martes, abril 25, 2006

ADAPTATION.

Hoy ya no parece tan buena idea, aunque en su momento lo fuera. La de adaptar novelas conocidas al cómic con la expresa intención de atraer al medio al público adulto. Ésa era la idea que había detrás de la por otra parte memorable adaptación de CIUDAD DE CRISTAL de Paul Auster que realizaron Paul Karasik y David Mazzucchelli (Anagrama). Algo parecido tenía también en mente Will Eisner, siempre preocupado por llevar el cómic al lector adulto, cuando publicó sus no tan memorables adaptaciones de EL QUIJOTE y MOBY DICK (Norma y Norma).

No deja de resultar significativo que Art Spiegelman, que estuvo detrás de la adaptación de CIUDAD DE CRISTAL como coeditor, pensara lo que pensó cuando Bob Callahan le propuso coeditar juntos una "serie de adaptaciones en cómics de literatura urbana de género negro". Spiegelman, un viejo zorro que siempre ha demostrado poseer olfato y visión, pensó en un primer momento que "quién demonios podría estar interesado en adaptar un libro en... ¡otro libro!" O al menos así lo cuenta él mismo en su prólogo al tebeo CIUDAD DE CRISTAL. Estamos hablando de hace casi quince años, porque esto sucedía a primeros de los noventa, pero ya por entonces Spiegelman lo tenía clarísimo. Pues claro, si también son libros.

Spiegelman, por su parte, ya había tenido antes, a finales de los ochenta, una idea distinta aunque no tanto en el fondo, de cara a salir del gueto y atraer al público literario: la de convencer a varios novelistas a los que conocía personalmente para que escribieran guiones de cómic que dibujarían "destacados artistas gráficos". John Updike, William Kennedy y Paul Auster fueron los contactados. Curiosamente, lo explica Spiegelman en el citado prólogo, Updike quiso ser dibujante de cómics en los comienzos de su carrera, y "le había costado cincuenta años llegar por fin a reconciliarse con la sola idea de poner palabras en sus dibujos". Lo cuenta Spiegelman, igual que esto otro: "Todos los novelistas con los que me puse en contacto se mostraban intrigados por mi propuesta, y después salían corriendo". El que más convencido estuvo del rollo fue precisamente alquien que ha dado al azar un papel protagonista en sus novelas, el propio Auster, que llegó a pensárselo en serio y a vislumbrar una idea de lo que podía ser el tebeo: la visión de un muchacho flotando en el agua. Lo siguiente que supo Spiegelman fue que aquella visión se había convertido en la nueva novela de Auster, MR. VÉRTIGO, y que el escritor le invitaba a ilustrar la portada. Auster, al parecer, también le había dicho en algún momento que estaba convencido de que la expresión "más pura" de la forma del cómic (y las comillas son de Spiegelman) exigía que el texto y los dibujos fueran realizados por la misma persona.

Volvamos a los primeros noventa, al proyecto de Callahan y Spiegelman. La idea era editar "traducciones visuales" de novelas que "merecieran de hecho la atención del adulto". En aquel entonces parecía una gran idea, y no lo discuto porque a mí también me lo pareció en su momento, cuando me enteré de la existencia de la adaptación al cómic de CIUDAD DE CRISTAL. Ahora ya no me lo parece tanto, y ello con independencia de que la iniciativa diera una obra tan autónoma como lo es el trabajo de Karasik y Mazzucchelli. Hoy lo que parece claro es lo contrario. Que un medio no demuestra su potencial al mundo ni su autonomía artística adaptando obras de otros medios. Esto puede hacerse, por supuesto, y de hecho es algo que el cine hace constantemente, pero nunca servirá para lograr esa valía como disciplina autonóma. Más bien lo contrario, da a entender una dependencia de otras artes reconocidas, en este caso la literatura. Y la dependencia, como todo el mundo sabe, es antónimo de autonomía.

Un medio se construye y se defiende con obras autónomas y exclusivas de ese medio, no con adaptaciones de obras de otros medios. Las adaptaciones podrán existir, desde luego, y yo quiero leerlas, pero serán siempre eso mismo, adaptaciones. El camino para llegar al adulto y demostrar de qué es capaz la historieta es ofrecerle obras relevantes que no existan con anterioridad, nacidas exclusivamente desde el medio y narradas con un lenguaje autónomo, que emplee recursos inexistentes en otros medios. Tampoco parece casualidad que los historietistas más innovadores de la historia siempre hayan intentado buscar esa autonomía en el lenguaje.

