domingo, septiembre 18, 2005

QUE ALEGRÍA CUANDO ME DIJERON…

Un amigo me avisa de que en el suplemento cultural del ABC del sábado ("ABCD las artes y las letras") la columna de Luis Alberto de Cuenca me iba a interesar. Yo no me compro siempre este suplemento cultural, pero cada vez que lo leo compruebo que sigue siendo el mejor de cuantos se publican en la prensa nacional, mal que le pese a algunos.

A lo que iba. Que la columna que firmaba Luis Alberto de Cuenca (Madrid, 1950), en efecto, me ha interesado. Vaya si me ha interesado. Don Luis Alberto, ya saben: doctor en Filología Clásica, traductor de Homero y Eurípides, reconocido poeta, ex director de la Biblioteca Nacional, ex Secretario de Estado de Cultura y, como gran aficionado al cine que es, contertulio ocasional del programa de Garci QUÉ GRANDE ES EL CINE. Don Luis Alberto, el principal responsable de que le dieran a Carlos Giménez la Medalla al Mérito de las Bellas Artes. Luis Alberto.

Pues bien, el artículo en cuestión que firma De Cuenca en el ABC se titula “La ciudad del pecado” . Ya se imaginan por dónde van los tiros, y nunca mejor dicho, ¿verdad? En efecto. Para no perder la costumbre en este blog y mantener el cariñoso apodo ganado de “CON C DE MILLER”, volvemos a hablar aquí de Freddy Mercury, que diría Manel Fontdevila.

Corrección. Esta vez no es el menda quien les va a hablar de FM, sino el Sr. Dr. D. Luis Alberto de Cuenca, gran aficionado al cómic como es bien sabido y admirador de Hergé, entre muchos otros autores. Porque, como está visto que nuestro Querido pero Acomplejado Mundo Cómic siempre anda falto de autoestima intelectual y de coartadas culturales, aquí les dejo con el Sr. D. Luis Alberto hablando sobre SIN CITY y FM.



“En mi opinión, Sin City, de Frank Miller, Robert Rodríguez y Quentin Tarantino, es una de las películas más geniales de los últimos años. Un filme intenso, sugerente, conmovedor, bellísimo. A los que conocíamos el cómic homónimo no nos ha sorprendido lo más mínimo la impresionante calidad de su traslación cinematográfica: los tebeos de Miller son, sin duda, el mejor story board que haya podido dibujarse nunca, y hace más de una década que los valores narrativos, poéticos y estéticos de la serie andan en boca de los lectores más exigentes.

Sin City es una fiesta para los ojos, que se sienten placenteramente invadidos por su abrumadora belleza. Una fiesta para el espíritu, porque nuestra mente sale del cine enriquecida por unas imágenes que no se limitan a fascinarnos y a estremecernos en su desmedida y, a veces, brutal hermosura, sino que se agrupan entre sí con exactitud y rigor para contarnos unas historias, tan ejemplares como aleccionadoras, en las que el Bien absoluto se entrenta con el Mal en estado puro, y en las que perviven conceptos del ominoso pasado premoderno tales como el amor y el heroísmo.”


Esto.... ¿las palabras "conmovedor", "bellísimo", "abrumadora belleza", "fiesta para el espíritu", "nuestra mente" sale "enriquecida por unas imágenes" de "brutal hermosura", "historias tan ejemplares como aleccionadoras", "valores narrativos, poéticos y estéticos de la serie"
...... y "Sin City".....
...... juntas en las mismas frases?

¡Pero adónde vamos a llegar! ¿Nos hemos vuelto todos locos o qué?

…..PECADOR

Cuidado que, como sigamos así, va a resultar que el Mundo Real (ese mundo al que sí pertenece la Cultura y el Arte con mayúsculas), va a reconocer a FM como Artista antes que nosotros, los miembros del freakdom, los habitantes del Planeta Cómic. Un planetoide aún errante en espera de que su órbita gire un día alrededor del Mundo Real. Mmmm... ¿qué razones pueden llevar a un hombre como Luis Alberto a pensar lo que piensa sobre SIN CITY y a valorarla como una obra artística relevante? Les dejo nuevamente con él.

“El mundo está en declive. Lleva varios siglos estándolo. O acaso ha estado decayendo desde el principio. Quizá no podía hacerse otra cosa a partir del momento en que la especie humana abandonó la caza como actividad principal, aprendió a roturar los campos y empezó a habitar en ciudades. La corrección política actual ha conseguido que los hombres chapoteemos en la mentira y en la cobardía con la ilusoria sensación de estar bañándonos en el mar del diálogo, la solidaridad y la tolerancia universales. Las cinco o seis palabras nobles que aún nos quedaban se han convertido en otras palabras, radicalmente diferentes en el contenido pero idénticas en la forma, en lamentables copias de unos originales tergiversados hasta el disparate.

Pero con Hartigan, Marv y Dwight (Bruce Willis, Mickey Rourke y Clive Owen, respectivamente), las palabras adulteradas recobran su sentido primigenio y la epopeya heroica vuelve a escribirse. Y con mujeres como Gail (Rosario Dawson, la reina del Barrio Viejo, una auténtica gladiadora), Nancy (Jessica Alba), la mortífera Miho (Devon Aoki) o Goldie (Jaime King), la Ciudad del Pecado se nos antoja el paraíso.”


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28 comentarios:

Anónimo dijo...

Y de que le dieran la medalla, dos años antes, a Miguel Quesada, espléndido guionista de los tebeos de nuestra infancia. Lo cual tiene más mérito porque no solo demuestra que Luis Alberto conoce nuestros tebeos, sino que no se deja llevar por las modas y darle el premio al más conocido, por muy merecido que lo tenga este.

Saludos, Pepo, que en mi despiste no me enteré hasta la semana pasada que JCP eras tú. Y eso que he discutido contigo varias veces en el último mes (cualquier excusa es buena para oxigenarse en un trabajo agobiante).

Pepo Pérez dijo...

Saludos, Lorenzo. Sí, JCP son la siglas de mi nombre oficial, Juan Carlos Pérez, ya lo dije hace semanas en la cárcel.

Y claro que sí: De Cuenca MOLA!!

Anónimo dijo...

