viernes, febrero 17, 2006

LA CONEXIÓN HERGÉ-HITCHCOCK

Como ya dije en el cuadradito, resulta que me estoy releyendo a Hergé tras percatarme hace poco, mientras veía por enésima vez CORTINA RASGADA el otro día en la tele, de la clara conexión que existe entre muchos álbumes de TINTÍN y los films coetáneos -y algunos posteriores, que se diga- del Hitchcock más "aventurero-humorístico", especialmente con sus películas de "espionaje chorra", a medio camino entre la acción dramática, el suspense y lo finamente humorístico, como por ejemplo CON LA MUERTE EN LOS TALONES (1959) o CORTINA RASGADA (1966). No se trata sólo del parecido en la construcción argumental y en la mezcla de tonos, sino también de ese estilo narrativo indirecto, como en tercera persona, y de la introducción de personajes secundarios caracterizados de manera caricaturesca, para que resulten reconocibles a la primera y, en su momento, puedan aportar un contrapunto humorístico a la acción. No hay más que recordar al gag recurrente que protagoniza la bailarina soviética, tan arpía ella, que aparece en CORTINA RASGADA, o al científico cascarrabias de la Alemania del Este de ese mismo film, que parece un Profesor Tornasol pero con mala hostia... y cuya fórmula para un arma secreta es el Mcguffin que persigue el personaje de Paul Newman al otro lado del telón de acero, de donde deberá escapar una vez obtenida. Eeerr... este argumento me suena.



Al hilo de eso, me ha apetecido sacar a TINTÍN de mi estantería para releerlo, empezando por EL ASUNTO TORNASOL, claro, y debo decir que Hergé fue MUY grande, como dibujante y también como fabulador de historias, mucho más de lo que yo recordaba. No es casualidad, tampoco hace falta decirlo a estas alturas, que haya influido a una legión de autores, y no sólo francobelgas, también norteamericanos (Jason Lutes o Charles Burns, entre otros, reconocen su influencia).


La sombra de Hergé sigue proyectándose en nuestros días. Sin ir más lejos, bastantes autores de la llamada nouvelle vague de la bande desinée reciente -con Christophe Blain a la cabeza, pero también Joann Sfar y Lewis Trondheim, entre otros nombres- tienen como referente oculto pero principal a Hergé. No digo que sea su único referente -el Tardi folletinesco también es clave en Sfar, por ejemplo-, pero sí uno de los más importantes. Lo que hacen estos mozos de ahora, bajo mi punto de vista, es básicamente actualizar a TINTÍN y "adultizarlo", darle una vuelta de tuerca oscura más acorde a nuestra época (algo parecido, si se me permite la analogía, a lo que hicieron Moore y Miller con los superhéroes en los años 80), mezclando géneros o llenando éstos de contenidos distintos. Pero el modo de concebir las historias, el planteamiento de álbum, el lenguaje narrativo e incluso el tono ligero -incluso para narrar momentos dramáticos-, proviene en gran medida de Hergé, algo evidente en la serie ISAAC EL PIRATA de Blain o en bastantes álbumes de LA MAZMORRA de Sfar y Trondheim. No hablo tanto del grafismo, claro, sino más bien del modo de concebir las historias y del estilo de contarlas. La personalidad de cada autor, por supuesto, hace el resto para diferenciarse del tronco común y aportar su propio estilo y hallazgos.


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Imágenes: viñetas de la plancha 52 de LAS AVENTURAS DE TINTÍN: EL ASUNTO TORNASOL (Hergé, 1956; Editorial Juventud), y fotogramas de CORTINA RASGADA (Alfred Hitchcock, 1966).

55 comentarios:

Anónimo dijo...

"No se trata sólo del parecido en la construcción argumental y en la mezcla de tonos, sino también de ese estilo narrativo indirecto, como en tercera persona, y de la introducción de personajes secundarios caracterizados de manera caricaturesca, para que resulten reconocibles a la primera."

Con la salvedad de que en Hergé, a diferencia de Hitchcock, los personajes, TODOS ellos, siempre eran caricaturescos. ¿Mezcla de tonos? En "El asunto Tornasol" las constantes payasadas de Haddock, estas gracietas de slastic metidas con calzador y pretendidamente graciosas, lastran la narración, destruyen el tono y el ambiente de muchas escenas que hubieran funcionado perfectamente. No hay mesura ni dosificación entre estos momentos patéticos y los "serios". Me resultan terriblemente irritantes (como por ejemplo, cuando el cañon que apunta al tanque explota ¿de que va esto?). Esto hace que el tono general sea infantiloide (y subrayese infantiloide en su acepción más peyorativa). El humor en Hitchcock era otra cosa, en sus películas no volaban tartas por el aire, no nos confundamos. Esta especie de clown (por no hablar de los Hdez y Fdez) es el contrapunto de Tintin, el payaso listo de la función: Un personaje plano, indefinido, impersonal, casi aseptico. Uno no sabe por donde agarrarlo. Tal vez, Milú, con su fina ironia, sea unos de los grandes aciertos de Hergé. Lástima que en esta historia apenas hable.

Pepo Pérez dijo...

Evidentemente, CORTINA RASGADA (o similares de Hitch) y EL ASUNTO TORNASOL no son iguales, cosa que nadie ha dicho, ni iban dirigidas al mismo público (en principio).

Mezcla de tonos? Pues sí, en TINTÍN existe también esa mezcla, otra cosa es que en Hergé sea predominante el humorístico, y a ti te sobre (ya veo que seguimos cuestionando clásicos). Y desde luego en este tipo de películas de Hitch, existe la mezcla de tonos, tanto en CORTINA RASGADA como en la mucho más humorística CON LA MUERTE EN LOS TALONES (más tintinesca en ese sentido, porque lo humorístico predomina sobre lo dramático), que anda que en esta última no hay gags constantes que "interfieren" en la acción. Incluso en CORTINA RASGADA, con lo dramáticas que son algunas escenas -el famoso asesinato en la granja-, hay momentos, especialmente en el último tercio de la película, francamente bufos y caricaturizados. Dicho lo cual, hablo de una conexión, no de copia o equivalencias literales ni nada parecido.

