jueves, diciembre 22, 2005

NOSOTROS 3

Voy a aprovechar la edición en castellano de We3 (Planeta DeAgostini), guión de Grant Morrison y dibujos de Frank Quitely, para intentar realizar una defensa de esta historia. Dibujos al margen, que ya sabemos que Quitely es muy resultón y espectacular y por tanto necesita poca defensa, vamos al guión de Morrison, que sí ha sido objeto de algunos reproches, la mayoría porque resulta demasiado "sencillo" e incluso superficial.

Antes de nada, quiero aclarar que a mí este tebeo me parece que tiene una resolución un tanto insatisfactoria, quizás, paradójicamente, por resultar demasiado "feliz" y cerrada, lo cual rompe el tono crudo, violento y cruel del resto del tebeo. Hay algo también de premeditación en la concepción de la historia, que se ve muy simplificada pensando quizás en ser adaptada al cine (de hecho, ya están vendido los derechos para la película). Aclarado esto, voy a intentar defender que escribir una historia así no es tan sencillo como parece. Ni mucho menos.

Para empezar, hay que recordar que estamos hablando de cómic. Y el hecho de que en la historia de WE3 se usen tan pocos textos y diálogos, no implica menos trabajo para el guionista, antes al contrario. Porque explicar únicamente de modo visual una escena requiere mayor esfuerzo a la hora de desglosar las viñetas, qué se muestra y qué no se muestra, qué se deja en elipsis, qué acciones exactas se escogen para que todo se entienda y resulte, a la vez, interesante, sofisticado y no ramplón. Hay por tanto un mayor esfuerzo del guionista para imaginar la puesta en página y el montaje, que si partimos del planteamiento inverso, el texto guiando a la imagen, cuando en este caso es la acción la que lleva la voz cantante en todo momento. Eso por un lado.

Por otro, está el hecho de que Morrison es uno de los pocos guionistas que trabaja para el mainstream norteamericano que entiende realmente el poder expresivo del dibujo puro, y también el poder narrativo puro de la secuencia en cómic (decodificación del lector específica de la historieta: no hay movimiento ni sonido, sólo algunas acciones mostradas y muchas elipsis entre ellas, situadas en el gutter o calle entre viñetas). Si en otros tebeos suyos, Morrison opta por el camino contrario (véase EL ASCO, Norma), el de escribir historias discursivas donde el argumento y los personajes a menudo se convierten en simples mensajeros de sus ideas, que explicita en diálogos prolijos -y es uno de los principales reproches que a veces puede hacérsele como guionista-, aquí ha optado por un método antagónico. Expresar el máximo de ideas posibles sin usar apenas texto, mediante la imagen y la secuencia. Mediante lo visual. Y esto, lo saben los historietistas y directores de cine, es siempre lo más difícil.

Para ello parte de una premisa bien sencilla y, es cierto, no demasiado original: tres antiguas mascotas, un perro, un gato y un conejo, convertidos mediante técnicas experimentales en cyborgs asesinos, verdaderas máquinas de guerra al servicio del ejército, escapan de su cautiverio gracias a lo que Graham Green llamaría el factor humano. Y luego se trata de llevar esa premisa hasta sus últimas consecuencias. No es muy original, no. La novedad estriba en cómo lo cuenta.

Y aquí viene lo más difícil, en mi opinión. Todo el tebeo está concebido y narrado, en su mayor parte, desde el punto de vista de los animales-soldado. Que, aunque han visto incrementada su inteligencia y han sido dotados de una limitada capacidad para hablar, se siguen comportando con arreglo a sus instintos y apenas son capaces de gruñir unas pocas palabras. Pues bien, a ver quién es el guapo que se sienta a escribir una historia de 70 páginas donde la mayoría de escenas -quitando algún interludio protagonizado por personajes humanos, los militares que andan tras los bichos que ellos mismos han convertido en peligrosísimos depredadores del hombre- están protagonizadas por tres animales que a duras penas hablan, más allá de monosílabos y frases en plan "inglés-indio". Y a ver quién es el guapo que es capaz de conducir la acción desde ese punto de vista animal, sin que los humanos lleven la iniciativa y sin aburrir al personal a las cinco páginas. No me parece tan sencillo, ni mucho menos.