Yo leo La Cárcel de forma muy aleatoria. Cuando me avisan de algo, o, como estos días, cuando tengo que tirarme 14 horas diarias ante el ordenador y necesito desengrasar la mente.

No leí esa revelación en la Cárcel. Me lo dijo Fontdevilla en Avilés. Eso me aclaró porqué el tal JCP sabía tanto de lo que decía, aunque no concidiera conmigo (o yo con él) en algunas cuestiones básicas.

Un saludo.

Anónimo dijo...

uf, siglos sin escribir y no porque no quisiera, ojo!
ja, lo luis alberto de cuenca es claramente una demostración de lo crack que es, ya lo había demostrado con creces en ocasiones anteriores... en cuanto a lo de la portada del durán, me alegro de no ser el único al que le parace cojonuda! (ya lo dije en la cárcel, en su momento)... el tebeo me ha parecido sensacional, y bueno, tu reflexión sobre el dibujo es interesante, pero tampoco creo que lastre el resultado negativamente... bueno, es una impresión.
en fin, me voy a jugar al fútbol, ya seguiremos luego!

Anónimo dijo...

Pues me alegra que me haga esa pregunta, oiga. Bueno, vale, no me ha hecho usted ninguna pregunta, bien es cierto, pero ha sacado de nuevo a relucir el tema de "Sin City", cosa que pensaba yo hacer hoy mismo, tras leerme el penúltimo número de Dolmen.

No iba a escribir sobre la película, eso sí, que ya se habló largo y tendido del asunto por aqui, en su momento, y no merece la pena, supongo, repetir una y otra vez los mismos argumentos a favor y en contra. No puedo evitar, sin embargo, expresar mis temores con respecto a la secuela, que a ver en qué se queda, una vez que la propuesta estética ya no resulte tan novedosa, ni sorprendente, ni llamativa, y las historias a adaptar sean ya las peores de la saga. "Moriría por ella" podría tener un pase, imagino, pero por lo demás, creo, pinta mal la cosa, sí. Aunque lo mismo adaptan "Valores familiares" y les queda tan resultona como "La Gran Masacre" en esta primera entrega, claro, por aquello de ser la más insustancial pero también la más movida. Pero bueno, supongo que así la saga será fiel al cómic incluso en su inmediato agotamiento, con lo cual Rodríguez quedará contento por haber respetado una vez más a rajatabla el original.

Regresando ahora al tema del que antes hablababa, leo el penúltimo Dolmen publicado, como decía, y me encuentro un interesante artículo del señor Koldo Azpitarte sobre Frank Miller y "Sin City" en el que comenta lo siguiente, cuando habla de las principales características de la serie, resultado directo de la evolución artística del autor a lo largo de los años:

"3- Defensor acérrimo del individualismo frente a cualquier otro tipo de consideración social, Miller ha ido dejando de lado el realismo en pos de un expresionismo que subraye el carácter de ficción de su obra para que diversos elementos de su discurso no sean susceptibles de ser interpretados literalmente."

Una visión de su obra que me parece acertada, y una decisión, por parte del autor, que se me antoja, también, bastante comprensible. O sea, para que el personal no piense que Miller hace apología de la violencia el buen hombre exagera cada vez más la nota y deja así claro que tampoco se trata de eso.

Ahora bien, la duda que surge a continuación es...¿de qué se trata, pues? O sea, si su discurso, para ser expresado, requiere de un argumento y una ambientación radicalmente apartados de la realidad...¿no puede pensarse que es un discurso sin una clara aplicación al mundo real, válido solo en tales circunstancias? ¿Un discurso poco útil, por lo tanto?

Y si tal discurso lo elabora en un entorno irreal, por otro lado, ¿cómo podemos saber, en la vida real, hasta qué punto lo considera Miller aplicable? Ya nos suponemos que no hasta el punto de salir a la calle a matar a todo aquel que creamos oportuno, tomándonos la justicia por nuestra mano, pero...entonces...insisto...¿hasta dónde? El marco rotundamente ficticio de sus historias, en definitiva, hace un tanto difícil dilucidar cual es su postura realmente.

Que ya me supongo que sus defensores dirán que el autor no pretende adoctrinar a nadie, sino simplemente invitar a la reflexión y sacudir emocionalmente al lector, y que sus detractores, por otra parte, dirán que simple y llanamente no desea mojarse, o peor aun, que su ideario, su visión de la realidad, paradójicamente, solo es aplicable en un entorno irreal.

En cualquier caso, ahí queda el tema, sobre la mesa, por si quieren ustedes opinar.

Un saludo.

Pepo Pérez dijo...

""Moriría por ella" podría tener un pase, "

Coincido contigo, Alfred. Ésa no estaba mal, del resto de las que quedan. Y, sorpresa, HELL AND BACK, que me releí hace poco, está bastante bien, más de lo que recordaba. Del resto de historias, ya lo dije, o lo dijiste tú también, hay poco aprovechable.

----".¿no puede pensarse que es un discurso sin una clara aplicación al mundo real, válido solo en tales circunstancias? ¿Un discurso poco útil, por lo tanto?

1) SCITY, al no ceñirse al mundo real, deja la puerta más abierta a que cada uno lo aplique a su vida real como mejor le venga. La ficción metafórica funciona así.

En otras palabras: ¿es útil el discurso de una película de ciencia-ficción? ¿es útil el discurso que pueda tener cualquier relato fantástico? ¿es útil el discurso que puede haber en determinados tebeos de superhéroes, que también son irreales? ¿Es útil el discurso de QUÉ BELLO ES VIVIR, que es el fondo un cuento de hadas, ángel incluido? ¿es útil el discurso humano de EL VIAJE DE CHIHIRO?
Si la obra irreal contiene un discurso que tiene que ver con el ser humano, dará igual que esté ambientada en un mundo irreal, porque nosotros lo captaremos igual y nos será útil.

---"Y si tal discurso lo elabora en un entorno irreal, por otro lado, ¿cómo podemos saber, en la vida real, hasta qué punto lo considera Miller aplicable? "

2), en cuanto al discurso: me remito a lo que ya dije en su momento, al principio de este blog, sobre el discurso de FM, que es más o menos el mismo siempre. Ya lo repetí también en el último post sobre "EL CRÉDITO DE SIN CITY".
Por resumir de nuevo, que no me cuesta: el mensaje de FM es esencialmente -dejemos a un lado la literalidad del argumento- cristiano. Haz lo que debas sin esperar nada a cambio, sacrifícate por los demás si crees que es lo justo. Los héroes de FM llevan esto, en la literalidad de la historia, hasta el punto de morir por los demás, como queda claro en ESE COBARDE BASTARDO, la que más.

