domingo, mayo 14, 2006

BARRIO NO TAN LEJANO

“¡Por Dios, no me lo maten!”, implora una mujer llorosa a la policía que se lleva a su marido, un carpintero sospechoso de estar condenado a muerte como oficial republicano. Sucede en una viñeta de Barrio 2, el último jalón en la ya abultada carrera de Carlos Giménez (Madrid, 1941), acaso el autor más emblemático del cómic español. Casi treinta años después de Barrio (Glénat), Giménez ha retomado los recuerdos de su adolescencia en el Lavapiés de los cincuenta, tras plasmar en Paracuellos (Glénat, seis álbumes) su infancia en los miserables Hogares de Auxilio Social del franquismo. En Barrio 2, Giménez demuestra nuevamente su pericia para alternar tonos y registros -lo humorístico, lo tierno, lo dramático- en un retrato impresionista de aquella España de posguerra, concebido a partir de pequeñas anécdotas corales que se enhebran para ofrecer un vívido fresco de una época que, por comparación con nuestro presente, parece más lejana de lo que en realidad es. Así, los juegos de una pandilla de chavales del barrio son el hilo conductor para recrear sin nostalgia ni intención panfletaria a los estraperlistas, las aguadoras, los traperos, los edificios aún marcados por el rastro de la guerra o el miedo omnipresente a la autoridad.

Formalmente, Barrio 2 es uno de los tebeos más virtuosos de su autor. El grafismo en blanco y negro habitual de Giménez, caricaturesco y detallista, se presenta esta vez en páginas de diseño experimental que rompen la tira clásica en favor de grandes viñetas sin marco, superpuestas como un continuum que evoca las sensaciones de fragmentación de la memoria. Memoria, ésa es la palabra clave en Giménez, y Barrio 2 no es una excepción sino, más bien, un nuevo intento de recuperar el recuerdo de un pasado reciente que no conviene olvidar para saber quiénes somos y de dónde venimos.
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No tengo tiempo estos días de escribir mucho. Pero, ya que hace poco hablábamos del cómic español, ahí va una reseña del BARRIO 2 de Giménez titulada CRÓNICAS DE POSGUERRA, que escribí para el suplemento LIBROS de EL PERIÓDICO DE CATALUÑA y se publicó hace un mes.

1 comentario:

El Miope Muñoz dijo...

¡Tomo nota! No cabe duda de que hay joyas en el cómic patrio por descubrir y redescubrir...

¡Un saludo!