Pepo Pérez dijo...

Diré más: hay una escena concreta de CON LA MUERTE EN LOS TALONES donde Cary Grant parece Haddock (o viceversa). Cuando le emborrachan e intentan despeñarle con el coche, pero se escapa con él y conduce borracho. La actuación de Grant y el tono es de comedia, pero el tipo va haciendo eses en una carretera de montaña, a punto de palmarla! Eso por no hablar de las escenas de comedia de enredos, como cuando lleva a la policía a la casa donde le retuvieron y todas las pruebas han desaparecido. O por no hablar de los villanos James Mason y su secuaz (Martin Landau), que son malos de cómic directamente. Para mí está claro que hay un "aire" común, un algo, un modo de concebir la acción que debía de formar parte de la mirada de cierto tipo de ficción de aquella época.

Semejanzas en la mirada que suelne darse en autores de una misma época; sí, también ahora mismo. Sólo basta comparar a las películas indies norteamericanas con determinados tebeos igualmente indies. HAPPINESS de Tolondz tiene un tono profundamente Clowes (y Clowes es anterior a esa película). Echando la vista más atrás, ROBOCOP (1987) tiene un planteamiento e incluso un tono satírico parecido al DK de Miller (1986), el uso de la tele, el tipo de humor negro, etc. No digo que los historietistas no se fijen en el cine de su época y se "inspiren" en él, por supuesto, que también lo hacen.

Igualmente, existe una relación entre cierto tipo de literatura americana (el realismo sucio) y los tebeos posteriores de Tomine, etc.

Anónimo dijo...

A ver. No tengo ningún inconveniente en que se mezclen momentos dramáticos con humoristicos en "El asunto...". Mi queja es que, por falta de dosificación, por querer meter la payasada de turno de Haddock de cualquier manera, Hergé se esta cargando momentos dramáticos, desmontando la tensión de muchas escenas. Hay una evidente inoportunidad . Es como la escena del cañon y el tanque que mencioné antes. A mi se me queda cara de tonto. No se por donde agarrar esto. Mezclamos una trama de espionaje que por momentos parece bien urdida, bien conseguida, con persecuciones de cine cómico y trompazos varios. Que si, que vale. Que se pueden mezclar churras con merinas. Pero todo a su tiempo.
En cuanto a la escena que quieren hacer pasar por tonto a Cary Grant, con la desaparición de pruebas, en "Con la muerte...", que quieres que te diga, a mi me parece un gran momento, nada que ver con este humor de Hergé.
Incluso me parece más humorístico el momento en que lo pillan en la ONU con el cadaver en los brazos y el cuchillo en las manos delante de todo el mundo y encima le hacen la foto.

"Semejanzas en la mirada que suelne darse en autores de una misma época"

Pero si yo esto no te lo discuto en absoluto. Te doy toda la razón. Que es posible que existan paralelismos narrativos entre Hitchcock y Hergé, pues si. Pero que "El asunto Tornasol" es un toston pues también.
Y hablando de cargarnos clásicos, Tintín será todo lo clásico que quieras, con grandes historias, sin duda, pero también con bastantes albumes infumables (a pesar de los "remakes" para hacerlos más "bonitos" o más "politicamente correctos")

Pepo Pérez dijo...

A mí también me gusta más el humor de Hitchcock que el de Hergé, puestos a comparar gustos. Pero es que, como decía antes, TINTÍN se hacía pensando en un público (chavales y alrededores), creo, bastante distinto al de las películas de Hitchcock (adultos y alrededores).

Octavio B. (señor punch) dijo...

Bravo.
Por el post, por los comments.
Hergé es de los pocos grandes. Yo creo que ese humor no es lastre, sino consecuencia (supongo que meditada) de saber QUÉ se está haciendo y PARA QUIÉN (niños, vamos). El tono es indispensablemente bienhumorado aunque se derrumbe el mundo.
No soy yo tintinólogo, hace años (10, más...) que no lo leo, pero creo que es una obra fundamental y muy maltratada por prejuicios políticos. No hay UN Tintín. Tintín debe tener, como mínimo, tres etapas (aprendizaje, donde reside el elemento polémico fascista pero también la consolidación de una escuela propia y únca del 9º arte, su línea clara, clasicismo y manierismo, mi favorita, con una concepción de la aventura más abstracto -Las Joyas de la Castafiore, En el Tibet...¿Ottokar?, no recuerdo la cronología y casi ni los argumentos), y cada una destacable por diferentes virtudes.
Claro, opino de memoria, quizás sin pies ni cabeza.
Os sigo leyendo, por si me matizan.

Octavio B. (señor punch) dijo...

Con la muerte en los talones, protagonizada por Tintín a los cuarenta (y para los de 40). Eso es esa peli.
NUNCA SE ME HABRÍA OCURRIDO,

Anónimo dijo...

Una pregunta malintencionada: ¿se habría liado Tintín con Eva Marie Saint?

Anónimo dijo...

las joyas de la castafiore es la mejor peli de hitchcock!
tintín con eva marie saint??
jamás!

santibilbo dijo...

La comparación , como dije, es pertinente, pero como ha dicho Joan, no hay que perder de vista que el perverso inglés mezcla mejor los tonos y su humor es más sardónico cuando no negrísimo. A demás , aún en sus películas más ligeras, hay en Hitch una lectura existencialista clara, la del hombre frente al sinsentido y al caos, una marioneta que se agarra a sus hilos y trata de manejarse, de protegerse, a traves del humor. También son alardes narrativos, virtuosismo de estilista, cosa que Hergé, siendo un gran narrador, tiende más al clasicismo( en las joyas de la Castafiore hace más alardes, y a mí me recuerda mucho a pero quien mató a Harry?, donde la trama es leve , llena de encanto y se supedita al arte de narrar. Por lo demás , a mí las payasadas de Haddock me encantan, a mí las tramas me estorban, to dedicaba el album entero a esa creación genial. Aquí apunto un tema para el debate ¿no creeis que se valora muy poco esta capacidad para crear personajes que se convierten en iconos, casi en mitos, valorandose más el estilo o la profundidad de los contenidos? yo pienso que el que logra un personaje de este calibre tiene un hueco en la etrnidad forjado por el amor de los lectores. Venga que vamos a resucitar la celebre polemica Paramio- Coma

Octavio B. (señor punch) dijo...

