miércoles, febrero 15, 2006

VIDA DE ESTA CHICA

Voy a confesarlo: la verdad es que soy como cualquiera de los tíos despreciables que aparecen retratados en estas historietas. Yo también deseé a la joven artista, dibujante en ciernes, desde el momento en que la conocí, cuando ella tenía 16 ó 17 años. Yo también deseé someter a esta bella y animosa muchachita a todo tipo de actos degradantes y pervertidos.

(Robert Crumb, de su prólogo para VIDA DE UNA NIÑA)
_______

Lo de Phoebe Gloeckner (Filadelfia, 1960) no sé bien como tomármelo. Esta mujer, bastante guapa, a juzgar por las fotos que no casualmente aparecen en la última página de VIDA DE UNA NIÑA (su recopilatorio de historietas, publicado originalmente en 1998 y ahora traducido por Ediciones La Cúpula), vive de realizar ilustraciones médicas pero ha dibujado desde adolescente historietas que parecen -parecen- autobiográficas. Unas historias cortas que, en principio, realizó a hurtadillas y sin ánimo de que fueran publicadas ni vistas por nadie, dibujando además con una técnica autodidacta a su bola y al margen casi completamente del oficio (aunque parece que a partir de cierta edad sí empezó a leer cómics underground). Quizá es por eso que su trabajo tiene en parte el aire y la fuerza del arte marginal.

Los bocadillos de diálogo a veces están situados fuera del orden lógico de lectura, las proporciones de sus figuras son más psicológicas que realistas (en una misma viñeta, su madre es una enana, mientras su hermana parece un coloso al lado de la misma Phoebe), las perspectivas se las inventa. Da igual, lo que narra Phoebe te atrapa y te golpea, y no sabes bien si la chica está fantaseando con el mal rollo o lo que cuenta es cierto -yo apostaría a que la cosa es un fifty/fifty-, porque el conjunto no puede ser más brutal: madre pasiva y medio alcohólica, padrastro maltratador y que más tarde se acostaría con una quinceañera Phoebe que, además, lo hacía "enamorada" (pinchen en la imagen, página de EL TERCER AMOR DE MINNIE, la historieta de Phoebe que más gusta a Robert Crumb), drogas mal tomadas de adolescente y amigas destroyer con las que salir en busca de sexo chungo.


Pregunta: ¿pierde "Phoebe" (pues el personaje tiene su cara en la historieta) la virginidad en esa salida nocturna de APRENDIZAJE VOCACIONAL donde ella y su amiga simulan ser putas... o bien, por el contrario, la pierde con el novio de su madre, como sugiere en COSAS DIVERTIDAS QUE HACER CON NIÑAS PEQUEÑAS?

Ya digo, aquí uno no sabe qué es realidad y qué es fantasía sublimada, así que no sabes bien como tomártelo. Pero, como también decía, todo eso da igual: en el cómic, y en general cualquier medio, no es nada habitual ver a una mujer pariendo historias así de crudas y directas, donde los hombres aparecen todos como unos hijoputas cínicos y amorales y las mujeres unos peleles a las que les va el barro y se someten gustosamente a la humillación más absoluta. Ya lo digo: arte marginal en buena parte, sin demasiados condicionamientos sociales o profesionales, directo y la mandíbula.

Pero mejor que sea el mismísimo Robert Crumb, que apadrina a Phoebe y se declara fan de sus historias, el que termine esta breve reseña. De su prólogo para VIDA DE UNA NIÑA:

“Voy a confesarlo: la verdad es que soy como cualquiera de los tíos despreciables que aparecen retratados en estas historietas. Yo también deseé a la joven artista, dibujante en ciernes, desde el momento en que la conocí, cuando ella tenía 16 ó 17 años. Yo también deseé someter a esta bella y animosa muchachita a todo tipo de actos degradantes y pervertidos. La única diferencia fue que yo nunca fui más allá de llevarla a caballito. ¿Y por qué? ¡Porque soy un tío demasiado majo! No supe convertirme en un manipulador maquiavélico, como todos esos tipos. Me sentía demasiado culpable como para hacer algo así. Pero en el fondo.... ¡Cuánto deseaba a la joven Phoebe! ¿Me la chupó en algún momento? ¡Ni una vez! ¡Nada! Volvía a casa sintiendo pena de mí mismo, como de costumbre (¿Acaso no somos horribles los hombres?).

(...) P.D. Perdóname, Phoebe, por contarle al mundo -y a ti- cómo te deseaba. Era el único modo de escribir acerca de tu trabajo con sinceridad. Tenía que decir la verdad o callarme. No soy capaz de separar las cosas. No he podido dejar mis sentimientos hacia ti, por vergonzoso que resulte para todos... O tal vez sea que no me ha dado la gana”.

12 comentarios:

Octavio B. (señor punch) dijo...

de este cómic, sólo lo he ojeado. Parece feroz.
De Crumb... es el puto amo. Qué bestia, qué intro...

