CUESTIÓN DE LENGUAJE (III)
Observen ahora la página original del tebeo SIN CITY. Si nos imaginamos proyectados, en pantalla de cine, los "fotogramas" sacados del tebeo que tienen ahí, justo abajo, la cosa tendría poco que ver con el lenguaje del cómic, ¿verdad? Dejando aparte que en la página del tebeo hay un contraplano intercalado (el del coche y su ocupante, pero esto es algo que el cine hace también constantemente), la diferencia relevante respecto al lenguaje cinematográfico es que, en el tebeo, toda la "animación" del movimiento de Marv (o del acercamiento del coche que arremete contra él) la tiene que imaginar nuestra mente, porque las elipsis entre la acción de una viñeta y otra son bastante significativas (y podrían serlo mucho más si al autor del tebeo le hubiese interesado expresar más tiempo entre la acción de una viñeta y otra). El "salto" entre una viñeta y otra -las acciones intermedias entre una y otra- no están en la página del tebeo, han sido omitidas, y las tiene que poner el lector con su mente, no ningún proyector. En el cine, la sucesión de fotogramas por minuto desplegando el movimiento de Marv haciendo lo mismo que hace ahí Marv (o la acción del coche acercándose) no permitiría a nuestro ojo construir por sí solo la secuencia: la ilusión óptica de movimiento cinematográfico nos viene dada ya por completo, frita y cocida.
(imagen: página de SIN CITY: EL DURO ADIÓS © Frank Miller, 1992; Norma)
lunes, agosto 15, 2005
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