michael Parks, en el papel de Earl McGraw, lo dice en el hospital: cuatro almas ascienden en el mismo instante.
La simultaneidad forma parte de lo que excita a Mike. Death Proof no es una slasher movie en la que un asesino mata a chicas una tras otra. Cuatro almas van al cielo o al infierno en un mismo chasquido de dedos. Para lograr la plenitud del efecto sin recurrir al montaje rápido, no había otra solución, había que repetir el impacto. La idea me gustó en seguida, pero, sinceramente, tenía mis dudas. ¿Estoy haciendo trampa? Todo el mundo, empezando por Harvey Weinstein y el montador, me tranquilizaron: no, hay que hacerlo así, de este modo aún será más doloroso. Podéis ver cómo la pierna de Jungle Julia se separa de su cuerpo y aterriza en la carretera, rebota... Era importante que mostrara todos los detalles. ¿Lo ha sido para vosotros?

Absolutamente.
Magnífico. En esta escena pienso constantemente en el público. Quiero jugar con él, llevarlo a lugares inesperados. Cuando hago el amor a una mujer, estoy atento al menor de los sonidos que exhala, para conducirla adonde quiero, al goce. Con el público es algo parecido. Lo que intento sugeriros con esta metáfora sexual es que, mientras la música asciende y entráis en el ritmo, sois Stuntman Mike: queréis que se produzca la colisión.

No es seguro. Las chicas son muy atractivas.
Creo que sí. "Here is my point, you want the sensation". Dejadme deciros exactamente lo que pienso: si en el último momento, después de todo este enorme trabajo de puesta en situación, la conductora advierte el choque que se abalanza sobre ella y maniobra para evitar la colisión, os sentiríais engañados. Lo que demuestra que deseáis el impacto. No sólo deseáis, sino que además este deseo os convierte en Stuntman Mike. Sois como él, deseáis el accidente. Pero de una manera aún más horrible de lo que imagináis. Realmente no es esto lo que queréis [Tarantino golpea el puño contra su mano]. Más bien queréis esto otro [un golpe menos fuerte]. Ahora bien, para conseguir lo segundo hay que pasar por lo primero. ¡Pero es demasiado tarde! ¡Sois cómplices!

20 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues para mi es desde ya una de las grandes escenas del cine...Me quedé de piedra. Es un batacazo emocional realmente fuerte. Es uno de esos momentos en los que cuando piensas en revisitarla en dvd no sabes exactamente como vas a reaccionar aun sabiendo lo que va a pasar.
Y bueno, la otra gran (grandisima) escena, probalmente la que más me gustó, fue la del final, que pedazo de final. Quiero decir la de las hostias y el "victoria" (mmm...no recuerdo exactamente lo que dicen...) de las chicas, con ese "the end" inexperado.

Pepo Pérez dijo...

sí, el final es otra barbaridad, estoy de acuerdo. Es la gran sorpresa de la peli, yo creo que casi la única que hay (todo lo demás es suspense, lo ves venir siempre, te lo va anticipando todo). El final me pareció toque de genio. Ese tipo de finales eran propios del cine de los 70, pero claro, estamos a 2007 y esta no es una verdadera película de serie Z sino de Tarantino, luego ese final abrupto tiene otro valor. Muy poca gente se atrevería a elegir un final así. El guionista con el manual al lado del "viaje del héroe" metería algún epílogo, algo, una última frase ingeniosa e impactante... pero no haría eso. Tarantino lo hace, y 1), te quedas con la boca abierta y desconcertado, y 2) al poco comprendes que no se podía añadir nada que fuese mejor que el final elegido.

Sobre la escena del choque, pues lo mismo que tú. Me puso el vello de punta, es escalofriante y te importa de verdad. Y menudo punto de giro argumental.

Anónimo dijo...

Si Pepo, la verdad es que toda la peli me encantó, pero ese momento final de exhultante y catártica alegría consiguió que el cine se pusiese a aplaudir, joer... De hecho, es el colofón perfecto para ese paulatino desdibuje hasta la parodía del malísimo y muy macho Kurt Russell por tres jovencitas vigorosas con ganas de cruzarle la cara. Pim, pam, pum!

