lunes, agosto 11, 2008

YO, ROBOT


La mejor película de animación que he visto desde TOY STORY y EL VIAJE DE CHIHIRO, o sea, una de las mejores de todos los tiempos. Porque WALL-E es sencillamente maravillosa. En realidad, ahora que lo pienso, es la película que más me ha gustado de todo lo que he visto este año, así que la etiqueta "de animación" casi sobra a la hora de valorarla como PELICULÓN en términos absolutos. No tengo muchas ganas de analizarla o destriparla aquí, de modo que mejor que la comentéis vosotros si os apetece. Tan sólo un par de apuntes (si no la has visto, mejor que no sigas leyendo, aunque no voy a revelar gran cosa). Uno, siempre nos provoca placer ver gestos y sentimientos humanos representados por animales -la larga tradición de funny animals- o cosas, y aquí se trata concretamente de robots. Dos, si la parte de "cine mudo" -tres cuartos de hora largos de la primera mitad prácticamente sin diálogos- debe ser un gustazo para los críos porque para entenderla sólo hay que seguir los movimientos de los personajes y oír los encantadores sonidos guturales-robóticos que emiten, imagínate ya para los adultos. Sobre la historia y el modo en que está contada, los gags, el diseño de personajes y de decorados, la animación, fotografía y en general toda la realización: un trabajo memorable repleto de talento, gracia y sensibilidad. Una barbaridad, vaya.

Dos cosas más. El corto animado de Pixar que ponen justo antes de WALL-E, PRESTO, puede verse (o volver a verse) aquí. Y sobre la parábola que encierra esta historia de ciencia-ficción acerca del futuro ambiental que nos estamos labrando desde la sociedad de consumo (o del espectáculo, que una cosa va con la otra) dirigida por las multinacionales, ya hay voces acusadoras que incluyen críticas al "empleo sutil del color rojo" en la película. Que les den, si los ricachones corporativos se pican por algo será. Mientras seguimos caminando alegremente hacia el fin del tinglado, de momento me quedo con ese conmovedor (de verdad) paseo espacial de las dos máquinas sinceramente enamoradas, mientras en la gran ciudad de abajo los seres "humanos" juegan a su simulacro de vida, enormes gordos de Botero entregados a la molicie consumista. Aplaudamos esta maravillosa obra de arte que ahora también podremos consumir como videojuego, o cómo la denuncia del sistema desde el propio sistema siempre puede reportar pingües beneficios. La paradoja infinita de la sociedad del espectáculo. En el fondo del hombre en general, ¿no?

WALL-E, cuando las máquinas son más humanas que los humanos. Qué gran película.

23 comentarios:

david rubín dijo...

Cierto es, inmensa película.

Coincido al cien por cien.

d.

Eva Vázquez dijo...

Imprescindible.
Pero que bonita

Samu dijo...

-Waaaall-eeeeeeee

-M.O.

-Mooooooooooo

-M.O.

-M.o.

(...)

XD

Octavio B. (señor punch) dijo...

unas reflexiones,

la primera, coincido con tu idea, yo de Disney/Pixar, desvestiría de "merchandishing" esta cinta. Para redondear todo, vamos. Aunque eso sí sería digno de la ciencia ficción más osada, claro

Dos, esa danza robótica a la que aludes, yo la veo hermosamente coital, además (spoiler para explicarme: el macho, con su tubo chorreando espuma, la hembra siempre alrededor, en el fondo llevando la danza...) ¿soy un mal pensado :))?

Tres: que se me escapa y hay que decirlo... obra maestra, sin duda.

Cuatro: ¡cuánto guiño inteligente!: Keaton, el Pinocho de Disney, Tron, 2001 (el más obvio) Dick...
Cuatro: banda sonora. No sólo las canciones, diegéticas o no, todos los soniditos robóticos, el ambiente que casi respiramos de esa Jauja espacial (otro guiño a Pinocho y su ciudad de niños malos abandonados al consumo y la holgazanería...)

Bufff... qué peliculón, madre...

Pepo Pérez dijo...

"yo de Disney/Pixar, desvestiría de "merchandishing" esta cinta"

Es imposible. Hacer (y promocionar) una película así cuesta demasiado, los productores se tienen que asegurar desde el prinicipio recuperar la súper inversión. A eso me refería, que una denuncia así, al menos con la repercusión mundial que va a tener esta película, hoy día sólo es posible desde dentro del mismo sistema y por supuesto incurriendo en todos los vicios del sistema.

Anónimo dijo...

¿Se puede ir a verla con un pitufo de cuatro añitos?

Pepo Pérez dijo...

Prueba. A lo mejor a partir de un momento se aburre, pero al menos la primera mitad creo que es justo lo que fascina de la animación a los más peques.

Anónimo dijo...

Señor Punch, al final de los créditos, tras el logo de Disney aparece el de BNL, la corporación de la película. Otro guiño más.