Ahora bien, cómo aplica cada uno este mensaje a su vida particular, pues eso... ya es cosa de cada uno. Desde luego, yo no voy a morir por nadie, ni creo que nadie deba hacerlo (bueno, menos ese padre capaz de dar su vida por su hijo, etcétera), pero el espíritu del mensaje, que es lo que importa, es en el fondo profundamente judeocristiano y tiene todo que ver con los valores de nuestra cultura desde hace siglos. Valores que se vieron refrendados por la ilustración, más modernamente, y que siguen en la base de nuestras sociedades. Porque, bueno, yo soy de los que creen que malos hay pocos, lo que pasa es que siempre hacen más ruido. La gente buena es la que abunda, y no está de más recordarnos que hay que hacer las cosas justas simplemente porque lo son. Justas, digo. Y no me refiero a matar a nadie, claro, sino -volvemos a lo metafórico- al mensaje en sí mismo.

Lo cual no creo que venga nada mal en nuestras sociedades actuales, donde hay un cierto tipo de discurso cínico y malvado, asociado al éxito sin escrúpulos, que te dice justo lo contrario. Haz lo que sea con tal de mirar por ti (y seguir la zanahoria del cordero de oro, que ésa es otra), aunque pises a los demás y dañes al inocente. Eso por no hablar de la corrupción existente en determinados ámbitos, etc. No estoy moralizando. Nadie es perfecto, todos somos débiles, todos podemos ser cínicos en un momento dado y muy egoístas en muchos más momentos, etc. Pero, eso me parece, no está mal que una historia te recuerde de vez en cuando este tipo de mensajes... sobre todo para que uno se mire en su espejo. Al menos para sacudirte y hacer que cada uno se cuestione a si mismo.

------"El marco rotundamente ficticio de sus historias, en definitiva, hace un tanto difícil dilucidar cual es su postura realmente."

3), Eso es para mí lo mejor de FM. Que no sabemos bien cuál es su postura, ni falta que hace.... y estoy seguro de que él lo hace a propósito, dejar esa ambigüedad ahí. Ya comenté que si usara la ironía abiertamente, aclararía su postura. Pero no lo hace.
La Ambigüedad en la ficción. Buen tema. Hace no mucho hablábamos en donde Migoya sobre CENTAUROS DEL DESIERTO. ¿Por qué esa película sigue fascinando a tanta gente, y por qué cada uno le da un significado ligeramente diferente? Pues, entre otros valores artísticos que tiene, que son muchos, por la ambigüedad que transmite la historia. Se formulan preguntas muy trascendentes en esa película, conflictos humanos muy serios... pero apenas se dan respuestas. Porque sus autores no quisieron darla. En esa película todo es complejo, contradictorio y paradójico... como en la vida misma.

Volviendo a SIN CITY, cuyo tratamiento de estilo es muy distinto -basto, maniqueo e irreal- a esa película de Ford -nada maniquea, bastante "real" dentro de la estilización, etc.-, sí comparte la ambigüedad con THE SEARCHERS. Y eso es lo bueno de FM, no sólo en SIN CITY, sino de otros trabajos suyos.

Una obra de ficción, así lo creo, una vez parida pertenece ya al espectador; al menos eso es lo que debería ser la ficción moderna. Y uanto más se aparte el autor, cuanto menos especifique su postura, más espacio adulto dejará en su obra: porque así el lector podrá "jugar" y participar más para interpretar la obra. Para hacerla suya, por tanto. a mí una obra que me lo deja todo cerrado, que me lo da todo frito y cocido, me interesa menos que otra que no lo hace.

"Que ya me supongo que sus defensores dirán que el autor no pretende adoctrinar a nadie, sino simplemente invitar a la reflexión y sacudir emocionalmente al lector"

Exacto, eso es lo que pienso.
Pero estaría bien que sus detractores aparecieran por aquí a decir lo contrario.

Pepo Pérez dijo...

Se me ha olvidado comentar lo más importante: y si el mensaje del tema en FM es cristiano, que lo es, ¿por qué entonces transmitirlo con historias de personajes ultraviolentos como los de SCity, gente al margen de la ley que se toman la justicia por su mano para hacer "lo que es debido"?

¿Por qué entonces no cuenta eso mismo FM con personajes pacíficos e inofensivos, que ponen la otra mejilla, etcétera (bueno, estuvo a punto de contarlo, porque estuvo preparando la historia de Jesús), que son mucho más reales porque tienen que ver con la mayoría de nosotros, seres pacíficos e inofensivos?

A ver si alguien tiene algo que decir sobre esto. Yo tengo mi respuesta a esa pregunta, claro.

Pepo Pérez dijo...

¿y quién ha defendido su gestión? Yo sólo he dicho que me cae fenomenal. Que es un crack como tipo -me refiero al personaje, claro, porque a la persona no la conozco-. Es una apreciación puramente subjetiva. Me encanta leerle y oírle hablar cuando sale en la tele.

Si te soy sincero, Álvaro, no estoy demasiado informado de su gestión. Más bien nada, aparte de lo de la medalla al mérito y de que organizó lo de 100 AÑOS DE CÓMIC en la biblioteca Nacional, cuando la dirigía, así que mi intención no era defender su gestión ni mucho menos.

Y, la verdad, no sé bien cómo hizo las cosas, pero hasta ahora no estoy viendo demasiada mejoría con la ministra Carmencita Calvo, andaluza como yo -natural de Cabra (Córdoba)- y aficionada al heavy metal, su música favorita. Guarda una chupa de cuero en su despacho, por si le da por escaparse a algún concierto (dicho por ella). Aparte de meter la pata cada vez que habla, pues a ver sus méritos hasta ahora....

Pero, ya que estamos, ¿por qué ha sido un desastre su gestión? Infórmanos, que ya sabes que yo estoy abierto de orejas. Lo digo sin coña alguna.