Como tampoco me parece sencillo expresar las ideas y conflictos atávicos que no están explícitos en la historia, que no están explicados y perfectamente deglutidos en textos pedagógicos y obvios, sino que sólo dejan entrever o se sugieren a través de toda esa acción vertiginosa: temas como el hombre recuperando por su propia mano depredadores naturales que había perdido desde hace siglos, o qué sucede cuando a tres animales que no han dejado de serlo se les convierte en engendros dotados de armas tácticas y exoesqueleto y, además, se les entrena para matar, tal como se hace en la vida real con algunos perros; qué pasa cuando uno de los científicos implicados en ese proyecto se ve abrumado por la "culpabilidad del hombre blanco" y decide castigarse -y castigar a la humanidad, de rebote- por ese crimen, mediante el sencillo acto de liberar a los tres bichos terminators. Hay más ideas apuntadas en esta historia, pero mejor que cada uno las descubra por sí mismo. No quiero dejar de comentar lo bien estructurado que está el guión, algo que tampoco es sencillo de hacer: me refiero a lo elíptico y oblicuo de toda la acción. Nada de explicaciones para subnormales y sí mucho de jugar con la inteligencia del lector, sobre todo en el primer acto de la historia, para que sea él quien complete el puzzle de la presentación sin proporcionarle demasiada información.

A todo esto, justo es decirlo, sin la labor de Frank Quitely este tebeo no sería lo que es. Cualquier historietista que haya tenido que dibujar escenas de acción -y en este tebeo hay algunas que son realmente complicadas de planificar y de dibujar- sabe perfectamente que eso es lo más difícil de hacer para un dibujante. En las escenas donde el diálogo lleva la voz cantante, por ejemplo, en un slice of life, el dibujante se puede apoyar perfectamente en lo que dicen los personajes, porque es el texto el que conduce la escena. En una secuencia de acción, es ésta la que conduce al texto -si lo hay, porque puede no haberlo-, es decir, estamos hablando de narrar visualmente de la manera más pura que hay, sin trampa ni cartón. Lo más difícil para un dibujante.



Así que ponte tú a dibujar un montón de páginas donde lo "único" que pasa es que los tres bichos de este tebeo -equipados con complejos mecanismos de diseños que también son "fáciles de dibujar", por cierto-, escapan de su cautiverio en una larga escena, se meriendan luego a varios animalitos en el bosque, masacran y escapan de los soldados que van en su búsqueda, se enfrentan más tarde a sus "iguales", y etcétera. Todo ello en secuencias sin apenas diálogo, con acciones, ya digo, realmente difíciles de dibujar para cualquiera, incluso para alguien del nivel de Frank Quitely. Este escocés brutal, una especie de mezcla bizarra entre Hermann, Richard Corben y Bryan Talbot que, bajo mi punto de vista, es uno de los mejores dibujantes que trabaja para el actual mainstream USA.

Mención aparte merece su atrevimiento en el diseño de bastantes páginas. La larga escena del final del primer acto, me parece asombrosa, con una fragmentación de la acción -muy expresiva en términos de suspense y a la vez de distanciamiento respecto a lo narrado- desglosada en una cantidad de viñetas por página sencillamente abrumadora. Hay algunas otras planchas que pueden ser más discutibles por tener un cierto punto hortera, o porque parecen remedar a veces a un videojuego, como ésta,



pero eso, creo, forma parte del riesgo y la experimentación. Que a veces se gana y otras se pierde.

