jueves, septiembre 11, 2008

VUELTA AL COLE

Unos apuntes sobre mis lecturas de comienzo del curso, sin orden ni concierto:

MAL DADAS, de Leandro Alzate (Baracaldo, 1974). Algo me dice que si este mismo tebeo fuese firmado por un guiri, por un tal Shash Daw o Jon Tortellino, ya se estaría hablando en todos los blogs de él. Perdonad el recurso fácil de la provocación para defender una obra, pero es que demasiado a menudo tengo la sensación de que hacemos menos caso a lo made in Spain simplemente por eso mismo, porque es de aquí, y me temo que sigue siendo muy del españolito infravalorar el producto patrio solamente porque lo es. Esta puesta de largo de Leandro, una desconcertante historia de chicas de extrarradio (urbana y contemporánea, pero no costumbrista, hay un extrañamiento deliberado) me ha resultado fresca, atrevida y personal, además de muy bien dibujada. También le he visto en una onda parecida a la de cierto cómic reciente, el de las nuevas generaciones que están entrando en el medio (no me refiero tanto a edad sino a intereses, procedencias y preferencias). Una onda que, francamente, tiene ya poco o nada que ver con el cómic tradicional, sea éste americano o europeo, y que, mejor avisarlo de antemano, no va a interesar demasiado a los puristas del flamenco. Bueno, mejor para ellos.

Me ha llamado la atención esto que afirma Leandro en la entrevista promocional, porque creo que dice mucho de su planteamiento e intenciones en este tebeo:

Temáticamente te alejas de los estándares habituales, ni es de género, ni autobiográfica...; te acercas a una realidad muy poco tratada: esas chicas no las he visto antes en los tebeos, aunque sí por la calle. ¿Es un retrato de la actualidad o una excusa para contar otras cosas?

Pues yo diría que no pretende ser un retrato social, pero sí que su intención es contar exactamente lo que se cuenta. Es decir, no hay metáfora. Lo que pasa es que los personajes y la historia se resisten a encajar en tres dimensiones, quieren quedarse a ras del papel.




La segunda lectura también la edita Astiberri. Se trata de CRÓNICAS BIRMANAS, tercera entrega de la "trilogía autobiográfica" de Guy Delisle (Quebec, 1966), tras SHENZEN y PYONGYANG. Delisle prosigue contando su periplo por el mundo, esta vez siguiendo a su compañera, miembro expatriada de Médicos Sin Fronteras destinada a Myanmar, todavía conocida en determinados países con su nombre anterior, Birmania. Francamente, esta crónica sobre su año en Rangún es el libro que más me ha gustado de esa trilogía, el que me ha parecido mejor escrito y mejor dibujado. Si PYONGYANG ya estaba bastante bien, este tiene más ritmo, más humor, más variedad de tonos, y también es más sutil a la hora de tocar los temas menos anecdóticos. Delisle me recuerda a veces un poco al Lewis Trondheim autobiográfico, en la levedad y el tono intrascendente (incluso para asuntos no intrascendentes) o en esa socarronería suave para contar las cosas. Sólo que aquí no hay conejos antropomórficos ni esto es Trondheim sino Delisle.



Tercer título en discordia. El desmadre tenía un nombre, y le llamaban Geof Darrow. Lo último escrito y dibujado por él (color de Peter Doherty) lo ha editado aquí Panini y es el primer recopilatorio de la serie SHAOLIN COWBOY, un monje shaolín vaquero (ya lo dice el título) y su mula parlante en un mundo lleno de peligros. Atravesando un desierto que van dejando repleto de cadáveres tras defenderse de sucesivos ataques ultraviolentos para los que no hay, ni hacen falta, muchas explicaciones. En todo caso, el mayor nivel de dificultad que debe vencer el monje-máquina de matar cada vez que consigue "pasar de pantalla". La gracia está por supuesto en la locura dibujística que despliega Darrow (Cedar Rapids, Iowa, 1955), lo demencial de la trama, los puntos de vista (y desglose en viñetas) grotescos que elige para mostrar las matanzas y, sobre todo, en lo festivo de las mismas. Ojo a la muestra, pincha que se amplía:



A propósito de Geof Darrow, la nueva edición que Norma acaba de sacar de otro trabajo suyo es una buena oportunidad para hacerse con una completa obra maestra. Me refiero por supuesto a HARD BOILED (1990), con guión de Frank Miller, dibujos de Darrow y color de Claude Legris, una apoteosis de carne, sangre y metal donde el conjunto (el concepto) es mucho más que las partes. Hay que leerlo para creerlo. La sucesión de páginas y el efecto que produce. La relación texto-imagen, con diálogos mínimos contrapuestos al festín de imágenes atiborradas de detalles en las que Darrow no deja ni un centímetro cuadrado sin dibujar, con ese raro estilo de línea clara que termina enturbiándolo todo a base de detallar el detalle hasta lo grotesco (hay páginas y viñetas de Darrow con las que te partes de risa, y muchas otras que sencillamente te dejan la boca abierta con su estética de la hipertrofia). El tono, que va de la sátira y el humor negro a inesperados momentos oníricos, poéticos o dramáticos. El fabuloso final, imposible de mejorar. Los temas "importantes", que los hay, que no están expuestos ni "señalados con el dedo" sino integrados enteramente en la trama y en su sucesión de giros: las falsas identidades y las no-identidades, las muertes y renacimientos, las mentiras sociales/corporativas y la consiguiente alienación, el cuerpo como tecnología o viceversa.