Pepo Pérez dijo...

Me refiero con mi última pregunta a la gestión de De Cuenca, claro.

Anónimo dijo...

jcp y Alfred...volvamos la redil, hablemos de Frecuencia Modulada ;)
Estoy con la tesis cristiana, y creo que lo que Miller hace es ser generoso. O sea, que si él mismo ha intriorizado una parábola (o una docrina, o una religión, elegid el que os convenza)él, como artista (creador) nos traslada esa idea, parábola o doctrina. Pero lo hace desde el acierto de no ser catecista: plantea en abstracto una idea (a todo riesgo, además, pues ofrece su cara menos beatífica/pasiva, el negativo de la historia a que estamos acostumbrados -Jesus etc.-) para que, desde la contemplación de esa parábola, y como puede que él hizo con las enseñanzas cristianas, nosotros obtengamos las conclusiones.
Vale, parece que hablo de un cura...pero de los buenos: no catequiza, si no que ofrece una bella historia, pura y simbólica para que nosotros, como sujetos activos, lleguemos a SU verdad.

Y conste que hablo de Miller, de cómo yo lo veo (vamos, que el señor punch es ateo convencido, irredento y orgulloso).

Pepo Pérez dijo...

... Porque, Álvaro, no me negarás que ya manda huevos que a Giménez le den algo con un gobierno de PP, y no con uno de "izquierdas". Porque tiempo tuvieron desde el 82 al 96, ¿no?

Pepo Pérez dijo...

"Y conste que hablo de Miller, de cómo yo lo veo (vamos, que el señor punch es ateo convencido, irredento y orgulloso)." Claro, y yo también me defino como ateo, Punch.

Pero es que, primero, la ética judeocristiana, como tú bien sabes, hace siglos que se ha disociado de la religión... Muchos de sus valores fueron adoptados por la filosofía occidental posterior, desde un punto de vista no religioso precisamente sino laico, lo mismo que hizo la Ilustración y el liberalismo, de donde finalmente vienen los valores de tolerancia moderna que hemos empezado a practicar, más o menos, en el siglo XX. O eso intentamos, claro.

Pero es que el concepto mismo de tolerancia hacia otras formas de vida y otras culturas aparece hace relativamente poco en la cultura occidental, concretamente como remedio contra las guerras de religión en la Europa de los siglos XVI y XVII. Esto último lo explica Sebas Escámez en el Rock de Lux de este mes (a cuento del matrimonio gay), profe de ciencia política.
Esa tolerancia, primero sobre las religiones, poco a poco se ha ido ampliando hacia formas de vida y creencias personales en general, incluyendo por supuesto las laicas.

A lo que iba, que se me va la pinza: que el mensaje de FM no tiene por qué entenderse obligatoriamente en un sentido religioso. Es más un mensaje ético y moral que otra cosa.

Pero, repito: si FM ya contó ese mensaje con un héroe más puramente cristiano como era el Matt Murdock de BORN AGAIN, ¿por qué elegir en cambio estos héroes paganos y ultraviolentos de Sin City, si es que quiere expresar lo mismo? ¿no es eso un poco contradictorio?

Anónimo dijo...

Vayamos por partes, que me aturrullo.

"1) SCITY, al no ceñirse al mundo real, deja la puerta más abierta a que cada uno lo aplique a su vida real como mejor le venga. La ficción metafórica funciona así. En otras palabras: ¿es útil el discurso de una película de ciencia-ficción? ¿es útil el discurso que pueda tener cualquier relato fantástico?"

Por supuesto que la duda que plantea la obra de Miller se extiende a todas aquellas que resulten similares en sus planteamientos.

De todos modos, creo, el uso de metáforas y parábolas no siempre implica ambigüedad, y se pueden lanzar mensajes muy claros y definidos utilizando recursos fantásticos. En la película "Yo, Robot", por ejemplo, ya que pregunta usted por las obras de ciencia-ficción, se apreciaba un cierto alegato en contra de la pena de muerte, o en la propia "El Viaje de Chihiro", ya que tambien la cita, existe un alegato ecologista muy obvio, por más que se exprese a través de la metáfora aquella del dios pestilente y nauseabundo que va a la casa de baños. El mismo alegato ecologista, junto a otro de carácter antibelicista, que se da en "Nausicaa", del mismo autor, aunque se narre nuevamente a través de una parabola fantástica, vaya.

La utilización de metáforas y parábolas, por lo tanto, y recapitulando, no implica ambigüedad, repito. Posicionarse claramente o no en los asuntos tratados queda a la elección del autor, independientemente del tipo de narración que esté desarrollando, creo yo.

"el mensaje de FM es esencialmente -dejemos a un lado la literalidad del argumento- cristiano. Haz lo que debas sin esperar nada a cambio, sacrifícate por los demás si crees que es lo justo."

Pues me vuelven a asaltar las dudas, oigan, porque mientras que vemos a los personajes sacrificándose por los demás, hasta el extremo de morir, literalmente, y asumimos que Miller lo apoya, también los vemos matando por los demás, literalmente, y sin embargo ahí nos tomamos la libertad de interpretar que eso no lo apoya, en cambio, cuando ambas cosas se ven en la historia.

¿No estaremos acomodando la interpretación de la historia a nuestro ideario y nuestra moral? ¿Quién dice que Miller apoye una cosa y la otra no? Pues nadie, precisamente por esa ambigüedad del autor. ¿Cómo sabemos que ese "hacer lo que creamos justo" no implica, llegado el caso, tomarse la justicia por tu mano, como hacen sus personajes? ¿Cómo podemos saber hasta qué punto apoya Miller el individualismo?

No tenemos manera de saberlo, simple y llanamente, porque Miller no lo aclara, y si bien se le puede defender alabando su invitación a la reflexión, como hacen ustedes, también me parecería comprensible que alguien achacara tal ambigüedad a una cierta cobardía por su parte. A un no querer mojarse, como decía antes.

Que tampoco digo que así sea y el hombre apoye, bajo determinadas circunstancias, lo de tomarse la justicia por su mano (aunque bien podría explicar eso que usted dice, JCP, de la utilización de argumentos tan salvajes y brutales), pero no deja de sorprenderme lo clara que tienen su interpretación personal de la obra de Miller algunos lectores, tanto en un sentido como en el otro.