Son dos autores fenomenales y personales, así que no lo digo por comparar, acaso por matizar.

Lecturas existencialistas: Cuando Hergé realiza Tintín en el Tibet está pasando una crisis personal. Su convencido catolicismo choca con su relación extramatrimonial (creo que con su joven secretaria...pido ayuda, el dato exacto). De ello resulta un tormento interior, culpa, remordimiento y dolor (chocando con lo carnal, el placer de Su Pecado). Y El Tíbet se inunda de blanco purificador, simbólico. Existencial :)
Leido en un lejano número de U.

Seguro que hay más ejemplos de la escondida prfundidad de Tintín bajo su apariencia de liviano objeto de entretenimiento juvenil (que en primer grado es lo que era, cierto)

Anónimo dijo...

Pues al hilo de este post, me he puesto a la tarea de leer todo Tintín cronológicamente, acabándome los albumes que cuando chaval intenté y no pude y releyendo los que sí me gustaban (y mucho). Mmm, cuando termine, podré tener una opinión más o menos formada... Para entonces será ya tarde, pero , je, je, como confío en que Álvaro lo incluirá en Mis tebeos favoritos, ya entonces, si eso, les cuento lo que me parece. Por lo pronto: ¡qué grande es Hergé como grafista e historietista, y cuánto se puede aún aprender de él!

Un saludo.

santibilbo dijo...

Tintin en el Tibet tal vez sea el comic más hondo de Hergé, donde no sólo se pretende expiar un adulterio o plasmar una duda en su fe. ( sin contar que tiene una planificación impresionante) También es la historia de una Búsqueda, o mejor de la Reafirmación de un personaje y unas historias, la trascendentalización de una amistad,la melancolía de perder el ultimo territorio salvaje, el ultimo misterio, la simbolización de un arduo trabajo. nUNCA hemos visto a Tintín esforzarse tanto, sufrir tanto, nunca se nos apareció tan puro. Aterrizaje en la luna es otra historia con gran fuerza moral en su sencillez. Dicho esto creo que se exagera con esta historia de la crisis de fe y el existencialismo cristiano de Hergé, que en fin , esto no es Heinrich Boll, ni Grahan Greene, ni Delibes. Es decir, que no niego que la culpa, las dudas de fe, la reafirmación y el simbolismo estén presentes, pero que tampoco hemos de tratar a Tintín en el Tibet como una obra maestra sobre estos temas, aderezan la aventura, pero de forma superficial. A este paso podemos buscar complejidad y trascendencia en cualquier historia humana. ( el yeti es el yo abominable y pecador, rodeado de pureza y condenado ala soledad? Es el desvalido que busca aceptación?) Por otra parte no creo que el matiz existencialista de Hitch en sus obras ligeras se pueda corresponder con el asunto tornasol,el cetro de Ottokar u Objetivo la luna( sobre las películas más grandes de Hitch, me parece casi ofensivo la compararación con Hergé) Y esto me lleva al meollo del asunto: Considerando a hERGÉ UN MAGNÍFICO DIBUJANTE Y NARRADOR, considerandolo un estupendo autor infantil y con guiños, referencias y simbolos que pueden ser apreciados y disfrutados por adultos ( esa cualida tan dificil como bien dijo Pepo) no creo que podamos decir que está ala altura de los grandes artistas del siglo, entre otras cosa porque su público limitaba el lenguaje y la profundidad de sus comics. En literatura no decimos que el Hobbit sea la obra del siglo, ni que Disney sea el gran genio del cinematografo, aún apreciando sus valores. O tal vez me equivoco y estos grandes artistas tienen la llave dorada que nos permite volver a la infancia...
Pesi,al ritmo que lleva Alvaro en sus Tebeos favoritos, hasta el verano no creo que veamos tu opinión sobre Tintín, casi opina ahora. Un saludo

Anónimo dijo...

>>>>>En literatura no decimos que el Hobbit sea la obra del siglo, ni que Disney sea el gran genio del cinematografo, aún apreciando sus valores.

Es que eso de "la obra del siglo" es, con perdón, una chorrada. ¿Por qué hemos de usar como baremo único lo de la "adultez" y la "profundidad" temática (sea eso lo que quiera que sea)? ¿Por qué no puede ser Tintin una de las obras del siglo, si es un tebeo precioso, delicioso y brillante que disfrutan tanto los niños como los adultos desde hace varias generaciones?

santibilbo dijo...

Eden, no pretendo pontificar, sólo hablo de mis preferencias personales y a mí Hergé, gustándome, pareciendome encantador en sus tramas y humor y muy brillante en su lenguaje, no me emociona como otros grandes artistas, de comic u otros medios, sobre todo porque sus personajes son unidimensionales y sus vivencias no me conmueven mucho en lo particular y en lo universal no me actualizan los grandes temas de la condición humana , que son los que a mí me interesan en el arte, el humor entre ellos. En ese sentido profundo a mí Tintin no me llega. Son legión a quienes sí les conmueve y mejor para ellos. Con lo de obra del siglo sólo quería decir que en otros medios artícos no se`pone una obra infantil como la cumbre del medio, cosa que sí se hace con Tintín, pero la magia es intransferible y cad cual según sus gustos. YA APUNTÉ QUE AMO a HADDOCK, y que respeto mucho a alguien que despierta ese sentido de la maravilla. un saludo

Anónimo dijo...

>>>>>>>>Con lo de obra del siglo sólo quería decir que en otros medios artícos no se`pone una obra infantil como la cumbre del medio,


Mal hecho.

santibilbo dijo...

O bien hecho. Según se mire

Anónimo dijo...

