miércoles, diciembre 28, 2005

LA CRÍTICA DE LA CRÍTICA (4)

Observo con estupor en el cuadradito de LA CRÍTICA DE LA CRÍTICA (3) que, salvo un caso concreto (Nihil), ninguno de los comentaristas participantes quiere considerarse a sí mísmo crítico. No, ni siquiera Mr. Pons, el pope de los blogs comiqueros en España (y lo digo sin coña alguna). Unos porque lo de ser "crítico" es algo muy serio, otros porque requiere muchos conocimientos, otros por no sé qué.

Y yo me pregunto: si ni siquiera Álvaro Pons se considera un crítico de tebeos, ¿a qué denominamos entonces "crítica" de tebeos en España? ¿queda alguien entonces que pueda aceptar ese papel? ¿a quién nos referimos cuando decimos eso de "el criterio de la crítica, ya se sabe...."?

¿Hay alguien ahí?

A mí, qué quieren que les diga, todo eso de "es que hacer crítica es algo muy serio y me merece mucho respeto", "la crítica requiere mucho esfuerzo y conocimientos que yo no tengo", etcétera, me parecen excusas baratas para no asumir la responsabilidad de lo que uno está haciendo. Si uno emite juicios públicamente sobre tebeos, sobre fenómenos de la industria y de los lectores, o sobre lo que sea, está haciendo crítica y es crítico, lo quiera o no.

Y si es un crítico, que lo es, y es verdad que le tenemos tanto respeto al medio y a "la crítica", deberíamos ir asumiendo qué estamos haciendo y exigirnos lo máximo posible a la hora de escribir tales juicios. Porque, para mejorar en lo que uno hace, lo primero que hay que hacer es tomar conciencia de qué se hace y qué nombre tiene. Porque, no hace falta que se lo recuerde, para el ser humano el nombre de las cosas, como animal autoconsciente que es, tiene mucha importancia. Más de lo que creemos a veces.

Y si no tenemos los conocimientos necesarios para hacer una buena crítica, debemos intentar tenerlos. No basta con haber leído muchos tebeos, hace falta documentarse, y también aprender a escribir con un mínimo de corrección y ponderación sobre tebeos.

¿Que se quiere seguir haciendo crítica de modo amateur? Perfecto. Pero luego no se me quejen de que el cómic español ni es serio, ni mejora ni remonta. Porque el crítico forma parte de él, lo quiera o no. Aquí todos estamos en el mismo barco.

Y no, no vale poner como excusa eso de que "yo no soy crítico porque no me pagan por lo que escribo". Ya, y como no me pagan, o me pagan poco, no me lo curro o lo hago en plan aficionado. Tomen nota del razonamiento que ahora vamos a extrapolarlo a otro campo cercano; nada lejos, aquí mismo, sin salir del pueblo Cómic. Pero antes, una matización. En contra de lo que se suele decir, algunos críticos sí tienen cierta "remuneración", aunque no sea en metálico sino en especie: todos los tebeos que dejan de pagar porque las editoriales les envían servicio de prensa gratis, y bien que hacen, por supuesto, que para eso intentan promocionar sus productos.

Pues lo siento, pero ya sabemos que en esto del cómic en España, ahora mismo, se gana poco o nada. Bienvenidos al club, amigos y compañeros críticos. Porque, vayamos a ese otro campo cercano al que me acabo de referir, y apliquemos el mismo razonamiento:

¿Cuánto le pagan a Valenzuela, a Giménez, a Durán, a Auladell, a Berrio y a un largo etcétera de autores españoles actuales por hacer sus tebeos?

¿Y son autores profesionales, aunque en muchos de esos casos no vivan de sus tebeos? ¿O me van a decir que son aficionados que no se toman en serio su trabajo sólo porque les pagan poco por él, o porque no viven de él?
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Para acabar, les vuelvo a pegar este GREATEST HITS de los post sobre LA CRÍTICA DE LA CRÍTICA. Para que no pase desapercibido.