Y ya puestos, tampoco me parecen mal aquellas obras cuyo mensaje resulta claro y contundente, ni menos "adultas", tampoco. Es más, a menudo me parece una muestra de valentía que los autores se posicionen claramente con respecto a temas concretos. Luego, claro, se pueden hacer las cosas bien o mal, o lo que es lo mismo, sin insultar la inteligencia del espectador o de manera burda y panfletaria. Parapetarse en la ambigüedad, como digo, puede resultar interesante, no digo que no, pero también muy cómodo, en algunas ocasiones.

Después de todo, el arte no deja de ser un medio de expresión, y cada cual, supongo, está en su perfecto derecho de utilizarlo para exponer sus ideas y opiniones. Y también sus dudas, mediante obras más ambigüas, claro que sí, pero creo yo que ambos tipos de obras merecen el mismo respeto y la misma atención siempre y cuando tengan calidad.

Sobre por qué razón utiliza Miller unos personajes y unos ambientes tan violentos en sus historias de "Sin City", la respuesta más inmediata, dejando a un lado la insinuada anteriormente, claro, es que la sangre, como el sexo, vende. Y vende porque fascina y atrae, y fascina y atrae, imagino, porque la violencia forma parte del ser humano, que en modo alguno es ese amable corderito que usted parece creer que es, JCP, y si no que se lo pregunten a los de Nueva Orleans.

También es posible que Miller busque construir una historia muy visceral, muy básica, muy primitiva, para que resulte más contundente, y por lo tanto sus personajes hayan de comportarse de tal manera, visceral, básica y primitivamente.

Y sobre "Centauros del Desierto" admito que resulta ambigua, pero no tanto como sería de desear. Vamos, que a mí, de ser indio, la película me habría sentado como una patada en los mismísimos, cosa que dudo le pueda llegar a pasar a ningún "hombre blanco" que la vea, salvo que simpatice con la causa india, como me pasó, en cierta medida, a mí.

Un saludo.

Anónimo dijo...

P.D.: Otra respuesta obvia a su pregunta sobre la utilización masiva de la violencia en "Sin City" sería que nadie escribe relatos de género negro protagonizados por hermanitas de la caridad. El propio marco génerico lo demanda, vaya.

Pepo Pérez dijo...

"La utilización de metáforas y parábolas, por lo tanto, y recapitulando, no implica ambigüedad, repito. Posicionarse claramente o no en los asuntos tratados queda a la elección del autor, independientemente del tipo de narración que esté desarrollando, creo yo. "

Tienes razón. Y el ejemplo del ecologismo en CHIHIRO, muy bueno.

"¿No estaremos acomodando la interpretación de la historia a nuestro ideario y nuestra moral? ¿Quién dice que Miller apoye una cosa y la otra no? Pues nadie, precisamente por esa ambigüedad del autor. ¿Cómo sabemos que ese "hacer lo que creamos justo" no implica, llegado el caso, tomarse la justicia por tu mano, como hacen sus personajes? ¿Cómo podemos saber hasta qué punto apoya Miller el individualismo?"

Pues claro que la acomodamos a nuestro ideario, a nuestra vida, de eso se trata. Pero es que eso es posible porque el autor no deja su postura clara. Si la dejara, no estaríamos discutiendo nada aquí. Ni ahora, ni todas las veces que lo hemos hecho.

"Y ya puestos, tampoco me parecen mal aquellas obras cuyo mensaje resulta claro y contundente, ni menos "adultas", tampoco. Es más, a menudo me parece una muestra de valentía que los autores se posicionen claramente con respecto a temas concretos. Luego, claro, se pueden hacer las cosas bien o mal, o lo que es lo mismo, sin insultar la inteligencia del espectador o de manera burda y panfletaria. Parapetarse en la ambigüedad, como digo, puede resultar interesante, no digo que no, pero también muy cómodo, en algunas ocasiones.Después de todo, el arte no deja de ser un medio de expresión, y cada cual, supongo, está en su perfecto derecho de utilizarlo para exponer sus ideas y opiniones. Y también sus dudas, mediante obras más ambigüas, claro que sí, pero creo yo que ambos tipos de obras merecen el mismo respeto y la misma atención siempre y cuando tengan calidad."

Pues de acuerdo también. La ambigüedad no es excluyente de otro tipo de recursos expresivos, que pueden ser igual de adultos. Se pueden lanzar mensajes más claros siempre y cuando, como dices, Alfred, no se haga de manera panfletaria y burda. A mí lo que me fastidia es cuando todo te viene dado frito y cocido o se te dice de manera borrica. Pero en CHIHIRO, como dices, esto no sucede así, aunque ahí haya, en efecto, un par de mensajes más claros que otros. Pero el modo de expresarlos es lo suficientemente bello y sofisticado -mucho, de hecho- como para poder disfrutarlo.
Espero haberme explicado mejor ahora.

"porque la violencia forma parte del ser humano, que en modo alguno es ese amable corderito que usted parece creer que es, JCP, y si no que se lo pregunten a los de Nueva Orleans."

Claro, yo esto nunca lo he negado. Y si hablaba de una mayoría de gente "buena", lo hacía con las reservas que ya he expuesto: todos en un momento dado somos "monstruos de egoísmo", como suele decirse, y más en una situación "sálvese quien pueda" como la que pones de ejemplo (N. Orleans).
Pero, en una situación de normalidad como la que ahora mismo disfrutamos aquí, pues sí creo que la mayoría de nosotros nos comportamos de manera más o menos "bondadosa", o como se quiera llamar. Muchas veces por conveniencia, pero otras tantas veces por gusto (amor, amistad, lealtad, etc.) hacia el otro. Hacia tu pareja, hacia tus amigos, hacia los seres queridos, incluso hacia tu vecino de al lado. ¿O es mentira esto que digo?