No. No. Mal hecho.

Anónimo dijo...

No, no. Mal hecho.

La historieta (el arte) es comunicación. El arte, lo artístico, reside en cómo comunicamos. No en el qué.

Si tú dices "esta obra es de menos valor porque va dirigida a un público infantil y no trata temas profundos" estás juzgando a la obra por lo que dice, no por cómo lo dice. Y eso es erroneo.

Si hablamos de arte, hemos de hablar de la forma del mensaje. El contenido del mensaje pertenece al terreno de las ideas. Y esa es otra discusión.

Anónimo dijo...

Probando

Anónimo dijo...

Joder.

No me salía nada de lo que escribía, y ahora... ¡todo de golpe!

Perdón.

Octavio B. (señor punch) dijo...

supongo, Edén, que nadie se pondrá a discutir su razonamiento (que no sé, que doctores tiene la iglesia...).
Es una verdad como un templo.
Aún recuerdo quien de mí se rió por leer (y poner muy alto) a R. Dahl. Un grande. E infantil.
El problema sería que el medio, la historiea, no quisiera/supiera pasar de lo infantil, buscar los demás caminos...
pero tampoco es el caso.

santibilbo dijo...

Hombre Eden, a mi entender el arte es una forma de transmitir sentimientos y conceptos profundos (que hacen referencia ala condición humana ) de una forma lo más adecuada a los contenidos o con un estilo depurado, elaborado, que sublima esos contenidos en emociones y conocimiento que nos construyen . La forma sólo no define al arte, los contenidos le dan peso y valor, lo salvan de la trivialización, del manierismo barato y del ombliguismo.. Un cómic infantil, por muy bien hecho que esté sólo puede transmitir ideas, sentimientos y tramas asumibles por una mente simple, sin capacidad para la abstracción, ni para la complejidad sentimental o ideológica de la vida adulta. Eso no quita para decir que los comics de Hergé presentan más complejidades de lo que parece y varias lecturas para el lector adulto. la fascinación de Tintin, su enorme influencia es dificil de negar, sólo creo que no se puede medir con los grandes artistas(salvo en crear a Haddock). Hergé es gran narrador clásico, pero acaso hace un uso magistral de la composición del encuadre, de la iluminación, del color de la composición de página?H ay mucha expresividad y diferencia en los rostros, se profundiza en personajes, situaciones, sentimientos, visión del mundo? Muy poco.Que Tintín tiene encanto? Sí, y ante eso me callo. De hecho salvo los primeros tre albumes a mí me gustan todos.. No desdeño esa capacida para encaminarnos de nuevo a la infancia. Sólo que otros comics y otros medios me gustan más porque aunan una forma brillante o adecuada con unos contenidos poderosos, y para mí eso son los clásicos y las obras maestras. Con los superheroes , en cambio , el infantilismo está muy mal visto, curiosamente. Todo esto sin acritud, que son opiniones personales. un saludo

Anónimo dijo...

>>>>>>>Hergé es gran narrador clásico, pero acaso hace un uso magistral de la composición del encuadre, de la iluminación, del color de la composición de página?

Sí.

Anónimo dijo...

Yo aún diría más: ¿Hay en Hergé algún encuadre mal compuesto, alguna escena mal iluminada, algún color que rompa la composición de la página?

No.

Octavio B. (señor punch) dijo...

Yo aún diría más ¿Se podría entender el cómic Belga, Francés, español... en resumen, el cómic continental, obviando a Hergé?

¡¡¡¡¡YO A ESO DIGO NO!!!!!! (y doy un poderoso martillazo)

Que no es cosa de gustos, más o menos razonados... que el peso de Hergé es Historia de los cómics. Y chim pum.

Y además, es una maravilla.

Anónimo dijo...

Yo creo que también. O sea, que es magistral en todo eso.

Una curiosidad: la cantidad de veces que Tintín aparece de espaldas al lector, y no se hace raro en ningún momento. Esta de espaldas, no dando la espalda. De hecho, no recuerdo ningún otro tebeo donde esto se haga tanto y tan bien. ¡Qué manera de crear un espacio escénico y meter al lector en la acción!

Pero en cuanto a la complejidad en la caracterización y las relaciones... ahí creo que tiene razón Santibilbo, y que sí conviene distinguir. Y eso no resta mérito alguno a la magnífica obra infantil-preadolescente que es Tintín, disfrutable a cualquier edad, y de la que tanto bueno se puede decir.

Un saludo.

santibilbo dijo...

Hombre, yo creo que encuadra bien de forma eficaz para la narración, pero sin otras posibilidades expresivas en la composición de las viñetas. Su composición de página es muy sencilla y el ritmo siempre es el mismo, en historias de aventuras o en otras más reposadas. No comete errores de iluminación y de coloración, pero apenas hace uso dramático de estos recursos(tal vez en el tibet y en el templo del sol, un poco más). Es un gran narrador clásico y yo disfruto profundamente del clasicismo. No niego sus méritos ni su enorme influencia. Me gusta. y es un cómic para niños. Sonetos se pueden hacer sobre narices y sobre polvo enamorado,a mí me interesa más el polvo que las narices, nada más. Un saludo

Anónimo dijo...

Me acabo de terminar el SuperHumor dedicado al TBO y me cuesta creer que Coll no era un GENIO, sólo porque se dirigía a un publico infantil.

Lo mismo que Hergé, o Lewis Carrol, o Kipling en El Libro de la Selva, o Stevenson en La Isla del Tesoro, o los galeotes de Disney (no, el propio Disney no lo era) en Fantasía, o Cocteau en La Bella y la Bestia…

Lo terrible es que hay mucho maestro olvidado o menospreciado por ese prejuicio, como Figueras, Jorge, Opisso, Conti… En fin… ¿alguien se acuerda como fue la vida y la muerte de Coll?

Octavio B. (señor punch) dijo...