"Te aconsejo, pues, que seas razonable en el uso de la interrogación y muy comedido con la admiración. Hay un modo kitsch de escritura histórico-artística según el cual todo es maravilloso y provoca emociones inenarrables que sólo pueden transmitirse mediante numerosos signos de exclamación. Los utilizaré yo ahora: ¡No sigas ese camino! Debemos huir de la cursilería, un vicio lamentable, muy extendido entre los amateurs de nuestro gremio. No digo que evites referirte a los sentimientos, sino que los expreses de un modo apropiado, cuando venga a cuento. No me cansaré de advertirte contra esta debilidad, pues no basta con omitir los signos de admiración para conjurar automáticamente la cursilería. Los epítetos inútiles o muy trillados suelen contribuir bastante: evitarás lo mismo escribir alto cielo o frío hielo, como hermosa pintura (para un lienzo de Matisse) o impresionante monasterio (si hablamos de El Escorial)."

Juan Antonio Ramírez, del libro CÓMO ESCRIBIR SOBRE ARTE Y ARQUITECTURA (Ediciones del Serbal, 1996)
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imagen: viñetas de ICE HAVEN, de Daniel Clowes.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Devolviéndote la pelota :)
profesional:
1. adj. Perteneciente o relativo a la profesión.
2. adj. Dicho de una persona: Que ejerce una profesión.
3. adj. Dicho de una persona: Que practica habitualmente una actividad, incluso delictiva, de la cual vive.
4. adj. Hecho por profesionales y no por aficionados.
5. com. Persona que ejerce su profesión con relevante capacidad y aplicación.

profesión:
1. f. Acción y efecto de profesar.
2. f. Ceremonia eclesiástica en que alguien profesa en una orden religiosa.
3. f. Empleo, facultad u oficio que alguien ejerce y por el que percibe una retribución.

Pepo Pérez dijo...

David, el problema del cómic en España ahora mismo es que, salvo cuatro casos contados (básicamente, autores de El Jueves y alguno más), nadie está viviendo de los tebeos que hace.
Por tanto, ningún crítico podrá vivir tampoco de escribir crítica.

Y sin embargo, respóndeme tú: ¿Valenzuela o Berrio son aficionados? Porque no viven del cómic. Ésa es la cuestión: intentar que esto vuelva a ser una profesión en todo el significado del diccionario.

POR CIERTO: los críticos sí tienen cierta remuneración, aunque no sea en metálico sino en especie: todos los tebeos que dejan de pagar porque las editoriales les envían servicio de prensa.

Pepo Pérez dijo...

En cualquier caso, David, nadie ha hablado de vivir de la crítica, sino de trabajar al mismo nivel que ciertos autores -que tampoco viven de sus tebeos- trabajan.
Y creo que tú me has entendido.

Pepo Pérez dijo...

"Empleo, facultad u oficio que alguien ejerce y por el que percibe una retribución."

oficio o facultad por el que uno percibe remuneración.

¿Cuántos tebeos le mandan a tal o cual crítico al mes gratis? ¿cuánto dinero se ahorran, por tanto, en la compra de tebeos mensual?

Eso es una remuneración, David.

Anónimo dijo...

¿De verdad que reparten tantos cómics de gratis entre la crítica las editoriales?

Porque me da a mí que no es un asunto del que se preocupen demasiado, no sé si porque tampoco hay muchas publicaciones especializadas a las que mandarlos, hoy por hoy...

Un saludo.

Anónimo dijo...

De todos modos lleva usted razón en que si alguien me cobra por conocer su opinión (caso de los críticos que publican en papel), al igual que si me cobra por conocer su trabajo como historietista (caso de los autores o los editores), desde ese mismo instante tengo todo el derecho del mundo a exigirle un mínimo de profesionalidad, independientemente de lo mejor o peor pagado que esté o de cuales sean sus circunstancias personales.

Pasa que esto no se aplica a quienes critican en blogs y tal, que no cuesta un duro leer, claro.

Sí se aplicaría, en cambio, a publicaciones como Dolmen o Dentro de la Viñeta (por citar dos de las pocas que siguen en activo), que desde el momento en que me las cobran ya no pueden escudarse en su posible amateurismo para disculpar fallos de rigor y tal.

Un saludo.

Pepo Pérez dijo...

Dicho queda, Álvaro! Alto y claro!

