viernes, octubre 20, 2006

COMIC STARS

Supongo que para compensarme el Señor que últimamente he tenido un par de excursiones bastante agónicas, ayer pasé un día francamente chulo en Barcelona, que os paso a detallar por informar, para entreteneros y, básicamente, porque me apetece.

A las nueve y media, estaba un servidor en el Hall Proteo del CCCB. Hall Proteo, una sala grande llena de sillas con un escenario al fondo dispuesto como sigue: tres mesas sobrias, de madera, dos de ellas con Macs encima y la otra, sin nada. Detrás, una batería, instrumentos eléctricos a un lado y, al otro, flautas, instrumentos y percusiones de recio sabor étnico. Al fondo, y también a un lado, pantallas gigantes. Cuando llegué estaban probando sonido los músicos y preparando el aparato informático Max y Monteys, un poco desesperados porque A), lo que tenía que ser conectar dos cables, pim pam ya está, se convirtió, por arte informático inevitable, en un pequeño caos que, B), las pruebas de batería, caja de ritmos y demás parafernalia no agilizaban para nada. Pero oh, de repente todo se arregló, pusieron una cámara en un trípode para mi mesa (creo que esto funcionó a la primera) y nos fuimos al ¡backstage literario!, sólo café y zumos, donde todos, los del CCCB, los músicos y los cartonistas nos hicimos muy amigos y nos juramos fidelidad eterna, más o menos. En cualquier caso, la atmósfera era distendida y con Albert, no podía ser de otra manera, comentamos que hemos estado en salones que atraen más visitantes y stands y montajes bárbaros, pero donde no te sientes la mitad de bien atendido, o incluso la mitad de, simplemente, atendido. Ah, los dibujantes: ¡lloricas! ¡lloricas!

(Max nos regaló un librito de ilustraciones que le acaban de sacar, por cierto, en Alemania, que es sencillamente impresionante. Sólo como objeto, la cosa ya es tremenda. En cuanto pueda os escaneo algo, que no tiene desperdicio, aunque supongo que ya hará el propio Max un Pez Dactilar con ello. Aquí se lo sacará Ferrer de la Media Vaca, estad atentivos)

Entonces, avanzada media mañana ya, nos fuimos con Albert al Jueves a cumplir con el humor gráfico, mitad sacerdocio, mitad funcionariado. Preparamos el Extra de Navidad: en cuanto salga, ¡todos a comprarlo!

Luego:
Albert se fue a buscar a sus niños a la escuela y un servidor tuvo dos horas para pasear por los alrededores del CCCB que es, a la sazón, hay que ir integrando “a la sazón” al lenguaje común, el barrio donde Manel Fontdevila vivía (en la calle Tallers, nenas) cuando ocupaba una grutita en la capital. Estuve en varias tiendas de discos de verdad, y haciendo grandes esfuerzos compré uno sólo, y no seis, que es lo que tuve tentación: Flood, de los They Might Be Giants, que ya tenía en vinilo: riesgo cero, qué vergüenza. Descubrí también una tienda de libro de ilustración y arte moderno (y cómics de Juanjo Saez) donde he decidido que invertiré varios billetes de 20 euros en el futuro. Busqué los bares y bodegas donde por entonces tomaba mis cortados y bocadillos de anchoas (en turnos alternativos) y, simplemente, han desaparecido. Por el contrario, y no sé si a la sazón, han aparecido montones de tiendas, por resumir brutalmente, modernas, y de bares de aperitivos étnicos del tipo falaffel y todo eso, muy arregladitos, alfombras, puffs y tal. El tipo de bar de gastronomía árabe o pakis donde los únicos árabes o pakis que entran se ponen una bata y pasan directamente a la cocina, ja ja, soy una mala persona porque en realidad no sé si es verdad lo que digo. Soy peor: viendo la juventud pasear, TODOS modernos y como con burbujeo espiritual (sin duda fruto del cosmopolitismo) pensé que, si fuera constructor, subiría aún más el precio de los pisos, tan tenue era el sufrimiento vital que por allí (calle Tallers entre Rambla y Plaza Castilla, calle de las Sitges, plaza y calle Bonsuccés: mi ex barrio) se respiraba.