Hombre, no deberíamos confundir: una cosa es lo que a uno, en su edad y circunstancias le guste más o menos, y otra que las cosas sean buenas o no sin importar para quién van dirigidas.
El complejo (muy presente en los devoradores Marvel, por ejemplo) surge de otro debate:qué se supone que, a segun qué edad, debe gustarte.
Y como esa pregunta tiene más veneno que la prensa rosa, es mejor decidir que uno ya es mayorcito para esos juegos, que es mejor leer de todo dando su valor a cada cosa. Que no tiene nada que ver enfrentarse a "Berlín" que al Pato Donal aunque, en la balanza, al final comprendemos que Barks está muy por encima de Lutes, aunque los patos nos interesen menos que el Berlín prebélico simplemente por razones coyunturales (la coyuntura de que ya tengo canas).
Diría,vamos :)
Ah, otra cosa es pensar que por "trascendente" va a ser bueno. no no

Pepo Pérez dijo...

Hergé no fue un narrador clásico en su momento. Al contrario, en su momento innovó y mucho. La forma de encuadrar las viñetas -sobre todo a partir de un determinado momento- y, atención, la forma de planificar -su uso del plano generalísimo para introducir tiempo en la narración, a menudo en viñetas mudas- no lo hacía nadie o casi nadie en su momento.
Eso por no hablar de cómo fue uno de los primeros autores en introducir una narración estrictamente visual, apoyándose sólo el la secuencia de viñetas y los diálogos, para desarrollar la acción, sin apenas textos de apoyo, etc. Y su "estilo indirecto" en el tono, esa "asepsia narrativa", sigue siendo muy moderna aún hoy día, así que me imagino cómo lo sería en su momento.

Precisamente, Hergé ahora sí es un "narrador clásico", porque tiene tras de sí una legión de discípulos. Chaland fue uno de los más evidentes en desarrollar el tipo de planificación y encuadres de Hergé.

Santi, aun entendiendo lo que dices, habría que matizar mucho. Hay obras pensadas para el público infantil que logran trascender esa "limitación" y ser tan grandes como las obras dedicadas al público adulto.

Y Barks es mejor que Lutes, dónde va a parar. Al menos a mí me lo parece.

Coll, vm, un genio de la historieta española. De los más grandes, bajo mi punto de vista. Su vida no fue fácil; de hecho tuvo un final bastante triste: se suicidó. En el U (no tengo el número a mano ni recuerdo su autor) hay un artículo sobre su carrera demasiado breve para lo que a mí me hubiera gustado.

Octavio B. (señor punch) dijo...

JCP, no sé si me has entendido:
Por supuesto, Barks es mejor, mucho mejor que Lutes. Y su peso en el medio es mucho mayor.
Pero que yo, thirtysomethig, tenga tendencia hacia las complejas tramas de Lutes es natural.
Hay quien me tirará los trastos, pero, qué le vamos a hacer. Gilito me encantaba en los setenta. Y vale, igual hoy le encuentro subtexto, de profundis, y eso... y desde luego, como no soy de los que los árboles no me dejan ver el bosque, pues me encantará leer Barks por sus muchas virtudes e importancia histórica. Pero lo normal es que sus argumentos, QUE NO ESTÁN PENSADOS PARA MI EDAD, no sean, per se, de mi interés... el interés vendrá de otro lugar: Su maestria, su humor, su encanto, su subtexto... porque las aventuras del malvado Borrón y el avaro Scrooge, me interesaron, me apasionaron, (como es lógico) a los diez años.
Por eso quien dice de Tintín que no tiene altura, le contestoque la tiene, estratosférica, y que hay que separar la tendencia, por edad, o por gustos o lo que sea, de los hechos. Y el hecho es que, como bien dices, Herge es un genio. De los pocos del medio. Aunque su obra busque, en primera instancia, a un público juvenil.

Anónimo dijo...

JCP, a tus pies por los comentarios sobre Hergé!... o más bien, ambos a los pies de Hergé respetuosamente. Yo pienso que das en el clavo: si es un clásico es porque era moderno entonces (o intemporal) y lo es ahora; el tebeo más vendido, o de los más, de todos todos, y dueño de una rara universalidad, como dice Santibilbo, comunicada sobre todo a través de los personajespersonajes . Por cierto que pienso que, de estar más caracterizados, como se les pide, perderían parte de esa universalidad, y lo mismo pienso de las tramas... pero bueno, no es que lo diga yo por ciencia infusa. El libro de las "Conversaciones con Herge" es una declaracion de intenciones en toda regla, y Hergé se explica muy bien, que tenía su labia: sus historietas NO tenían pretensiones extraordinarias (ergo, no urdía tramas complejas o demasiado significantes) y pretendían dirigirse a un espacio intermedio o a un lugar comun a todas las edades, países, condiciones... en fin, lo que se dice dirigirse a "todos los públicos". Hoy por hoy creo que estamos demasiado vacunados a éste respecto, y sabemos o creemos (al menos yo, digo) que esto es una especie de utopía de las artes que no existió demasiado y que no se va a repetir, o un espejismo capitalista del siglo pasado o así.... pero bien es cierto también que Tintín, al respecto, es mano de santo, una cosa como ET, la de Spielberg (pero mejor, en mi opinión).

Distinta cosa (Bravo, Edén) es que a partir de éstos presupuestos, Tintín vuele MUCHO más alto. Yo si creo muy significativo el efecto de las historietas de Hergé, y profundo: engaña al escéptico el lado amigable, cierta ambiguedad en todo (por abundar, ya sabéis: Qué hace ese jovencito dandi viviendo a todo plan en la mansión de un marinero... le tiene puesta una beca o qué...) pero yo diría que todo esto en el fondo resulta de un BUEN TRATO al personaje que cuesta creer a día de hoy, la verdad. Y no es que ni el del tupé, ni Haddock, ni la castafiore, ni... sean santos. Es que su autor los trata con un respeto (no hipócrita) que vale su peso en oro y que a mí me produce hasta envidia. Ahí hay un valor con mayúscula, que narices! , ni infantil ni que ocho cuartos! :)

Anónimo dijo...