Pepo Pérez dijo...

bueno, yo es que con la escena de puñetazos me reí a carcajadas, sobre todo cuando empieza a parar la imagen, con el PPP de Stuntman Mike saliendo despedido por los women mamporros.

Pepo Pérez dijo...

(PPP: primerísimo primer plano)

j. dijo...

(Esteee... si alguien no se la ha echado a los ojos aún, que no lea lo que sigue. De nada.)

La ví ayer, en parte por lo que había leído aquí y... sí, sí, me gustó. Por una vez no lamenté no atreverme a llevar un libro y una linterna al cine. Mmm... el diálogo en el que discuten volver a hacer 'lo del mástil' se me cae por los suelos de monótono y largo, y no estoy de acuerdo que la persecución final sea memorable, perooo... parece que la intención hubiese sido esa, hacer una peli de culto de manual, con sus momentos gloriosos, magistrales, y sus cutreces -ese 'se acabó el presupuesto, terminaremos el rodaje en el desierto', en este caso totalmente intencionado-; esa irregularidad que hace a este tipo de pelis algo tan comentable y discutible y por eso mismo tan queridas cuando conectas. De lo bueno, no repetiré todo lo elogioso que se ha dicho aquí y con lo que estoy en general de acuerdo. Añadiré únicamente que deja en evidencia tanto al cine de presupuesto A como al de sentimientos muy sentidos en lo que es construcción de personajes y de paso muestra cómo el hacer un pastiche, un homenaje, un artefacto de este tipo, no implica por necesidad reducir a los personajes a una caricatura; sopapos para todos, pues. Y es una verdadera declaración de amor a la profesión, como si nos dijese 'si las pelis os parecen divertidas, imaginad lo debe ser rodarlas'. Grande, Tarantino.

Pepo Pérez dijo...

yo estoy de acuerdo en que la escena más floja de la película es la escena de conversación previa a lo de hacer "de mástil de barco", por demasiado larga y estirada. Puede (puede, no sé) que sea algo del metraje que han añadido para estrenarla aquí por separado. En USA, al proyectarse conjuntamente con Planet Terror, Death Proof duraba 90 minutos. En España y en otros países dura 114 minutos.

Rubén dijo...

Ey, Pepo, lo confirma Tarantino, lo que te comentaba fuera de aquí: esa empatía que atribuyes a los diálogos no es tal, porque somos Stuntman Mike, queremos que se produzca la colisión, queremos matar a las chicas. Eso es un slasher. En las películas de Argento a menudo se anticipan los crímenes con el punto de vista subjetivo del asesino, con el trabajo de sus manos enguantadas (manos que siempre interpreta el propio Argento, cosa muy sintomática). Y el slasher usamericano viene del giallo, no olvidemos eso. SOMOS EL ASESINO. ¿Hay alguna fantasía más poderosa, algún tabú más dificilmente insalvable? El cine slasher es gran cine, sí señor.

En otro orden de cosas: qué ímpetu y que energía tan vivificante la de de Tarantino aquí hablando. Qué de agradecer, oye.

Anónimo dijo...

Leo ahora un comentario tuyo más arriba y creo que hay cosas de la peli que no has entendido: te aseguro que NO HAY NINGÚN PUNTO DE GIRO ARGUMENTAL.

Anónimo dijo...

un genio del carajo. No me equivoque al hacerme fanatico la primera vez que vi Reservoir dogs.

Ahora, POR SUPUESTO que el combate de kung-fu de "The Showdown at the House of Blue Leaves" no esta ni en los 20 primeros de la historia.
Lo siento quentin. En esto tambien te pareces al puto genio barbas

j. dijo...

Anda, no lo sabía. 24 minutos es un buen trozo de material suplementario, desde luego.

¿No hay un libro que trata de gente que va a darse hostias con el coche? Una peli también, que lo adaptaba. La trampa de Tarantino es genial, sí. El golpe más suave, eso es, ya con la primera chica, el jugar con arriesgar la propia vida y el subidón de adrenalina para luego mostrarte los detalles de cada una de las muertes que eso provoca y helarte la sangre.

Pepo Pérez dijo...

