jueves, marzo 06, 2008

EL HECHO DE QUE NO SE EMITAN JUICIOS MORALES.

¿Piensas el artista debe mantener siempre la ambigüedad y separarse del contenido de su obra? Yo lo veo así de claro. De hecho cito a dos:
A Cronenberg: “El artista no tiene responsabilidad social”. Como artista, no digo que no tenga que pagar impuestos sino que no puede estar pendiente de la moralidad a la hora de crear una obra. Si crees que tienes que provocar, provoca, aunque sea una provocación barata y de mierda, otra cosa es que debes de asumir que luego te puedan juzgar.
Y a Oscar Wilde: “El artista no debe tener simpatías éticas”. El artista, repito, no la persona. Por eso en mis historietas me gusta poner unos puntos de vista y otros y no mojarme. Creo que el lector es lo suficientemente inteligente como para sacar sus propias conclusiones.
Ante cosas como “Snuff 2000” creo que es bastante claro que los protagonistas son dos tarados a los que no puedes tomarte en serio. Si te los tomas en serio ocurren dos cosas, uno que es un elogio para mí porque te he engañado y eso significa que soy bueno; y dos, ¿qué te pasa en la cabeza? Tienes un problema, tú como lector, o político de turno.

Además que, en muchos casos, ni siquiera son cosas que salgan de tu cabeza, sino que te limitas a poner en papel, de manera documentada incluso, cosas que existen en la sociedad.
Es algo que he comentado muchas veces y que, afortunadamente, hay gente que se ha dado cuenta. El problema de mis cómics no es la temática, sino el hecho de que no se emitan juicios morales.
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Miguel Ángel Martín, entrevistado por Pedro Toro