viernes, febrero 08, 2008

EL CÓMIC MÁS SOBREVALORADO DEL AÑO PASADO


The Arrival, by Shaun Tan, is the most overrated comic of the past year. Published more or less simultaneously in several languages, it seems to have received unanimously positive, bordering on rave criticism since it came out — from the mainstream press as well as the comics cognoscenti. Top cap things off, it was awarded the Book of the Year-award at Angoulême. Yet, it is little more than a big fat sap sandwich.

Its shortcomings are nothing new. Rather, they seem almost endemic to the modernist tradition of the socially engaged, silent picture-narrative it naturally fits into. The mostly woodcut stories of artists like Lynd Ward, Otto Nückel and Eric Drooker that with a few outstanding exceptions — Frans Masereel, Palle Nielsen — equate the stark contrast of their graphic medium with their ethos and thrive on the bathetic.

The Arrival is a typical example of what often happens when a professional illustrator and concept artist tries his hand at storytelling. The book is a series of would-be impressive set pieces masking a simplistic, impersonal story.
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A Matthias Wivel no le ha impresionado mucho EMIGRANTES, de Shaun Tan, a pesar de las ilustraciones. Yo no tengo ni idea, no lo he leído aún.

9 comentarios:

Octavio B. (señor punch) dijo...

pues cuando (o si) lo leas, comenta aunque sea breve, que tengo la curiosidad de tu opinión.
Supongo, o no, que te has enterado dela do la discusión (sin sangre) que montamos a partir de este emigrantes menda, Carlos Vermut y Trujillo (en la cárcel, claro), y yo pienso que la obra tiene puntos de interés, pero... a ver, creo recordar (porque no lo tengo, me fue dejado hace meses) que había en su narrativa fallos tipo... te doy la mano derecha y en la viñeta contigua (y entiendase, sin apenas más elipsis que la inevitable), ¡zas! los dos apretaditos de la mano...izquierda. No es importante, ya (bueno, vagamente recuerdo que había alguna más de ese orden), pero, salvo que se use con intención, como recurso, pues a mí eso me parece un fallo, chirría la lectura, pierde fluidez. No sé si me explico.
Con todo me gustó, hay ideas bonitas, y no dejan de serlo por ser sencillas o cándidas. Lo que quiere decir que entre el Bodrio Absoluto y la Inmejorable Obra Maestra que se lleva todos los premios... hay grados.
Eso sí, algo pretenciosa... lo es.

Pepo Pérez dijo...

no leí el debate, pero a ver el libro qué tal.

Anónimo dijo...

Pues yo, basicamente estoy de acuerdo con el colega Wivel...
Hice un comentario acerca de Emigrantes cuando salieron los premios de Angouleme en (creo recordar) Entrecomics. Allí me venía a referir -y lo sigo manteniendo- que, con los premios de este año, se confirman las sospechas que comencé a escuchar hace tiempo sobre estos premios: se están inclinando las balanzas más hacia valores comerciales que artísticos o narrativos.
En el caso de Shaun Tan, algún punto tiene (facilón ese "universo" -muy Humanoides Asociados- como metáfora del territorio extraño que recibe al Inmigrante y no del todo verosimil por las referencias demasiado evidentes a la emigración tipo Isla de Ellis), pero como para darle el gran premio me parece que no... Estoy completamente de acuerdo con Wivel cuando lo simplifica argumentando que es el clásico ejemplo de cuando un ilustrador intenta "narrar". Muy "bonito" el libro, muy cuidada la edición de Barbara Fiore, muy figurativo (mimético-fotográfico) el dibujo, pero, a mi juicio, demasiado light formal y conceptualmente. Si algo tiene de cómic Emigrantes es la secuencialidad, porque de cómic cómic no le veo yo muchos recursos... Por decir algo en forma de anécdota: yo llegué a este libro porque me lo regaló alguien que no tiene ni idea de cómic pero que sabía que a mí me gustaba el cómic.
En fin, no sé... Por otro lado me da la impresión que, desde el jurado de este año de Angouleme (quizá sea sólo una impresión infundada), han lanzado un mensaje concreto: los buenos cómics también pueden ser con dibujos de manual de escuela de artes y oficios del XVIII y conceptualmente muy alejados de lo literario y más cerca de la narrativa cinematográfica. Es decir, lo contrario de los cómics que han estado volando alto durante los últimos años.
Si es así, puede que estén en lo cierto. Pero, la verdad, el resultado es más bien decepcionante. Lo que me parece bien, a fin de cuentas, es que haya de todo y para todos los gustos. Este año, los que se han llevado los premios, no coinciden con los míos... Dommage...

Octavio B. (señor punch) dijo...

Alfred, bien anotado lo de "cinematográfico". Y conste que npo es el único tebeo que pasa por tirarse más hacia lo cinematográfico que hacia recursos más intrasferibles, ni mucho menos.