Sí, vale, lo repetiré: a mí tampoco me parece muy satisfactorio el final, creo que la cosa podría haber dado más de sí, falta alguna vuelta de tuerca a tono con el resto de la historia. Pero en el conjunto de WE3 me parece que hay ideas y momentos muy inquietantes, brillantes e incluso de calado. Y, sobre todo, que no me parece un tebeo sencillo en absoluto. Al contrario. Como decía Paul Karasik en la entrevista que enlazaba el otro día, cuando el historietista ha hecho bien su trabajo, todo parece de una sencillez insultante y al alcance de cualquiera.
Pero no lo es.

20 comentarios:

Anónimo dijo...

Justo destacaba yo en La Cárcel el otro día la expresividad y comportamiento de los animales, y de cómo se aprecia todavía mejor en su versión original en inglés. A mi me encantó y me parece redondo, incluso el final.
Aprovecho nuevamente para recomendar el ‘Seaguy’ de Morrison dibujado por Cameron Stewart, eso sí, de momento sólo disponible en inglés.
Pesado soy...

Pepo Pérez dijo...

Sí, David, te leí, y tu comentario destacaba porque eras de los pocos que defendías con ganas este tebeo. En general, casi todo el mundo insistió en que era "demasiado sencillo", etc.
A mí no me lo parece y me gusta bastante, aun dentro de reconocer sus evidentes imperfecciones, como casi todo por otra parte. Lo que he pretendido explicar es que no todo lo que aparenta sencillez está exento de complejidad, y este tebeo es un buen ejemplo.

Tomo nota de tu recomendación del SEAGUY, porque no me lo pedí en inglés y no lo he leído.

Anónimo dijo...

Vaya por delante que no me he leído el cómic de marras, así que mal empezamos.

Pero bueno, como la ignorancia es atrevida, y yo también, pasemos a opinar, como siempre, sin que nadie me lo haya pedido.

Dice usted que defiende a Morrison, primero, porque aunque el tebeo de marras apenas contenga texto eso no quiere decir que no haya un trabajo de guión detrás, alabando en relación a tal comentario lo cuidadoso y meritorio de la planificación y la puesta en página. Y me parecería estupendo...si no fuera por la duda que a uno le asalta sobre si tal planificación y puesta en página será verdaderamente cosa del guionista...o del dibujante.

Porque motivos para la duda hay, vaya, viendo lo mucho que mejoraba su etapa en "New X Men", a todos los niveles, cuando la dibujaba Quitely, y lo mucho que empeoraba cuando no lo hacía. Usted mismo, de hecho, y a falta de información, inicialmente le atribuye el mérito de la narrativa a Morrison pero posteriormente le adjudica el diseño de las páginas y demás al dibujante. Y claro, si lo mejor del guión es su puesta en página y su desarrollo en viñetas, la forma de la historia, por así decirlo, y no su contenido (del que siempre se puede asegurar que es responsabilidad del guionista, al contrario de lo que sucede con la forma), pues...pues uno se pregunta si Morrison no se habrá frotado las manos sabiendo con quién iba a colaborar, dejándole toda la faena y callándose la boquita (de ahí la escasez de textos) para estar más guapo.

Con eso y con todo, advierto, creo que tampoco me importará, cuando la lea, que la historia sea más bien simple. Prefiero dicha clase de historias, incluso aunque rocen lo ramplón, que otras mucho más complejas (supuestamente) pero que al final cierro sin haberme enterado de nada y con la sensación de no haber obtenido absolutamente nada de la lectura, y por lo tanto de haber perdido el tiempo. "El Asco" sería un buen ejemplo, vaya. Menudo carajal que ni el propio Morrison, a buen seguro, entendía...Vamos, que para que la obra tenga mil ideas, pero ninguna desarrollada como Dios manda, prefiero que tenga una sola pero bien resuelta.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Pues, personalmente, We3 es uno de los cómics que mejor sabor de boca me ha dejado en los últimos meses. Veamos, no es la biblia en verso, no es perfecto, pero es una fábula contemporánea entrañable, una historia corta, bien escrita (y como apunta Pepo, me parece terriblemente difícil escribir una historia protagonizada por tres animales que hablan en "inglés-indio" como él dice, desde su punto de vista, y mantener el interés durante tanto rato), magnificamente dibujada y narrada (incluyendo los experimentos, que en el balance global me parece más que satisfacotrio). De hecho, We3 me ha llegado a "transmitir" sentimientos (el destino final del conejo, por ejemplo, y como los dos compañeros lo recogen tras el "incidente", o momentos del enfrentamiento final con "el otro" perro), cosa que no hacen todos los cómics (o películas, o libros), ni mucho menos. Quizás es que soy muy simplón y poco sofisticado, no sé. O que al fin y al cabo, la valoración de cada uno de una obra de ficción depende en gran medida de cuanto "conecte" con él.

