
Einsehower ya avisó sobre el peligro de la industria militar al dejar su presidencia (algo debía saber al respecto). El historietista Joel Andreas también lo hizo en un tebeo, mezcla de reportaje y denuncia, que tiene ya unos cuantos años, ADICTOS A LA GUERRA (Astiberri).
ADICTOS A LA GUERRA no es sólo un ingenioso y divertido retrato de nuestra economía basada en la guerra, sino una reflexión verdaderamente profunda que no se encuentra en los medios generales. Es algo que nuestros hijos deberían saber antes de que tengan que elegir si quieren o no convertirse en carne de cañón para la gran maquinaria militar.
No lo digo yo ni el autor, lo dijo Susan Sarandon.
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