Visité, como no, una tienda de cómics, enana pero maja (¿hubo algo ayer que no lo fuera?), Arkham, y compré un fanzine lleno de costumbrismo pop de nombre Gagarin. Por lo demás, hacía mucho tiempo que no salía de un comercio habiendo gastado sólo un euro: vivan los fanzines, etc.

Me retiré al backstage, aprovechando que tenía uno, del CCCB. Allí, en un momento de pánico, puse en orden tres o cuatro ideas que tenía para la realización del cómic en directo que habíamos pactado. Si bien al principio trabajábamos sobre el libro “Crónica del pájaro que da cuerda al mundo”, de Murakami, el agente de este escritor dijo que ni hablar de ponerle monos al texto de su representado, por lo cual toda referencia a este libro fue exterminada. Llegó Max y hablamos de Gus Bofa, cuya influencia se huele en lo de Alemania que os comentaba antes, y que resulta que nos gusta a los dos y que, si os lo digo, es (para que veáis que soy muy listo y) porque siempre que puedo hago proselitismo de Gus Bofa, que, sin ir más lejos de la pantalla que estáis mirando, tiene muchos dibujos en una página web que sale fácil de las primeras si pones su nombre en el Google. El libro La Croisière Incertaine, editado por Seuil, nunca está de más en una buena biblioteca de excursionistas de la vida.

Bueno, risas, esperas, ji ji ja ja, y al final, empieza el espectáculo, show must go awai kill kill, ya sabéis. El grupo empieza a tocar y ni tan siquiera nos ponemos los tapones en las orejas que nos ha recomendado el batería, cuyos tambores suenan un metro escaso por detrás de nuestras espaldas. El grupo cumple de puta madre. Max trae en su ordenador una página de Mr. Okada a la que añade los personajes y los textos. Albert hace una página de seis viñetas con dos personajes de mucho viaje interior. Con mi pincelito Pentel, yo pongo de largo el estilo Súper Puta y me hago tres páginas hablando de viajes, de Japón y de cualquier cosa que me pasara por la cabeza en ese momento. En cuarenta y cinco minutos. Me da miedo quedar como un cursi si me extiendo en lo bien que lo pasamos, o sea que sólo diré que al acabar estábamos eufóricos. El público, unas cien personas, también disfrutó, según dijo Pepe Gálvez (nosotros no veíamos nada, como las rock stars).

Hablo por mí: al principio pasé un cierto nervio, pero en cuanto me dejé llevar por la música y disfruté de dibujar, sin más, la cosa salió sola. Fue, básicamente, una experiencia emocionante. Los organizadores, por cierto, también estaban satisfechos. Los organizadores, por cierto otra vez, se portaron divinamente full time.

Hubo alguna deficiencia: los textos difícilmente se veían. De todas formas, Mamen, la mujer de Monteys, nos dijo que para el público el hecho de ver a tres personas dibujando ya era lo bastante hipnótico. Otros lo confirmaron, si bien el personal no era el habitual en estas movidas. O, por lo menos, nosotros no lo conocíamos. Despues, ampliando imágenes del ordenador, pudieron leerse los textos. También, los que quisieron, leyeron mi historieta de los originales. De cualquier manera, los tres trabajos se colgarán en una web, no sé si la del CCCB o la de Kosmopolis. Si alguien tiene gracia buscando estas cosas, pues que busque, que a mi, en cambio, navegar me da pereza a lo overdosis.

En un mensaje posterior os mando, cómo no, mis tres páginas.

Y ya está. Al final nos fuimos todos a cenar y, para redondear la noche, resultó que unos amigos que acompañaban a Max eran Roger e Isa Feu, pareja e históricos del Víbora, y Manuel Rubiales, fanzineroso de la época previa, de cuando los tebeos del Rrollo. Hubo grandes anécdotas de la época del underground y nos reafirmamos en que alguien tendrá que contar esa historia algun día. Hablamos de por qué dibujamos los que dibujamos y de por qué no lo hacen ya los que ya no lo hacen. Era medianoche, pero estábamos en una terracita muy a gusto, en camiseta, inconscientes de que este bienestar sólo puede provenir del cambio climático y de una serie de desgracias que sin duda algún día nos harán sufrir muchísimo. Y ya está.

Traduzco y os mando la historieta en un periquete.

manel


La historieta, como veis, está en formato apaisado, por lo de adaptarse al formato pantalla y tal.

Los textos:

Pag 1

Todos los que aún no han estado en

TOKIO

No piensan en otra cosa:

- ¡A Tokio!