"Creo que fui más una nodriza que otra cosa para Geof Darrow. Somos buenos amigos, pero no creo que él necesite un guionista. Pero quería uno, así que le hice el servicio, pero incluso aunque escribí el argumento de las historias y los textos propiamente dichos, me sentí más bien como un socio subalterno en la mayoría de mis colaboraciones con Geof , porque su punto de vista es tan marcado que él domina. Cuando recibí las páginas del primer número de Hard Boiled... Yo había escrito una historia de ciencia-ficción -una historia de ciencia-ficción en serio, y cuando vi las páginas, me caí de culo. Me quedé indefenso. No tenía ni idea de qué hacer. Era completamente distinto de cualquier cosa que se me hubiera ocurrido que fuera a hacer. Era tan excesivo que impresionaba.
Pasé varios días preguntándome qué hacer, y revisando las páginas, y hundiéndome en la desesperación, y por fin se me ocurrió escribir las palabras "Ven que te dé, capullo". Y comprendí que iba a ser una comedia. Porque era tan excesivo, que sería insoportable si fuera en serio."
(Frank Miller)

"Como ya viene siendo moneda corriente en los últimos años, cada vez que Frank Miller asoma la cabeza con uno de sus arriesgados trabajos, se alzan unas cuantas voces prestas a informar a todo aquel que no se haya enterado de que "este Miller anda de capa caída". Consideraciones tan poco generosas como ésta las recibió Hard Boiled, obra maestra de la ultraviolencia de vanguardia que el autor de Batman Dark Knight escribió para el mayúsculo Geof Darrow." (Jordi Costa).





17 comentarios:

Octavio B. (señor punch) dijo...

Hardboiled es bestial, primero por arquear nuestro cejamen cuando salió ("esto no es Miller, no tiene nada que ver con "mi" Miller... claro, es Miller, pero no vba a la cola de lo que se le pide... es un autor que siempre va por libre y así le caen galletas de mucho miope), luego porque al terminar su lectura te dabas cuenta de que daba igual el salto al vacío en su estilo: Harboiled deja KO en más de un sentido.
Por cierto, la edición original incluía un prólogo (o epílogo) de Costa, muy, muy acertado... ¿recuerdo bien?

Pepo Pérez dijo...

En mi edición de Norma (1991) no. El texto de Costa es de otra reseña, sobre Sin City.

Anónimo dijo...

"Próximamente en cines"

Estoooo... ¿de dónde se lo han sacado? ¿los de Norma tienen en nómina a la pitonisa Lola?

Pepo Pérez dijo...

No, es verdad que hay noticias de una posible adaptación:

http://moviesblog.mtv.com/2008/04/21/exclusive-frank-miller-in-talks-to-direct-hard-boiled-movie/

Anónimo dijo...

Hombre, más que una noticia es un chascarrillo.

Habrá que ver que pasa con Spirit, porque el prestigio que tenía Miller entre círculos cinéfilos se ha desplomado.

Y si esa película no arruina su carrera, después habrá que ver si ese proyecto le interesa a algún productor.

Seguro que tarde o temprano se hace esa película, me temo que no a manos de Miller, pero de ahí a darlo por hecho...

perito dijo...

geof darrow es sequisimo. ojala q lo de la pelicula de hardboled sea cierto!

saludos!

el tio berni dijo...

Sobre el Shaolin Cowboy: argumentalmente me ha aburrido bastante, pero lo de Darrow es para flipar. No sólo por su estilo de dibujo, que es lo primero que te entra por los ojos, sino por cómo planifica las páginas (incluída esa splash de, no sé, 10 o 12 páginas) y como maneja el tiempo. Si como tebeo no me ha gustado mucho, como ejercicio de estilo es brutal.

Pepo Pérez dijo...

Sí, es más ejercicio de estilo que otra cosa. Pero es que Darrow tiene toda la gracia.

El Miope Muñoz dijo...

Igual soy yo pero a mi Shaolin Cowboy (y Darrow) me ha parecido una cosa atronadora, bellísima e inalcanzable. Ok, no es Hard-Boiled pero esta es una obra absolutamente personal e insobornable y capaz de desarrollar un lenguaje tan rico que, estoy con pepo, sólo por eso ya mereciera la distinción de obra notable. Pero es que para mí, es justo eso.

Anónimo dijo...

