sábado, diciembre 30, 2006

UN CLÁSICO SIN AFEITAR

Tipo listo, Eastwood decidió un día hacer lo mismo pero dejando allí un cordelillo para tranquilidad y para que se pudieran columpiar los «vigilantes». Mano de Santo. Revistió su cine duro, desabrido, inflexible, profundo y desacomplejado con una manita, suave pero firme, de correción sociocultural: dejó bien a la vista un resorte fácil de manipular y que dejaba libre la esencia contra el mal olor o el antídoto contra su «veneno», es el caso de la eutanasia en Million Dollar Baby, el de la violencia de género en Sin perdón, el de los abusos a la infancia en Mistic River o el del jazz en Bird, por poner sólo unos cuantos evidentes. Estos y otros temas desarmaban a la mal armada progresía de salón, tan abundante y precariamente vestida de ideas, y que se relajaba al ver tratados, aunque fuera de modo «clásico», sus grandes obsesiones.

Eastwood pasó de un año a otro, de una película a otra, de ser un apestado a ser un genio. Y observemos un instante quién ha cambiado más, si los analistas y arrimados que lo juzgan ideológicamente bien o mal, según les dé el aire en el dedo previamente chupado, o ese detective Harry Callahan que con el tiempo se convierte en el William Munny de Sin perdón. Ambos entran de una patada en la puerta, usan armas y frases afiladas («¿De quién es esta pocilga?», dice Munny en la última y brutal escena de Sin perdón), ambos ponen por orden alfabético la justicia antes que la ley, o lo que ellos consideran que es la justicia. Qué poco ha variado el modo de ver el mundo de Eastwood, lo cual no le ha impedido, como en su día a John Ford, cabalgar sobre la mirada corta y los análisis de orina de los «ideólogos» de siempre. Sólo hay otro gran cineasta que los triture sin miramiento y sin descabalgarse de su estilo, Mel Gibson, con el cual se emplean los mismos dardos y considerandos vergonzosos.
(...)


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E. Rodríguez Marchante, hoy en el ABCD LAS ARTES Y LAS LETRAS.

18 comentarios:

Pepo Pérez dijo...

Espero que no sea de la "calidad" de Million Dolar Baby.
Sin Perdón sólo hubo una....

Pepo Pérez dijo...

por cierto, Álvaro: ¿viste La pasíón, según Mel? Yo no, y me quedé con las ganas. Lo digo sin coña.

Anónimo dijo...

Pues hombre, yo sí que veo cierta diferencia entre el William Munny de "Sin Perdón" y los tipos duros a los que había venido interpretando hasta entonces, la verdad, y no creo que se trate de una simple pátina de corrección política que Eastwood le quisiera colocar para justificarse ante nadie (entre otras cosas porque ante nadie tenía que justificarse, vaya, que sus obras maestras junto a Sergio Leone, por ejemplo, no lo son menos solo porque su personaje fuera más políticamente incorrecto que los que luego ha encarnado).

Por de pronto, y así, a vuelapluma, mientras que al primero lo conocemos retirado de su profesión, la de pistolero, y asqueado de la misma, a los otros cualquiera los diría encantados de la vida con su way of life; Munny, de hecho, solo vuelve a empuñar las armas por motivos de fuerza mayor, a regañadientes, y visiblemente a disgusto.

Puestos a identificar a alguno con el propio Eastwood, eso sí, parece más razonable hacerlo con Munny que con los anteriores, desde el mismo instante en que de este fue responsable directo, como realizador de la película, mientras que de la inmensa mayoría de los otros, a los que se limitó a interpretar, no lo fue.

Un saludo.

Pepo Pérez dijo...

bueno, Eastwood dirigió un Harry el Sucio, dirigió El jinete pálido, dirigió The outlaw Josey Wales y dirigió Sin Perdón. No veo demasiada diferencia entre ellas en el fondo, en los temas y conflictos planteados. Las diferencias son a mi parecer meramente formales, de tono, de argumento y de tratamiento (más épico y maniqueo en algunos casos; más desmitificado, crepuscular y "realista" en otros).