Otras opciones no son contempladas.

- Berlín es muy Movida Madrileña
- He visto fotos de New York
- Hay unas casas altas

Llámanos cuando los loft tengan tatami, Woody Allen


Pag 2

Tatami, sake, Murakami, Tezuka, pollo teriyaki, Sanyo, Toyota, Son Goku

- ¡Gueisha!
- Bonsai
- Y la bomba atómica

Y las letras tan raras: (letra)


Pag 3

Y finalmente, los japoneses dan un poco de risa

El Feng Shui. La sabiduría milenaria. Todas esas pamplinas.

Vayamos a Tokyo a reinventar nuestra nostalgia

-Bye, Naranjito

Y nos pasamos las fotos pensando en el próximo viaje

- Yo estuve en Cuba cuando vivía aún Fidel
- ¡Ah!

Y eso es todo.

manel

_________

Manel Fontdevila reportó, vía email, sobre la actuación LIVE de Max, Albert Monteys y él mismo durante el Festival KOSMOPOLIS de Barcelona el pasado jueves, mientras tocaba NeoSol. Gracias, Manel.

ACTUALIZACIÓN

Max acaba de enviar la página que dibujó en el performance (GRACIAS):

Hola. Allá va mi contribución al Kosmópolis:


La traducción:

1- No encuentro la novela que estaba leyendo.
2- El pájaro que cantaba cada día en el jardín ya no está.
3- Hace días que no veo al gato.
4- Mi mujer se despide por teléfono.
- No me esperes. No volveré.
5- Pido consejo a mi tío.
-Vete tú también. ¡Cuanto más lejos, mejor!
6- Detrás de casa hay una finca abandonada.
-¿Aquí abajo será lo suficientemente lejos?
7- Ostras, ¡¡¿qué hay aquí?!!
8- ¡Por lo menos la novela ha aparecido!

ACTUALIZACIÓN II

Albert Monteys acaba de enviarme su página (GRACIAS):


Aquí tienes mi página. Me inventé un poco el estilo para poder
terminarla en los escasos 50 minutos que teníamos disponiendo sólo de la
tableta gráfica. Así que me hice esas marionetitas y las fui modificando
en cada viñeta. Me fue bien, cuando los músicos dieron el último acorde
yo justo le daba el último toque al tema.

Por lo demás, ya lo han contado Max y Manel, lo pasamos bien (sobre todo
porque, yo por lo menos, iba preparado a pasarlo mal), había 180
personas de público que ovacionaron como Dios manda y fue, básicamente
como dibujar en casa (con más prisa y la música mucho más alta, eso sí)

Saludetes

Albert

4 comentarios:

Miguel Porto dijo...

Que grande eres Manel! (si se me permite la confianza)

Anónimo dijo...

Suscribo totalmente las impresiones de Manel respecto a la "performance". Fue algo nuevo, muy excitante y muy satisfactorio. Los músicos, Neosol, practicamente desconocidos, impresionaron al personal. Se implicaron muchísimo en sintonizar con los dibujantes, y hasta me echaron una mano cuando al finalizar el acto me quedé solo ante el peligro con dos viñetas aún por terminar. Me puse muy tenso, con todas las miradas clavadas en mi pantalla, y los Neosol decidieron subir a seguir tocando improvisadamente para acompañarme hasta el final.
Si algún día se repite la experiencia creo que solo haría falta tener tres pantallas de proyección simultánea, una para cada dibujante.
Dentro de un rato os envío aquí mi página (ehem... que aunque llevaba "samplers" preparados con antelación, se resiente sin duda de haber sido hecha atropelladamente en una hora)

Cuentos de Antiguamente dijo...

Hola a ambos dos.
Pues envidia me dáis con vuestras crónicas.
Si que parece una experiencia interesante, sí.
Debería haber más trasvase entre disciplinas.
Ampliaríamos nuestros horizontes y nuestros lectores.
Los editores podrían tomar nota, y empezar a no dar por terminado su trabajo cuando se edita el libro.
Muy bonitas las páginas.
El estilo "superputa" ( quizá deberias buscar otro nombre para la promoción de ese camino estético..ejem) te queda muy bien.
¡¡Estás hecho un BLUTCH, Manel!!
Saludos.

Sanvi dijo...

Pues viva y bravo, señores!