A mi también me gustaron tanto Shenzhen como Pyongyang, quizá hubiese preferido que el dibujo de la segunda tuviese la tensión, la llamada del primero y no fuese tan puro vehículo de la historia, tan caligráfico. En la primera, la sensación de soledad es muy vívida, está muy lograda. Claro que, por otra parte, la aventura norcoreana a su vez tiene más miga, más que contar, el tema tiene interés por si mismo. Pienso que un -hipotético- epílogo con impresiones de un segundo viaje a Shenzhen años después, con todo lo que debe haber cambiado eso, hubiese redondeado de manera perfecta la aventura china. En todo caso, son dos obras a mi juicio recomendables, y la portada de esta tercera, al menos la portada, pinta igualmente bien.

Yo el Shaolin lo leí hasta la mitad, me aburrí y lo dejé. Me sonaba a chiste repetido. Ahora bien, pienso igualmente que Hard boiled es una obra maestra, uno de esos trabajos que remueven el patio y las cosas nunca vuelven a quedar como estaban. No creo que haya dibujante en el mundo que no sepa quien es Darrow y al que no se le hayan caido los ojos al ver tal tremendísimo e insospechable despliegue gráfico. Para mi, donde está mejor lograda la obra es en el primer número, con la acción ya empezada, sin 'malos' a los que se les vea la cara y cuyo tema no es tanto la pelea como la reparación del bicho; luego en el segundo y tercero, el tema y la narrativa discurren por cauces más convencionales y ya no me resulta tan rompedor.

Siempre he pensado que unos tebeos con Miller a la planificación y el abocetado y Darrow al acabado y tintas tenían que quedar brutales. Que yo sepa sólo han hecho una ilustración juntos y es una lástima. El DK2 sería otra cosa con esta combina. Pensadlo.

En el tercer tomo de Hard boiled había un prólogo y, efectivamente, lo firmaba Jordi Costa.

Un saludo!

Pepo Pérez dijo...

Pues es verdad. Antes sólo miré el primer tomo, debí mirar los otros dos.

Anónimo dijo...

Pense lo mismo exactamente al leer las crónicas, me recordaba a Trondeheim y sus pequeñeces. PAra mi tambien es el más logrado de los tres libros de viajes de Deslise, aunque el más desconcertante por lo ferreo del régimen norcoreano, es PyonPyang.

Un saludo
Miguel.

Anónimo dijo...

(He releído el prólogo en cuestión y es un texto muy bueno, por cierto.)

Un saludo!

j. dijo...

((Como decía, efectivamente, Mr. Punch arriba del todo.))

Anónimo dijo...

Parece que voy a ser el primero en comentar algo acerca de la primera parte del post.
Tienes toda la razón, Pepo, en tus consideraciones sobre lo que se hace aquí. Que no se haya comentado nada al respecto y sólo se haya hablado de vaquero ninja y -un poco- de Delisle, es sintomático. Aunque tengo que añadir que, si bien es cierto lo que dices, lo que lleva a eso no es sólo por fatuidad, ignorancia o ese extraño recelo por las producciones patrias. Tiene un fundamento, a mi juicio, real. La producción española de cómic no se acerca (por supuesto en cantidad, pero tampoco en calidad) a la norteamericana o francobelga. Por desgracia. Está en manos de los lectores cambiar esto, pero también de los creadores y del aparato crítico (escaso, incipiente y en pañales, cuando no infantiloide y parcial). Comentarios como el tuyo y obras como la que comentas pueden comenzar a variar el asunto. Tiene buena pinta y aunque "no va a interesar demasiado a los puristas del flamenco" es lo que hace falta para que el cómic español empiece a ponerse a la altura. Como siempre, es trabajo de editores, creadores, críticos y -por supuesto- público.

Octavio B. (señor punch) dijo...

Bueno Alfred, personalmente no hablé de Mal dadas porque no lo he leído ni conozco al autor. Por lo demás, que se lea más o menos tebeo de aquí a mí no me parece ni bueno ni malo, en todo caso sintomático de una situación determinada (editorial, de falta o no de apoyos, de existencia o no de una generación... está claro que en los primeros 80 toda esta maraña de factores era favorable y provocó la aparición de tebeos que se convirtieron en icono generacional, de Makoki a Torpedo, de Sió a Prado. La cuestión es decidir qué momento vive el tebeo patrio hoy. Yo diría que es muy subetrráneo, salvo cuatro autores muy conocidos. Lo que no quiere decir que sea malo el panorama... ni bueno, ni habla de la calidad intrínseca de las obras como este Mal dadas, claro.

Anónimo dijo...

Yo sí me acabo de leer el Mal Dadas, y me ha parecido muy, muy bueno. Lo que los cursis llaman un soplo de aire fresco", algo que, pocas veces sucede, no es continuismo de lo que ya se hacía en los ochenta (y que, por lo tanto, recibe mínima atención en cualquier sitio, lo cual es una lástima).