En esencia, estoy de acuerdo con Marchante. Y me preguntó qué sucederá si un día Miller, conforme se haga viejo, decide hacer un poco como Eastwood, es decir, dotar a sus fábulas éticas maniqueas y bigger than life de "matices" tipo Mystic River, "matices" a los cuales los lectores PC puedan agarrarse para, al fin, poder disfrutar de sus tebeos sin remordimientos "ideológicos" y reconocerle como uno de los grandes autores "clásicos". Porque Eastwood siempre me ha parecido que tiende a hacer un cine ético, y Miller siempre ha hecho tebeos éticos. Es más, creo que la comparación entre ambos es bastante evidente, yo diría que son autores bastante cercanos en muchos aspectos. Bueno, al menos en los mejores momentos de las carreras de ambos.

Pepo Pérez dijo...

Por cierto, Clint vuelve a encarnar en 2007 a Harry El sucio... poniendo su voz a un videojuego del personaje.

Anónimo dijo...

Conste que Apocalypto pinta bien pero la comparación del pobre Marchante, pobre muchacho, es desafortunada.: La Pasión de Cristo es una impostura de gran calibre.

Es la sangre, el sudor, la pasión revestidas de "mesianismo religioso". Gibson es un fascistoide en el sentido más tradicional y norteamericano y que no me joda Marchante, que parece que no hayamos visto el mismo Braveheart... Luego me extiendo.

Anónimo dijo...

Miren.... me explico.:
-Braveheart es un film fascista. No se si se han fijado pero el uso que hace Gibson de William Wallace es muy milius (John, otro que tambien se desbocó lo suyo). Se trata de la épica por la liberad y de la justificación del "fin" a través de los medios.

Eastwood en Impacto Súbito dirige un cómic imposible de tomar en serio (el tono, como tan bien señalas Pepo) con las frases de Callahan. Pero fijate tu que es una película que planea un interesante dilema si la recuerdas bien con el personaje de Sondra Locke.

Bien. Eastwood no ha revestido nada de un tono "mas bienpensante". Al menos que yo recuerde.

Después APocalypto porqué me interesa: las fábulas proto-fascistas de Gibson se incorporan mejor descontextualizdas. Me explico: es como la épica de John Milus (al que si que se parece Gibson). Son las fábulas del relato heroico, más millerianas (como 300) en las que apoyaré a Gibson y veo que Apocalypto va por esos caminos.

Pero hay que tener cuidado con esto de la "progresía de salón" ,porqué claro que hay relatos heroicos y épicos que la "progresía de salón" descontextualiza (leo lacrimae rerum y me encanta, dicho sea esto) pero los hay que responden a una ideología. Como lo hace Braveheart, como lo hace Sin Perdón. Y no es por nada.

Eastwood no necesita redimirse de Harry el Sucio, ya lo parodió antes con Bronco Billy (1980) y con The Gauntlet (1978). Más bien, como Ford, tiene una visión sencilla pero no ramplona de las cosas.

Llamarse al engaño sobre las preferencais republicanas de Mel, y su fascismo tradicional norteamericano sería un absurdo. Clint fue, también, alcalde de su pueblo por los republicanos pero es distinto, me preguntarán.: puede que no, puede que sí, sus películas atestiguan otro modo de ver más fordiano, más hemingwayano de las cosas.

Es rídiculo pensar que Mel Gibson acabara dirigiendo una película como ejecución inminente. O como Mystic River. Porqué , primero Gibson busca la épica, y segundo, Eastwood habla de la descomposición de la violencia, no hace un uso épico, que yo recuerde en su filmografía de ella.

En una de sus mejores películas, El jinete pálido también introduce una venganza pero el contexto es eld el relato heroico clásico (Shane bajo referencia).