Rubén, no sé qué entiendes tú por giro argumental. Vamos a ver, yo no soy especialista en giallos, pero slashers USA sí que he visto unos pocos. Entonces, mi pregunta es: ¿en qué giallo o slasher que tú hayas visto tienes una escena donde el asesino se carga a TODAS las chicas de golpe, todas las que ha presentado a lo largo de más de media hora de película? No una a una, sino TODAS, así de golpe. Es decir, te cargas de golpe todos los personajes sobre los que has construido tu película hasta ese momento.
Segunda pregunta: ¿en qué giallo o slasher que hayas visto el asesino mata a todas las chica a la vez usándose a sí mismo como arma, en plan kamikaze? Quiero decir, por ser más preciso, que tras esa escena y hasta que pasamos a la siguiente, hay unos instantes en donde todos los personajes, todas las víctimas del asesino, e incluso el asesino mismo, pueden haber muerto. Si a eso no lo llamas giro argumental, pues perfecto, pero yo sí le llamo así.

Por cierto, lo del mecanismo de suspense POR SUPUESTO que viene de Hitchcock. Del giallo y del slasher vendrá por derivación, pero el primero que lo formuló y desarrolló de esa forma fue Hitch. Presentación de una serie de indicios que hacen saber al espectador, de forma más o menos explícita dependiendo del caso, que se va a cometer un asesinato, incluso a veces presentando el punto del vista del asesino, y la gracia del asunto está precisamente en la tensión que se genera al espectador mientras espera el momento en que el horror se produzca. Desde EXTRAÑOS EN UN TREN (1951) Y CRIMEN PERFECTO (1954; de esta película el equivalente sería la segunda parte de Death Proof, cuando las víctimas se rebelan y consiguen acabar con su asesino) a PSICOSIS (1960) e incluso a LOS PÁJAROS (1963), aunque en este último caso el asesino no sea humano.
Cuestión distinta es que con los años el paradigma Hitchcock esté tan integrado en el cine de diferentes latitudes (y desde luego en el cine de terror moderno) que ya no nos demos cuenta.

Pepo Pérez dijo...

"¿No hay un libro que trata de gente que va a darse hostias con el coche? Una peli también, que lo adaptaba."

CRASH, de Ballard. Buenísimo libro y peli bastante decente de Cronenberg.

Rubén dijo...

Aquí estoy, y con spoilers.

“¿en qué giallo o slasher que tú hayas visto tienes una escena donde el asesino se carga a TODAS las chicas de golpe, todas las que ha presentado a lo largo de más de media hora de película?”

En una de Tarantino, por ejemplo. Al menos eso es lo que yo iba a ver yo en Death Proof. Estoy siendo tendencioso si quieres, pero es mi manera de entender la película, dame esa prerrogativa porque además creo que es la que propone Tarantino, aunque eso sea lo de menos. Y permíteme decir que tú estás optando por el manual, que estás mirando la película desde la ortodoxia, algo que para Tarantino no existe porque el tío ama y cita también un cine que no se contempla en los manuales, que los subvierte por norma, por osadía y muchas veces por desconocimiento o torpeza. Un cine que requiere ese tipo de funcionamiento para definirse. Lo del buen cine malo. Un cine que también está en la Historia del cine de forma silenciosa. Existen docenas de películas con golpes de efecto de ese tipo, pero resulta que nacieron de guiones sobre la marcha, de la falta de medios o incluso de talento. Un cine, además, que ya nos sabemos al dedillo. Y lo de la alta y baja cultura me lo paso yo por el forro.

Es que tú me estás hablando, cuando hablas de giro argumental, como espectador de una película ortodoxa, de un guión de los que llamas de manual. Yo en ese momento de película estoy ya inmerso en lo atípico de un guión gratuito, sensual, donde ya ha sonado Morricone por la puta jeta. Porque para mí la peli es por encima de todo CINE SENSUALISTA, por encima de cualquier verosimilitud y por encima de cualquier humanidad. (Y un inciso: me cago en la verosimilitud, me cago en la maldita verosimilitud y en el espectador que exige verosimilitud a estas alturas; qué daño hace eso a la ficción, qué plaga repugnante y coartadora la verosimilitud.) Igual que el final, no entiendo qué tiene de sorprendente el final para ti, a no ser que estuvieras esperando convencionalismos. Es un final de serie Z que yo he visto cientos y cientos de veces. Un final maravillo, claro, pero que ya lo fue en esos cientos de películas que te digo.