Sobre el tema del control de lo que se publica, bueno, yo puedo hablar de lo que sé. Y te puedo asegurar que, por ejemplo, en el U, las personas que me tocaron de coordinadores, primero Santiago García, y luego Óscar Palmer, se repasaban con mucho cuidado lo que los colaboradores les escribían, y si no estaban de acuerdo con algo o creían que algo era mejorable, te lo decían por si tú querías cambiarlo. Sin obligarte, claro, pero digamos que había una opinión "por encima" de la tuya.

En EL PERIÓDICO ya ni te cuento. A mí me han hecho reescribir textos tres de cada cinco reseñas entregadas. Son muy exigentes, y es normal, porque para eso lo pagan, y quieren competir con periódicos rivales. Vamos, que ahí se suda.

Alfred: sobre el asunto de copias de prensa gratis, pues sí, tampoco hay que exagerar, depende de la editorial y depende también de quien las pida. Me consta que hay críticos que se piden TODO de TODO, lo cual dicho sea de paso me parece absurdo y un poco abusivo, puesto que ni todo te interesa reseñar ni todo va a poder ser reseñado. No creo que tenga mucho sentido que yo, por ejemplo, pida copia de prensa de un tebeo infantil para supuestamente reseñarlo en el ROCK DE LUX. Porque no lo voy a reseñar; no tiene sentido porque el público que compra esa revista no le va a interesar ese tebeo.

En cualquier caso, en las editoriales saben quién es quién, y quién pide copias de prensa de todo lo que puede, y quién no. No me cab duda. Yo a veces, por pereza, o porque paso de crearme "compromiso" con la editorial, voy directamente a la librería y me lo compro de mi bolsillo. Lo hago a menudo, y no estoy mintiéndote porque no tengo necesidad de hacerlo. Lo que pasa es que no te puedes comprar todo, y a veces hay tebeos que me interesa reseñar porque sé que tienen un público, pero que a mí no me interesan como lector. Y éstos son los que suelo intentar pedir de gratis.

"Porque me da a mí que no es un asunto del que se preocupen demasiado, no sé si porque tampoco hay muchas publicaciones especializadas a las que mandarlos, hoy por hoy..."

Depende del caso. Hay editoriales que son serias con el tema de mandar copias de prensa, otras que poco o nada.

En mi caso, ya que estamos con el tema, te diré que no me quedo con la mayoría de tebeos que recibo gratis. Por voluntad propia, los reenvío a la redacción del ROCK DE LUX una vez leídos, porque así lo quise yo desde un primer momento (no porque me obligaron, al contrario), para no ostentar una posición "abusiva" o "de confianza". A veces me quedo alguno, o me lo dice así el director, pero la mayoría los reenvío, como te digo.

Pepo Pérez dijo...

ja, ja, qué cabrón.
Bueno, yo el ACME sí lo tengo pedido, a ver si me llega de una vez.

Sobre lo de la "remuneración" con los tebeos gratis: sé perfectamente que decir esto es muy cutre, que en muchos casos ésa es la "remuneración", pero lo he hecho adrede porque así está el patio del cómic en España.

Anónimo dijo...

Álvaro: la comparación que haces no me parece válida.

Lo de tú labor profesional es ciencia. Para ser científico, no basta con proponérselo. Es imprescindible adquirir unos conocimientos.

Pero la crítica es literatura. Es un género literario. Para ser literato, crítico en este caso, en principio, sí basta con proponérselo.
Es lo que dice Pepo, si ejerces la crítica, eres crítico. No tiene más vuelta de hoja.

Otra cosa es, lo de que se será mejor crítico si se sabe más acerca de lo que se critica, o sobre todo, en general. Claro.

En todo caso, al reconocer tus carencias, lo que haces es reconocer que no eres tan buen crítico como quisieras. Lo cual no es malo.

Pero andar jugando con las palabras no tiene mucho sentido.

Pepo Pérez dijo...

"Pero la crítica es literatura. Es un género literario. Para ser literato, crítico en este caso, en principio, sí basta con proponérselo."

Alto y claro, Edén. Menos mal que hay gente que dice las cosas de la manera más clarita posible.
Y lo es, género literario, digo.

Como tú dices, que escribas mejor o peor no tiene nada que ver.