Y que los malos son minoría, pues también lo pienso. Claro que entre los malos y los muchos que a veces prefieren -preferimos- mirar hacia otro lado para evitar meternos en líos... ¿Ves? El mensaje milleriano de "haz lo que debas", y no lo que te convenga, vuelve aquí para cuestionar nuestras acciones (o inacciones). ¿Hasta qué punto se hubieran parado muchas monstruosidades de la historia humana si esa mayoría pasiva no hubiera mirado hacia otro lado y dejó hacer a los organizadores de la merienda de negros? Porque esto es siempre se repite en toda guerra, en todo genocidio.
Cuestión distinta es que no seamos capaces, por cobardía o egoísmo, de hacer lo que debemos en lugar de mirar hacia otro lado.
Pero es que con la obra de FM estamos hablando de ficción, no de la realidad, Alfred.
Y la ficción no siempre tiene que reflejar la realidad. Puede contener mensajes ideales.

Sobre la contradicción entre mensaje y forma en Sin city, creo que son válidas todas esas razones que apuntas, Alfred (el género negro, la violencia como reclamo comercial, etc.), y algunas más que propongo yo aquí:

1- el contraste es, de nuevo fundamental. Igual que no es lo mismo dibujar una historia truculenta y violenta con un grafismo realista y detallista -ahí no hay contraste- que con un dibujo de línea clara, blandito y pop (donde sí hay un contraste muy expresivo: véase como ejemplo FUERZA-X, de Milligan dibujada por Allred), si esta misma idea de constraste nos lo llevamos al terreno del guión, pasa un poco igual. Es decir: no es lo mismo transmitir el mensaje de "haz el bien y no mires a quién" contándolo en una historia protagonizada por, qué sé yo, un tipo bonachón que lo deja todo y se va a una misión humanitaria a una leprosería de la India (o por un cristiano bondadoso que hace las veces de Jesucristo como era el Matt Murdock de BORN AGAIN)......
....que lanzar ese mismo mensaje en una historia protagonizada por un tipo ultraviolento con gabardina y pistolones.
El contraste, además de chocante, desconcierta y crea.... sí, exacto. Ambigüedad.

2.- La ambigüedad de nuevo, claro. Es la otra razón, la razón principal, derivada del contraste. El contraste es ambiguo. Y la ambigüedad como medio expresivo es aquí el camino elegido (aunque hay otros, claro, pero no es el caso). Ese contraste desconcierta, despista y, claro, hace pensar. "¿Esto... qué me está contando?" "¿qué me está diciendo, que hay que matar a 20 antes de morder el polvo?" ¿O es otra cosa?" "¿Qué opinión tiene el autor sobre esto que me cuenta?" "¿Cómo debo interpretar yo esto?" Ah, peligro. Porque el autor no te lo indica... cuidado, hay que pensar por uno mismo...y ahí ya el suelo tiembla bajo nuestros pies.

¿Que por qué estoy tan seguro del mensaje de FM? Pues porque lo lleva repitiendo desde el principio de su carrera. Como tantos escritores, repite obsesivamente unos mismos temas. Y como he visto el mismo mensaje revestido de diversas formas -cambia la forma pero no el fondo-, pues ya me lo sé. La diversión en FM está en cómo te lo va a contar esta vez. Curiosamente, a mí al menos, me suele engañar y desconcertar a menudo. "¿Eh? ¿qué me está contando aquí? ¿Esto es distinto a lo anterior, no? " Pero, cuando acabas su nuevo tebeo, ves que no. Ves que se ha quedado contigo y que sigue siendo, más o menos, lo mismo.
Es verdad que cada vez lo cuenta de manera un poco más descreída y relajada, quizás, porque FM se hace mayor y es ley de vida, pero el mensaje sigue siendo básicamente el mismo.

Finalmente, sobre el individualismo que tú apuntas. El FM-persona es individualista, claro, eso no lo dudo: le he leído en sus entrevistas y hay mucho de eso en sus obras. Y es algo muy estadounidense por otra parte.
Pero es que el individualismo, al menos tal como lo entienden los estadounidenses, no es en absoluto contradictorio con ayudar a los demás, ni con el sentido de la lealtad, etc. La cultura de asociacionismo, de civismo y de ayudar a los demás que tienen en USA es bastante menos conocida de lo que sería deseable. Esto siempre te lo cuenta la gente que ha vivido allí un tiempo.

Otra cosa son los gobernantes de turno del país, claro. Y de cómo los eligen, de la cultura política de la masa, etc.

antonio dijo...

Que increible lugar han creado!!
Me encanta lo que estan haciendo un saludo..JESUS ANTONIO

Anónimo dijo...

JCP:
“la ética judeocristiana, como tú bien sabes, hace siglos que se ha disociado de la religión... Muchos de sus valores fueron adoptados por la filosofía occidental posterior”
Cierto…de hecho, también podemos decir que viene de atrás…es neoplatónica. Miller no “cristianiza”, más bien filosofa en torno a la ética…desde sus valores cristianos. Lo quería puntualizar porque por ahí iban mis comentarios.

Alfred:
“La utilización de metáforas y parábolas, por lo tanto, y recapitulando, no implica ambigüedad”
De hecho es ese posicionarse en torno a la ética individual lo que hace polémico a Miller, ¿no creéis?. Y eso que no catequiza, pero su parábola adopta una forma radical que parece no entenderse.
“¿No estaremos acomodando la interpretación de la historia a nuestro ideario y nuestra moral?”. No creo, Alfred. Veo signos de moralidad cristiana en todas las obras de Miller. De hecho en Born Again hay muchas más que en Sin City, pues la abstracción pura aún estaba lejos. En Daredevil Renace (sería la traducción, más o menos), al descubrir la identidad del héroe, éste pierde su significancia. Deja de ser único, y entonces comienza su viaje regresivo para resucitar de entre los brazos de su madre. Y resucita en la cruz. Born Again está poblado de mensajes e imágenes cristianas, incluida la de la Pasión de Miguel Angel, una de las más bellas que recuerdo.
Pero cuando otros usan en el superciego la imaginería cristiana, es un atrezzo, vacío, molesto.
Respecto al individualismo…hombre, creo que aquí no tienes razón al atribuir a Miller ambigüedad. Desde su Gordon en Año Un, hasta esa recuperación del Yo de Born Again…por no hablar de Waine ante el murciélago gigante, en el Señor de la noche…todos los cómics de Miller exaltan la fuerza del individuo.