En otras palabras: ¿qué tebeo puede atraer más a un lector adulto que tenga curiosidad por descubrir un medio hasta ahora desconocido para él? ¿MAUS... o una adaptación al cómic de EL QUIJOTE?

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Viñetas extraídas de la adaptación de la novela CIUDAD DE CRISTAL, de Paul Karasik y David Mazzucchelli (Anagrama).

22 comentarios:

Urbs dijo...

Parece que el cómic, de una forma u otra, siempre tiene que estar demostrando su valía como medio. En cine se pueden adaptar novelas, obras de teatro, comics o incluso hacer remakes sin que nadie ponga en duda su autonomia respecto a otras formas narrativas.
En cómic ¿por que no? No entiendo tus reticencias al respecto. Adaptar o no adaptar una obra previa es, simplemente, una opción del autor. De hecho, las adaptaciones en cómic son infinitamente menores en número a las que se realizan en cine. El cómic es un medio que se nutre basicamente de historias "originales", pero si alguien decide utilizar un material literario previo, adelante. No se trata de un constante tour de force para demostrar la legitimidad del cómic como medio autónomo. Es un trabajo de creación, y el resultado final es el que cuenta, independientemente de las fuentes empleadas. La forma de narrar, de contar esta historia con los modos y los recursos intrinsecos del cómic es lo único que a mi me interesa.
Por poner un ejemplo, Carlos Gimenez ha adaptado (o tomado como punto de partida) a Stanislaw Lem, Jack London o Brian Aldiss y ha realizado otras obras que no parten de referentes literarios. Y creo que ha conseguido resultados extraordinarios de ambas maneras y siempre utilizando recursos propios del cómic.

Anónimo dijo...

Yo estoy de acuerdo con Pepo. La primera "novela gráfica" que publica Anagrama tiene que ser una adaptación de un libro, porque, a su entender (imagino), un cómic por sí mismo no atraerá al lector.
Hay cómics mucho mejores que Ciudad de Cristal (que por otro lado, está muy bien), pero que no llegan porque no están "avalados" por nadie.

En cuanto a las adptaciones, me parece razonable adaptar una novela a una película, porque la película te ofrece una visión cerrada de lo que puedes imaginar en la novela y que, además, no requiere ningún esfuerzo lector. Un cómic de una novela, en cambio, me parece redundante (los dos son libros) y, puestos a esforzarte en leer e interpretar, la gente comprará el original

Pepo Pérez dijo...

Ubs, no estoy en contra de las adaptaciones. No era ésa mi idea.

Sobre por qué el cómic siempre "tiene que estar demostrando algo", cosa que es completamente cierta... es una buena pregunta.

(me gusta mucho KOOLAU, por cierto,aunque menos las otras dos adaptaciones que hizo Giménez)

Pepo Pérez dijo...

El cine adapta muchísimo, sí, pero sus adaptaciones parecen casi siempre muy diferentes y autónomas al libro original, supongo que por la diferencia abismal de lenguaje entre el cine y un libro.

En el cómic, en cambio, habría que preguntarse por qué, la sensación casi siempre es la de un producto diluido, aguado, como un "resumen fácil de leer" del libro adaptado.

A lo mejor tiene que ver con eso que la regla en materia de adaptaciones en cómic han sido las que se limitan a copiar literalmente pasajes de texto del libro original y ponerles ilustraciones -todo lo llamativas que queramos- en forma de viñeta.

Y la excepción son los Giménez o los Karasik-Mazzucchelli.

Anónimo dijo...

En referencia a "Parece que el cómic, de una forma u otra, siempre tiene que estar demostrando su valía como medio." os dejo este linkillo:

http://www.elpais.es/articulo/portada/defensores/contraproducentes/elpepspor/20060423elpepspor_18/Tes/

Anónimo dijo...

Mmm..

Yo sinceramente pienso que el cine es un medio radicalmente distinto a los demás (que no mejor, a menudo todo lo contrario) y que por eso mismo siempre es fácil que sus productos valgan por sí mismos. Da lo mismo si adapta una novela, que un cómic, que si es una obra absolutamente orginal. La gente se olvida de ello y piensa en formato audiovisual.