Samu dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Samu dijo...

[EDITO]

Como dice Pepo y pensamos muchos, un bofetón al sistema solo puede darse desde dentro del sistema.

Por ahora son escasas las voces que he leido sobre la supuesta hipocresía de Pixar al lanzar ese mensaje desde una network como Disney... y menos mal, lo que significa que la gente cada vez se va dando cuenta del mundo en el que vivimos.

Una curiosidad: como cada vez soy más reacio al doblaje en el cine fui a ver la peli en original... tengo una duda, es cierto que la versión doblada se carga parte del trabajo del técnico de sonido?

POr cierto: grande, muy grande el uso del color rojo!!!

Tanto para avisar de que no es bueno dejarse llevar por la masa como para advertir del peligro del control social (se ve en los trajes de los dos humanos y en el homenaje a Hall 9000 cuando se le va la pinza)

La opinión de La Pequeña Del me tocó la fibra, no se si la escucharon en Radio 3, les dejo el texto
http://reinohueco.blogspot.com/2008/08/wall-e.html

Y como uno también tiene sus delirios verbales, esta es la mia
http://cogitoergosamu.blogspot.com/2008/08/wall-e-batalln-de-limpieza.html

Y Punch, efectivamente, desde la danza de Nala y Simba, no había una escena tan cochina en una peli de Disney como el baile con el extintor
:D

Anónimo dijo...

Comparto tu opinión sobre Wall-E, también la pongo en el top cinco de mis pelis favoritas de animación de todos los tiempos ^_^

un abrazo

Anónimo dijo...

Los primeros 45 minutos son absolutametne magistrales...y la película en global es para mi gusto lo mejor que ha hecho pixar desde Toy Story 2.

Acojonante.

Pd. Oscar honorífico virtual para el robocillo limpiador de la nave. Ja, ja, ja...

Pepo Pérez dijo...

Contaminación exterior, contaminación exterior...

Anónimo dijo...

Hey, qué buen gusto tiene usted, caballero. Toy Story y El viaje de Chihiro son dos maravillas.

Y Wall-E, un encanto.

El Miope Muñoz dijo...

Es una obra maestra que evoca al cine en estado puro. Pocas películas mejores que esta este año.

Anónimo dijo...

Yo la resumiría con la celebre frase de Jack Nicholson en Mejor Imposible:

"Verla da ganas de ser mejor persona"

Anónimo dijo...

"al menos la primera mitad creo que es justo lo que fascina de la animación a los más peques"

Pues al final no, le llevó su madre y se aburrió como una ostra. Quizás es demasiado pequeño o tal vez son misterios de la mente infantil, porque Fantasía le encanta.

A ver si encuentro esta tarde un hueco para ir a verla.

Anónimo dijo...

Dicker, eso me pasa con la serie original de Star Trek

Anónimo dijo...

Pero se me pasa pronto.

Anónimo dijo...

Extraordinariamenre buena. Ya no sé si quiero más a Pixar o a Miyazaki. Miraré en googlefight a ver quien gana.

Anónimo dijo...

Pixar de calle, hombre, al menos para mí, no se me ocurriría menospreciar a Miyazaki, pero su narrativa a veces me agobia, ecepto en Porco Rosso.

Les falta algo de ritmo y le sobra algo de tiempo y transcendencia.

Anónimo dijo...

Bueno, en todo caso lo que cabría comparar serían los estudios Pixar y Ghibli, con sus respectivas producciones, ¿no? Porque comparar a un solo director, con todo un estudio formado por numerosas personas, que ha producido obras de distintos directores, guionistas, y demás, como que se hace raro. Incluso cuando Miyazaki pudiera llegar a salir ganando en la comparativa, con eso y con todo.

Pero bueno, sea como sea, ronda por ahí, aunque todavía no le he podido hincar el diente, cierto documental sobre un encuentro entre esos dos monstruos que son el maestro Miyazaki y John Lassetter, apasionante, a buen seguro, para todo amante de la animación. Por si no lo supieran y tal, vaya.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Yo más bien me refiero a las historias que cuentan, no a la animación, que ahí cada uno tiene sus preferencias (a mi me gusta más la animación clásica que la hecha por ordenador).

Las peli de Miyazaki (o del estudio Ghibli) tienen un ritmo y una forma de narrar que no me acaban de enganchar.

El viaje de Chihiro puedo reconocer que es una película maravillosa, pero no salí entusiamado de verla en el cine, ni me enganchaba de la manera que lo hace Wall-E.

Ni hablo de ella con la misma intensidad, ni la recuerdo con la misma intensidad.

Iba a decir que con Woody Allen me pasa lo mismo, pero va ser que no, como diría Ned Flanders, las pelis de Allen están bien excepto por ese tipejín bajito que sale.

Conste que yo sólo soporto Scoop.