“tampoco me parecen mal aquellas obras cuyo mensaje resulta claro y contundente, ni menos "adultas", tampoco. Es más, a menudo me parece una muestra de valentía”. Mal no, pero a veces se cae en el sermón. Y muchas veces se cae en lo políticamente coñazo..digo correcto (ej: Mar Adentro). Pero sí, hay de todo.

“la sangre, como el sexo, vende”. De acuerdo, pero vende su versión superficial, su exposición irreflexiva a lo Tarantino. Verhoeven, Lynch, o esa barbaridad de “Henry, retrato de un asesino”…son otra cosa. ¿No te parece?. Yo sitúo a Miller más cerca de Verho que de Rodríguez (y por eso sostengo que en la peli se lleva el gato el dibujante, a lo mejor a la chita callando…pero es que comparo Sin City con Abierto hasta el amanecer y no veo puntos de contacto…más allá de la superficie).

Anónimo dijo...

Por cierto, que nunca lo dije...no todo Sin City me parece recomendable. Hay repetición, cansancio, y no siempre funciona. Me quedo con Ese Cobarde Amarillo, de calle,y con Sin City, el primero, pero en su versión de revista, donde las elipsos entre capítulos me parecen geniales, y más abajo, pero interesante, con Ida y vuelta al Infierno.
Y en medio está 300...que no, no.
Y luego la vuelta del Señor de la Noche...que sí, sí. Y a lo grande.

Pepo Pérez dijo...

No, claro, Punch, claro que SC se repite. De hecho, te digo más: si por mí fuera, la serie debería estar cerrada ya y no continuar. Del DK2 ya hablaremos en un post, pero no ahora. Hay que espaciar la Frecuencia Modulada. ;-)

"Cierto…de hecho, también podemos decir que viene de atrás…es neoplatónica."

No, claro, los cristianos no inventan muchos de sus valores, pero sí los llevan a terreno religioso (como dogma de fe) y, eso es lo importante para el laico, como forma de vida. Y una forma de vida llevada a la práctica de un modo tan radical, y antagónico a la moral predominante de su época, que no me extraña que fueran tan perseguidos desde el poder. Al fin y al cabo, una de las ideas principales implícita en el discurso cristiano es la de que todos somos iguales, o que al menos deberíamos serlo. Y eso no era precisamente una creencia muy extendida en aquellas sociedades premodernas sino algo revolucionario. Ahí está la cosa que a FM le interesa: que el arquetipo de Jesús (porque eso y no otra cosa es lo que cuenta en sus historias) es revolucionario si se toma como imperativo categórico, de manera universal. Si todos imitásemos su actitud (no me refiero a la cruz, sino a hacer lo justo, aunque eso le lleve a enfrentarse a corruptos y al poderoso mismo), otro gallo nos cantaría a todos. Y los cambios en la sociedad no irían tan lentos como siguen yendo. Pero, claro, el hombre es eso, un hombre. Somos humanos, y demasiado a menudo hacemos lo que nos conviene en lugar de lo otro. ES la condición humana. Pero para eso sirven las ideas, y los ideales. Para avanzar y mejorar.

El judeocristianismo tiene cosas chungas, como la culpa de origen (aunque últimamente me pregunto si esto lo inventa esta religión o si realmente no obedece a una idea que está en el inconsciente colectivo del hombre occidental desde mucho tiempo atrás), pero también es cierto que otros muchos de sus valores han ido conformando la cultura occidental desde hace siglos y que siguen presentes aún. Y si no fuera por las "correcciones" que esos valores han permitido introducir en nuestras sociedades, normalmente gracias a la intervención del Estado (y ya sobre todo en el siglo XX, a partir del Estado del bienestar: protección de minorías, correcciones en el capitalismo de mercado, servicios públicos, etc.), todavía regiría entre nosotros la ley de la selva, el homo hominis lupus. Y no viviríamos tan bien como vivimos ahora.

Y cuando digo valores cristianos, digo valores. No me refiero a los dogmas religiosos. Ni, por supuesto, a la Iglesia, que como institución no ha sido precisamente un ejemplo (salvo excepciones) de llevar a la realidad y aplicar dichos valores. La mayoría de la gente es más cristiana en su vida cotidiana (aunque sean ateos) que la propia Iglesia cristiana, sea ésta de la variante que sea.

Pepo Pérez dijo...

" y demasiado a menudo hacemos lo que nos conviene en lugar de lo otro. "

Habría que decir, más bien, que demasiado a menudo hacemos LO QUE CREEMOS que nos conviene en lugar de lo justo.
Porque cuántas veces la mayoría la ha cagado por mirar hacia otro lado creyendo que eso era lo que "le convenía", y luego, pues no.
No hay más que ver lo qué pasó con la Alemania de Hitler o la Rusia de Stalin.

Pepo Pérez dijo...

VOLVIENDO A DE CUENCA, ¿qué pasó con su gestión? ¿o es que el PP todo lo hace mal simplemente porque es el PP? ¿o es que el primer gobierno Aznar fue igual que el segundo? no soy precisamente un votante de este partido, pero, un poco de matiz, ¿no?
Que la realidad no es el mundo maniqueo de SIN CITY.

Anónimo dijo...

"Respecto al individualismo…hombre, creo que aquí no tienes razón al atribuir a Miller ambigüedad."

No, no, si está claro su talante individualista (que tampoco digo, a todo esto, que sea bueno, ni malo, ni todo lo contrario, ojo).

La ambigüedad de su discurso radica en los límites hasta los cuales resulta aceptable llevar dicho individualismo y hasta qué punto debe hacer uno lo que crea más justo y correcto, aunque choque con el orden establecido.

Y vuelvo a plantear la misma pregunta que realizaba antes: ¿uno debe hacer lo que considere más justo y correcto aun cuando implique tomarse la justicia por su mano?

Miller no responde a tal pregunta, pues si bien parece aprobar la manera de actuar de sus personajes, también lo hace el lector, claro, simple y llanamente porque apenas les deja otra salida, tan extremas y límites suelen ser las circunstancias en las que los sitúa, especialmente en "Sin City". O sea, que en una ciudad como esa, donde hay más corruptos, violadores y asesinos por metro cuadrado que en ninguna otra (y más o menos lo mismo podría aplicarse a sus visiones de "Gotham"), casi no supone ningún dilema moral hacerlo, vaya. Pero...¿y en otras circunstancias? ¿lo aprobaría? Este es el punto en el que me parece algo ambiguo el discurso de Miller a causa de esa descarada irrealidad de sus historias.