"Eso por no hablar de cómo fue uno de los primeros autores en introducir una narración estrictamente visual, apoyándose sólo el la secuencia de viñetas y los diálogos, para desarrollar la acción, sin apenas textos de apoyo, etc."

¿Hergé fué uno de los primeros autores en hacer esto??????????

Anónimo dijo...

Curioso... Mi comentario sale en la ventana emergente pero no en la página

Anónimo dijo...

jeden dijo:
"La historieta (el arte) es comunicación. El arte, lo artístico, reside en cómo comunicamos.

Si hablamos de arte, hemos de hablar de la forma del mensaje. El contenido del mensaje pertenece al terreno de las ideas. Y esa es otra discusión."

Imagino que este comentario se hizo con otra intención porque, precisamente, ahora, el arte es el qué y el cómo y por eso entran tantas cosas que hasta la fecha no se consideraban arte. Si queréis me pongo pedorro y empezamos a hablar de Barthes, Foucault, Benjamin, Deleuze, Gergen, Wolff, Bourdieu y muchos otros. Pero resumido es eso: el qué y el cómo, el cuando, el por qué, el quién y para quién.

Por otra parte, eso de que el arte

"es una forma de transmitir sentimientos y conceptos profundos (que hacen referencia a la condición humana ) de una forma lo más adecuada a los contenidos o con un estilo depurado, elaborado, que sublima esos contenidos en emociones y conocimiento que nos construyen ."

se lo cargó Duchamp hace como un siglo, no? Evidentemente el hombre habla del hombre y desde el hombre, pero eso es una perogrullada.La estética de lo sublime, el afán de transcendencia, el genio, etc. son discursos que vienen de otra época y que deberíamos empezar a cuestionarnos (si no ya erradicar) en el tebeo. Precisamente el tebeo, que suele ser un trabajo en equipo, de gran tiraje y al alcance de cualquier bolsillo ( y me refiero a que no vale 60.000 euros como un cuadro) se carga sustancialmente el concepto de "autor" único (léase Picasso, etc). Y eso sí es "genial".

"Un cómic infantil, por muy bien hecho que esté sólo puede transmitir ideas, sentimientos y tramas asumibles por una mente simple, sin capacidad para la abstracción, ni para la complejidad sentimental o ideológica de la vida adulta. (...) sólo creo que no se puede medir con los grandes artistas."

Creo que la base para cualquier ruptura está en la educación. Si a un/a niño/a le cuentas un cuento cuya moraleja sea acertada: hombre y mujer iguales en sus diferencias, razas y credos iguales en sus diferencias, ... etc, aunque sea de una forma tangencial, alegórica o intuible, y luego refuerzas el discurso con el día a día y la crítica y el análisis adecuado, quizás llegue a ser un/a buen/a tipo/a.

Si dejas las cosas para más tarde, las estructuras de poder existentes harán el trabajo por tí... y puede que no te guste lo que salga!

Un buen tebeo infantil, una buena película infantil, un buen libro infantil, son VITALES. Y su pequeño granito a la "complejidad" futura del lector/espectador es también MUY IMPORTANTE.

Y, claro está, queda todo el tema de las segundas, terceras, cuartas, ..., capas de discurso de cualquier texto (entiéndase por texto el propio cómic, una pintura, etc.).

Mucho tema, mucho, y tan poco tiempo!!

Un saludete.

Joan Marín

Anónimo dijo...

>>>>> hay que separar la tendencia, por edad, o por gustos o lo que sea, de los hechos.

O sea, hay que separar el signo del mensaje (infantil o adulto, de derechas o izquierdas, sesudo o ligero, etc.) de la forma en que está formulado el mensaje.

Ambas cosas son inherentes al hecho artístico. Pero no son la misma cosa.

Anónimo dijo...

Coll abandonó la historieta en el 1964 cuando el TBO le negó un aumento de sueldo y Bruguera no accedió a contratarle. Dejó la profesión para dedicarse a su antiguo oficio: albañil. Oficio que resultaba más rentable que el de historietista, en una época en que una publicación como el TBO podía alcanzar tiradas de doscientos o trescientos mil ejemplares ¡semanales!

Mientras, el TBO, continuó reeditando su trabajo hasta la desaparición de la revista. Al parecer, era tal la admiración que le teníamos los lectores, que fue uno de los pocos, sino el único, que aparecía como reclamo en la primera página.

A principios de los 80 la revista Cairo, cuando estaba bajo el timón de Joan Navarro, inició una recuperación de este maestro, se publicó un libro y se le dedico alguna exposición. Pero este reconocimiento llegó tarde, la depresión en la que se encontraba le condujo a un triste final.

...triste final para alguien que, de haber nacido en Estados Unidos o Francia, habría sido una figura de primera linea reconocida mundialmente.

Si Hergé, en cambio, hubiese nacido en España estaría olvidado. Total, no erá más que un tio que hacía cosas para niños.

Anónimo dijo...

Sigue habiendo problemas para publicar aquí... ¡Uf!

>>>>>> hay que separar la tendencia, por edad, o por gustos o lo que sea, de los hechos.

O sea, hay que separar el signo del mensaje (infantil o adulto, de izquierdas o derechas, sesudo o ligero, etc.) del cómo está formulado ese mensaje.

Ambas cosas son inherentes al hecho artístico, pero no son la misma cosa.

Anónimo dijo...

Mensaje repetido, of course... ¡Grrrr!.

Anónimo dijo...

Joan Marin, ésto que dices sobre el tebeo infantil y sobre la educación está muy bien, la verdad. Yo coincido en que ciertos "mensajes" o valores pueden y deben ser comunicados o hechos entender a corta edad sin que necesariamente se falte a la amabilidad y a la complicidad con los niños (personas que, desde mi punto de vista no tienen NINGUNA incompetencia para reconocer y comprender, -aunque sea intuitivamente y con sus capacidades de expresión poco refinadas,- la complejidad y la "trascendencia" del mundo adulto)... Es una de las razones (pero no la unica) por las que Hergé es tan significativo, por enlazar.