¿Ustedes , de verdad, creen que Gibson es capaz de filmar Un mundo perfecto? Y aclaro mi posición: ¿es necesario que lo haga? A mi me da igual pero no me gustan comparaciones que destacan por odiosas.

Y por favor, vean otra vez Braveheart. Y La Pasión de Gibson. Y con esto, remato diciendo que Apocalypto si que tiene una pinta estupenda.

Pepo Pérez dijo...

nadie niega que los autores tengan ideología, y que a veces la dejen traslucir en sus obras, sea Miller sea Eastwood o cualquier otro. Lo que yo digo es que la intención principal y consciente de ambos NO es hacer obras ideológicas -como tampoco la tenía Ford- sino ÉTICAS, y esto que digo lo he pensado bastante. Miller y Eastwood son autores a los que les gusta hacer claramente fábulas éticas, pero es que hay muchos otros autores más o menos alejados de la ideología de ambos que también hicieron fábulas éticas. Ya que citas a Lacrimae Rerum, Alvy, Zizek lo explica muy bien cuando habla del cine ético de Kieslowski.

Álvaro, MDBaby es un estrenos TV hecho en plan lujo. Me gusta la dirección, el guión nada. Si la vuelve s a ver, fíjate que no falta de nada, emplea todo el catálogo de trucos habituales que incluyen, a saber: el tonto "del pueblo" (del gimnasio), el negro bueno y sabio que hace de narrador como testigo de los hechos (Morgan Freeman, convertido desde hace años en el mismo personaje en todas las películas), el negro malo del gym para compensar y "matizar" la historia (es lo que tiene el matiz "realista" frente a la "inmadurez" e "irrealidad" del tratamiento maniqueísta), y, ante todo, la familia de la chica, villanos hipercaricaturizados. Finalmente, el papel de chico bueno, héroe maduro, oscuro y atormentado pero en el fondo de gran corazón, se lo reserva, cómo no, el propio Clint y su Ego. Le perdonamos el narcisismo porque ha hecho buenas películas y espero que las vuelva a hacer. Iré a ver su doble estreno inminente, por supuesto.

Pepo Pérez dijo...

" O como Mystic River. Porqué , primero Gibson busca la épica, y segundo, Eastwood habla de la descomposición de la violencia, no hace un uso épico, que yo recuerde en su filmografía de ella. "

A mí EL JINETE PÁLIDO me parece bastante épica. Por cierto, Mystic River no me convenció, ya que estamos hablando con gusto de Eastwood. Y no me convenció precisamente porque a mi juicio no consiguió manejar bien los "matices" para dar riqueza "realista" a la historia. Me parece bastante falsa esa película, de hecho.

Pepo Pérez dijo...

"En una de sus mejores películas, El jinete pálido también introduce una venganza pero el contexto es eld el relato heroico clásico (Shane bajo referencia)."

Se me olvidaba, Alvy, esto lo has clavao. Cómo se nota que te gusta el cine. Sí, desde luego, EL JINETE PÁLIDO es una revisitación de RAÍCES PROFUNDAS.

Anónimo dijo...

Pero oigan... El Jinete Pálido es una película de peculiar textura, nada realista.

Y en cuanto a lo de realizar film éticos y no políticos. Vale, de acuerdo. Pero la ética de cada uno esta muy mediatizada por su ideología

Anónimo dijo...

Me pregunto qué habría pasado si el autor no hubiera aprovechado para lanzar pullas a la izquierda. "Hodía" política, cómo lo contamina todo.

Pepo Pérez dijo...

"Y en cuanto a lo de realizar film éticos y no políticos. Vale, de acuerdo. Pero la ética de cada uno esta muy mediatizada por su ideología"

claro, pero no es lo mismo. La ética es algo distinto a la ideología, y precisamente por eso es ambigua y permite la poética. La ideología, es algo mucho más concreto, más "chabacano" y limitado desde un punto de vista artístico.

