lunes, agosto 22, 2005


DESDE AQUÍ MISMO

Algunas reflexiones en torno a lo que dice Álvaro:

Sobre analizar el contenido y mensajes de los tebeos, y no sólo su forma, estoy completamente de acuerdo con Álvaro. Por algo he dedicado tres largos posts a analizar el contenido -que no la forma, a la cual he dejado en un plano muy secundario- de SIN CITY (cuál es su argumento, por un lado, y cuáles son sus temas, por otro). Y, al hilo de eso, he hablado de cómo los argumentos pueden ser independientes de los temas y mensajes tratados, y cómo éstos son los que el espectador capta, eso creo y he intentado demostrar, por encima del argumento. Por eso hablé también del contenido de EL VIAJE DE CHIHIRO, de los cómics de la EC, etc., para ejemplificar sobre la misma cuestión y demostrar mi teoría desde otras perspectivas, aludiendo a obras y temáticas distintas.

Sobre la opinión de Álvaro sobre que toda crítica es siempre subjetiva, aclaro. Ya dije en un post anterior que yo no creo en la total subjetividad de la crítica. Toda crítica es subjetiva, evidentemente, pero también es cierto que la subjetividad en la crítica artística siempre tiene límites. Si, como ya dije aquí, algunos artistas son los que quedan en los libros de arte, mientras que otros muchísimos han sido olvidados, eso no se debe precisamente a la subjetividad del crítico, sino a una calidad objetiva (consensuada por los críticos) en su trabajo. A la existencia, por tanto, de un canon artístico. Un canon todo lo amplio y flexible que se quiera, por supuesto -para algo hablamos de arte moderno-, y siempre discutible y cambiable con el tiempo, pero ese canon de calidad existe, con independencia del gusto o las preferencias de tal o cual crítico. Al menos existe en las demás artes.

Prueba de que también existe en el cómic es que Álvaro, así lo creo, y aunque él piense lo contrario, sí juega de manera más o menos inconsciente con un canon de calidad. Sólo basta ver con qué vehemencia defendía el otro día a THE SPIRIT en lacarceldepapel.com como una de las grandes obras del cómic indiscutibles de todos los tiempos, y una de las más influyentes. Y "cómo se llevaba la manos a la cabeza" (lo digo en sentido figurado) cuando alguien le dijo lo contrario. Yo, por supuesto, creo que Álvaro tiene razón cuando piensa eso de THE SPIRIT.
En otras palabras: el canon también existe en el cómic. Otra cosa es que podamos discutir sobre él o no, siempre que se haga con argumentos, por supuesto. Pero en el imaginario del crítico (y del lector), ese canon, más o menos difuso, existe. Por supuesto que existe.

Sobre "que no hay textos de calidad sobre los que apoyarse", como afirma Álvaro, discrepo. Los hay, otra cosa es que no sean suficientes aún. Pero haberlos, haylos, tantos en otros idiomas como en castellano. Por cierto: los textos de calidad también los puede escribir uno mismo, ¿eh? No hay que esperar siempre a que los escriban los demás. En lo que sí estoy de acuerdo es en la dificultad de profesionalización del crítico, al menos la económica, imposible ahora mismo (a diferencia de la crítica de cine, o de artes plásticas, donde sí existen críticos que viven de ello y, además, muy bien: claro, detrás de ellos existe una industria, y por tanto, hay pasta que permite la existencia de críticos profesionales).

Lo que pasa es que, eso creo, el hecho de que la crítica de tebeos no esté pagada no es excusa para no intentar hacerlo del mejor modo posible. La mayoría de historietistas de este país están muy mal pagados, pero eso nunca es excusa para no hacer sus tebeos lo mejor que pueden, no es excusa para hacer malos tebeos; para eso, mejor no hacerlos. Pues el argumento también vale para la crítica de cómic.

"No creo que destacar los defectos o centrarse en tebeos que a uno no le gustan sea un síntoma de seriedad en la crítica." , dice Álvaro. Bueno, para que no se me malinterprete, aclaro que lo que yo he dicho exactamente es que, bajo mi punto de vista, se deberían comentar tantos los defectos como las virtudes del tebeo criticado. Tan absurdo es comentar sólo los defectos de una obra, como comentar exclusivamente sus bondades (y no digo ya exagerar éstas últimas). Para que la crítica sea digna de credibilidad de cara al lector, creo, debe aunar las dos cosas: los pros y los contras. Si hay más pros que contras en un tebeo, pues también se dice. Si hay más contras que pro, pues, me temo, también.

Ejemplo del efecto positivo que, a mi entender, tiene esto de comentar virtudes y defectos: acabo de hablar con un amigo ilustrador barcelonés que anda por aquí de vacaciones, y me ha dicho con cara de penita que la historia de LUPUS, de Frederik Peeters, no le había gustado mucho. El dibujo sí, pero la historia no demasiado. La verdad es que a mí me había pasado igual cuando lo leí en su momento: el guión está por debajo del nivel gráfico de Peeters, y por eso escribí hace un mes y pico una crítica que advertía de ello. Lo hice porque, así lo pensé, ocultar ese dato podía ser contraproducente para el lector que acudiera al tebeo tras leer una recomendación incondicional, sin reservas, del tebeo. Por eso intenté destacar sus virtudes (revisión del género de ciencia-ficción a través de un novedoso acercamiento naturalista e intimista, dibujo portentoso), pero también aludir a su principal pega, el guión. En dicha crítica, decía literalmente: "Con un dibujo asombroso, por trazo y planificación, y un guión de nivel algo inferior (tropieza en los mismos sitios que `Píldoras azules´, con algunas voces en off algo estereotipadas o vacuas), `Lupus´es en todo caso una obra de belleza rara, que desprende el aroma de las flores de otro mundo."

Ya ven que el ilustrador del que hablo se ha comprado el tebeo igualmente, a pesar de que se leyó mi crítica. Pero, por lo que a ésta respecta, él no puede sentirse "engañado" ni puede pensar que el tebeo fue sobrevalorado con tal de que la gente lo comprase. Ya hablé en un post anterior de los efectos contraproducentes, a mi entender, que tiene eso de recomendar los tebeos como si fuesen el oro y el moro. Lo dije y lo repito: es mejor hablar de un tebeo que se quiere recomendar con mesura y ponderación, sobre todo de puertas afuera, hacia el Mundo Real, que como si el tebeo fuese la Capilla Sixtina. O la biblia en verso. O la polla en vinagre.

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imagen: viñeta de SIN CITY: EL DURO ADIÓS, Frank Miller, 1992; Norma)
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CÓMICS CITADOS
THE SPIRIT (Will Eisner, 1940-1952; Norma)
LUPUS (Frederik Peeters, 2002; Astiberri, 2005)
PÍLDORAS AZULES (Frederik Peeters, 2004; Astiberri)
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1 comentario:

Anónimo dijo...

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