En cualquier caso, las opiniones son como los culos: todo el mundo tiene una. Y hay que tomarlas como tal, y tienendo en cuenta de quien es. Que volviendo al símil de las posaderas, no es lo mismo el culo de Elsa Pataki que el de, por ejemplo, Maria Teresa Campos. Y por ejemplo, comics como "Arf" de Micharmut o "Shade" de Milligan no me atraen lo más mínimo, y a Álvaro parece que le encantan.

Aunque en el caso concreto de Álvaro, no ha dejado de sorprenderme su infravaloración (en mi opinión) de las virtudes de We3, mientras que sin embargo que no hace mucho defienda el interés de un cómic como "Arf" de Micharmut (en mi opinión mucho más indefendible, y personalmente su portada solo me transmite la imperiosa necesidad de apartarlo de mi radio de visión lo más pronto posible y lamentar la quema de árboles para imprimirlo) o sobrevalore un cómic como Kane (poniendonos "númericos", le puso un 4- frente al 2- de We3), que por muy bien hecho y muy bien dibujado que esté, no deja de ser un policíaco no precisamente original ni creo que sea precisamente profundo o innovador en el género (por muy bien hecho que esté, repito, insisto, y a mi me gusta, aunque solamente he leído el primer tomo de Dolmen), y no creo que sea más estimable que We3, del que precisamente Álvaro critica su falta de originalidad, profundidad o "enjundia" del tema. De hecho, yo Kane y We3 los pondría a un nivel similar de interés, con todas sus diferencias y dificultad para comparlos, claro.

Octavio B. (señor punch) dijo...

La acción, eso tan chungo de reflejar, la cinética mediante imagen fija... pues no se yo si mucho del mérito sería del Quitely. Yo no leí este WE3, pero es suficiente comparar su aportación a los new x.men y lo que hacen sus sustitutos. Y ya se sabe que el calvo me encanta, pero al Cesar...
Por otro lado, los maestros en ese "arte", el de la ación por la acción, siguen siendo los japos. Que uno sigue poco manga, pero sólo recordar algunas páginas de Akira es un placer. Hasta recuerdo un incendio en El Almanaque de mi padre, del muy parado Taniguchi, que era soberbio en su planificación...

Por cierto, cómo se agradecen estas disgresiones puntuales sobre obras. O se echaban de menos, vamos, que es lo mismo.

Pepo Pérez dijo...

Álvaro, volvemos a lo del dibujo puro. Si uno se lee demasiado rápido WE3, y atiende sólo a la idea básica que transmite la historia, pues sí, la cosa puede quedarse sólo en una denuncia de la locura militar.
Pero si tú decides contar esta historia tal y como ésta está contada, la cosa puede cambiar. Y no, Alfred, el dibujante puede hacer un trabajo cojonudo, como Quitely lo hace, pero es el estilo de guión, que es algo previo al trabajo de dibujante, el que marca el tono, el ritmo y las pausas. Eso salvo que Morrison haya cambiado su modo de trabajo, porque, que yo sepa, siempre ha escrito guiones técnicos, con desglose de viñetas y diálogos escritos en cada una de ellas.