Anónimo dijo...

je je je io me pregunto por que la ampliacion de la pagina de la fellatio es la mas grande, por lejos, de todas las otras decenas de paginitas que uno se tenia que quemar los ojos para leer lo que decian

saludos

(aguante Moore carajo)

Anónimo dijo...

"Esta mujer, bastante guapa, a juzgar por las fotos...".

Tuve ocasión de estar junto a Phoebe en Angouleme '05, mientras charlaba con otros autores.

Es guapa, sí, pero lo verdaderamente llamativo de ella es la mirada que tiene. Una fiereza, una... no sé, como una rabia contenida, algo animal que hace que sientas un involuntario e irracional pánico cuando te mira directamente (y que te hace preguntarte qué ha vivido esta chica para mirar así).

Anónimo dijo...

Añado a mi anterior comentario:

En INDYMAGAZINE (http://64.23.98.142/indy/winter_2005/gloeckner/index.html) publicó Phoebe un fotorreportaje sobre ese festival de Angouleme. Atención a las fotos de las páginas 1 y 6, en las que se aprecia esa mirada. Coño, la miro y pienso en los autorretratos de Van Gogh.

El Miope Muñoz dijo...

De este cómic solo habia leído cosas de refilón. Ahora es el momento (po rlo que parece) de leerlo. Suena imprescindible.

¡Un saludo!

Pepo Pérez dijo...

Muy bueno el diario fotográfico. Gracias, anónimo.

Danae dijo...

No creo que haya en este cómic demasiada fantasía sublimada o un ejercició de invención consciente. Aunque es evidente que lo que explica se construye a base de recuerdos deformados por el tiempo y que seguramente han sido amoldados de alguna manera para convertirlos en historia sin perder coherencia (los recuerdos, normalmente, no son coherentes, por eso creamos 'versiones oficiales').

Respecto a esa pregunta que te haces, para apoyar de algún modo esa impresión, creo recordar que en ningún momento Phoebe afirma haber perdido la virginidad en Aprendizaje vocacional, es su amiga, la aspirante a prostituta, la que lo hace bajo la tutela de Phoebe.

Un saludo.

Danae dijo...

Tampoco estoy de acuerdo ("¿Y a mí qué me importa?, te dirás)) con esta afirmación: "las mujeres unos peleles a las que les va el barro y se someten gustosamente a la humillación más absoluta." Las mujeres son unos auténticos peleles, sí, pero tal y como lo explicas, parece como si esa fuera una decisión voluntaria. Las mujeres que aparecen en el cómic, incluida Phoebe, creen que (casi) la única manera que tienen de interrelacionarse con el exterior es convertirse en artefactos sexuales ("Estaba convencida de que tenía que follar con cualquier chico que me prestara atención"), pero en realidad lo único que buscan es que alguien llene el inmenso vacío afectivo que sienten, o conseguir algo de droga (aunque, en realidad, ambas cosas vienen a ser lo mismo). Y, en fin, veo una gran diferencia entre utilizarse a una misma (y ser utilizada) como en esa viñeta que has colgado y someterse gustosamente a cualquier humillación. (Aunque es evidente que el otro lado de la línea tiene un gran poder de fascinación.)

Un saludo.

P.S. No tengo la más remota idea de por qué he escrito todo esto aquí.

Pepo Pérez dijo...

Pues muy bien que has hecho.

" Y, en fin, veo una gran diferencia entre utilizarse a una misma (y ser utilizada) como en esa viñeta que has colgado y someterse gustosamente a cualquier humillación. "

En las historias de Phoebe hay bastante de masoquismo, mucho de aceptar gustosamente la humillación y el barro, y muy poco de utilizarse a sí misma de una manera liberada y, si quieres llamarlo así, sana. Sí lo hay en algunas historias, pero en otras no. Yo al menos lo he visto así. Nada que juzgar: es algo humano, y no sólo lo hacen algunas mujeres, también algunos hombres, o muchos, en algún/nos momento/s de su vida.

ES más, lo valioso que yo veo en Phoebe, o uno de sus valores, es que exponga esos comportamientos, esos sentimientos, esos hechos tan humanos, de un modo tan crudo y sin apenas maquillaje.

Pepo Pérez dijo...

Por cierto, muy buena tu reseña del tebeo. De veras, me ha gustado mucho.

Danae dijo...

Después de leer tu respuesta, no tengo muy claro si no estaremos, al fin y al cabo, diciendo lo mismo. Hay una barrera lingüística, sin embargo: no entendemos lo mismo por masoquismo.

Y sí, estoy de acuerdo contigo, esa desnuda sinceridad es la que hace valisoso a este cómic. Nada que juzgar, por supuesto, únicamente trataba de explicármelo.

Un saludo.

P.S. Gracias por tu comentario sobre la reseña.

Pepo Pérez dijo...

Olvida lo del "masoquismo": es cierto, no es exacto emplearlo en este caso.

En efecto, creo que lo que tú dices y lo que yo decía es en el fondo lo mismo: Phoebe y sus sosias se entregan gustosamente a la humillación para obtener algo, por supuesto (amor, afecto, drogas para evadirse, etc.), pero suele ser así
siempre. O al menos lo es en el caso de las historias de Phoebe.