claro, claro. Lo que pasa es que aquí, hoy, todos son ganas, las que todos tenemos. Y también la sensación de que parece que esta vez va en serio, supongo que por el zeitgeist actual: acorralamiento del entorno etarra (especialmente el político), número de presos en las cárceles, síndrome post 11-M (terrorismo islámico: nuestro "alien de Ozymandias"), etc.
En fin, ojalá. Que los familiares de las víctimas rememoraban su propio atentado cada vez que había uno nuevo.
Y que pasemos página de una puñetera vez, en esta transición nuestra tan larga.
Yo ya me hice eco en mi sitio.
ResponderEliminarParece que, por un segundo, se detiene el pulso, ¿verdad?
Ésto puede llegar a ser bueno.
Ojalá
Eso, ojalá
ResponderEliminarEsperemos que todo el mundo esté a la altura de las circustancias.
ResponderEliminarYa se estuvo una vez, con la transición.
Yo hasta que no vea la peli adaptando el tebeo...
ResponderEliminar"Esperemos que todo el mundo esté a la altura de las circustancias."
A la vista de las primeras declaraciones, me temo que tendrás que conformarte con que cada uno esté... a su altura.
Si.
ResponderEliminarY alguno ya ha hecho el ridículo. Esperemos que no se le atragante el champán.
Todo cristo lo ha dicho, pero quizá sea lo único que razonablemente se pueda decir ahora mismo: prudencia.
ResponderEliminarclaro, claro. Lo que pasa es que aquí, hoy, todos son ganas, las que todos tenemos.
ResponderEliminarY también la sensación de que parece que esta vez va en serio, supongo que por el zeitgeist actual: acorralamiento del entorno etarra (especialmente el político), número de presos en las cárceles, síndrome post 11-M (terrorismo islámico: nuestro "alien de Ozymandias"), etc.
En fin, ojalá. Que los familiares de las víctimas rememoraban su propio atentado cada vez que había uno nuevo.
Y que pasemos página de una puñetera vez, en esta transición nuestra tan larga.