Death Proof es Stuntman Mike. Death Proof es Kurt Russell y sin Kurt Russell no habría película o sería un tordo bien gordo porque no muchos actores pueden sostener algo así, en eso estaremos de acuerdo. En todo caso es un amago de giro, durante unos instantes, como dices. Te concedo eso, pero es un guiño: ahí sigue Stuntman, dispuesto a lo suyo, dispuesto a matar por placer. Y todos sabemos que él no ha muerto en el choque, que por otra parte no es más que un “asesinato creativo”. Sería un giro si hubiera muerto Stuntman, pero en un slasher el mal nunca muere. Eso también lo sabemos todos.

En Death Proof son cuatro almas ascendiendo juntas al cielo como una única víctima, son unas zorritas que conforman una única superzorra, un leviatán de feminidad. Para mí no hubo sorpresa ninguna en la muerte de las chicas. Siempre fue a lo que íbamos. Es por eso que nos demoramos tanto en la cantina, esa cantina extrañamente cálida, mientras afuera llueve, esa promesa de sexualidad. Por eso las tanteamos como universitarios en celo (ese Eli Roth haciendo el penas). Nos ponemos cachondos con todas y cada una de ellas. Una nos baila y con otra nos enviamos mensajitos de móvil. Es por eso que se nos repite el choque, porque es un éxtasis criminal, una cuestión orgásmica. Nos han calentado la polla durante tamto tiempo que el polvo tiene que estar a la altura. ¿A quién coño le importa que esas tías la palmen? El choque es una escena de sexo, nada más que eso. En realidad nadie muere, es una película. Es una película desde los títulos de créditos. Un artificio más consciente que nunca. En el giallo se utilizaban muchos maniquíes como imaginería. Pues eso mismo. Ser el malo, como la canción aquella chungalí de Barón Rojo, eso es lo que importa.

Tu cita a Hitchcock. Si te empecinas en ver a Hitchcock, vas a ver a Hitchcock, está claro, porque sí, Hitchcock está ahí como referente integrado en todo el cine posterior a él, pero creo que citarlo aquí es irse un poco por peteneras y que si le hablas a Tarantino de Crimen perfecto en relación con la segunda parte de Death Proof se te quedará a cuadros. Hitchcock inventó algunas opciones formales, nos habló de la culpa y del sadomasoquismo y de muchas cosas hermosas, pero no inventó el mecanismo del suspense en el relato policíaco o de terror, eso no. Hay docenas de películas anteriores al gordo donde se anticipa el crimen y se nos muestran las orejas del lobo. Y antes de esas películas había muchos libros. En M, El vampiro de Dusseldorf ¿no se anticipaban crímenes? No lo recuerdo, pero me parece probable. O busca “La violación”, la pintura de Degas, por ejemplo, que no sé de qué año será...

Rubén dijo...

Y hoy no nos pondremos de acuerdo: para mí Crash, la película de Cronenberg, no es una película “bastante decente” sino una obra magna ante la que Ballard se quitó el sombrero como lo hago yo todas las mañanas. Pero ese es otro debate...

Pepo Pérez dijo...

hombre, que son gustos, Rubén, coño, defensor de lo subjetivo. Yo he dicho que CRASH de Cronenberg me parece bastante decente, ya lo he dicho arriba. Que no me admire demasiado ante ella es porque yo a Cronenberg le tengo visto el truco hace tiempo y no entro demasiado en su obra, mucho más premeditada de lo que a mí me gustaría. Pero vamos, que muy bien por sus fans, ya me imagino que tú lo eres, o al menos en esa peli en concreto.

Me citas a ¿Degas? Hombre, Rubén, que hablamos de cine. Si nos vamos a la pintura... podemos irnos a la literatura también, claro, hay antecedentes mucho más claros y mucho más anteriores... pero yo hablaba de cine.