Y claro que la cultura norteamericana es eminentemente individualista, hombre. No hay más que observar cuales han sido sus mitos y héroes a lo largo de la historia: primero el pistolero solitario del oeste, transformado más tarde en el detective privado de la urbe (no es casualidad que Miller sienta debilidad por el género negro) y más tarde aun en la figura del superhéroe. De ahí, también, que les haya dado tanta grima desde siempre eso del comunismo.

Un caracter individualista, por cierto, que no deja de ser un tanto contradictorio con su constante defensa de la tan cacareada Democracia Americana. Pero bueno, las contradicciones forman parte esencial de la naturaleza humana, supongo.

Un saludo.

Pepo Pérez dijo...

Gracias a todos por los comentarios, la verdad es que han sido de nivel, con mucha chicha. ESpecialmente a Alfred y a Punch, gracias.

Punch, destaco este comentario tuyo que me ha parecido muy brillante: "Veo signos de moralidad cristiana en todas las obras de Miller. De hecho en Born Again hay muchas más que en Sin City, pues la abstracción pura aún estaba lejos. En Daredevil Renace (sería la traducción, más o menos), al descubrir la identidad del héroe, éste pierde su significancia. Deja de ser único, y entonces comienza su viaje regresivo para resucitar de entre los brazos de su madre. Y resucita en la cruz. Born Again está poblado de mensajes e imágenes cristianas, incluida la de la Pasión de Miguel Angel, una de las más bellas que recuerdo. "

Sí, Matt está sumido en pleno cambio personal -al comienzo de la historia está deprimido, de hecho; es decir, hay dos yos ahí luchando, el viejo yo y el nuevo yo, como en la mayoría de historias y de conflictos humanos de ficción- justo cuando le pilla el toro (Kingpin) y, como tú bien dices, precisamente cuando es revelada su identidad secreta, todo se le desmorona. Es una metáfora buenísima.
Claro que el desmorone no le viene mal en absoluto, porque su conflicto está precisamente en que necesita cambiar hacia el nuevo yo. Nuevo yo que es el nuevo Matt que resurge ("resucita") tras pasar el calvario que pasa.

Dejando aparte esto lo de los yos y los cambios personales, que es material universal de la mayoría de la ficción, luego está lo que tú dices, sobre los símbolos específicamente cristianos de esa historia. BORN AGAIN está repleto de símbolos del Nuevo TEstamento. No sólo es la cruz que sale tantas veces, no es sólo la Virgen María (la madre monja) en cuyos brazos comienza a renacer, es todo. Está San Pedro (Ben Urich), que niega tres veces conocer el nombre de Matt por miedo... para luego arrepentirse porque él aprende a hacer lo debido, a asumir su responsabilidad, a no negar a su amigo...a pesar de que Kingpin ha hecho mutilarle y de que su mujer casi muere. Está Judas, claro, Karen, que vende ya al comienzo de la historia el nombre de Matt por dinero; bueno, por heroína, es lo mismo. El nombre (la identidad) una y otra vez como símbolo en torno al cual gira la historia, por cierto.
Luego, Kingpin es el poder mafioso al que se enfrenta este Jesús. Etcétera.

Paco: " Y creo que su gestión fue pobre, como lo fue en general la política cultural del PP, sobre todo los últimos 4 años. Sirva de ejemplo la congelación del presupuesto dedicado a Cultura. Sobre Cuenca político decir que se olvidó del cómic, un par de medallas y poco más es un balance muy cortito para cuatro años."

Sí, Paco, pero las pregunta que yo me hago son:
-¿cuántas medallas al mérito de las Bellas Artes se dieron a historietistas con anteriores gobiernos a éstos?
-¿cuántas se han dado, o se van a dar, con el actual?
-Y, más importante, ¿qué debería hacer el Ministerio de Cultura respecto al cómic? ¿Subvencionarlo, como hace con el cine español?

Anónimo dijo...

"-Y, más importante, ¿qué debería hacer el Ministerio de Cultura respecto al cómic?"

¿Fomentar su lectura, como intenta fomentar la de la literatura? ¿Aumentar su presencia en las bibliotecas tanto públicas como de los institutos y colegios, como parte de tal campaña? ¿Promover exposiciones en las mismas? ¿Dedicarle espacio en la televisión pública? ¿Introducirlo en la universidad a través de cursos, talleres y ponencias? ¿Organizar eventos o apoyar a los que existan?

Yo por preguntar, vamos.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Y ya que se habla tanto de Luis Alberto de Cuenca, que supongo que sí habrá hecho muchas cosas buenas por el cómic, ¿que hay de aquellas famosas declaraciones en el curso de verano de la Universidad Complutense en el Escorial del 2003?
¿Alguien sabe si fueron finalmente desmentidas?

Pepo Pérez dijo...

"¿Fomentar su lectura, como intenta fomentar la de la literatura? ¿Aumentar su presencia en las bibliotecas tanto públicas como de los institutos y colegios, como parte de tal campaña? ¿Promover exposiciones en las mismas? ¿Dedicarle espacio en la televisión pública? ¿Introducirlo en la universidad a través de cursos, talleres y ponencias? ¿Organizar eventos o apoyar a los que existan?"

Pues todo eso, Alfred, sí, señor. Las subvenciones, para quien las quiera, yo no (cine español).
Gran lista que copio y pego por intentar hacer algo de ruido. GRACIAS!

Rodriques, a mí sus declaraciones -que leí en su contexto- no me escandalizaron en absoluto.

Anónimo dijo...

Bueno jcp, yo no tuve la oortunidad de leerlas en su contexto y como tú si lo hiciste decido confiar en tu opinión.

Pero desde luego lo que leí, fuera de su contexto, era totalmente decepcionante.

Pepo Pérez dijo...

Pues no me hagas mucho caso ni confíes demasiado en lo que yo digo. A mí es que lo que dijo me pareció realista, o sea, nada escandaloso.

Y más sabiendo que De Cuenca, como gran aficionado a los tebeos que es, pertenece a los dos mundos. Al Mundo Real, pero también, como todos nosotros, al Planeta Cómic.