Para mí, leer un cómic basado en una novela no deja de ser un LIBRO que ilustra FRAGMENTOS de OTRO LIBRO. Y aunque Ciudad de Cristal es visualmente muy creativo, el argumento es un RESUMEN de una novela

Perdonand los discursos, jejej

Anónimo dijo...

Yo diría que, al margen de complejos, etc, el talento de los autores es el que decide si una obra cobra autonomía a pesar de trasladar material de otro medio (en cómic, JCP apunta un par de ejemplos). La mayor parte de películas de Hitch son adaptaciones, el cine primitivo y clásico está repleto de ellas (y no vale, creo, la escusa de que el comic parece un lenguaje "menos distinto" a la literatura que el cine, porque el comic posee unas características propias que puede y debe explotar que, tal vez, es que no ha reconocido o asumido aún el lector medio con la profundidad suficiente como para que se le puedan comunicar según que cosas. O que, un poco más probablemente, no se han empleado con la suficiente fruición, conocimiento de causa, apertura de miras...).

Al final, no se si se puede estar muy seguro de algo tan elástico como la especificidad de unos medios y otros, no así con la autonomía de las obras, sean del medio del que provengan, adapten o no. El problema surge cuando los autores no añaden, modifican o hacen propio el material de base, y no porque el problema sea que se diluya la autoría o la especifidad de su medio, sino porque el "fondo" del material no llega con la suficiente fuerza y carácter de obra hasta el lector, espectador...

Ah, otra! La mayor parte de las obras de Chespir son adaptaciones de otros dramas, y a quién le importa?

Anónimo dijo...

perdon, quería decir:

"no así DE la autonomía de las obras"

sorry

Pepo Pérez dijo...

Me alegra ver que el tema os interesa. Sin embargo, para mí la cuestión no era adaptación sí / adaptación no. LA cuestión es que se hagan adaptaciones al cómic con la expresa intención de "llegar a determinado público". No porque sí, no porque la historia que adaptas te interesa, no por hacer una obra autónoma,sino por dar carta de naturaleza al medio o así. Y esto, me temo, se ha hecho bastante en el pasado. Si he contado el caso de CIUDAD DE CRISTAL es para ver un ejemplo concreto -hay más- de cómo la iniciativa buscaba precisamente esto que digo. Hacer "traducciones visuales" de novelas que "merecieran de hecho la atención del adulto". Y la frase es de Spiegelman.

Anónimo dijo...

Procedo a responder, si me lo permiten, a algunas de las cosas que se han dicho por aquí:

"En cine se pueden adaptar novelas, obras de teatro, comics o incluso hacer remakes sin que nadie ponga en duda su autonomia respecto a otras formas narrativas."

Bueno, si le sirve de algo saberlo, yo sí que la pongo en duda. Me parece lamentable que de un tiempo a esta parte apenas haya guiones originales en el cine que nos llega (o sea, el de Hollywood, principalmente), y todas las películas provengan ya de una novela, o un cómic, o un videojuego, o, el colmo de los colmos, de otra película anterior. Las adaptaciones de un medio a otro son ejercicios que hasta cierto punto tienen su interés, pero que en modo alguno, a mi juicio, deberían constituir el grueso de la producción en ninguno de ellos, ya que no deja de implicar una falta de creatividad preocupante.

"Un cómic de una novela, en cambio, me parece redundante (los dos son libros)"

Pues no estoy de acuerdo con esto que defienden Spiegelman y algunos de ustedes. Si bien el lenguaje de la historieta, por su naturaleza, se encuentra más próximo al de la literatura que el del cine, sigue resultando lo suficientemente distinto como para que sea igual de interesante, hasta cierto punto, como digo, trasladar una novela a uno o a otro medio (podría resultar interesante, de hecho, incluso versionar en una novela otra; en el cine se hace constantemente, con los remakes, aunque los resultados, eso sí es verdad, suelan ser más bien prescindibles). Otro asunto muy distinto es que la inmensa mayoría de las adaptaciones que se hayan realizado hasta ahora en el cómic sean pobres y mediocres, como adaptaciones y como cómics, a diferencia de lo que muchas veces ha ocurrido en el cine. Pero ejemplos hay de lo contrario, vaya, como alguien ha señalado (ejemplos a los que quiza cabría añadir las adaptaciones de Breccia, o de Battaglia, o de algunos otros autores, poco menos que especializados en la materia).