A lo que voy: es ese tono, y el tipo de diálogo, el que aquí marca la diferencia en lo que se expresa, y creo que va bastante más allá de la denuncia militar. Si a ello sumamos que Morrison, como decía, sabe el poder narrativo del dibujo puro, tiene la inteligencia -y el talento también- de confiar en gran medida al dibujo (planificación+dibujo acabado: expresividad, etc.) las ideas que se pretenden expresar. Yo insisto en que esta historia contada de una manera más convencional, es decir, con más personajes, más subtramas, más diálogo, etc., no expresaría lo mismo. No digo que sería peor, pero sí muy distinto a esto.

Yo en este tebeo veo un intento muy deliberado de, vuelvo a repetirlo porque no sé explicarme mejor, transmitir ideas y emociones a partir de lo visual. Del dibujo, vaya.
Pero para que eso sea posible no basta con que Quitely lo haga de puta madre, claro. Hace falta que alguien antes haya pensado cómo contar eso para que Quitely pueda lucirse. En fin, nada, hagan ustedes la prueba y pónganse a contar una historia así de este modo. Ya les digo yo que de fácil no tiene nada.

Anónimo dijo...

A mí me gustó. No es “Los Compañeros del Crepúsculo”, eso está claro, pero tampoco pretende serlo. Un tebeo que gracias a la pericia de los autores consigue cierta empatía con las mascotas mutantes. No es fácil eso, no señor

La sencillez es una herramienta magnífica si se sabe utilizar bien y efectivamente, la sencillez no implica simpleza. Alambicados guiones con ciertas maneras enciclopédicas acaban siendo un reflejo de la incapacidad de sus autores por “contar” lo que se adivina que quieren contar.

Generalmente los autores primerizos tienden a inundar las páginas de texto, a reafirmar con largos parlamentos lo que quizá sólo con un uso medianamente eficiente el dibujo hubiese quedado claro. Falta de confianza, imagino. Pero también hay muchos lectores que buscan “mucha letra” en un tebeo. Entiendo que los tebeos son caros y la relación disfrute-velocidad de lectura-precio puede ser importante pero no lo suficiente como para confundir las cosas. Jesuita Joe es una obra en la que Pratt juega con unas cuantas ideas a pesar de ser prácticamente muda. Y el silencio que acompaña al personaje a través de las páginas acaba por convertirse también en protagonista. En We3 el silencio se rompe siempre muy oportunamente con los patéticos llamados de las mascotas y sus reflexiones casi onomatopéyicas. La expresividad del dibujo y el buen hacer en el planteamiento de las situaciones son suficientes para “contar” lo que se quiere contar.

Tampoco me convenció el final pero quizá el final que pedía la historia hubiese quedado demasiado convencional. Por otro lado, me funcionaba mucho mejor cuando aparecían las mascotas que cuando aparecían los humanos. Para mí, un tebeo entretenido y muy bien contado

Anónimo dijo...

Pues yo como no lo he comprado no lo he leído, y no lo compré por el color, abusivamente saturado, que se come el dibujo. Desearía ver una versión unplugged, sin color, a la manera de algunos trabajos de Geoff Darrow que circulan por ahí. Por pedir, ya que estamos en estas fechas...

Y ARF tiene chicha, hombre. Ahí, precisamente, sí que no se dan las cosas mascadas, y hay profundidad, riesgo, y reflexión; y una rara belleza. Y, sobre todo, desencanto que no se disfraza, con el que no se pacta, que es probablemente lo que de verdad echa para atrás.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Esto deben de haberoslo comentado ya ochenta veces, pero a lo mejor tenéis alguna noticia nueva al respecto. Flex Mentallo, el tebeo de Morrison y Quitely para la DC, ¿está ya libre del follon de derechos que impedía a ninguna editorial volver a imprimirlo? Es que me lo prestaron, lo leí, me gustó y ahora resulta que está descatalogado y apreios abusivos en el mercado negro...

Pepo Pérez dijo...