"pero creo que citarlo aquí es irse un poco por peteneras y que si le hablas a Tarantino de Crimen perfecto en relación con la segunda parte de Death Proof se te quedará a cuadros"

yo no he dicho en ningún momento que Tarantino lo coja de ahí, por dios. lo que he dicho es que Hitchcock hizo antes lo del suspense con el asesinato, y lo hizo mucho antes que (casi) cualquier otro. Dices que otros lo hicieron antes que él, pero no me das nombres. Dámelos, nombres y películas. Hablar así es hablar por hablar. "Otros lo hicieron antes". ¿pero qué otros? ¿cóomo hitchcock lo hacía, con ese regodeo, y ese violar tabúes? (el asesino que planea Crimen Perfecto es el marido de la víctima; en PSYCHO se carga a la estrella de la película a los 20 minutos) Y hombre, que hasta los maestros (Hitch) aprenden de otros, no he dicho que no haya antecedentes lejanos o más primitivos de lo suyo. Hitch aprendió en el cine mudo, que de ahí venía. De Lang, Murnau, etc.

"Sería un giro si hubiera muerto Stuntman, pero en un slasher el mal nunca muere. Eso también lo sabemos todos."

Claro, y por eso mismo en ESTA película se cargan a Stuntman al final.
Respecto al final en sí, te lo vuelvo a repetir: en el cine 70s muchas películas acaban con el plano congelado, de serie A, B yZ, pero esto no es una película de los 70 sino de ahora, y de Tarantino, luego tiene otro valor, así lo veo yo. Y sorprende por eso mismo, porque ya nadie hace cosas así. sorprende también viniendo del "hombre de los diálogos", Tarantino, ese tipo al que le gusta enrollarse de mala manera para hacer, y acabar, sus películas. Todos sus finales son regodeos, charletas, merodeos, como tú dirías...todos. En ésta no es así.

"Y permíteme decir que tú estás optando por el manual, que estás mirando la película desde la ortodoxia, algo que para Tarantino no existe porque el tío ama y cita también un cine que no se contempla en los manuales, que los subvierte por norma, por osadía y muchas veces por desconocimiento o torpeza. "

no, no, yo te he preguntado por el slasher y el giallo, no pensaba sólo en el cine ortodoxo o de estudios. Dime ejemplos de giallos concretos (que alguno he visto, aunque segurísimo que no tantos como tú) donde se carguen a TODAS las chicas de una tocada, no me hables por hablar de nuevo, sin concretar. Yo no te digo que no se haye hecho antes, te digo que me gustaría saber cuáles. Quiero verlas, porque tengo interés. Yo cuando pregunto algo, pregunto en serio.

"¿A quién coño le importa que esas tías la palmen?"

pues a mí, disculpa mi "sentimentalismo". El personaje de la Ferlito, por ejemplo, me parece bastante conmovedor.
Claro que me impacta que tengan ese final, y más tras verlo en detalle. Claro que me encariño con ellas, con alguna más que otra.

¿Verosimilitud? Ahí discrepo también. A mí da igual la verosimilitud, en eso estamos de acuerdo (soy fan de Miller, recuerda), pero creo que Tarantino sí que juega a la verosimiltud EN DETERMINADOS ASPECTOS -que no en todos, evidentemente-, desde la primera de sus películas. Juega a a la verosimilitud en la textura de escena, de la imagen, del decorado, de la luz, y, sobre todo y ante todo, en el modo en que hablan los personajes. No siempre, pero en muchos momentos sí. Y en Death Proof eso es así: las chicas hablan como chicas de juerga, o mejor dicho, lo parecen (ya sabemos que los diálogos de cine son más falsos que judas; suelen imitar lo que decimos pero no cómo lo decimos exactamente porque entonces canta y no cuela). Verosimilitud, por cierto, no es realismo.

Y en lo de pasarse por el forro la distinción entre alta y baja cultura, ahí sí, ahí estamos de acuerdo por completo.

Pepo Pérez dijo...

Por cierto, un homenaje directo de Tarantino a Hitch del que ahora me acuerdo, en PULP FICTION: cuando el pesonaje de Willis se detiene en un semáforo y ve desde el coche a su ex jefe (Marcellus Wallas) cruzando la calle, eso está rodado tal cual en la escena de PSICOSIS, al principio, cuando Janet Leigh se detiene también en un semáforo y ve a su ex jefe cruzar la calle. Dicho esto, Tarantino no es súper fan de Hitch, eso también lo sé. Pero es que, como dije, el modelo de suspense de Hitch está tan integrado en el cine moderno que ya ni nos damos cuenta.