"El Jinete Pálido es una película de peculiar textura, nada realista."

totalmente de acuerdo, es lo que yo decía aunque no haya concretado. Que hace años Eastwood tendía más a lo mítico, lo épico o lo bigger than life, y en cambio ahora tiende a "matizar" con texturas y tratamientos más "realistas" y desmitificadores (Sin Perdón, Mystic River, etc.). Pero eso es cuestión formal, no de fondo, no de la esencia de sus películas, que para mí sigue siendo muy parecida.

"Me pregunto qué habría pasado si el autor no hubiera aprovechado para lanzar pullas a la izquierda. "Hodía" política, cómo lo contamina todo."

bueno, es que la progresía de salón no sólo se adscribe a la "izquierda", creo yo. En general, Marchante se mete con los crítícos Pc cortos de miras que lo juzgan todo en términos ideológicos. Incluidas las obras que no están concebidas en clave ideológica. Y hace bien, porque son una peste que la mitad de las veces no entienden nada, no distinguen los registros narrativos de una u otra obra, no tienen ni puta idea de filosofía ni de arte y, en general y para decirlo pronto, les falta SENSIBILIDAD a raudales.

Pepo Pérez dijo...

dejando un poco la sobrada y afinando más: lo que quiero decir es que juzgar toda obra de arte ideológicamente (es buena si coincide con mi ideología, es mala o al menos "sospechosa" si no coincide con mi ideología o yo creo que no coincide) me parece muy chusco, limitado y reñido precisamente con la esencia del arte. Primero porque eso dejaría fuera a grandes autores sólo por el hecho de que no coinciden con tu ideología, o tú crees que no coinciden con tu ideología (fue el caso célebre de John Ford en su momento; o el de Milton Caniff en el mundillo cómic de la transición española), y segundo porque tampoco tiene sentido aplicar juicios ideológicos a obras que no tienen una pretensión consciente de ser ideológica. Eastwood y Kieslowski, muy diferentes como artistas, hacen cine ético (hizo en el caso del difunto Kieslowski), y me parece que sus parámetros artísticos no tienen nada que ver con los de Ken Loach, por poner un ejemplo obvio de cine no ético sino ideológico.

En su momento, Ford estaba mal visto porque era ideológicamente "sospechoso" (y también demasiado complejo para sus "juzgadores", diría yo), lo cual es el colmo del absurdo para la importancia que tiene en la historia del cine. Hoy, y ya suficientemente lejos sus películas de la "rabiosa actualidad" de entonces (lo bello antiguo siempre tendemos a verlo con ojos menos ideológicos/"contingentes" y más "humanos"/trascendentes), parece bastante claro que Ford es el (segundo) mejor director de la historia (lo siento, el primero es Hitchcock ;-)

Pepo Pérez dijo...

bueno, no seas malo. Marchante no se refiere a esa generación, se refiere a las actuales generaciones, o, supongo, a las que en su momento despreciaban a Eastwood.

"Si sólo nos fijamos en la forma, en la estetica, corremos el riesgo de olvidar la función real del arte: la transmisión de un mensaje."

No creo que ésa sea la función del arte. Lo es para quien quiere transmitir mensajes, pero cuántos autores ha habido, hay y habrá que no pretenden hacerlo, entre otras cosas porque no tienen claro cuál es el mensaje que pretenden transmitir. ICE HAVEN te ha gustado mucho, pero, ¿cuál es el mensaje de ese tebeo? Porque yo no veo ningún mensaje claro en él. En todo caso, veo una búsqueda del autor, un tantear, un intento de buscar un camino formal y también de captar una realidad -contenido- que le interesa y que intenta comprender. Ese tebeo, por cierto, es un buen ejemplo de cómo a veces la forma puede ser el contenido. La mejor virtud de Ice Haven es el modo en que está contado, no estrictamente lo que cuenta; sin esa forma no sería lo que es, si estuviera contado de otro modo no estaríamos hablando de él como uno de los mejores tebeos de este año. Lo cual nos lleva de nuevo a la distinción artificial entre forma y contenido, muchas veces totalmente estéril.

