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Chris Ware, en el libro de Daniel Raeburn CHRIS WARE.

Hoy jueves 26 de junio, a partir de las 19.00 horas, se presenta en la FNAC Triangle de Barcelona PAPEL Y PLÁSTICO, de Óscar Lombana:
CAFÉ BUDAPEST







La obra de Ben Katchor (Nueva York, 1951), inédita hasta ahora en castellano, es densa y exigente con el lector, pero el camino merece la pena. Precisamente una vez acabada EL JUDÍO DE NUEVA YORK, lo que más me ha apetecido ha sido releerla, y es en la segunda ronda cuando se le saca todo el partido a la novela gráfica (el cómic, el tebeo, la serie de prensa: THE JEW OF NEW YORK apareció originalmente serializada en The Forward, un veterano diario judío neoyorquino, antes de ser recopilada como novela gráfica), una vez que has comprendido la trama en su totalidad y empiezas a degustar todos los detalles y matices (la trama nunca se deja ver hasta el final, probablemente porque a Katchor le importan más unos personajes, unos detalles, una atmósfera, un mundo, que contar una "historia clásica, sencilla y directa"). Atención a cómo utiliza Katchor los textos de apoyo, a veces extensos; a ese lenguaje irónicamente decimonónico que mete en los cartuchos del narrador, a cómo y dónde coloca los globos de diálogo, a cómo usa en ocasiones el diseño de página, con una viñeta central en torno a la cual van girando las demás en un preciso orden narrativo.


Por un lado, la editorial ha renovado los derechos para una nueva edición de PRÍNCIPE VALIENTE, que empezará a publicar en 2009 y que, afirman, tendrá una mayor calidad que los 50 volúmenes que ya publicaron en el pasado. La nueva colección recogerá todas las historias dibujadas o escritas por Hal Foster, a razón de dos años de serie por volumen, lo que hará un total de 16-17 volúmenes. La edición será en tapa dura, de gran tamaño y a todo color.

Dos de mis tebeos favoritos de Corben son BLOODSTAR (1976) y VIC & BLOOD (1988), y los dos curiosamente son adaptaciones literarias. Sin despreciar sus recientes incursiones en los superhéroes (BANNER) o en el sello Vertigo (HELLBLAZER), ni tampoco famosas historietas cortas como IN DEEP, cuando pienso en Corben lo primero que se me viene a la cabeza son esos dos trabajos. BLOODSTAR era una adaptación de un relato corto de Robert E. Howard titulado EL VALLE DEL GUSANO (1934) que ya había sido llevado al cómic en 1973 por Roy Thomas, Gerry Conway, Gil Kane y Ernie Chan. Corben adaptó a su manera el relato original de Howard recurriendo en algunas ocasiones a extensos bloques de texto meramente ilustrados con sus viñetas y, en la mayor parte del álbum, a páginas secuenciadas de historieta tradicional donde la preocupación por el diseño resulta muy evidente. El tebeo apareció publicado por The Morning Star Press y fue uno de los primeros cómics que se autodeminaron novela gráfica: “BLOODSTAR es un nuevo y revolucionario concepto -una novela gráfica que combina toda la imaginación y el poder visual del arte del cómic con la riqueza de la novela tradicional”, decía de forma un tanto ingenua la solapa de cubierta.

VIC AND BLOOD (1988) es otra adaptación literaria, concretamente de varios relatos cortos de Harlan Ellison sobre la lucha por la supervivencia de un muchacho y su perro telepático en un mundo lleno de peligros. De nuevo estamos ante una historia post-apocalíptica (una afición popular que parece venirnos de largo y cuyo penúltimo ejemplo es el tremendo éxito de la novela de Cormac McCarthy LA CARRETERA) en la que un muchacho vaga por un mundo devastado que vuelve a estar dominado por la ley del más fuerte. El estilo gráfico de Corben se muestra idóneo para estas historias, al contrastar nuevamente esa peculiar ingenuidad que imbuye a los personajes -Vic es apenas un adolescente, prácticamente un niño- con la brutalidad de sus acciones. Es eso lo que a la postre perdura de estas historietas, más allá del potente y crudo blanco y negro de Corben: la atmósfera de violencia triste y desesperada, sin motivos personales, de una amoralidad necesaria para sobrevivir. En un momento dado, Vic salva a su perro antes que a la chica de la que se ha “enamorado”; al fin y al cabo los poderes telepáticos del sabueso le son más útiles que el amor para poder vivir un día más en un mundo sin piedad. 