Ni puta idea, pero ya me gustaría verlo en castellano.
Pesi, estoy contigo en que el color de WE3 no mola.
Papá Cairo, pienso más o menos como tú del tebeo. Un tebeo muy bien hecho, brillante a ratos, entretenido desde luego. No es la bomba pero tampoco es un tebeo del montón, ni mucho menos.

Anónimo dijo...

El parlament catalán debate si Superman es de derechas o de centro.

La noticia en Escolar.net

Anónimo dijo...

Hola, respecto a la historia quisiera apuntar una cosa que es lo que más me ha gustado del tebo, y por otra parte, traza una linea paralela a otros trabajos de Morrison. Y es el factor "Pop". En este caso, la historia, simple, dinámica, elegante, no deja de ser una parodia de aquellas peliculas de animales de la disney en la que un grupito de bichejos debe volver a casita tras un largo periplo perdidos por el bosque. Pero claro, Morrison y Quitely se lo montan en clave funny animals hightecch bastante hardcore.

Ja ja, vamos, que me moló.

Saludetes.

Pepo Pérez dijo...

Gracias, vm.
Luis, pues sí, desde ese punto de vista el tebeo puede verse como una parodia perversa. Ya decía yo que no es tan simple como parece,y que permite más de una interpretación.

Por otra parte, el solo hecho de convertir a tres "amigos del hombre", mascotas inofensivas, en máquinas de matar, da mucho juego, me parece a mí, sobre todo por cómo las vemos dibujadas, actuando, moviéndose, etc.
Eso, y lo del mérito de conseguir que empaticemos con los tres bichos terminators, como algunos habéis dicho, que ya es difícil.

Porque lo de los protagonistas animales es una lata en una historia para adultos. Sólo los niños pequeños consiguen identificarse fácilmente con protagonistas-animales, de ahí las películas Disney y demás dibujos animados. Pero con los adultos, los animalitos lo único que suelen conseguir es que nos distanciemos y no seamos capaces de entrar mínimamente en la historia, como si aquello no fuera en absoluto con nosotros.

Pero en We3 no pasa eso. Tú llegas a empatizar con los monstruos, les entiendes e incluso te conmueven y te dan pena por su destino, un poco como en FRANKENSTEIN.

Pepo Pérez dijo...

"Sin embargo, en otros trabajos de QUitely, independientemente del guionista, sí que se ve un interés por la narración visual, por que la parte gráfica aporte algo más. Por eso creo que lo que Pepo achaca a Morrison es de Quitely. Y creo que no existe coherencia en el uso de recursos narrativos."

Pero, Álvaro, el que un dibujante se las tenga que apañar para dibujar lo que le pide el guionista NO tiene nada que ver con el planteamiento del guión, que siempre es algo PREVIO al dibujo y del que sólo es responsable el guionista. No tiene nada que ver la labor del dibujante con el desglose de la acción previa en viñetas del guionista. Y tú mismo lo dices, Morrison es de los guionistas "calculadores", trabaja con guiones técnicos, desglosados, full script, nada de método Marvel, que me parece cada vez está más en desuso, incluso en Marvel; y es lógico: el tono y el tempo cada vez importan más en el cómic actual, y si eso lo quiere controlar el guionista sólo puede hacerlo mediante un guión completo. Lo que pasa es que, quizás, para entender plenamente de lo que hablo hay que tener conocimientos prácticos además de los teóricos. Me refiero a haber hecho tebeos. Dicho sin arrogancia alguna, de verdad, que ya ves la gran obra que tengo hasta ahora.

"Yo en WE3 no encuentro los argumentos que Pepo comenta, personalmente creo que es buscarle tres pies al gato (o perro, o conejo) y que Morrison suelta la idea y QUitely la rellena, que no existe ese interés de Morrison en narrar gráficamente, sino en QUitely."