Otro problema es lo de siempre: sobredimensionar algo que no merece tantos focos. ¿Emigrantes está bien o mal? para mí anda bailando en esa franja, entre lo pasable y lo que no llega. Para mí, pasable. Ni desastroso ni Premio Angulema, y claro, cuando de pronto en Angulema le dan el premio, salta la alarma en la cabeza del personal, y ya estamos en decir que es Dios o una caca inmunda.

Pepo Pérez dijo...

En Angulema dan muchos premios discutibles, a veces creo que también con ciertas intenciones industriales. No lo digo por esta obra, que ya digo que no he leído, sino por otros casos. Vamos, que para mí los premios de Angulema no son siempre sinónimo de calidad indiscutible. Este año también le han dado uno a Kiki de Montparnasse, y ya ves. Y en su día premiaron a LOS COMBATES COTIDIANOS 1, otra obra maestra inmarchitable...

Pepo Pérez dijo...

El mismo RG, también premiado este año, no me parece una maravilla. Está bien, pero tampoco creo que sea algo extraordinario ni premiable.

KIKO DA SILVA dijo...

Pues permitirme que entre en el debate... A mi personalemten el cómic me parece que aporta cosas muy interesantes desde el punto de vista narrativo (ojo no formal pero sí a nivel de historia). El libro consigue que el lector sienta lo que realmente siente un emigrante al llegar a un páis que no conoce... todo le parece raro, no tiene ni idea de donde está o adónde va... el idioma es jeroglífico e indescifrable, todo eso se transmite muy bien en este libro. Que tiene elgún error de racord sí... muchos grandes cómic los tienen pero la esencia es bastante mejor que lo que he leído en muchas críticas. La narrativa es más lineal, como si fuese un cuento ilustrado pero no por eso desmerece la obra, no todo van a ser grandes portentos de los giros narrativos y experimentales. Lo sencillo tambín funciona. Y sí es pretencioso, pero eso me parece cojonudo...¿que tiene de malo ser pretencioso?... prefiero eso a que me den un cómic hecho sin ganas, sin pasión... y Emigrantes se nota que está hecho con empeño y pasión y eso personamente me gusta.

Saludos kiko.

Anónimo dijo...

A mí la pasión en la ejecución no me resulta un valor "suficiente". Quizá haya libros calculados fría y meticulosamente que transmiten más pasión que este engendro. Que conste que estoy de acuerdo con vosotros cuando decís lo de magnificar o defenestrar tras un premio. A mi juicio es una obra pasable raspando el límite.
Pero venía a cuento para ilustrar la reflexión acerca de los premios. Desde luego que no son infalibles, pero darle el grande de un festival de cómic a un libro que lo único que tiene de cómic es que hay cuadritos con dibujos dentro... Entramos ahí en lo de los valores que se tienen en cuenta y, en este caso, si no es lo comercial, apuntaba que me daba la impresión de que se ha premiado valores opuestos a los que se llevan explotando en el cómic más "atrevido", novedoso, intelectualmente rico y narrativamente amplio de los últimos años. Me refiero a los Sfar, Blain, etc... Ya sabeis... Y aquellos que transitan caminos parecidos, ¿no os parece?
En cuanto a lo que apunta Kiko da Silva, yo no veo que esta historia me cuente nada más que los tópicos del "emigrante" uno detrás de otro, sólo que en lugar de la Isla de Ellis hay unas estatuas de payasos dándose la mano. Eso si, con una escenografía que lo que aporta es una mezcla entre estética retro-futurista (si entendemos algo con este término), manga tipo Arare (¿era así?) y alguna que otra pincelada de Humanoides Asociados de los primeros 80... Eso en cuanto a la estética.
Conceptualmente habría mucho que hablar, desde la sensiblería infantiloide con muñequitos redondeados (muy japo, eso si), la fe ciega en una tierra prometida que, a fin de cuentas la historia nos cuenta que nunca ha habido Eldorados, la huída de "viejos continentes" asolados por fantasmagorías del hambre, la miseria o la guerra de Mambrú... En fin, repito lo de antes: tanto escenario como la ilusión del concepto hubieran quedado mucho más verosímiles (no hablo de nada relacionado con la Verdad, claro) si Shaun Tan no hubiera utilizado tanta documentación real de emigración de principios del XX (y otra vez me refiero sólo a nivel estético). Por el lado conceptual le faltan las partes que sabemos todos porque las estamos viendo desde aquel corto de Chaplin, hasta las historias de pateras de los últimos años. Eso sí, los de las pateras no acaban todos con su propio tamagochi sobre el hombro o correteando entre sus piernas.
Algo es algo.

Octavio B. (señor punch) dijo...

bueno Kiko, yo entraría a diferenciar lo pretencioso de lo profundo, creo que me explico. Emigrantes a veces parece que se gusta demasiado, no hay ese puntito de "pathos" necesario. Es una opinión.
Pero sí estoy totalmente de acuerdo en los logros que apuntas, en esa poética que idea Tan para hacernos sentir la soledad del emigrante.