Anónimo dijo...

Ya sé que verosimilitud no es realismo, no me jodas las pelotas, no juegues.

Pero te juro que no te entiendo, Pepo, no te entiendo en casi ningún punto. ¿Tarantino juega a la verosimilitud en la textura de la escena y de la imagen, del decorado y de la luz? ¿Y por eso empieza su peli presentando a Stuntman Mike riendo jocoso y agorero y virado en rojo como el lobo feroz? Por el amor de dios... Y etcétera, etcétera, etcétera.

"Me citas a ¿Degas? Hombre, Rubén, que hablamos de cine. Si nos vamos a la pintura... podemos irnos a la literatura también, claro, hay antecedentes mucho más claros y mucho más anteriores... pero yo hablaba de cine."

A partir de aquí no podemos seguir discutiendo, es imposible. Y encima me lo dices tú, que tienes un blog que llama arte al cómic. Arte es todo y no es nada, y ya es hora de dejar de hablar de cine con el cine como única referencia, que así está el cine, poblado de analfabetos funcionales que sólo ven cine. Para mí no hay disciplinas. Degas y Tarantino, sí señor. O Magritte y el giallo. Es imprescindible la conexión. Todo discurre en pararelo. Tratar el cine desde el cine, en lugar de hacerlo desde la vida y desde el arte todo, es lo que hacen en el Dirigido, es lo que empobrece el cine. No me jodas, Pepo, no me jodas.

Pepo Pérez dijo...

Pero qué te pasa hoy? Si yo cito a Hitchcok como pionero del modelo de suspense actual hablaba de cine, eso es lo que quiero decir, no que la cosa esté compartimentada, ni que el cine esté separado de nada. Para empezar, Hitch solía adaptar novelas al cine, etc.

" ¿Tarantino juega a la verosimilitud en la textura de la escena y de la imagen, del decorado y de la luz? ¿Y por eso empieza su peli presentando a Stuntman Mike riendo jocoso y agorero y virado en rojo como el lobo feroz? "

no, no empieza así. Empieza con las chicas. De cachondeo, hablando de sus cosas, de tíos, de polvos y de todo eso.
Y yo no he dicho -que no sé cómo me lees- que juegue SIEMPRE a la verosimilitud. He dicho, o querido decir, que juega a ella cuando le interesa. Copio y pego de dos comentarios míos más arriba, pa que no me digas que juego:

"creo que Tarantino sí que juega a la verosimiltud EN DETERMINADOS ASPECTOS -que no en todos, evidentemente-,"

Esto es lo que he dicho antes. Y lo mantengo porque así lo creo.

Pepo Pérez dijo...

"Es imprescindible la conexión. Todo discurre en pararelo. Tratar el cine desde el cine, en lugar de hacerlo desde la vida y desde el arte todo, es lo que hacen en el Dirigido, es lo que empobrece el cine. No me jodas, Pepo, no me jodas."

dicho de otro modo: todo discurrirá en paralelo, PERO por muchas referencias y cultura que tenga un cineasta, por mucha influencia de la pintura, la literatura e incluso el cómic que tenga, a la hora de ponerse a rodar tiene que INVENTAR porque su arte es el cine, no escribir novelas ni pintar un cuadro. Y, creo que ahí estarás de acuerdo, hacer una película es muy distinto a escribir una novela o pintar un cuadro. Esto vale viceversa, y también para el cómic (por mucha influencia que tenga un autor de cómic de novelas, del cine, de lo que quieras, cuando se pone ante la página en blanco tiene que hacer CÓMIC, no otras artes). Y como el cine -o el arte que sea- tiene unos lenguajes propios, el creador tiene que crear a partir de ese lenguaje de su disciplina.

Luego si yo estoy hablando de quién ha creado el modelo de suspense del CINE moderno no voy a hablar de Degas, como tú comprenderás, porque ya me dirás qué tiene que ver una estructura de película y modo de filmar las cosas con Degas. No, voy a hablarte de Hitchcock, porque Hitchcock es quien creó el modelo de cine de suspense moderno.