Por otra parte, no he dicho que no puedan analizarse los mensajes si uno cree que los hay. Hace poco yo mismo lo hacía con el tema Ultimates, que tiene mensajes ideológicos bastante chuscos -además de mal expresados formalmente porque es un tebeo mediocremente escrito- transmitidos por alguien que, además, está fingiendo el mensaje que quiere transmitir (el cacao total, vaya). Lo que yo he dicho es que a cada autor y cada obra lo suyo, y una obra concebida en clave ética debe juzgarse en esa misma clave, ética, no ideológica (dependiendo además de si CREEMOS que su ideología coincide o no con la nuestra). Porque en una obra ética el autor no está expresando claramente su ideología o su valoración moral, no es eso lo que le interesa, está intentando plantear preguntas éticas a las que el espectador podrá, si quiere, dar respuestas o valoraciones morales propias. Sin Perdón es un gran ejemplo de esto, pero también lo era El Jinete Pálido. ¿Son vehículos ideológicos? No lo creo, y no lo creo precisamente por su tratamiento formal: por cómo están contadas, qué tonos se utilizan, qué personajes se ponen en el tablero, qué representan cada uno de ellos. Es posible que el autor puede tener preferencias (ideológicas) por la postura que representa alguno de esos personajes, pero de ahí a "vendernos la moto" ideológica hay un paso bastante grande. Y Ford o Eastwood -o Miller- sabían que cuanto más dudoso y "sucio" es el héroe, menos posibilidades hay de estar vendiendo la moto, y más posibilidades de escenificar la pregunta ética de manera universal, para que cada espectador responda a ella si quiere.

"Un ejemplo de cine: si Eastwood lanza un mensaje sobre la eutanasia en MDB...¿no tiene importancia? No es, realmente, la razón por la cual hace esa película. O lo hace para satisfacer una necesidad estética que, como dice JCP, es la de hacer un telefilm de sábado tarde con dinero? ¿No será en este caso más importante el fondo que la forma?"

No lo creo. MAR ADENTRO también contiene un mensaje sobre la eutanasia, y si la juzgamos con el mismo criterio -el mensaje puede ser más importante que la forma-, llegaríamos a la conclusión de que es una excelente película (¿¿si coincide con mi valoración moral de la eutanasia??), cosa que desde luego NO es.

"Y ese mensaje...¿no es ideológico, además de moral?"

pues depende de cómo esté tratado el mensaje. Por otra parte, lo moral es la respuesta concreta a la pregunta ética y anda más cerca de la ideología, mientras que la ética es la pregunta en sí misma. En el caso de MDBaby, como en la mayoría de películas de Eastwood, no creo que exista un tratamiento ideológico-moral. Todo se dispone en la película para enfrentar al protagonista a un conflicto ético: sus convicciones cristianas le impiden ayudar a la chica a morir, y de hecho, aunque finalmente lo haga, ni lo hace ni convencido ni tranquilo en absoluto. Tiene graves remordimientos y el plano final (de lo mejor de la peli, por cierto) nos lo muestra más atormentado y culpable de lo que nunca le hemos visto en toda la película. A esto me refiero por tratamiento ético (en el arte). No existe la intención de enviar un mensaje normativo o valoración moral al espectador, sino más bien de plantear el conflicto ético, la pregunta previa, ante el espectador. Si el conflicto se resuelve finalmente en uno u otro sentido, es porque es una película comercial que tiene que tener un final que el espectador pueda entender como final.