Con lo que no puedo estar tan de acuerdo es con que

"La estética de lo sublime, el afán de transcendencia, el genio, etc. son discursos que vienen de otra época y que deberíamos empezar a cuestionarnos (si no ya erradicar) en el tebeo."

porque no pienso que esta especie de "ultrademocracia de la creación" responda a la realidad. Entiendo que es un concepto muy apetecible y que descarga de responsabilidad y peso a la creación artística desde un punto de vista individual (cosa que está muy bien para tomarse las cosas con la necesaria libertad) pero es que en las artes no puede ser un valor caduco el individualismo (así en plan romántico tradicional) ni la trascendencia, porque en él las ideas generales o universales que nos son tan preciadas se comunican a través de la experiencia estrictamente personal, prácticamente íntima (aunque sea en un cine, o en un museo repleto)... espero que no sea una perogrullada, pero creo que se entiende...

Un saludo

j. dijo...

No es extraño que a Coll se le recuerde en relación a Hergé: ambos son de una modernidad, de una viveza, que no envejece ni a base de constante familiaridad, y, a la vez, son las suyas dos suertes y dos trayectorias tan tan dispares... No puede uno menos que pensar en la importancia que tiene ésta, la suerte, dar en un entorno adecuado, en la vida.

Ya supongo que hay un tema de derechos de por medio, pero a la memoria de este hombre se le debe una edición en condiciones, para aviso de grafistas en general.

Un saludo.

El pesi.

Pepo Pérez dijo...

más que de grafistas, de lectores en general.

""Eso por no hablar de cómo fue uno de los primeros autores en introducir una narración estrictamente visual, apoyándose sólo el la secuencia de viñetas y los diálogos, para desarrollar la acción, sin apenas textos de apoyo, etc."

¿Hergé fué uno de los primeros autores en hacer esto??????????"

Hergé no fue uno de los primeros en hacer eso que has descontextualizado, evidentemente (los pioneros americanos de los que Hergé mamó de chaval ya lo hacían antes que él), pero Hergé sí fue uno de los primeros en hacerlo TAL Y COMO ÉL MISMO LO HIZO CON SU MECANISMO. Los pioneros americanos (los McCay, Sterrett, Herrimann, etc.) utilizaban ese estilo visual, etc., claro, pero no desarrollaban tramas largas a la manera en que lo hizo Hergé. Hergé sólo puede compararse en este sentido, y también por la modernidad de su lenguaje narrativo, a Crane, Sickles o Caniff, con los que comparte bastante la ambición narrativa y el tono, ese "estilo indirecto" donde todo fluye de manera natural y el autor se vuelve invisible, donde el tiempo se marca sólo con la secuencia, con las viñetas mudas, con el tipo de plano, donde los personajes parecen vivos y no marionetas, donde la trama se desarrolla al modo de una novela, etc.

A eso me refería yo. Esto, con el lenguaje de Hergé, sólo te lo encuentras en su época en los autores estilo Crane y Caniff, para abreviar. Hergé, por supuesto, se lo trajo a su terreno y le añadió originalidad, sobre todo en el grafismo (el cual ahora parece fácil, porque tiene discípulos a patadas, pero no me parece que crear de la nada ese grafismo tintinesco fuera fácil, al contrario) y en el modo de encuadrar y componer las viñetas, que no se parece a nadie de su época. Alguien comentaba por allá arriba lo del Tintín -u otros protagonistas- de espaldas al lector: eso no lo hacía nadie antes de Hergé tal como él lo hacía, ni siquiera Caniff. Eso por no hablar de su manera de poner objetos del decorado en primer plano y los personajes al fondo, en profundida de campo casi ocultos por ellos, de modo que el decorado cumpla también una función expresiva y narrativa y no sólo de ambientación, etc., cosa que Chaland aprendió muy bien y supo llevar hasta el infinito y más allá.

Por cierto, Joan, ¿nos conocemos aparte de CON C? Es por curiosidad. Fuera de aquí, en "la vida real", conozco a varios Joans, sólo por eso te pregunto.

Pepo Pérez dijo...

"sobre todo en el grafismo (el cual ahora parece fácil, porque tiene discípulos a patadas, pero no me parece que crear de la nada ese grafismo tintinesco fuera fácil, al contrario)"

Siendo justos, nada surge de la nada, y prueba de ello es que en ciertos autores anteriores a Hergé hay una especie de "escuela de línea clara americana" previa , que él desarrolló a la tintinesca manera.

j. dijo...

Y lo que le debe Moebius, que es algo que a mí se me pasaba por alto, con esas profundidades de campo, ese espacio que se abre más allá del papel. Parece fácil, pero...

El pesi.

Anónimo dijo...

Claro, Giraud: oscilando entre Hergè y Jijé... o directamente mezclándolos a ambos.

Anónimo dijo...

Una idea que igual está fuera de lugar, pero que le dije al dueño que un día soltaría y que bueno, ahí va: aparte del tema narrativo, me entusiasma contemplar que la escuela Hergé está más viva que nunca también en su vertiente, digamos, de oficio, o metodológica, o como queráis llamarlo.

Al contrario, por cierto, de lo que pasó en el revival de la linea clara de los 80, donde un surtido grupo de autores europeos se lanzaron a homenajear el estilo de los maestros francobelgas (Swarte, Floch, Chaland entre los que tenían voz propia y eran, por lo tanto, más interesantes; otros, los puros copistas, Dick Briel, Dominique Hé y un largo etcétera, ya olvidados), donde los dibujantes se limitaron a dibujar "a la manera de" consiguiendo, en el mejor de los casos, recreaciones simpáticas de lo que sus maestros descubrieron. Más tarde algunos de ellos, básicamente Chaland, emplearía todo ese bagaje para ser el mismo (como dijo alguien por entonces, "dejar de ser referencia para convertirse él mismo en referencia"), pero la mayoría, una vez superado el efecto sorpresa, se fueron difuminando hasta confundirse con el paisaje. Qué bonita frase. Perdón.