"En el cómic, en cambio, habría que preguntarse por qué, la sensación casi siempre es la de un producto diluido, aguado, como un "resumen fácil de leer" del libro adaptado."

Pues mire que esa es, curiosamente, la sensación que uno tiene al ver la adaptación cinematográfica de "V de Vendetta", ¿ein?

"La cuestión es que se hagan adaptaciones al cómic con la expresa intención de "llegar a determinado público"."

Pero es que el cine, al menos hoy en día, cuando adapta algo, lo hace precisamente persiguiendo ese mismo objetivo. El de atraer a un determinado público, digo, no el de dignificar el medio, que esos problemas no los tiene el cine desde hace décadas. ¿O acaso cree que ahora adaptan "El Código DaVinci" porque les interese la historia, o por hacer una obra autónoma? ¿No será más bien para atrer a las salas de cine, y más concretamente a las taquillas, a los millones de lectores que han leído el libro, y a los otros millones de espectadores que no lo han leído, pero lo conocen de oídas? Lo que pasa es que el cine necesita atraer gente por unas razones, y el cómic por otras (aunque en el fondo no dejen ser la misma, vaya). Ya si es una estrategia acertada o no, lo de adaptar productos con los que la gente ande más familizarizada, a ver si pican, no lo sé... aunque si a los del cine les funciona, ¿por qué no a nosotros?

Un saludo.

Anónimo dijo...

Hum.. antes me ciscaba un poco en la especificidad de los medios zanjando un poco , pero aquí y a tenor de lo que dices, Alfred, creo que me cabe un comentario: JCP pregunta si es buena idea, debido al efecto de devaluación que puede tener para el medio comiquero, el hecho de que se presente a sí mismo como un medio que se dedica a tomar material de prestado a la literatura, "ese gran arte", para dar a sus seguidores (los de la literatura)una fruslería, un entretenimiento con el que rememorar desde otra óptica o así el material que a ellos les gusta. En ese sentido, la idea es un pelo de bombero, pa que engañarse, porque es que esos lectores no son unos vainas (yo prefiero pensar que no lo son) y al final van a darse cuenta del pufo, y ahí si se saldría perdiendo: "el comic, ese rollo que antes era para chavalines y ahora es para que los enteradillos tengan un fetiche", digo por exagerar. Vamos, que puede ser una motivación parecida, en el fondo, a aquella por la que parece ser que los tebeos empezaron a interesar a pintores y artistas plásticos en los ochenta que ahora no se acuerdan del asunto, o a la motivación con la que se lanzaron y subvencionaron algunos comics de estilo pictórico que, creo, tenían ganas de reconocimiento y modernidad que, con notabilísimas excepciones (eso también), hoy no interesan demasiado.
Ahora bien, que si la adaptación se hace con idea, competentemente y con el deseo de apropiarse el material para ofrecer un punto de vista artístico que hace propio el adaptador, que es un tipo que conoce su medio... etc, etc, ya sabéis, la cosa cambia.
Ah! por decir más: creo que no has nombrado a Toppi, o a Corben, que un poco flojas pero tenía adaptaciones resultonas de relatos de Poe.

Anónimo dijo...

Y hablando de adaptaciones de la literatura al comic, pero GUAPAS, GUAPAS... ahí están las "Famosas Novelas" de Bruguera!!!!

¿quien no las ha leído? ;D

Urbs dijo...

Como caso atípico, me viene a la memoria el "Atmosfera Cero" de Jim Steranko. Visualmente es deslumbrante y le da cien patadas a la floja película que adapta.

Pepo Pérez dijo...

Bueno, ésa es otra. Aquella moda de finales de los 70 hacer adaptaciones al cómic de grandes producciones de Hollywood. STAR WARS (Archie Goodwin & Al Williamson), ATMÓSFERA CERO (Steranko), ENCUENTROS EN LA TERCERA FASE (nomeacuerdo), DUNE (Sienkiewicz)....

Bueno, aún se siguen haciendo con algunas pelis, ¿no? al menos con los X-Men y Batman fílmicos... pero ya con autores menos ilustres....

