Dosifico ambas cosas. Ciertas situaciones están previstas con bastante antelación, pero también hay acontecimientos que son una sorpresa para mí. A veces abandono cosas que había previsto después de un cierto tiempo, porque ya no me gustan, porque estoy harto de ellas y conozco hacia dónde va toda la historia. Sé globalmente a dónde quiero llegar, intuyo el camino que voy a seguir, pero, sobre todo, sin certezas de lo que me voy a encontrar! Lo más agradable realmente es cuando me sorprendo y me digo: ¡esto me encanta! Tanto que también hay posibilidades de que sorprendan al lector. No sé bien hacia dónde va la trama, la voy descubriendo y eso es lo que me apasiona. Y puede que intente no pensar demasiado en el funcionamiento de todo, precisamente para dejarme así más libertad.
_____________

No hay comentarios:
Publicar un comentario