Vuélvetela a leer con más detenimiento, si te apetece, a lo mejor puede que le veas otras cosas. ¿O no está el tema de los depredadores del hombre? ¿las mascotas domésticas convertidas en monstruos asesinos? ¿la doctora que se siente culpable de lo que han hecho? ¿el hombre jugando a ser dios? Todo eso expresa cosas. Es que si nos ponemos así, entonces en una película como FRANKENSTEIN no hay nada, y es buscarle tres pies al gato si comentamos todas las cosas que expresa.

Y luego , volviendo a WE3, el dibujo, el dibujo. El dibujo y la secuencia expresan cosas más allá del texto. Ahí entra ya Quitely, claro, con sus extraños encuadres y demás (sí, es verdad, Álvaro, a lo mejor a veces hay un exceso de barroquismo en las página), pero eso, repito, se debe a que es lo que el guionista le ha pedido. Es decir, que se debe a un planteamiento previo al dibujante.

Puede que Micharmut experimente más, sí, pero... ¿transmite todo ese contenido que decís? Ojo, No estoy ciego, ya veo sus búsquedas gráficas (a mí la famosa portada de ARF me gusta, por cierto), pero... ¿qué pasa con las historietas? Porque yo quiero leer algo, no limitarme a mirar cromitos, por muy de puta madre que éstos estén.

A todo esto, la verdad, que no sé que tiene que ver ARF con WE3, pero bueno, hablad de lo que os dé la gana, que todos encantados.

Pepo Pérez dijo...

Gracias, igualmente, DCS. Suscribo todo lo que dices sobre Micharmut.

Gracias tb. por la cita en el libro de Salisbury, no he caído yo en buscarlo, y eso que lo tengo por ahí.

Pepo Pérez dijo...

Sigo con Morrison respecto a lo que ha copiado DCS del libro de Salisbury LOS SECRETOS DE LOS GUIONISTAS DE COMIC-BOOK (La Factoría de ideas):
"Normalmente tardo unos cuatro días en hacer un número."

A continución, se reproduce una página de guón de INVISIBLES:

"Viñeta 2. Primer plano de los dedos d Satán mientras levanta el peón negro a la altura de sus ojos ciegos.
SATAN: IMAGINA QUE ESTÁS TAN ABSORTO EN EL JUEGO QUE EXPERIMENTAS TERROR EXISTENCIAL Y PÉRDIDA DE IDENTIDAD CUANDO SE ELIMINA UNA PIEZA DEL TABLERO.

Viñeta 3. Primer plano de Jack, entornando los ojos mientras escucha.

JACK FROST: ¿QUÉ?
JACK FROST: NO CREO QUE TENGA TANTA IMAGINACIÓN.

Viñeta 4. Plano cenital. Satán señala la silla vacía. Jack avanza."


(ahora vienen diálogos de los personajes que me ahorro de copiar)

"Viñeta 5. Plano lateral de la mesa cuando Jack se sienta delatnte de Satán. Los dos están frente a frente con el tablero de ajedrez entre medias. Satán se incliina hacia delante con la barbilla entre los puños. Jack Frost se reclina en su asiento, hosco, con los brazos cruzados" , etc.

Coño, la verdad es que no recordaba que el tipo incluso le señala el tipo plano al dibujante en cada viñeta, y eso no lo hacen todos los guionistas ni mucho menos.

Anónimo dijo...

Por lo que tengo entendido, Morrison se "moja" bastante en lo gráfico de sus tebeos. De hecho, en Seven Soldiers, los diseños de personajes son suyos, son bocetos que luego pasó a los dibujantes para que los hicieran suyos o los pulieran, pero les daba una idea de base (de hecho DC editó un folleto promocional de Seven Soliers donde se veían distintos diseños de personajes de Morrison; creo que luego se han podido ver tamibén en alguna web).

Es un poco como Tim Burton en la Novia Cadáver, que le pasó los dibujos genérico a Gangrel (español, por cierto) para que hiciera los diseños finales a partir de ellos.