De entrada, entonces, creo que sólo Tardi entendía el tema "línea clara" no como un referente estético sino como un método de trabajo: dibujar sintetizando a partir de la realidad, y aplicar ese grafismo en una narración donde la historia discurriera primando la legibilidad sobre cualquier otra cosa, buscando la modernidad en lo formal, recreándose en la documentación, huyendo del efecto gratuito, de lo apabullante y desmesurado: buscar una buena historia y contarla con una simplicidad perfecta, aunque ello implique un despliegue de recursos mayor que los aparentemente costosos claroscuros de gran intensidad dramática y las angulaciones de dinamismo non plus ultra tan del gusto de cientos ¡y hasta cienes! de astutos lectores.

Y todo ello de una forma personal, claro: en esto superaba Tardi a todos los demás. Es mi opinión y yo la comparto.

Es por ello que creo que la actual "nouvelle bande dessinée" (Blain, Guibert, Sfar y compañía, vaya) tiene muchísimo más de regreso a la linea clara que todo ese revival ochentero que antes mencionaba: el placer por sintetizar desde la realidad, la narración fluida, las historias densas, la personalidad. Ahí sí está el eco de Hergé. Ahí está, a mi entender, la línea clara, recuperada más allá del homenaje, asimilada por fin.

(En este sentido, anotar también que mi Tintín favorito de todos los tintines, que es El Loto Azul (¡todos de rodillas!), no está tan lejos gráficamente de lo que en la actualidad nos parece modernísísimo...)

Y otra cosa es que en este texto soy consciente que en este texto se arrojan varias simplificaciones más que discutibles... el espacio, las prisas... que os voy a decir...

Y en fin, otro tema es que seguramente esto podría contarse con menos palabras. Lo siento: a los que os hayáis tragado el rollo y os parezca una perogrullada, pues nada: prometo mejorar.

santibilbo dijo...

Si una obra infantil transciende sus limitaciones sus limitaciones se convierte en una obra adulta. Si la belleza de la forma nos conmueve profundamente , también lo es,aunque el contenido nos parezca superficial, pero es sobre todo un ejercicio de estilo, al que eso le parezca lo más grande que puede dar el arte bien,yo no me encuentro entre ellos. La estilización del estilo para definir de forma universal no las invento Hergé, ni la profundidad de campo, ni la narración en imágenes, aunque sñi hizo un gran uso de ellas. Repito que a mí me gusta Hergé, pero no se puede compara con los grandes genios del arte

El Miope Muñoz dijo...

Al hilo de este post Herge-Hitchock para los mas cinefilos, en la tv autonómica emiten NORTH BY NORTHWEST esta tarde.

Así que observen y juzguen, la conexion entre ambos y geniales maestros, y observen (de nuevo) una ejemplar comedia de aventuras y espías.

¡Un saludo!

El Miope Muñoz dijo...

PD.: En la tv autonómica TV3.

Pepo Pérez dijo...

Sólo quería añadir una cosa sobre el debate nuevamente planteado por Edén ("O sea, hay que separar el signo del mensaje (infantil o adulto, de izquierdas o derechas, sesudo o ligero, etc.) del cómo está formulado ese mensaje. Ambas cosas son inherentes al hecho artístico, pero no son la misma cosa."). Creo que en una obra artística forma y fondo aparecen tan unidos que a mí, personamente, me resulta imposible separar una del otro.
Vamos, es que el acto creativo intenta buscar la expresión de ideas a través de una forma concreta. Y no es lo mismo que esa idea se exprese de un modo que de otro, etc.

Anónimo dijo...

>>>>> Creo que en una obra artística forma y fondo aparecen tan unidos que a mí, personamente, me resulta imposible separar una del otro.

Un ejemplo: Batman Holly Terror. Si su mensaje resulta ser directamente el que se anuncia, pero en lo demás es un tebeo tan bueno como lo mejor de Miller... ¿Hemos de poner nuestra valoración de ese mensaje por encima del resultado artístico? ¿O separar lo que es una cosa de la otra?


>>>>>>no es lo mismo que esa idea se exprese de un modo que de otro, etc.

¡Exacto! Nuestra valoración, en lo artístico, depende del modo. Aparte, en lo ideológico, valoramos la idea expresada. Pero no son la misma cosa.

>>>>Si la belleza de la forma nos conmueve profundamente , también lo es,aunque el contenido nos parezca superficial, pero es sobre todo un ejercicio de estilo, al que eso le parezca lo más grande que puede dar el arte bien,yo no me encuentro entre ellos.


Una obra cuyo mensaje se reduzca a algo del tipo: "el cielo es azul", si transmite ese mensaje de forma maravillosa y creativa, ¿por qué ha de ser inferior a otra de mensaje más complejo?

Pepo Pérez dijo...

vaya, estamos bastante de acuerdo.

"Un ejemplo: Batman Holly Terror. Si su mensaje resulta ser directamente el que se anuncia, pero en lo demás es un tebeo tan bueno como lo mejor de Miller... ¿Hemos de poner nuestra valoración de ese mensaje por encima del resultado artístico? ¿O separar lo que es una cosa de la otra?"

No, claro. Eso mismo le decía yo a Álvaro cuando se cargaba 300 sólo porque la ideología o mensaje -que él veía en ella- no era de su agrado.
En cualquier caso, sobre HT BATMAN habrá que leerlo, claro. Si realmente es pura propaganda, y Miller no ha declarado eso en plan boutade provocadora-promocional, no creo que me guste demasiado. Y no por la ideología que pueda expresar (que habrá que leerlo, repito), sino por el modo de expresarla, si resulta ser propaganda maniquea. Puedo equivocarme, pero para mí el arte está reñido siempre,o casi siempre, con la propaganda. Creo que ambas cosas son antónimas.

Anónimo dijo...

Por supuestísimo. La propaganda no es arte, es otra cosa.

Ese es el reto de Miller: no hacer Rambo.

Yo confío en él.

FRAN dijo...

Hola a todos...muy interesantes todos los comentarios..podría decirme alguien si Herge pudo influirse en las ilustraciones de Opisso¿