Anónimo dijo...

Si, creo que se sigue haciendo. El de Dune, creo recordar, era también un caso peculiar. No tengo ahora ese cómic pero me parece (que alguien me corrija si me equivoco) que el referente de Sienkiewicz era la película de David Lynch en lugar del libro. O sea, la adaptación de la película de la adaptación de la novela.
Y no hemos hablado de esa costumbre de novelizar películas, videojuegos, etc... Uf, aquí si que hay un nivelazo literario...

Bernardo Vergara dijo...

" Y la excepción son los Giménez o los Karasik-Mazzucchelli."

Hay más excepciones, Pepo. Algunas muy notables como la de Tardi: las adaptaciones suponen la mayor parte de su producción.

Pepo Pérez dijo...

Tienes razón, Bernardo. Adaptaciones de Tardi que las más de las veces suelen estar del notable para arriba. Como cómic, digo.

"Y no hemos hablado de esa costumbre de novelizar películas, videojuegos, etc... Uf, aquí si que hay un nivelazo literario..."

ja, ja. Sí, es verdad, Urbs.
El tebeo DUNE adaptaba la película de Lynch, sí. Yo lo tengo.

Octavio B. (señor punch) dijo...

"un medio no demuestra su potencial al mundo ni su autonomía artística adaptando obras de otros medios"
Cierto.
Pero desde un prisma distinto (y entendiendo la NECESIDAD de cómics autónomos que tiren del carro) una adaptación digna y bien enfocada (aunque no fuera más que eso, no todo tiene que ser genial y magistral) es un buen gancho para un público potencial que, de otro modo, no llegaría a los tebeos, a causa de los eternos prejuicios.

PD no he leído aún los 17 comentarios, espero no repetir algo ya dicho)
A ver si en un rato os leo al resto ;)

Anónimo dijo...

adaptando pelis: je... Chaykin Stars Wars, Simonson Alien...
jeje... Segura Torrente (porque lo de Torrente será, digo yo, de Mónica y Bea, ergo...)
De libros, es curioso lo del Ibicus, que tengo sólo en parte. Por lo atípico... no es precisamente una obra conocida, ¿no?

Anónimo dijo...

De Chaykin, mejor que lo de la Guerra, aquella adaptación de Moorcock, que publicó Toutain en los primeros Comix Internacional. Y, según dicen, su adaptación de "Las Estrellas mi Destino" de A. Bester.

Y, como extravagante, las adapaciones de óperas de Craig Russell.

En Estados Unidos también tuvieron su versión de las Joyas Literarias Juveniles de Bruguera. Creo que se llamaron Clasics Illustrated o algo así y, en su última encarnación, debió tener alguna perla como el Moby Dick del Sienky.

O eso dicen.

Anónimo dijo...

Creo que uno de los problemas de las adaptaciones de novelas a la historieta radica en que la mayoría de los casos, se trata de resúmenes con dibujos, como creo que alguién ha expresado muy bien. Ya sea porque se tratan de trabajos de encargo (como las Joyas Literarias) o por el miedo a "pervertir" o "destrozar" una obra literaria.

Una vez asistí a una charla de guionistas de cine en la que comentaban que les parecía más fácil adaptar un libro mediocre por la posibilidad de utilizar este como punto de partida, sin miedo a realizar cambios en el texto original.

En ese sentido, creo que hay pocos autores de tebeo que hayan hecho adaptaciones personales.

Por ejemplo, "Hom" de Carlos Giménez no es exactamente igual que "El lento despertar de la Tierra" de B. Aldiss

santibilbo dijo...

yo diría más,¿cuántos creadores, pero creadores de verdad se interesan tanto por la creación de otros para hacer una versión? O bien miran a la obra por encima del hombro(como ocurre en el cine con obras maestras surgidas de mediocres novelas) o están obsesionados con la potencia de ciertas obras y necesitan(y se atreven a medirse con un clásico, o están enamorados de su medio y vislumbran en él una posibilidad estética que enriquezca la obra de una forma extraordinaria, no servil, personal.Yo diría que son muy pocas las obras y los autores que logran esto último, pero haberlos haylos y el impulso es legítimo.Lo malo es que no se elige,no se escudriña y no suele haber genio creador entre los adaptadores