Por eso, al menos en este caso concreto, yo sí estoy de acuerdo con Pepo (y es la impresión que ya tenía de antes) en que Morrison si ha metido mano en la experimentación narrativa del cómic.

Pepo Pérez dijo...

No, no me lo parece porque precisamente, eso he entendido en Barrio 2, la idea es evocar el modo en que funcionan los recuerdos, la fragmentación de la memoria, etc. No sé, a mí sí me parece que consigue lo que desea, que no es tanto dibujar menos viñetas por página -hay planchas con bastantes viñetas, aunque estén sin marco y dispersas- sino, es lo que me ha parecido, ya digo, evocar el modo en que la memoria funciona. Aparte, por supuesto, de jugar con el diseño y demostrar que sigue siendo un MASTER.

" ¿Dónde están sus aportaciones? Si el tebeo se ciñe a hacer Frankenstein otra vez...¿qué sentido tiene?"

No, es que yo no he dicho que esto sea FRANKENSTEIN, sólo he comparado en cuanto a intención de expresar temas, ideas, y emociones, no que éstas sean iguales.
Para empezar, WE3 es un cómic, no una película ni un relato literario, pero la cosa no acaba ahí ni mucho menos. Hay militares, hay proyecciones futuristas sobre tecnologías que que ya se están usando ahora, hay unas mascotas animales que existían previamente, pero que son convertidas en otra cosa, hay una narrativa a ratos experimental, en fin, un montón de elementos que no sé yo qué tienen que ver con FRANKENSTEIN. Más allá de algún arquetipo que comparten, claro.

Sobre Micharmut, sí, claro que su narrativa está muy trabajada y aporta un montón de cosas a ella, ya me doy cuenta; no me refería sólo a las viñetas en cuanto ilustraciones. Todo eso de la síncopa y no sé qué más, sí. Pero, la cuestión que yo preguntaba NO era formal, sino sobre su contenido: ¿qué expresa a menudo? Para mí nada. No quiero generalizar, le he leído algunas historietas que sí me dijeron muchas cosas, pero en general le veo como un experimentador formal, con mucho continente pero poco contenido.

Por cierto, que a veces es bastante abstracto en sentido puro, ya que hablámos hace no mucho sobre la abstracción en el cómic.
Me lo revisaré, tengo el ARF justo al lado. Si me mandas algo, yo encantado, ya lo sabes :-)

"Hombre pepo, que a estas altura me digas que no sé leer un tebeo porque no conzco la práctica... primero, que no lo sabes, porque aunque no haya publicado, no sabes si lo he intentado. Y dos, que no es necesario, una de las cosas que más me gusta hacer es analizar un tebeo a modo de gedankenexperiment. Ponerme en la piel del dibujante y estudiar alternativsa a la narrativa."

Perdona,no era mi intención ofender. Claro que no lo sé, pero aun así, analizar algo no es hacerlo. No sé si me explico.

Pero no le des más importancia.

Anónimo dijo...

Y siendo igual de detallados, presumiblemente, los guiones que les entregaba a sus tres dibujantes en "New X Men"...¿cómo es que había tanta diferencia, no solo gráfica, sino también narrativa, entre los resultados obtenidos por Quitely y los obtenidos por Van Sciver y Kordey?

¿No sería que Quitely los interpretaba más libremente, y en el proceso los mejoraba bastante?

O lo mismo eran los otros dos quienes los interpretaban libremente, y le cambiaban cosas, y Quitely el que reproducía punto por punto las indicaciones del guionista, claro. Pero vaya, me parece menos probable.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Por cierto, volviendo al tema We3: acabo de leer una declaración de Joe Quesada (ya saben, editor en jefe de Marvel y también dibujante cuyo trabajo no deja de tener su interés) en Newsarama (http://www.newsarama.com/JoeFridays/Joechristmas06.htm):

"But the best DC book in decades to me has be We3" (última frase de la respuesta de Quesada tras ser preguntado por los últimos cómics de DC que ha leído y disfrutado)