CARTA A LA SEÑORA MINISTRA
V.I. Sra. Ministra de Cultura (y Consejeros homólogos en las respectivas Comunidades Autónomas):
Alfred, uno de los comentaristas más activos y brillantes de este blog, ha hecho su lista particular con las tareas pendientes que tiene la Administración respecto al cómic. Alfred se pregunta si ustedes deberían hacer (la Administración estatal, pero también las autonómicas, con importantísimas competencias sobre cultura) lo siguiente respecto a los tebeos:
"¿Fomentar su lectura, como intenta fomentar la de la literatura? ¿Aumentar su presencia en las bibliotecas tanto públicas como de los institutos y colegios, como parte de tal campaña? ¿Promover exposiciones en las mismas? ¿Dedicarle espacio en la televisión pública? ¿Introducirlo en la universidad a través de cursos, talleres y ponencias? ¿Organizar eventos o apoyar a los que existan?"
Por la presente le traslado las preguntas que yo también, y creo que unos cuantos más, compartimos.
Añado alguna otra pregunta (aunque esto ya es competencia de las universidades): ¿crear asignaturas universitarias en donde se enseñe Historia y Teoría del Cómic?
Atentamente,
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Ayer contestaba Manuel Gutiérrez Aragón (en la tele, desde el Festival de San Sebastián) a una pregunta muy interesante. Le preguntaron "¿qué pasa con la eterna crisis del cine español?" y él respondió algo así: "bueno, si no nos quejamos, no nos hacen caso".
Aplíquense el parche y, si así lo quieren, utilicen esas propuestas/preguntas de Alfred por donde quieran. Añadan más también, claro. Y hagan copy&paste todo lo que deseen, pues también.
A ver si pidiendo, pidiendo (y ojo, que no pedimos subvenciones), nos dan algo más de lo que hasta ahora nos han dado.
Ya saben, el que llora no mama (y ojo, que no pedimos subvenciones). Por pedir que no quede.
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5 comentarios:
los de miradas dos se curraron alguna cosilla la temporada pasada. eso mola. el tema es que lo de "paracuellos" no es una excepción. alguna vez he intentado pillarme alguna edición de las de "el país", y agotadas en los kioscos de mi barrio. y mi barrio no es la rive gauche, aviso. qiero decir, que si se vende bien, pues parece que el cómic interesa. más presencia en las bibliotecas, claro. y en los coles. y la rae que dice de todo esto?
como verán, no es que esté aportando mucho, escribo al vuelo y durante una pausa. pero que las diferentes administraciones culturales tienen que apoyar esto, pues es de cajón.
sean más lúcidos que un servidor y denle en el coco a al ministra!
mmm...demasiados prejuicios sociales. Y demasiada incultura. Dificil veo introducir mejoras en la (no)relación entre los tebeos y los mass media. Pero bueno, si se hiciera algo, bienvenido sea. Por parte de los organismos oficiales ciertamente podría alentarse a la lectura de tebeos, en las biblios. Y programar una especialidad en historia del arte, y en Bellas Artes. Yo conque desde Miradas 2 lo traten con el respeto que se merece, pues ya me congratulo (tonillo el malo de Austin Powers).
Por parte de las iniciativas privadas, algo de culpa también hay, ¿no?. A ver:¿se ha perdido definitivamente el quiosco?. Vale, desde Barcelona o Zaragoza o Vigo me diréis que no es para tanto. Pero menda, urbanita escapado a las hipotecas rurales, os asegura que para ver un cómic delante tiene que coger el coche. Bueno, miento, hay un quiosco que tiene. Uno. Y cuatro tebeos de Spiderman al lado del Kiss. Es todo.
Yo veo que las iniciativas que se publicitan, algo aguantan. ¿Vende más el puto barco de la batalla de Trafalgar en 45.652 fascículos que lo que podría hacer una oferta tebeíl con la vista puesta en el adulto nostálgico, por ejemplo?. Pero hay que arriesgar, buscar originales y derechos...
LA BATALLA GENERALISTA ESTÁ MUY JODIDA. Vale, el manga vende, y más al rebufo del anime (Goku, Pokemon). Pero a mí me jode lo de vosotros, JCP, los que trabajáis por amor al arte y os ganáis la vida con otras cosas. Y además, como el mercado es poco, pues obras primerizas se despachan a precios de primera. Pero claro...las iniciativas populistas para con el tebeo de acá también se fueron a tomar por saco. Así que yo, mero lector, sólo puedo encojerme de hombros y seguir seleccionando mis compras de entre lo que sale, mirando muy mucho lo que me clavan.
Uff..he terminado desbarrando por donde me pica :). Pues recapitulo, y digo que no veo que un gobierno pueda, a corto plazo, hacer gran cosa. Pero unas medallas acá, una VISITA AL SALÓ acá...harían cayo.
Mirad Francia. Pero claro, es otra historia.
lo del saló, importante, importante, sr. punch...
Como mucho acabaría siendo un mensaje como aquel de "donde hoy hay un tebeo mañana habrá un libro" de antaño. Los más mayorcitos lo recordarán.
Igual es mejor no pedir, no sea que luego nos den.
Se agredece lo de brillante, claro, pero me siento bastante más identificado con lo de activo, para qué nos vamos a engañar. Pasando a lo importante, de todos modos, yo sigo lanzando preguntas al viento, para quien correspondan:
Observo el catálogo de asignaturas de libre configuración de la Universidad de Sevilla (asignaturas complementarias a las de la propia carrera de uno que han de cursarse; un absurdo, sí, pero ese sería otro tema) y veo que existe un buen puñado relacionado con el cine y la literatura: que si la mujer en uno y otro medio, que si el cine y la gestión de empresas, que si Shakespeare y el cine, que si patatín, que si patatán. Relacionadas con el mundo del cómic, en cambio, no encuentro ninguna. ¿Por qué?
Cuando visité una de las principales bibliotecas públicas de la misma ciudad, hace un par de años, los únicos comics que pude encontrar estaban casi ocultos en la zona destinada a los niños, a cuya entrada se podía leer un cartel que rogaba no pasaran más allá del umbral, para no estorbar, los mayores de 14 años (más o menos, vaya, que cito de memoria). Y hablo de títulos como "El Príncipe Valiente", "Tintín" o "El Teniente Blueberry". ¿Por qué?
En todos los planes de estudios de los institutos, desde que tengo memoria, se incluye la lectura obligatoria de una o varias obras literarias. Con los cómics, en cambio, nunca sucede (y eso que obras como "Maus" o "Paracuellos", por su clara vocación didáctica y testimonial, les ponen a huevo la elección). ¿Por qué?
Un saludo.
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