MAR ADENTRO, que es cine ideológico, no plantea la misma cuestión -eutanasia- en esos términos. Todo es didáctico y moralizante, todos los personajes y escenas están dispuestos no para plantearnos el conflicto, sino para darnos directamente la norma moral concreta (el mensaje claro y sin dudas) al conflicto: desde el cura antipático y caricaturizado, pasando por la beatificación del personaje de Bardem, y terminando con el epílogo aleccionador donde se nos muestra cómo ha terminado el personaje de Belén Rueda (ha perdido la cabeza, no recuerda a sus seres queridos, está muerta en vida) por no haber tomado la misma decisión que el de Bardem. Cine ideológico y moralizante. Tampoco es que sea mal cine sólo por eso, es sobre todo cuestión de talento. Se pueden hacer obras ideológicas muy buenas, que haberlas haylas.

"Yo es que, perdonadme, no entiendo la separación entre ética e ideología."

Pues los filósofos la separan constantemente. Existe un lenguaje ético y un lenguaje ideológico, y ambos son muy distintos. Por otra parte, y dejando de lado distinciones terminológicas estrictas de filosofía, cuando yo hablo de cine o arte ético me refiero a lo que he intentado explicar con el ejemplo de Million Dollar Baby. Podemos cambiar de tercio para no quedarnos sólo en los estadounidenses liberales tipo Eastwood e irnos a Kieslowski o Kurosawa, que también hicieron cine ético.

Anónimo dijo...

"Por otra parte, no he dicho que no puedan analizarse los mensajes si uno cree que los hay. Hace poco yo mismo lo hacía con el tema Ultimates, que tiene mensajes ideológicos bastante chuscos -además de mal expresados formalmente porque es un tebeo mediocremente escrito- transmitidos por alguien que, además, está fingiendo el mensaje que quiere transmitir (el cacao total, vaya)"

Pero ¿Qué es un "mensaje ideológico bastante chusco" (independientemente del buen oficio con el que este expresado) y en que se diferencia de uno "no chusco"?

Pepo Pérez dijo...

no, creo que es chusco porque es un mensaje chuscamente expresado, precisamente porque no creo que haya buen oficio en ese caso (me refiero a Ultimates que, por otro lado, ni siquiera es propaganda ideológica real sino puro simulacro, lo cual al menos tiene interés sociológico por lo que dice de nuestra época, que no es poco para los tiempos que corren).

Pepo Pérez dijo...

""Yo es que, perdonadme, no entiendo la separación entre ética e ideología."

Sí, es lo que pensaba Marx, que dentro de una sociedad de clases la ética es ideología al servicio de mantener el orden existente. Sin embargo, otros muchos no creen eso, para los cuales la ética SÓLO debe proporcionarnos criterios o principios generales, no respuestas claras y precisas a nuestros conflictos, porque éstos deben ser resueltos por cada persona haciendo uso de su autonomía moral. En esta concepción, la ética sí es algo distinguible de la ideología (aunque evidentemente un modelo ético determinado responda siempre a las subjetividades varias de sus creadores: su origen social, cultura, ideología, etcétera).
Por el contrario, una ideología (sea el liberalismo de la Ilustración, el comunismo, la socialdemocracia, el neoliberalismo, etc)., sí pretende, 1), concretar respuestas o soluciones a los conflictos, dar recetas para conducir el mundo y la sociedad (es lo que hoy día en el ámbito de los partidos democráticos se concreta precisamente, en el programa político); y 2), pretende llevar esas ideas a la realidad para guiar el comportamiento político colectivo, o dicho de otra manera, para construir una sociedad con arreglo a dichas recetas, ya sea para conservar el sistema socioeconómico y político existente, ya sea para transformarlo, dependiendo de la ideología.

A donde quiero llegar con todo esto es al principio: para mí, hay artistas (cuyo pensamiento siempre estará condicionado por una ideología, evidentemente, como la de cualquiera de nosotros) más preocupados por plantear conflictos humanos, mostrando de modo realista o simbólico las consecuencias de adoptar una decisión en dichos conflictos (son los artistas "éticos"). Y hay artistas más preocupados en sus obras por "resolver" determinados conflictos ofreciendo respuestas "correctas" que les den una solución "satisfactoria" (son, en mi esquemática distinción, los artistas "ideológicos" o "moralistas").

Feliz año, hasta el año que viene