INCLUSO DE LAS HISTORIETAS
"Algunos de los novelistas que le han dado forma a este nuevo libro son precisamente los maestros de la violencia: Ian McEwan, Coetzee, Roberto Bolaño, incluso Tabucchi, que ha mostrado su lado más gris y cotidiano", comenta el escritor.
Pero Abril rojo es también deudor de un cine tan fascinante como repugnante y generalmente despreciado por la mayoría de los escritores para su trabajo: "El fiscal Chacaltana se ha alimentado también de materiales como El silencio de los corderos, Seven o incluso de las historietas como From Hell, de Alan Moore". Títulos que, según Roncagliolo, "creo que se pueden poner perfectamente al servicio de las preguntas más profundas sobre la condición humana".
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Lo dice hoy en
El País Santiago Roncagliolo, a propósito de su novela ABRIL ROJO, ganadora del Premio Alfaguara de este año, en un artículo-entrevista que firma Jesús Ruiz Mantilla.
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ACTUALIZACIÓN
Otro escritor sudamericano que en su momento incorporó el cómic a su trabajo (gracias, vm).
4 comentarios:
Ya que hablas de literatura e historieta, échale un ojo a esta página sobre Julio Cortazar. Es, cuando menos curiosa:
http://www.ergocomics.cl/sitio/index.php?idele=19690709000006
gracias, vm, ya lo he subido al post.
De esto de Cortazar (y de otras muchas cosas más) hay un análisis muy interesante en el libro de Ana Merino "El comic hispánico" (Catedra, 2003).
Anda, pero si yo el cuadernillo este lo ví en una feria del libro viejo y de ocasión hace unos meses.
La verdad es que me llamó bastante la atención contemplar el nombre de Cortazar en la portada de un producto con semejante pinta de sub-producto (no solo es que el ejemplar estuviera viejo y ajado; es que la edición parecía pobrísima), y lo primero que se me vino a la mente, miren como sería la cosa, es que seguramente se trataria de algún cómic o novelita sudamericana en la que se hubiera utilizado al célebre escritor como simple reclamo, probablemente de manera ilegal. Lo segundo que pensé fue que Cortazar quizá se habría visto obligado a guionizar tebeos de poca monta, para ganarse las lentejas, durante su juventud, antes de convertirse en el célebre literato que acabaría siendo.
Después mi atención se vió captada por algún otro libro y no volví a pensar en el tema. Hasta ahora, claro.
Qué cosas...
Un saludo.
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